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Deuteronomio 7:8-9. Dios es Fiel.

Dios es fiel, está con nosotros y nos guarda incluso a pesar de que nosotros no somos tan fieles siempre.

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

Jamas nos abandona.

Si algo he aprendido en esta vida que he vivido, es que aunque nosotros seamos infieles, y rebeldes, Dios permanece fiel.

Él nos amó con un amor inigualable, nos ha sacado, como dice este pasaje, de la esclavitud y nos ha liberado de la mano de nuestros opresores.

Quizá has vivido por mucho tiempo lejos del Señor, viviendo tus propios caminos, yendo por donde tu corazón te llevaba, pero si el Señor te ha llamado, tú eres de Él, y no nos abandona.

A veces llegamos al extremo, antes de ir a la cruz y hablar con el Señor, y recordar que en esa cruz quedaron clavados nuestros pecados, y que El nos ama por sobre todo, y aunque nosotros nos olvidemos de El, El no se olvida y no nos deja, permanece fiel a nosotros, esperando que nos volvamos a el de corazon.

Muchas veces nos permite que andemos por esos caminos y experimentemos lo que nos generan, no por puro capricho de Él, sino porque nos ha dotado de Libre albedrio, o en otras palabras, soy dueño de elegir si lo sigo o no.

Pero no importa donde vayas, ni cuán lejos estés de Él, en tu corazón, aunque estés frio como el hielo, y duro, ni aun así, el Señor te abandona.

Quizá notes que aun en los peores momentos cuando ya crees que esta vez si te derrumbas algo sucede, y una luz de esperanza llega, eso, querido lector, no es suerte, ni son los muchos amigos que puedes tener, es la misericordia infinita del Señor que a pesar de tu rebeldía, guarda tu vida.

Durante muchos años en los que estuve lejos del Señor y viví muchas y variadas cosas por las cuales debí pasar, siempre  en el último momento algo pasaba y me salvaba, y llegue a atribuir esta cuestión a la suerte, hay quienes se lo atribuyen a que tienen un “ángel”, pero lo cierto es que no es el ángel, ni es la suerte, es el amor de Dios.

Dice este pasaje que Dios es misericordioso, y que esa misericordia alcanza no a una ni a dos, sino a mil generaciones.

Tu y los tuyos recibiran de El.

Quizá alguien en tus antepasados, alguna vez ha entregado su corazón a Él, y tú has sido alcanzado por esa promesa, o quizá tú, eres la primera generación, y esa misericordia alcanzara a tus generaciones futuras.

Quiero decirte, que su fidelidad es para siempre, permanece fiel aunque tú lo ignores, aunque te olvides de Él, puedes andar rebelde por ahí, pero aun así, Jesús esta con los brazos abiertos para ti.

No significa que si andamos por malos caminos, nada malo nos sucederá, claro que sí, si nos exponemos a lo malo, tarde o temprano nos tocara, pero Dios es muy misericordioso, y siempre estará allí dándote la oportunidad de que eleves tu mirada al cielo y clames por su ayuda.

El permanecerá fiel aunque este en silencio.

Cuando estamos lejos, o cuando nos estamos enfriando, aun sin darnos cuenta, a veces nos parece que El no está, que se ha ido, pero no es así.

De todos modos es importante que reaccionemos y demos vuelta, esta vez en dirección al amor de Dios para con nosotros.

El Señor fue tan fiel que aunque no lo tomamos en cuenta, aunque muchas veces lo hemos rechazado, Él se sacrificó por nosotros, y en ese sacrificio nos dio la libertad para la esclavitud en la que estábamos inmersos.

Dios ha sido fiel siempre, hace unos días, recordaba cómo era mi vida antes de volver mi corazón a Él, y recordé como cada vez que creía que iba a hundirme había una mano que me levantaba, yo no sabía que era la de Él.

Conclusión:

Quizá tú te encuentres en una situación similar, quizá no sabes cómo viene la ayuda, y pienses que viene de la mano de alguien más, pero quiero que sepas que la misericordia de Dios mueve a quienes tienes alrededor en tu favor, aunque a veces no lo sepas.

Y esa fidelidad y misericordia, no es solo para ti, sino para los que vienen después de ti, para tus hijos, nietos, y hasta mil generaciones, porque esa fidelidad nunca se acaba.

Buscalo, clama a El y El te respondera.

Si crees que nadie te ama, que estas solo, que no tienes ninguna ayuda, mira la cruz, y recuerda que mientras Jesús colgó en esa cruz, clavo juntamente con El, a principados y potestades, tus pecados y todo lo que te ataba.

El vino para darte vida y vida en abundancia, abre tu corazón a su amor y a su presencia, el Señor no te dejara jamás, el hombre puede mentirte, o decepcionarte, pero El jamás lo hará.

Si nunca le has abierto el corazón, te invito a hacerlo, dile conmigo, “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona mis pecados, entra a mi vida y enséñame más de ti, hazme una nueva criatura, en el nombre de Jesús, Amen.”

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