Acuérdate Jesús”  Lucas 23:38-43 

38 había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. 

39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. 40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. 

Asi sea en el ultimo momento, su gracia puede alcanzarte, porque en esa cruz vencio.

Contexto:  

Quizás hemos leído cientos de veces este pasaje y no nos hemos dado cuenta todo lo que esconde este pasaje, estamos en un momento donde Jesús cuelga en la cruz, ya golpeado, débil y a su lado, dos ladrones, me resulta increíble pensar como estos dos personajes acabaron al lado del salvador del mundo. 

Dos miradas: 

Jesús tenía sobre su cabeza un cartel que burlonamente le habían colgado donde lo identificaban como “el rey de los judíos”. Y eso realmente era, y más, era el rey del universo, que pocos habían podido ver, y muchos ignoraron. 

A su lado, estos dos personajes, que habían sido crucificados por sus errores, ellos estaban pagando el precio por su mala manera de vivir. 

Ninguno de los dos era lo que podria decirse buenas personas, jamás habían ido a una iglesia, ni se habían bautizado, y estaban en esas cruces por sus errores, todo lo contrario, a nuestro Jesús. 

Uno lo miro con desprecio, tal y como lo habían mirado aquellos quienes decidieron crucificarlo, lo miro con burla, y no se dio cuenta de la gran oportunidad que tenía frente a él, en sus últimos momentos. 

Aun hoy muchos miran, sin ver. 

Quiebrate en su presencia y confiesa tus faltas ante El, y El te restaurara y sanara tus heridas.

Y muchos pasan la vida así, viendo a Jesús, sabiendo de Él, pero, ignorando y dejando pasar la oportunidad de recibir todo lo que Él tiene para dar. 

A veces podemos ir a una iglesia, o simplemente conocer la historia de Jesús, pero sin realmente tener un encuentro cercano con El, uno de esos encuentros que cambian tu vida y tu modo de pensar. 

¿Como estas relacionándote con Jesús? 

Tienes una mirada lejana o distante?, o tienes con El esa intimidad que es la que fortalece, y regenera nuestra vida. 

Pero, en medio de toda esta situación que nos describe este relato de Lucas, había uno de esos dos, que tuvo la suficiente fe como un gramo de mostaza, como dice su palabra, como para reconocer en Jesús al salvador de su vida, y eso lo hizo salvo. 

Si hay un versículo en la biblia que nos habla de que la salvación no es por obras, solo por fe y gracia, es este. 

Quiero decirte que si piensas que tienes que hacer algo para que ser salvo, estas errado, no es por cuanto hagas, sino por cuanto creas que Jesús es Dios y confieses su nombre para salvación y perdón de pecados. 

“Acuérdate de mi” 

No importa lo lejos que hayas estado, El se acuerda de ti y sus brazos estan abiertos para ti.

Jesús no se ha olvidado de ti, pero es bueno que, si has estado lejos, hoy te acerques a su presencia y le digas, Señor, acuérdate de mí, y atráeme a tus pies que es en el único lugar donde realmente estoy a salvo. 

Este hombre que gritaba por Jesús, jamás había sido bautizado, ni tampoco seguía a Jesús, pero lo declaro, y Jesús aun quebrado y sangrando lo alcanzo, y ese día, fue salvo. 

Dios no se ha olvidado de ti, ni te olvidara jamás, sus brazos están extendidos hacia ti. 

Sus brazos se abrieron en aquella cruz para todos, y todos hoy podemos por su sangre ser perdonados y recibir salvación. 

Porque es por gracia. 

Esto no significa que podamos hacer cualquier cosa, y pecar porque quienes ya hemos recibido la verdad y el conocimiento, si amamos a Jesús, guardamos nuestro corazón, y no andamos por ahí creyendo que podemos pecar a antojo ya que Dios nos perdona, no olvidemos que El ve nuestro corazón. 

Pero, en esas áreas donde aún flaqueas, El lo sabe y no tiene condenación para ti, sino perdón, refúgiate en Jesús y pídele fuerza en medio de tu debilidad para que puedas afirmar tus caminos, y para que tu espíritu sea más fuerte que tu carne. 

