Mateo 7:13-14 Entremos por la puerta estrecha

Entremos por la puerta estrecha, porque es la que nos lleva a una vida de bendición.

13 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;

14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”

Esta es una palabra que es muy directa, y fue dicha un poco después de que Jesús diera el Sermón del monte.

Jesús predicaba en todo momento y cualquier pregunta o cualquier lugar era bueno para enseñar. Ha dicho cosas como “yo soy la luz del mundo” o “yo soy la luz del mundo”, en Juan 10: 9 dice “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”.

Entra por la puerta estrecha que es Jesús mismo

La puerta estrecha es el camino del Señor y Jesús mismo es la puerta.

La palabra de Dios jamás se contradice, y cuanto más la estudiamos, más nos damos cuenta que todo tiene un único camino por el que se llega a la salvación y es a través de Jesús.

En este mundo hay dos puertas, una es la puerta estrecha, y la otra es ancha.

Si leemos por encima este pasaje nos da la sensación que nos está diciendo que es muy difícil llegar a la salvación.

Y la realidad es que no es fácil ser cristiano, seguirlo, permanecer y por eso Él se refiere de este modo y hace alusión a “la puerta estrecha”

Siempre es más fácil hacer lo malo, que elegir hacer lo bueno, pero, lo que tenemos después de esa elección hace que lleguemos a ser salvos y plenos en Cristo, o no.

A Jesús lo seguían multitudes, sin embargo nos sorprendemos cuando vemos a Jesús arrestado y solo a unos pocos siguiendo sus pasos y permaneciendo firmes.

Es que el mundo amedrenta y tienta y muchas veces tomamos la elección errada, basada en nuestra comodidad.

Pero cuidado, nadie va al Padre sino es por Jesús, por lo cual, si queremos la salvación para nuestra vida, necesitamos atravesar por El.

Entremos por la puerta estrecha y sigamos a Jesus.

Cuando Él nos llama, y aceptamos a Jesús en nuestro corazón, comienza la segunda etapa que es permanecer en El, y aceptar que ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.

Él vive en nosotros, y todo lo podemos en Él

Quizá usted lea esto y diga, pero esto es muy difícil, yo no voy a poder, o yo quiero vivir mi vida, Dios quiere que usted sea pleno y jamás le pedirá algo que El crea que no podrá realizarlo.

Tenemos al mejor de los Padres, y cuando nos acercamos a Él, somos adoptados, por lo cual más allá que quienes buscamos la voluntad de Dios y no la nuestra, sabemos que hacer esto nos traerá más bendición de la que podamos haber soñado.

Pero el proceso no es fácil, muchas veces nos caemos en el camino, pero ahí está El levantándonos, limpiándonos el polvo y poniéndonos en camino otra vez.

Conclusión:

No se desanime, continúe a la meta, esa puerta estrecha es Jesús, atraviese por El ya que no hay otro modo de llegar al Padre.

Así como fue terco en otro tiempo de su vida, ahora póngase terco y hágale frente a los deseos de la carne y del mundo que lo quieren empujar hacia el camino ancho y espacioso.

Ese camino ancho es el mundo y sus deseos y su final es camino de muerte.

Entremos por la puerta estrecha, aunque vengan las dificultades y la bendición del Señor estará en tu vida y sobre los tuyos.

Tómese de la mano del Señor y atraviese esta vida como Dios sueña que usted lo haga y usted y su casa serán salvos.

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Lucas 22:54-62 La mirada de Jesús

La mirada de Jesús hacia Pedro es la misma con la que cada día nos mira a cada uno de nosotros.

54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos.

55 Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos.

56 Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.

Acércate al fuego de su Espíritu

57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco.

58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy.

59 Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo.

60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó.

61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.

62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

La hora había llegado.

Jesús acaba de ser arrestado, el día había llegado, y todos aquellos que habían estado con El, ya no estaban a su lado.

El Dios hecho hombre está siendo juzgado, azotado y  humillado, y vemos en este pasaje a Pedro que lo sigue de lejos.

Ese mismo Pedro que en Getsemaní lo vemos cortando la oreja de Malco, para intentar salvar a su Señor, es el mismo que en este momento lo niega.

Tal y como su Señor se lo había advertido, el miedo se apodera de él y nos cuenta la biblia que 3 veces lo negó.

Lo vemos sentado alrededor de una fogata, entre aquellos que maldecían a Jesús, es que cuando nuestra alma no tiene al Señor para calentarla, ella va erradamente en busca de otros fuegos y otras compañías.

