Hay un Simón en tu vida?, Quien te ayuda con tu cruz?, está es una pregunta que quizá estaría bueno que te hicieras, a quien ha puesto el Señor para ayudarte en estos días?
20 Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle.
21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz.
22 Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: Lugar de la Calavera.
Todos tenemos un Simon cerca a quien Dios pone para ayudarnos.
En semana santa, hablamos mucho acerca de todos estos acontecimientos que se dieron lugar en Jerusalén, y como nuestro Señor fue humillado, golpeado y crucificado para darnos a cada uno de nosotros perdón y redención.
Hoy quiero hablarte de este hombre, y de la figura que representa, y me gustaría mucho que hoy notaras, que hasta el propio Jesús necesito quien lo ayudara a llevar esa cruz con la que ya no podía cargar.
Aunque parezca una persona que simplemente estaba ahí de paso, y que casualmente tuvo que llevar a cabo esta misión impuesta por los soldados romanos, y que en un principio él no quería hacer, ya que cargar con la cruz de un condenado solía ser una vergüenza, esta persona ayudo a Jesús a alcanzar el calvario y por ende nuestra salvación.
No hay personas insignificantes ni casualidades, hay causalidades y situaciones que nos tocan vivir que tienen un porque.
Por lo tanto no es una persona insignificante sino alguien que puesto por Dios, sostuvo a Jesús en un momento en el que su humanidad estaba siendo puesta a prueba hasta los límites de sus fuerzas, porque no podemos olvidar que Jesús era cien por ciento Dios, pero también cien por ciento hombre.
Creo que hubo para Simón un antes y un después, un después de tocar a Jesús, a poder oír su voz a su lado mientras juntos cargaban, un después de tener un contacto estrecho con el Señor, o lo que es lo mismo y aunque fuera en la peor de las circunstancias, un encuentro con Jesús.
Llevar mi cruz.
Es parte de nuestro dialecto como cristianos utilizar esa expresión para hacer referencia a aceptar lo que nos ha tocado en la vida, o las circunstancias, situaciones o dolencias que tengamos que enfrentar, a esto nosotros nos referimos cuando decimos que debemos llevar nuestra cruz.
El costo de ser discípulo es tener que cargar con nuestra cruz, cualquiera sea.
La cruz para Simón fue algo inesperado, el no esperaba ese día cuando emprendió camino a Jerusalén para disfrutar esa semana de pascua, que iba a tener que cargar con la cruz de Jesús, pero le llego, y tuvo que hacerlo.
Hay cruces que te llegan de imprevisto, sin aviso.
Y al aceptar esa cruz recibió más de lo que jamás pensó, porque le dio la oportunidad de conocer a Jesús.
Y del mismo modo nosotros, muchas veces la cruz que llega a nuestra vida, no la quisiéramos cargar, pero quizá cargarla te lleve a un nivel en Cristo y en el conocimiento de cómo Dios obra en la vida de las personas, que jamás pensaste llegar.
Podras experimentar como Dios nos da salidas y soluciones de donde menos pensamos.
Dios te cuidara y te enviara ayuda.
Pero así como Dios proveyó un Simón que le ayudo a Jesús a llevar su cruz, a su propio hijo que luego de semejante golpiza debía cargar con ese peso, así como El proveyó a Simón, seguramente te proveerá a ti un Simón o una Simona que te ayudara con tu propia cruz.
Dios no bajara del cielo a proveerte lo que necesites o a hacer lo que tú no puedes hacer, pero pondrá a alguien o a muchos “alguien” en tu camino para que esa cruz sea más llevadera y para que puedas alcanzar la victoria y la salida necesaria.
El Señor no nos deja desamparados y obra de maneras que jamás podríamos pensar, cuando menos lo esperamos nos viene una tormenta que si o si deberemos atravesar, pero así mismo también Él nos provee la salida y nos guía hacia ella.
El nos pone las personas y nos pone en los lugares correctos donde recibiremos algo de parte de Él.
Pero recuerda que todos somos o seremos un Simon, no dudes en ayudar a otro a caminar como a ti te han ayudado, para todo hay un tiempo en la vida, hay un tiempo para dar y otro para recibir, y quiza el tiempo de recibir haya pasado y es la hora de dar.
Nada de lo que hagas o hayas hecho jamas quedara sin ser visto por el Señor, y aunque la salvacion no es por obras, Dios ve tu corazon.
No creas que esa cruz que te toca la cargaras tu solo.
Acepta lo que tengas que aceptar, sin quejas, más bien da gracias, porque la cruz fue lo que finalmente le dio la victoria a Jesús y a nosotros, y la cruz que te esté tocando será con la cual veras la gloria de Dios reflejada en tu vida.
Simón tuvo un encuentro inesperado, ayudo nada más ni nada menos que al Salvador a cargar con ese peso, y fue bendecido porque un poco más adelante en la historia en el libro de los hechos nos ubica a Simón y a sus hijos en el pentecostés, significa que su vida dio un vuelco.
Toma tu cruz y sígueme dice el Señor, y crucifica allí lo que te ata, y lo que te detiene, tus debilidades o egoísmo, tus pecados, aquellas cosas con las que luchas.
Y sobre todo, si quieres ser alguien que sigue a Jesús, acepta que no todo será un camino de rosas, pero al final, la bendición del Padre estará contigo.
A veces nos toca cargar la cruz propia, y a veces somos “Simón”.
Quizá habrá momentos en la vida en las que te toque cargar con una cruz pesada y habrá alguien puesto por Dios para ayudarte, y habrá otros momentos en los que tú serás usado por Dios para sostener a alguien más.
Recuerda que siempre hay un Simón o una Simona que Dios pondrá en nuestro camino de la vida para cargar con nosotros en momentos en los que no podamos más.
Porque Dios es bueno, y jamás nos suelta, y sabe cuándo estamos al límite de nuestras fuerzas.
Hay momentos en los que ya no podemos mas, y cuan bueno es mirar al costado y ver a tu Simon o a tu Simona, levantando esa cruz contigo y diciendote "aqui estoy", y no te olvides que del mismo modo Dios te pondra a ti para apoyar a ese que ves cayendose, no estamos en esta tierra para juzgar o tan solo para disfrutar de bendiciones que podamos tener, llamense como se llamen.
Asi como Simon recibio su bendicion y toda su familia, aunque no es mucho lo que la bilbia nos deja saber de el, pero si sabemos que sus hijos y su esposa estaban en el dia del pentecostes, o sea, que recibieron una doble porcion de lo que dio.
Conclusion:
Confía en EL, y si hoy te encuentras atravesando un tiempo de aflicción, da gracias porque tu aflicción es una oportunidad para que el poder de Dios se manifieste en tu vida.
Si nunca le has abierto el corazón al Señor, te invito a hacerlo hoy conmigo, dile;
“Señor Jesús, perdona mis pecados y límpiame, cambia mi corazón y ayudarme a aceptar mi cruz y fortaléceme, hazme a partir de hoy un hijo/a tuyo/a, en el nombre de Jesús, Amen”.