Y si jamás has conocido su amor y su presencia, invítalo a tu vida, confiésalo como tu Señor y salvador y El cambiara tu lamento en baile. 

No hay nada que puedas hacer en tus fuerzas para recibir salvacion mas que confesarlo como tu Dios, no es por obras, es por fe. 

La sangre de Jesús tiene poder. 

Cuando le das lugar en tu vida, es cuando El te levanta.

Si piensas que porque Jesús sangraba y estaba dolorido y débil colgando en esa cruz, entonces estaba vencido, te equivocas, aun en ese momento Jesús estaba venciendo y ese hombre ese día fue rescatado por la sangre de Cristo. 

La sangre de Jesús limpia y borra nuestros pecados, nuestro pasado oscuro, sea lo que sea que hayas hecho, y no hace falta seguir ninguna doctrina religiosa, hace falta confesarlo y seguirlo. 

Quizá me digas, ya estoy muy grande, no sé cómo hacerlo, jamás oí de lo que estás hablando, no importa, solo mira a Jesús, ese hombre tampoco sabía de biblia y estaba muy lejos de ser una buena persona. 

Pero tuvo la capacidad de ser humilde y reconocer su pecado y reconocer al Señor como el único que podía cambiar su destino y llevarlo al cielo a pesar de sus acciones. 

Conclusión: 

Hay una esperanza, un nuevo amanecer en El para nuestras vidas.

Solo hace falta una mirada de fe, y una declaración humilde que te acerque a Jesús, y lo demás, el Espíritu Santo que tomara el control de tu vida te guiara. 

El no es el genio de la lampara, no concederá todos tus deseos, pero, te fortalecerá y cambiara tu manera de pensar, si lo dejas. 

Habrá cosas con las que deberás seguir luchando, EL nos perdona y restaura, pero a veces hay consecuencias en nuestra vida producto de malas decisiones, pero confía, El estará contigo. 

Entrégale tu corazón, y tal como aquel hombre lo hizo, clama

a El y reconoce tu pecado y tu necesidad y entonces tu vida cambiara. 

Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él, cámbiame, límpiame y enséñame a seguirte todos los días de mi vida, anota mi nombre en libro de la vida, Amen”. 

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PAN DIARIO. Mateo 6:9-13

9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 

Como oramos. 

Busquemos a los pies de su trono llenar nuestras necesidades.

El Señor mismo nos ha dado una instrucción clara acerca del modo en el que podemos acercarnos a Dios todos los días, mediante un modelo de una sencilla oración. 

No nos dio el Señor esta oración para repetirla sin pensar, sino como un modelo de como podemos acercarnos de modo efectivo al Señor y me gustaría que hoy no solo entendamos esto sino que entendamos el principio de recibir el pan diario. 

Dia a Dia. 

La fe en Cristo y el seguir al Señor es una vivencia de fe diaria, en la que no nos preocupamos todo el tiempo por lo que sucederá mañana, sino que aprendemos a vivir de su mano en un constante milagro. 

Y esto no significa que no debemos ocuparnos en proveer, o que no debemos trabajar, ya que te aclaro que Dios no promueve a los vagos sino a los que sirven, por eso es importante que abras tu mente y recepciones bien esta enseñanza. 

En este modelo de oración se nos ha enseñado a acercarnos con alabanza y adoración primero que todo. 

¿A quien le gusta que antes de saludarnos nos pidan? A nadie, entonces es importante que primero sepamos y no perdamos la perspectiva de a quien nos estamos acercando hoy., es a nuestro Padre celestial amoroso, tierno pero poderoso y gigante. 

Así como también es importante que estemos claros que El es un padre bueno, que nos dará conforme a lo que pedimos pero si es su voluntad, porque su voluntad es perfecta. 

El siempre tiene su mano extendida a nuestro favor para socorrernos y levantarnos.

¿Quien de nosotros le daría a un hijo algo que a posterior le hará daño? 