Nos cuenta este pasaje que al negarlo por tercera vez el gallo canta, y Jesús desde el lugar donde se encontraba siendo juzgado y golpeado, busca los ojos de Pedro.

La mirada de Jesus es misericordiosa.

Te invito a que pienses por un momento en que tenía su mirada? Que cree usted?

Si hubiéramos estado en lugar de Jesús seguramente nuestro pensamiento hubiese sido de reproche o enojo.

Pero la mirada de Jesús, era una mirada de misericordia.

Me llamo mucho la atención este versículo y creo que es bueno analizar desde el conocimiento del carácter de nuestro Dios, esta mirada que creo que provoco en Pedro, la convicción de pecado y el arrepentimiento inmediato.

Cuantos de nosotros hemos sido Pedro? Le aseguro que usted y yo hemos estado en lugar de Pedro muchas veces y lo hemos negado al Señor en reiteradas oportunidades.

Él mira tu afliccion y te consolará, búscalo

Y me imagino la mirada de Jesús sobre nosotros, esa mirada tierna y compasiva.

Es que Él nos entiende, Jesús comprendió la debilidad de Pedro y tuvo misericordia de él.

Dios entiende tu debilidad y tiene misericordia de tí.

Es que nada de lo que usted pueda hacer, generara que El deje de amarlo, su amor por usted está intacto.

Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador.

La mirada de Jesús esta sobre tí, como estuvo sobre Pedro, y no está para reprocharle sino para recordarle que Él es el único que lo ama sin condiciones.

Jesús conocía a Pedro y sabía que Pedro lo amaba, aunque lo hubiese negado. De hecho nos damos cuenta en este pasaje que él siguió a Jesús desde lejos.

Él nos conoce, sabe quiénes somos y que sentimos.

Pedro se mantenía a distancia para que su vida no peligrara, pero a la distancia suficiente como para poder estar cerca de su Señor y ver lo que pasaba con él, Pedro lo amaba, pero lo negó.

Cuando la mirada de Jesús se cruza con la de Pedro, la palabra que Él le había dado un rato antes vino a su memoria y nos cuenta la escritura que se fue a llorar amargamente.

Es que cuando tú y yo lloramos, luego que Dios ha tratado con nuestro corazón, algo en nuestro interior cambia y somos restaurados, Jesús quería restaurar a Pedro.

Ese Pedro que acababa de negar su fe y a su Señor, pero que lo amaba y al que Jesús amaba.

Conclusión:

Dios no lo deshecho, y tampoco nos deshecha a nosotros, sino que tiernamente y con misericordia nos mira, y ante su mirada es imposible estar en pie sin ser quebrantado.

El Espíritu Santo trae convicción de pecado, y nos redarguye, su amor nos limpia y su misericordia nos da la esperanza que aunque fallamos, Él nos restaura.

La tierna mirada de nuestro Dios

Si tú sientes que has negado a Jesús, ten la certeza que El, tiene solo una mirada de amor y misericordia sobre tu vida.

Dios es experto en restaurar vidas quebradas, sanar corazones heridos y perdonar pecados.

Él te ama tal y como tú eres, pero eso no significa que te dejara como estas, sino que te educara y moldeara para sacar de tí la mejor versión.

La mirada de Jesús le hablo a Pedro, y hoy te habla a tí, afina tu oído, búscalo y recibirás el perdón y el amor que solo Él puede darte.

Salmos 42:1-8 Mi alma tiene sed de Dios.

Nuestra alma tiene sed de Dios, y es saciada cuando clamamos a El.

Asi como el ciervo brama por agua, debemos clamar

“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;

De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,

Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

Alaba alma mia al Señor

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

6Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,

Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8Pero de día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su cántico estará conmigo,

Y mi oración al Dios de mi vida”

Un Salmo que es una oración.

Que belleza de salmo que nos ha regalado David, es que no hay palabras para describir más de lo mucho que contiene cada uno de sus versos.

No solo es un cantico de amor y clamor por el Dios en quien confía, sino que es una perfecta descripción de lo que vivimos y sentimos cada uno de nosotros en la lucha de nuestra vida.

Buscando información acerca de los ciervos, descubrí que en el verano ellos braman por agua no solo por tener sed, sino porque su sudor despide un olor que los delata frente a los depredadores con los que convive, por lo cual necesita el agua para refrescarse de manera desesperada si quiere sobrevivir.

