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1 Samuel 1: 9-19. Derramar el alma.

Derramar el alma, o en otras palabras rendir nuestra vida entera, esa fue la diferencia entre la bendición y la esterilidad.

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.

Cual es el area de tu vida que aun no has rendido? o quiza sea tu vida entera la que aun no has derramado, toma ejemplo de Ana, y entregate a El, y no te arrepentiras, porque Dios es bueno, es un padre amoroso que espera este paso para ser parte de tu vida y obrar a tu favor.

13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.

15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Rama. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

La historia de una mujer de Dios.

Esta historia de esta mujer, es una de mis preferidas, la historia de esta mujer que sufría a causa de no poder tener hijos, para ponerte en contexto te resumo un poco lo anterior para que si no conoces bien la historia puedas entender el entorno de Ana.

Estaba casada con Elcana, un hombre al que amaba, y él la amaba, a su vez el tenía otra esposa, Penina, recuerda que estamos hablando de otra época y de otra situación cultural en la cual aún estaba permitido todo esto y no se veía mal, Ana era la mujer a la que Elcana amaba y Penina era la que tenía los hijos.

Todos los años iban juntos al templo a adorar a Dios, y cada vez que eso ocurría, Penina se burlaba de Ana por no tener hijos, Penina se sentía bendecida y miraba a Ana con desprecio por aquello que no podía alcanzar.

Tienes una Penina a tu alrededor?

Cuantos de nosotros tenemos una Penina a nuestro alrededor?, seguramente muchos, pero Ana no se quedaba estancada en enojarse, sino que su angustia iba directamente al trono del Padre.

La clave es quitar los ojos de nuestra "Penina" y ponerlos en el Señor.

Un día, cansada de esto, fue al templo y nos cuenta esta historia que era tanta la angustia que se arrodillo y lloro como nunca antes lo había hecho, al punto de que Eli, el sacerdote la creyó ebria, pero cuando ella le explico la bendijo.

Que esterilidad hay en tu vida?.

Puedes tomar esta pregunta apuntando solo a si tienes hijos o no, y si no los puedes tener, quizá es tiempo de dejar esa necesidad en manos de Dios, y derramar tu alma como Ana lo hizo, pero también esa esterilidad puede tener que ver con que cosas te faltan.

Te falto amor? Compañía? Seguridad en cualquier area? Hay una clave para llegar a la bendición y es rendir el corazón a Dios, es un principio que no podemos obviar.

Para recibir del Señor, primero tenemos que haber pasado por el paso de la rendición de nuestra vida, voluntad y corazón, por la obediencia tal y como Jesús lo hizo.

Si me estás leyendo por primera vez, quizá pienses, entonces Dios es un Dios que exige que no piense por mí mismo, o que no decida por mí, o es tirano por esto?

No, Dios no es un Dios que pide que te rindas a Él por el solo hecho de que lo hagas, sino porque es a partir del momento en el que dejas que El obre cuando su mano se mueve a tu favor.

Solo cuando nos entregamos de corazon, y buscamos de El, y entendemos que nada podemos hacer fuera de El, entonces ahi es cuando Dios comienza a obrar, dobla tus rodillas delante de El y buscalo a diario.

La biblia describe lo que Ana hizo como derramar el alma, yo te lo podría describir como cuando ya no podemos más, y entonces entregamos todo eso con lo que ya no podemos y le decimos, Señor aquí esta, y aquí estoy yo, perdóname y obra tú.

Si quieres hacerlo tú, El no interfiere.

Cuando tú aun eres dueño de tu voluntad y aun no has entregado esa parte de tu vida y de tu ser, cuando aún eres guiado por tus emociones y por tus propios pensamientos por encima de los de Dios, El no interfiere, porque te ha hecho libre.

Pero, si tú quieres que recibir algo que no puedes alcanzar, primero indefectiblemente tienes que vencer la carne que te lleva para aquí y para allá, porque para el Señor, tu ser interior vale más que cualquier tesoro.

Darle al Señor todo de uno mismo, no es sacrificar nada, si tu sientes que es un sacrificio y que si entregas todo, vas a perder algo, entonces aun no conoces al Dios de Ana, aun no has tenido un encuentro personal con Jesús.

En el momento que de corazón y con la voluntad y el alma rendida ante Él es cuando realmente la paz del Señor nos inunda, y su presencia se mueve, y ahí es cuando te dice “bueno, ahora estas donde te esperaba, ahora me estas dejando pelear por ti”.

Porque todo el que se acerca al Señor, se enamora de Él, y nada se compara a estar en su presencia.

Dios es bueno, y nada de lo que le entregamos a El cae en saco roto, todas tus oraciones, todas tus lágrimas y todo lo que le entregas, el Señor lo multiplica y lo fructifica.

Más adelante en la historia, vemos como dice en el verso 19, dice “y Jehová se acordó de ella”. Esto significa que luego de ese día en el que ella tomo la decisión de poner su vida y su causa delante del Señor, Él le dio lo que su corazón tanto anhelaba.

Y Dios le permitió embarazarse y dar a luz a Samuel.

Cuando tu tienes una relacion con El, recibes todo lo que tu Padre tiene para ti.

No sé cuál es el “Samuel” que anhelas, no  sé si es un hijo, si es un trabajo o la conversión de tus hijos, o quizá una situación familiar o emocional, tantas cosas que pueden estar sucediendo en tu vida, pero sea cual sea eso que sientes inalcanzable, piensa si has dado el primer paso que si o si debes dar.

Conclusión:

Solo cuando el ser humano acepta que es dependiente del Señor, es cuando puede recibir todo lo que Él tiene para él.

Si nunca le entregaste tu corazón a Jesús este es un buen momento para hacerlo y derramar tu alma delante del Señor, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él, perdóname y límpiame, y hazme una nueva criatura, acéptame y obra en mi vida, me entrego a ti y te dejo hacer, en el nombre de Jesús, Amen”.

Busca la voluntad de Dios y no la tuya, tal y como Jesús nos enseñó, porque quizá tu desees algo y Dios te diga, no es por aquí sino por allá, porque El ve más allá, déjate guiar y llegaras a tu tierra prometida.

Y de seguro que el “Samuel” que Dios te dé, será mejor de lo que tú mismo podrías haber alcanzado en tus fuerzas.

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