La respuesta es ninguno de nosotros haría eso, Dios tampoco, por eso es ese párrafo bien claro, que sea tu voluntad y no la mía. 

Y luego viene esa oración en la que Jesús dice, danos el pan de cada día. 

Y es en esto en lo que hoy especialmente quiero hacer énfasis. 

Para algunos el pan diario, será literalmente la comida, para otros será el alimento espiritual y o emocional, para otros será algo relacionado al día de trabajo, y tantas otras cosas que hacen nuestro día a día. 

El pueblo de Israel en el desierto recibía el mana del cielo un dia a la vez. 

Éxodo 16:4 dice: 

Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 

Desde aquel entonces el Señor provee para un día a la vez, lo necesario para que el pueblo lo busque de forma diaria. 

Muchas veces sucede que nos acercamos a Dios para pedirle por algo determinado y luego de recibido no nos acercamos mas, quizá esta forma es una forma sencilla en la que el Señor busca que busquemos de El todos los días. 

La fe sin obras es muerta dice la palabra de Dios, por tanto un hijo de Dios, todos los días busca a su Padre celestial, y todos los días recibe de El lo necesario para que su día sea el que El quiere que sea, y lo alaba con bendición o en prueba. 

En prueba o en victoria alabemos al Señor.

Porque la alabanza y la fe no tienen que ver con como va nuestro día, sino en cuanto amamos la presencia de Dios. 

Con esto te quiero decir que no importa lo que este pasando en nuestra vida, lo alabamos igual, sabiendo que en todo El se glorifica, eso es Fe. 

La fe no mira las circunstancias, mira al Señor. 

Comienza tu día buscando de Dios, y termina tu día buscando mas de El. 

Que el sea tu principio y tu final y todo lo demás entonces estará dentro de esa presencia, y cuando digo todo lo demás, me refiero a todo, familia, economía, tus hijos, tu salud, todo lo que puedas necesitar. 

Hay promesas para aquellos que buscan su presencia a diario, y le son fieles. 

Es para todo el mundo las promesas de Dios?, si y no. 

Es para todo aquel que cree en El y lo declara, el amor de Dios esta abierto a todo el mundo, pero no todos lo reciben, por tanto, solo aquellos que verdaderamente lo buscan pueden alcanzar sus promesas. 

No tengas temor de lo que pasara mañana, ten temor de El. 

Si eres un hijo de Dios, esforzado y fiel entonces la bendición del Señor te alcanza. 

Dios te respaldara en todo eso en lo que te esfuerces y en todo eso en lo que involucres al Señor, en ese negocio que no sabes si hacer o no, preguntale, en como sacar a tu familia adelante, ora por ello. 

La excelencia. 

Esto es algo muy importante y los hijos de Dios nos deberíamos destacar por hacer nuestro trabajo de forma excelente y con alegría. 

Que su rostro exprese que usted tiene a Dios en su vida, que lo que usted hace refleje que es excelente, sea lo que sea que haga, sea el mejor, no para vanagloriarse, sino para que quienes lo rodean vean a Dios en sus actitudes. 

En donde sea que te muevas, se reflejo de Dios para otros, en todo lo que hagas y en como te relacionas.

Lucas 16:10 dice: 

10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. 

Conclusión: 

Por lo tanto si usted quiere que su bendición sea grande, esfuércese y de lo mejor en aquello que le toque hacer en cualquier área de su vida. 

Sea el mejor padre o madre que pueda, pídale a diario sabiduría al mejor de los papas, al Señor, sea el cónyuge que Dios quiere que usted sea, imite el modelo de Jesús en comportamiento y amor. 

En su trabajo sea reflejo de lo que predica y cree, si usted es hijo de Dios viva de ese modo y muéstrelo. 

Y sobre todo, confíe cada día en El, acercándose diariamente en alabanza y adoración y exponiéndole delante de su trono todo eso que necesita y confíe. 

Porque así como el Señor alimento a diario a su pueblo en medio de un árido desierto, lo hará con cada uno de nosotros, si fue capaz de entregar a Jesús para que pague por nuestros errores, cuanto mas no dará por nosotros. 