Así es nuestra alma que necesita a Dios desesperadamente, y solo Él puede hacernos sentir plenos.

Nuestra alma tiene sed de Dios, busca esa fuente de agua viva que viene del cielo.

Dios es la fuente de agua viva

David describe que en medio de sus aflicciones muchos le preguntan dónde está tu Dios? Y cuantas veces nos sucede a nosotros?

Cuantas lagrimas a veces derramamos por aflicciones o injusticias. Pero David sabía el Dios que tenía y que jamás lo había dejado.

Muchas veces nuestra alma esta como dormida, y se entristece, pero háblale como David lo hacía y pregúntale “porque te abates?”. Él se decía a sí mismo, “espera en Dios porque aun he de alabarle”

En otras palabras, no estés tan triste ni te duermas alma mía, porque la salvación vendrá y aun tendré mucho tiempo para alabar a mi Señor.

David sabía que la misericordia de Dios es para siempre y que estaría allí para él, podían pasar todas las tormentas o atravesar cualquier desierto, pero el Dios de los ejércitos acudiría en su ayuda, siempre.

Busca a Dios y clama a Él, porque no hay otro lugar mejor, porque si el Dios de los cielos y la tierra está contigo, quien contra ti?

Nuestra alma tiene sed de Dios, pero su palabra dice en Juan 4: 14 “más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”

Él sacia tu sed

Por lo tanto, si te acercas a Cristo no volverás a estar sediento, buscando un poco allá y un poco en otro lado, intentando saciar tu alma con cosas sin lograrlo.

Todos los seres humanos buscamos llenar el vacío y saciarnos, con algo bueno, o malo, si no tienes a Dios tu alma buscara con que llenarse, si o si.

Ese es el momento en el que de pronto, vemos como las personas andan como ondas de mar, para aquí y para allá sin saber qué hacer con sus vidas.

Elige saciar tu sed de una vez y para siempre, ve a la fuente, mira al cielo y recibe a Jesús como tu Señor y Salvador y lo imposible será posible.

Porque Él es el Dios que sacia tu sed, que llena de bien nuestra boca, que levanta al caído, sana al enfermo, restaura al que estaba destruido, y ante quien los cielos y la tierra se pone de rodillas.

Ese Dios te está diciendo hoy, si tu alma esta sedienta, aquí estoy, bebe de mí y tendrás vida eterna.

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Mateo 4: 1-9 La Tentación

La tentación de Jesús que nos cuenta este pasaje es un reflejo de cómo también somos tentados a diario, pero si Jesús vencio, nosotros también podemos vencer.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

En el desierto y la soledad somos tentados

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
    A sus ángeles mandará acerca de ti, m y,
    En sus manos te sostendrán,
    Para que no tropieces con tu pie en piedra. m

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

En primer lugar es necesario explicar que la tentación por sí misma no es pecado, hay quienes se sienten sucios al sentirse tentados, pero no debemos dejar que la culpa por el solo hecho de estar tentados nos agobie ya que hasta el mismo Jesús lo fue.

La tentación no es pecado, caer en ella sí.

Aquí vemos que empieza este pasaje contándonos que Jesús fue llevado por el espíritu al desierto, y allí fue tentado por el diablo.

Él se encontraba ayunando y fue al desierto a orar y allí, ya sintiendo hambre el enemigo lo tentó ya que su plan era hacer caer a Jesús y así evitar que fuera a la cruz.

Jesús fue probado en el desierto pero el respondió a cada tentación con la palabra viva de Dios, no mantuvo una discusión, sino que puso la palabra entre el tentador y El.

No cayo en ninguna de esas tentaciones no porque era Dios, porque no podemos olvidar que camino entre nosotros como humano, con nuestras mismas necesidades.

No cayo porque la palabra y la presencia de Dios estaba arraigada en lo más profundo de su ser.

Si usted se encuentra tentado, recuerde que no podemos sortear la tentación y que la misma vendrá, no ore para que Dios se la quite porque no lo hará, ore para que Dios lo fortalezca en medio de ella, y lea la palabra.

En la oración nos fortalecemos

Póngase la coraza de la espada del espíritu que es la palabra de Dios, y cuando el enemigo le tiente muéstrele la palabra.

No será usted tentado con aquello que no le agrada, sino precisamente con aquello que representa para usted una debilidad.

La biblia habla acerca de que somos tentados de nuestra propia concuspiscencia.

