Biblia, Versículos

Deuteronomio 7:8-9. La fidelidad de Dios.

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

En un mundo donde la fidelidad y la palabra son dos virtudes que no abundan, Dios es el mismo, ayer, hoy y por los siglos.

El sigue siendo fiel aun cuando nosotros no lo seamos, Él tiene tanta misericordia.

Este pasaje que si vamos al contexto el profeta está hablando de parte de Dios para su pueblo Israel, recordándoles como Dios les había librado del faraón y como su vida había sido rescatado de la esclavitud.

Y los invita a conocer, y diría yo más bien a reconocer quien es el Señor, y que es un Dios que guarda el pacto, que no se desdice, que no se arrepiente y luego cambia de opinión, sino que trata con misericordia a aquellos que guardan sus mandamientos.

El extiende su brazo de poder y de amor, aun cuando no sabemos que esta, El siempre esta y jamas nos deja, porque es un Dios fiel y su misericordia es grande, confia en El y cree. El te ama y no te abandona.

No dice que guarda a los perfectos, tampoco dice que tendrá misericordia de los que jamás han pecado, porque si no hubieran pecado no tendría razón de ser la misericordia.

La misericordia se hace presente cuando hay necesidad de ella, porque se está frente a alguien que ha pecado y se ha equivocado, de esa persona es necesario tener misericordia, ya que muchas veces en nuestra condición de humanos a pesar de que luchamos por guardar sus mandamientos, puede ser que fallemos.

Pero Dios es tan fiel, que aun en tu error, te rescata, como buen pastor, se encarga de que de un modo u otro vuelvas a enderezar tus pasos, y eso es tener misericordia.

Es no ejercer el juicio que podría ejercer sobre nosotros siendo Dios, sino que más bien, se apiada y sigue siendo fiel a sus promesas.

Y la bendición alcanza a los tuyos.

El Señor dice que su misericordia alcanzara a mil generaciones, en otro pasaje en Éxodo 34:6-7 nos dice que la maldición alcanzo hasta la tercera y cuarta generación, pero Dios nos promete que su misericordia se extenderá por mil generaciones.

Quiza seas el primero que ha conocido la fidelidad y el amor de Dios, pero no seras el ultimo, es promesa de Dios para tu vida.

Quizá seas el primero de tu familia que cree en Jesús y el primero que ha tomado o está tomando la decisión de seguirlo, pero créeme que no serás el último.

Si tú eres el primero, entonces tu estas estableciendo un legado de fe, que alcanzara con misericordia a mil generaciones que vengan después de ti.

La palabra de Dios nos dice que Él nos ha escogido en el vientre de nuestra madre, que ya desde el vientre Él nos conoce, por tanto en ningún momento y en ninguna circunstancia nos ha dejado solos.

El es fiel y misericordioso aun cuando nosotros le volvemos la espalda.

Yo puedo recordar, si miro ahora hacia atrás en mi vida, que aun en momentos en los cuales no sabía de la existencia de un Dios tan bueno y tan presente, aun en esos momentos sentía que algo o alguien cuidaba de mí, y aun al no conocer no sabía identificar la presencia de Dios.

Aun después de conocerlo, tuve unos años donde mi vida se torció, y me fui de los planes del Señor, aun como Pedro, también lo negué, pero, Él fue fiel, y por más dolor que por causa de mi desobediencia vino a mi vida, aun ahí, Dios fue misericordioso y guardo mi vida.

Y la guardo tanto, que por más que quise resistir, sus cuerdas de amor me atraparon y me sedujeron, y pude tener un encuentro real y personal con Cristo que me hizo conocer la grandeza de su fidelidad y entendí por primera vez que nada importa si Cristo no está en medio de nuestra vida.

Cuando nos damos cuenta de lo amoroso que es El con nosotros, es imposible no acercarnos a El, y es ahi cuando nos enamoramos de Jesus. Reconoce sobre tu vida la fidelidad de Dios, que aun sin merecerlo y sin que lo supieras El ha estado guardandote.

Todo cobra un sentido cuando realmente dejamos que el Señor se haga dueño de nuestro ser, y cuando lo conocemos íntimamente es literalmente imposible no seguirlo.

Como Pablo decía, en romanos 14:8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Si no lo hiciste nunca invita a ese Jesús a vivir en tu corazón y a hacerse parte activa de tu vida, porque tu vida está escondida en El.

Cuando lo conocemos, cuando conocemos su fidelidad sabemos que aunque la circunstancia sea difícil no la pasamos solos, El está en medio de nosotros.

Cuando pasamos por el fuego dice su palabra, no nos quemaremos, y cuando pasemos por las aguas, no nos anegaran.

Conclusion:

No dice que no pasaremos por momentos duros, si vamos a pasar por ahí como todos, pero lo haremos de su mano, y donde El está, no hay temor.

Porque de que temeremos lo que el hombre nos pueda hacer, si sabemos que vivos o muertos estamos con el Señor y en el Señor, estamos tatuados en su mano.

Cree en la fidelidad de Dios, si nunca nadie te fue fiel, si nunca nadie te trato con misericordia, Él te ama y si te es fiel y tiene de ti toda la misericordia de la que jamás hayas disfrutado, no importa cuán grande haya sido tu pecado.

Te invito a entregarle tu corazón, dile conmigo “Señor Jesús, perdona  mis pecados, límpiame y ten de mi misericordia, hazme tu hijo/a y recíbeme, en el nombre de Jesús. Amen”.

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