Si no conoces a Dios, te invito a orar conmigo y pedirle que entre en tu vida. 

Dile “Señor Jesús, te abro mi corazón y pido entres en el, cámbiame, transfórmame a tu imagen y dame una nueva oportunidad, anota mi nombre y dame vida eterna, Amen”. 

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Incomodidades de Dios. Números 14 

Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! 3 ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? 

Y más adelante en el verso 7 Moisés y Aaron se postran delante del Señor y esto es lo que le dicen al pueblo: 

“y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8 si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9 por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 

Contexto: 

Para entender lo que está pasando y resumirlo, lo que sucede es que Moisés está dirigiendo a su pueblo a la tierra prometida, pero en el camino están atravesando por el desierto, en medio de él, si tu continuas la historia, veras que en el capítulo 16 Dios hace descender mana del cielo con el que alimenta a diario a su pueblo. 

Dios los empujo de la escalvitud al desierto, no para dejarlos alli, sino para avanzar hacia la promesa, el desierto solo es un medio entre el pasado y el futuro.

Pero en el mientras, está la queja.  

Esa queja que salió de labios del pueblo, que no miraban que habían sido rescatados de la esclavitud, sino que miraban lo que no tenían ahora, ellos solo veían que estaban en el desierto y que no sabían cómo iban a comer. 

Y esto que leemos puede sonarnos como a pueblo mal agradecido, pero, es la misma historia de cada uno de nosotros ambientada en otro lugar y contexto. 

Dios nos ha rescatado. 

Si tu estas leyendo esto, es porque el Espíritu Santo te ha movilizado a buscar de su palabra, si has abierto tu corazón a Jesús es porque Él te ha llamado, ¿y de cuantas cosas te libero el Señor? 

Estoy segura que si hiciéramos una lista de todas las cosas de las que nos sacó el Señor de seguro nos sorprenderíamos. 

Pero, en ocasiones estamos lamentando lo que ahora no tenemos o las “facilidades” entre comillas que antes teníamos en nuestra mala manera de vivir para conseguir cosas. 

Ente comillas digo, ya que nada nos era dado gratis, sino que todo tenía un alto precio a pagar, tu sabrás mejor que yo, cuales eran tus costos. 

Porque Dios te incomoda y te mueve cuando empiezas a acomodarte demasiado? para llevarte a su perfecta voluntad.

Porque Dios nos incomoda. 

Luego del desierto esta la tierra prometida, hay un camino a atravesar, era muy fácil para Dios en medio de ese desierto darles confort, comodidades, pero, ellos no estaban llamados a quedarse en ese desierto sino a atravesarlo para llegar a un lugar mejor. 

A esto podemos llamarle propósito de Dios, que es el mismo que tiene para contigo y para conmigo. 

Si te hablo de mi propia experiencia, podría decirte que hace no mucho comencé a estar muy cómoda en mi área laboral y eso es muy bueno, pero no tan bueno cuando Dios quiere algo más de ti, cuando su propósito para tu vida es otro. 

“No te acomodes tanto”. 

Un buen dia algo me incomodo, me enojé y dije: yo estaba cómoda así, Señor que no me quiten esto o lo otro, ¡¡si yo estaba perfecta! 

Pero Dios me dijo: no mamita, no te acomodes tanto, esto es un pasaje nada más, un medio, no es el final, si yo dejo que estes tan cómoda, tú no te me mueves más y mi propósito esta adelante. 

Hay un porque en eso que tu no entiendes. 

Cuando el Señor te llama, tu llamado es irrevocable, y no es algo negociable de manera alguna. 

Con tus ojos puedes ver que tu futuro inmediato es horrible, como pensaba el pueblo de Israel, o que lo que estas atravesando es algo de lo que no podrás salir, pero créele al Señor cuando te dice que Él es tu proveedor y tiene cuidado de ti. 

El desierto no es un lugar que nos gusta a ninguno, es bonito verlo si vas de paseo, pero quedarte a vivir es otra historia. 