Pero tenga presente que la palabra en 2 Corintios 12:9 dice que Él se perfecciona en medio de su debilidad.

Cuando Jesús enseño a orar el Padre Nuestro, lo hizo para que tengamos un modelo de oración, y note que él dice “no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal”

Podemos vencer.

Quiere decir pídale fortaleza para vencer, dependa de Él, no hay otro modo de vencer que estando muy cerca de su presencia, llenos de su palabra y orando sin cesar.

Gálatas 5:17 dice “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”

En otras palabras, hay un choque de poderes entre el espíritu y la carne, la carne es débil y siempre querrá caer, pero nuestro espíritu si se encuentra en comunión con el Espíritu Santo, este, lo fortalecerá y le revelara la palabra para ese momento.

Conclusión:

Así que, si te encuentras pasando por una tentación, tomate de la palabra y fortalécete en El.

Si estas batallando hoy para no caer no luches en tus fuerzas porque de seguro fallaras, pero si te guardas en aquel que dice que no dejara que pasemos por una prueba más difícil de lo que podamos soportar, entonces vencerás.

Él peleara por ti y te dará la victoria.

Sigamos las pisadas de Jesús, Él es nuestro modelo a seguir.

Filipenses 2:6-8 Siervos de Dios

Siervos de Dios, imitadores del Maestro, eso somos aquellos que hemos sido tocados y restaurados por su gran amor y por la gracia de Dios para con nosotros.

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

La humildad de Jesus

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Él fue obediente hasta la cruz (Siervos de Dios)

Un siervo ve la necesidad y la suple, si usted es líder, simplemente sirve.

Un verdadero líder no busca posición, y si la tiene no se toma de esa posición para que lo sirvan, sino para servir a todos los que tiene a su cargo.

Cada uno de nosotros somos siervos de Dios.

Este es el ejemplo que nos dejó Jesús, el Dios hecho hombre que vino y se hizo siervo, al punto tal que El mismo lavo los pies de Jesús.

Pudo haber bajado a la tierra para reinar, pero sin embargo lo hizo para ser siervo y fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Debemos aprender de Él, aquellos que de modo u otro servimos a Dios y que importante principio es este, que debemos comprender.

Fácilmente los seres humanos olvidamos, si tenemos un puesto de privilegio, en la iglesia o en cualquier lugar de autoridad, que estamos para servir, no para ser servidos.

Si Jesús nos dejó este ejemplo, entendamos este principio y llevémoslo a la práctica

Sirviendo con amor.

No busquemos los aplausos, busquemos ganar almas para Cristo, no atraemos al mundo a Dios llenándonos de orgullo, sino que vendrán, cuando sientan que nos preocupamos por ellos y el amor de Dios se refleja en nosotros.

Cuanto más te use Dios y más alto estés, entonces más se te pedirá que sirvas a quienes están a tu cargo.

El Señor no te dará un lugar de privilegio si no pasas primero por el lugar más humilde y aprendes a hacer tu tarea con gozo y alegría.

Sírve a quien a quien necesita de Dios con amor (Siervos de Dios)

Pablo decía en 2 Corintios 12: 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera”

Todos luchamos con el orgullo, hasta el apóstol Pablo, la biblia no da detalles de cuál es el aguijón en la carne que Dios le dejo, pero nos dice que para que no se exaltase a sí mismo en forma desmedida este había venido sobre él.

Eva fue tentada y cayó, resistió hasta que el enemigo le dijo que si comía de ese árbol seria como Dios, el orgullo la hizo caer.

Conclusión:

Oremos para que ese orgullo no contamine nuestro corazón. Hagamos lo que nos toque hacer por más pequeño que sea, con gozo, alegría y excelencia, sabiendo que es para Dios.

Sé tú, el mismo en la puerta de la iglesia, que en la plataforma, sé el mismo, siendo jefe en tu trabajo, que siendo empleado, aprende del Maestro.

Si tienes que hacer lo difícil, hazlo primero.

Nunca creas que ya no es tu trabajo, por estar en otra posición, es y será tu trabajo siempre.

No te aferres a un puesto, aférrate a Dios e imita a Jesús.

Conócelo para saber cómo El actuaría en tu lugar.

Proverbios 21:2 dice “ Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los corazones”
.

Recuerda que toda la gloria es del Señor, que si algo bueno sabes hacer, Dios te está dando el conocimiento y la gracia para hacerlo bien, por lo cual, el mérito sigue siendo de Él.

Que te reconozcan porque en ti puedan ver reflejado el amor y el rostro de Cristo.

Éxodo 33:14 “En su presencia”

En su presencia hay plenitud de gozo y Él nos hace descansar.

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso

Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”

La presencia del Señor en nosotros es algo que debemos buscar todos los creyentes día a día en privado, no solo en la iglesia donde asistimos, sino en nuestro lugar, en lo secreto.

Busca a Dios en lo secreto y establéce una relación con Él

Moisés tenía una relación estrecha con el Señor y la biblia cuenta que su búsqueda por su presencia era intensa, en este verso Dios le deja claro que ira con él y le dará descanso.

Que belleza saber que la presencia del Señor en nuestras vidas nos hace descansar, en  momentos donde las fuerzas flaquean.

Donde parece que nos vamos a caer o que ya no podemos continuar, es en ese momento, cuando la presencia del Señor sostiene a sus hijos y les da descanso.

Busca estar en Su Presencia

Moisés era enfático y decidido al expresarle que si su presencia no iba con él, no los sacara de la tierra.

Moisés estaba siempre en su presencia.

La búsqueda de Dios en la vida de un creyente debe ser decidida, muchas veces la carne se debilita, y la mente se distrae pero dice la palabra de Dios que la carne es débil pero el espíritu siempre está dispuesto.

Por lo cual, si sientes debilidad, dobla tus rodillas y pídele a ese Dios maravilloso que te llene con su presencia y te fortalezca.

Que promesa tan bella tenemos al saber que Dios está deseoso de estar a tu lado siempre, e ir contigo donde quiera que vayas y en cada circunstancia.

Si buscas su presencia en cada momento y su opinión en cada cosa que hagas, tienes el éxito asegurado.

En Su Presencia recibes fortaleza.

No significa que no vendrán contratiempos, sino que en medio de ellos, Dios te promete descanso y fortaleza.

El hecho de que El este en nosotros nos garantiza esa paz que sobrepasa todo entendimiento, en cualquier circunstancia de la vida.

Quienes alguna vez experimentamos lo que fue atravesar la vida sin Dios, comprendemos la diferencia al acercarnos a ese fuego que es la presencia del Señor.

Es en su presencia, el lugar donde queremos quedarnos y no salir de ella cuando se manifiesta en nuestra vida.

El amor de Dios es tan grande por cada uno de nosotros, si supieras cuanto te ama y te desea ese Padre amoroso no volverías a sentirte solo jamás.

Enfrenta tu vida tomado de su mano, busca su presencia,  el no rechaza un corazón que clama a Él con sinceridad.

Tómate de la mano de nuestro Dios

Recuerdo la historia de cómo Ana derramo su corazón ante Dios y el no hizo oídos sordos, sino que le concedió ese hijo que ella tanto deseaba.

Hay muchos pasajes en la biblia que dan cuenta que Dios nos promete estar en medio nuestro, por ejemplo Josué 1:5 “ Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”

Estar en su presencia, nos da la certeza que tendremos la victoria, es un Dios que no te desampara, que no te deja solo, que siempre ira delante de ti, si tú lo pones en primer lugar en tu vida.

Conclusión:

Experimentar la presencia de Dios, genera en nosotros más y más deseos de Él, Moisés la experimentaba a diario, sin embargo lo buscaba sin cesar.

Quizá te preguntes como buscarlo, simplemente ora, habla con El, El Señor anhela oírte, pídele, la palabra de Dios promete en Mateo 7: 7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

No tengas duda que Dios desea que le busques y espera que clames a Él para hacerse presente en tu vida y cambiar tu rumbo, para llevarte a un lugar de excelencia, paz y libertad.

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Juan 11: 1-6 Fe para vencer las pruebas

Fe para vencer pruebas es lo que necesitamos para enfrentar todas las circusnstancias de la vida, aun las más difíciles.

«Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.

(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.

Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Jesús amaba a Lazaro

Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.

Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

En la hora de la prueba, El nos consuela

Hoy veremos este pasaje de las escrituras en dos partes, ya que hay mucha enseñanza aquí y podemos aprender varias cosas de esto que nos cuenta la biblia.

En otra oportunidad hablaremos de Lázaro en profundidad y hablaremos acerca de la autoridad de Jesús, pero ahora veremos cómo nos sentimos nosotros, y como Jesús se siente.