Eliges tu voluntad o dejarte guiar por Dios?.

Pero hablando en términos espirituales, el desierto es necesario. 

El desierto es ese pasaje intermedio entre la esclavitud y el propósito, así que no lo mires con tanta queja. 

De nosotros y de cuanto estemos abiertos a aprender lo que Dios nos quiere enseñar, depende cuan rápido o lento salimos del desierto. 

Hay algo que es seguro y que, en todo tiempo, Él está con nosotros, y que el Espíritu Santo nos indicará por donde y como pasarlo, y su fortaleza se verá en nuestra vida si lo buscamos. 

Salmo 119: 115 dice:  

Lámpara es a mis pies tu palabra, 

Y lumbrera a mi camino. 

Dice este salmo que es una lampara, imagínate una lampara de mano, que va alumbrando tus pies en un camino a oscuras, eso es, tu no ves lo que hay delante porque todo esta oscuro, por eso hace falta fe, para seguir caminando sin ver lo que hay delante, solo la luz que alumbra con su palabra nuestros pies. 

Eso es dejarse guiar por Dios, es un paso de fe tras otros. 

Moisés y Aaron sabían que había una tierra mejor, atrás estaba la esclavitud, la vieja vida, adelante estaba el plan de Dios, el pueblo no lo entendía, solo miraban ese presente en el desierto. 

Confia el su palabra y da cada paso en fe, dejandote alumbrar por El, sin ver pero confiando.

Pero la vida en Cristo es ese caminar en fe cada día, confiando, la fe sin obras es muerta, dice la biblia, por eso es que hay que vivir en fe a diario, y veras la obra de Dios en tu vida. 

No temas ni desmayes, no mires el hoy, alumbra tus pies con su palabra, ¿no ves como saldrás de este problema? No importa, da los pasos que Él te diga que des, porque Él es el capitán de tu barco. 

Una aventura. 

Vivir la vida con Jesús, es toda una aventura, es ese andar en medio de una oscuridad confiando en esa lampara que alumbra tus pies, no sabes lo que hay delante, quizá haya una piedra que quiera atravesarse, pero tu confías en el que te está guiando. 

A lo mejor te parece que es mejor por otro lado, y ahí es cuando Dios te incomoda, te saca de tu zona de confort y te dice, no quiero que te acomodes ahí, porque ese lugar es momentáneo. 

Si Dios les hubiera dado todo en el desierto a su pueblo, ellos se acomodaban ahí, y no hubieran llegado a la tierra que Él tenía para ellos. 

Por tanto, créele a tu Padre y confía. 

Conclusión: 

Sea lo que sea que estes atravesando, si lo haces tomado de su palabra entonces por difícil que sea llegaras a la orilla en la que Él quiere que desembarques. 

Todo depende si lo buscas en el camino, o decides por tu propia cuenta, acuérdate que Dios ve más allá de lo que tus ojos pueden ver, así que busca su presencia y su voluntad en tu vida. 

Si nunca lo hiciste te invito a abrirle tu corazón al Señor hoy, y si te has alejado, oremos juntos para ponerte otra vez en el lugar donde Dios te quiere. 

Dile “Señor Jesús, gracias por tu palabra, perdóname y límpiame y recíbeme como tu hijo, anota mi nombre en el libro de la vida, y guíame al lugar que tienes para mí y los míos, en el nombre de Jesús, Amen”. 

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El llamado de Dios.  Exodo 3: 1-6 

Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 

 2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.  

3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.  

4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.  

5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.  

6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. 

Acercate al Señor y deja que su presencia inunde tu vida.

LLamados durante el servicio. 

¿Qué significa este subtitulo?, si leemos como comienza este pasaje nos damos cuenta que no es casualidad que Moisés haya sido llamado mientras pastoreaba ovejas, igual que años más tarde, David fue llamado y elegido mientras pastoreaba. 