No puedo dejar de notar que luego de que las escrituras nos cuentan quien era Lázaro, nos describen, que al ser notificado Jesús de que Lázaro está muy enfermo, se nota el amor de Jesus hacia Lázaro.

Qué bueno y consolador es saber que somos amados por El, que él no se queda distante ante nuestro dolor, y que así como le amamos.

Él nos ama a nosotros, y cuando yo sé que alguien me ama, se que no le será indiferente mi dolor.

Estamos acostumbrados a predicar acerca de que podemos pedir a Dios y Él nos dará, y que Él nos libra de todas las angustias, pero sucede muchas veces que oramos, pedimos y Dios nos dice “no”….

Muchas veces no comprendemos, pero, debemos confiar, porque sus pensamientos son más altos que los nuestros, y El ve donde nosotros no vemos.

Pero aun así y comprendiendo, tenemos la libertad para expresar nuestro dolor ante El, y esta es la segunda parte, digna de leer en Juan 11: 20 al 26.

Podemos hablarle con confianza

Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.

21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.

22 Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.

La fé es la llave

24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Cuando nos desahogamos ante El, recibimos su libertad

Jesús permitió que Marta abriera su corazón y le expresara lo que sentía, aun su descontento porque a su entender Jesús había llegado tarde.

Él se lo permitió, ella necesitaba desahogarse y de ese modo él pudo consolar su corazón, estremece saber que podemos acercarnos al trono de la gracia como hijos.

Y tal como un hijo lo hace, hablar a nuestro padre con libertad, tal es la misericordia de nuestro Dios.

Hay algo que nos confronta en medio de la prueba, y es la expectativa, ella le dijo “si hubieras estado”.

Y lo siguiente que es confrontado en medio del dolor es, lo que realmente creemos, Él le pregunta “crees esto?”

Quizá este usted pasando un problema de salud, a lo mejor hay sobre usted un mal diagnostico o para algún ser amado, o este atravesando alguna prueba dolorosa.

Dios le pregunta, cree esto?

Jesús no es ajeno a su dolor, si busca la historia completa en la biblia y le invito a hacerlo, vera que Jesús es conmovido por las lágrimas de Marta y María, y dice que Jesús lloro.

Reflexionemos hoy acerca de que nace en nuestro interior cuando estamos en momentos donde no vemos luz, donde todo está oscuro, cuando nos toca atravesar la tormenta.

Si se ha sentido solo, o quizá siente que Dios se ha olvidado de usted, quizá hasta se sienta mal delante de Él porque por un momento lo haya cuestionado.

Jesús le entiende, y su Espíritu Santo le dará consuelo.

No hay nada que suceda que se escape de su control, Él es misericordioso y amoroso y entiende el corazón humano porque camino como tal, es hermosa su divinidad y es hermosa su humanidad.

No tenga duda que usted saldrá de esta prueba fortalecido, con una fe madura y fuerte. Esto no le vencerá, Créalo!!!

Conclusión:

El enemigo creyó que había vencido al hijo de Dios cuando murió, fueron 3 días, pero Jesús se levantó de entre los muertos y lo venció.

Ël se levantó para que usted y yo podamos levantarnos también.

Salmo 34: 19 dice “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.”

Créalo y confiéselo, y aun en medio del dolor de gracias, porque no hay nada que conmueva más el corazón de Dios que ver un hijo rendido a sus pies.

Salmos 139 “ Examíname, Y Conoce Mi Corazón”

Examíname, chequeame y conoce mi corazón, nadie mejor que el para saber lo que hay dentro de ti.

Conoce Mi Corazón
  • Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
  • Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
  • Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
  • Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
  • Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
  • Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
  • ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
  • Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
  • Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
  • 10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
  • 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
  • 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
  • 13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
  • 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
  • 15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
  • 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
  • 17 !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! !!Cuán grande es la suma de ellos!
  • 18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
  • 19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
  • 20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.
  • 21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos?
  • 22 Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.
  • 23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
  • 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

Examíname y conóceme

Este es un salmo de David, en el que lo encontramos declarando que Dios conoce de el absolutamente todo, su levantar, su reposar, lo que hace en todo momento y declara que Dios conoce su corazón.

Pero en el verso 23, a pesar de declarar todo esto, le pide “examíname”.

Cuanto le cuesta al ser humano permitirle a alguien que lo examine, desde cuándo vamos al médico, que por lo general, no disfrutamos esos momentos, hasta cuando alguien nos confronta.

En este caso podemos pensar, David era un hombre de Dios, era conocido por El desde que era un embrión, y desde niño Dios lo preparo para su obra, acaso el necesitaba esto? La respuesta es sí.

David en su humanidad también había pecado, en otras charlas veremos cuál fue el pecado de David, pero todos pecamos y todos tenemos cosas en las que Él tiene que intervenir.

Cuando somos capaces de decirle a Dios que nos examine, estamos dándole paso en nuestra vida en un todo. Hace falta mucha humildad para reconocer que necesitamos ser examinados y cambiados.

Es en esos momentos que soltamos el control, cosa que no nos gusta, pero, la disposición del corazón y la humildad para entregarle la potestad para que nos confronte y nos marque en qué áreas estamos débiles y debemos cambiar.

Esa la puerta de entrada para que Él pueda cumplir sus propósitos en nosotros.

Y lo vemos a David, dando un paso más, le dice también “mira mi corazón y pruébame”.

Lo que trato de decirte con esto es, estas tu hoy permitiéndole a Él, hacerte un chequeo? Suelta tu orgullo, y pregúntale si hay algo en ti que lo ofenda, si hay algo en ti que aún no este sano e intervenido por Dios.

Dejémosle intervenir en nosotros

Cuando llegamos a Él, somos sometidos a “intervenciones divinas” donde todo lo escondido, guardado y lo que nos enferma, física o emocionalmente, debe salir.

Pídele y dile, examíname.

A veces pensamos que ya tenemos años de cristianos, que conocemos la palabra, y creemos erróneamente que ya está, que no hay nada más que hacer, que ya me gane mi salvación, pero siempre hay más.

Conclusión:

Analiza cómo está tu corazón y pídele a El que lo examine, entrégale a Él tu levantarte y tu caminar.

Permítele guiarte en el proceso de tu sanación, y permítele intervenir en los rincones más oscuros, esos de los que no hablas con nadie.

Donde huiremos para que Su Presencia no nos encuentre o nos vea? A ningún lugar, allí donde vayas Él te ve, lo que calles a otros, Él lo sabe.

Si tu permites, su tratamiento en tu interior, podrás ser guiado cada día por El, en el camino de tu salvación, y vivirás esa vida plena que Él tiene para ti.

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Salmos 23. El Señor es mi pastor

El Señor es mi pastor, mi socorro viene de lo alto.

«Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tú vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
«

El Señor es mi pastor

Este es un hermoso salmo de David, en el cual no solo encontramos bellas frases, sino una oración de Fe, dicha y entonada por uno de los hombres de fe más fuertes que encontramos en la biblia.

Muchas veces nos encontramos en tiempos de aflicción y desesperación, no somos ajenos a pasar tiempos difíciles en nuestras vidas, aunque tengamos a Dios, todos pasamos por momentos duros y David no era la excepción.

De hecho David paso todo por lo cual usted y yo pasamos, y aun mas, tuvo hambre, sed, supo lo que era tener enemigos sin merecerlo, sufrió traiciones y hasta lo buscaba para matarlo, su propio suegro, Saúl, que por celos quería asesinarlo.

De modo que si usted pensaba que esta hermosa declaración de David había sido escrita porque la vida le sonreía, pues debo decirle que no es así.

El Señor es mi pastor y es su pastor.

Es en los momentos más sombríos de David, el no elevaba quejas, sino que de su boca salía alabanza y la declaración que la provisión, protección y la misericordia estarían con el todos los días de su vida.

Es muy fácil alabar a Dios cuando todo está bien, pero alabar a Dios en tiempos de prueba y aflicción es toda una declaratoria de la fe que profesamos a diario.

Tenga la seguridad que en medio del desierto que pueda usted estar atravesando, Dios le dará lo necesario para que nada le falte, cubrirá sus necesidades, porque es una promesa dada por El, que nada falta a aquellos que le temen.

Dice este salmo que El Señor confortara nuestra alma, y buscando la definición exacta de esta palabra, encuentro que significa, otorgar fuerza o vigor luego de un esfuerzo físico, y también dar animo o consuelo.

Por lo tanto si usted está cansado, desanimado, o no logra vislumbrar la salida a sus necesidades, mire al cielo porque de allí viene su socorro y su fortaleza.

Poderoso y misericordioso es nuestro Dios que allí donde usted se encuentre, y en la condición que se encuentre.

Si El ve en usted un corazón que sinceramente lo busca, y cree en su palabra Dios lo consolara, lo fortalecerá , al lado de pastos verdes lo pastoreara y suplirá todas sus necesidades.

El mismo Dios que tenía David es el que usted y yo tenemos, Él no ha cambiado y es el que usted y yo debemos conocer cada día.

De modo que levante su ánimo, no mire la circunstancia, mire al cielo, y no se trata de cómo algunos dicen por ahí “vivir en las nubes, o vivir fuera de la realidad”, se trata de vivir por fe.

Porque todo se resume a ello, podemos hacer mucho, pero si no creemos que El aun hoy se mueve a favor de sus hijos, tanto como lo hacía en tiempos de David, entonces es cuando nos encontramos peleando solos.

Luche con el escudo de la palabra, declara «el Señor es mi pastor» y tomado de su fe, y su vida será otra.

Conclusión:

Este salmo dice que el bien y la misericordia nos seguiran todos los días, en otras palabras no andaremos nosotros corriendo detrás de conseguir lo bueno, sino que lo bueno nos va a saeguir y nos alcanzará.

La misericordia de Dios estará siempre para nosotros, entienda algo, Dios es bueno, y desea bendecirnos siempre. Confíale a Dios tu camino.

Romanos 12:1-2 Deberes cristianos

Deberes Cristianos, instrucciones que Pablo nos ha dejado.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Esta es la carta que el apóstol Pablo escribe a los romanos, a la iglesia que está creciendo y aprendiendo a caminar en Dios, y deja en esta hermosa carta una serie de instrucciones, y deberes cristianos, hoy nos abocaremos a estos dos versículos.

Antes de conocer a Cristo, nuestros cuerpos estaban llenos de pecado y no nos importaba usarlo mal.

Pero cuando nos hemos entregado al Señor, nuestro cuerpo pasa a ser de Él, por lo cual nos insta a presentarlo como un sacrificio vivo y santo.

Hay un pasaje que podemos enlazar a esto que estamos hablando y está en 1 Corintios 6: 19 que dice “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

En el antiguo testamento se hacían sacrificios muertos, pero a partir de Cristo hay un sacrificio vivo, que fue El, quien fue a la cruz en obediencia a su Padre, pero venció y resucito.

Cuando hemos conocido la verdad, esta nos hizo libres, y nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo y sacrificio vivo para Él.

El espíritu Santo renueva nuestra mente y nuestra vida.

Somos instrumentos de Dios en la tierra, somos su boca y sus manos.

Mientras que Jesús camino en la tierra solo unos pocos tenían el privilegio de verlo, tocarlo y sentirlo, pero al ascender a los cielos, y enviar su Espíritu, ahora Jesús mismo vive en cada uno de los que le amamos.

Pablo nos dice cuáles son los deberes cristianos pero también nos instruye en la renovación de nuestra mente.

El Espíritu Santo nos renueva

Cuando nos convertimos realmente y de corazón, nos damos cuenta que sufrimos una especie de metamorfosis, y que no podemos reconocernos muchas veces a nosotros mismos.

Ahora somos capaces de hacer cosas que antes no hubiéramos hecho, pensamos de modo distinto y rechazamos cosas que antes nos seducían.

Incluso los demás al oírnos o ver nuestras actitudes y pensamientos, notan que ya no somos lo que fuimos. Dios saca la mejor versión de nosotros.

Es que cuando Dios entra, transforma, esa es una señal muy fuerte de que usted está caminando rectamente y si aún no lo logra , ore, pida y el Espíritu Santo está listo para redargüir y hacerle ver que cosas debe renovar y o sacar de su mente.

Por ultimo Pablo nos habla acerca de la voluntad, déjeme decirle que si usted quiere vencer el pecado o cambiar algunas actitudes con  su propias fuerzas, fracasara, porque lo cierto es que somos débiles.

Conclusión:

Pero la palabra dice que Dios se perfecciona en nuestra debilidad, por lo tanto si usted le entrega su voluntad al Señor, y le dice con sinceridad “no puedo con mi fuerza y mi voluntad pero busco la tuya”, usted vera como El hará la obra y lo que usted no lograba vencer, lo hará.

Tenemos un Dios experto en retos difíciles, un Dios para el que nada es imposible y tenga la seguridad que si le ha entregado su vida, Él tiene un propósito para usted.

Si santificamos nuestro cuerpo y renovamos nuestra mente esa voluntad agradable y perfecta se verá manifiesta en nosotros.

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