Muchas veces pensamos que debemos servir a Dios una vez que Él nos haya revelado donde y cuando y del modo que debemos hacerlo, y está bien orar para no hacer según nuestra voluntad, pero, el propósito de Dios para con cada uno de nosotros se revela mientras estamos haciendo su voluntad. 

¿Y cuál es la voluntad de Dios en nuestras vidas? Jesús nos dio el primer eslabón, “Id y predicad”. 

No hace falta que seas un erudito, ni un licenciado para ser usado por Dios entre aquellos que aún no lo conocen, tú puedes hablar de tu experiencia y comenzar a servirle dando tu testimonio y en cualquier área donde haya necesidad. 

El Señor mira y pesa los corazones, y no es a nuestra manera sino a la suya. 

¿Tengo entonces que ser un pastor para que el propósito sea revelado? 

No, pero si tienes que estar sumergido en el fuego de su presencia y haciendo todo lo bueno que venga a tu mano para hacer para el Señor. 

Es sumergidos en el rio, en la corriente de su presencia y su voluntad que llegamos al puerto donde el Señor nos quiere anclar. 

Tu puedes tambien servir al Señor, sumergete en la corriente y haz todo lo bueno que venga a tu mano para hacer.

Fuego de Dios. 

Cuando la biblia hace referencia al “fuego”, es referencia directa a la presencia de Dios mismo. 

En el mismo momento en el que nos acercamos a su presencia, El calienta nuestro corazón y el fuego de su Espíritu nos completa. 

Ese “ángel del Señor” , es Dios mismo que se le presenta a Moisés y ahí en ese momento, recibe esta visión que marcara su futuro y el del pueblo de Dios. 

Acércate a la zarza. 

Cuando nos acercamos al Señor, somos adoptados por su amor y su voluntad es que cada uno de nosotros de lo que hemos recibido podamos compartir. 

No es la voluntad de Dios que tu arregles tu vida espiritual y te sientas mejor solo para guardarte esto para ti, sino que vayas y compartas las buenas noticias. 

De hecho, la palabra “evangelio” proviene de un vocablo griego que significa “buenas nuevas”, por tanto, si eres un hijo de Dios tienes un llamado a predicar. 

Lo que recibimos no es solo para nosotros, acercate, recibe y comparte las buenas noticias.

Quizá tu pulpito sea tu casa, tu familia, amigos o compañeros de trabajo, o quizá servir en tu iglesia local en el área donde Dios te haya puesto. 

Lo que sea que te toque hazlo con alegría y comparte las buenas nuevas, porque en el “mientras tanto”, de tu servicio, Dios te marcara tu propósito. 

“Heme aquí». 

Moisés no sabía que ocurría ante sus ojos, pero sabía que Dios estaba hablando, y no hay otra cosa que se me ocurre que podríamos decir ante su presencia, más que esa expresión. 

Podemos tener sueños, y está bien que se los expresemos al Señor, pero sin duda alguna, su voluntad es mejor que cualquiera de nuestros sueños, porque su mirada llega donde nosotros no podemos. 

Lo que Dios tiene para ti, es mejor que cualquier sueño que puedas tener, porque Él sabe el final de tu historia, Él sabe dónde te puedes caer, y donde eres fuerte. 

Así que, si en estos dias te has estado preguntando, que quiere Dios de ti, ve a su presencia y solo dile “heme aquí», y mientras oyes su voz, sírvele con excelencia donde te toque, y Él te guiara hacia lo que tiene para ti. 

Teniendo en cuenta que no siempre será fácil. 

Decirle a Dios “heme aquí», es algo muy bueno, pero, ten en cuenta que quizá en el camino debas pasar por obstáculos y dificultades, no siempre será fácil cumplir su voluntad y de seguro deberás de dejar algunas “comodidades” para pagar el precio de servirlo. 

Algunos te criticaran, otros te señalaran, estas dispuesto a pagar el precio y a animarte a servirlo?

Muchos te mirarán como bicho raro, no comprenderán, recibirás críticas, ¿estás dispuesto? 

No ha habido un solo profeta u hombre de Dios que no haya pasado prueba o tribulación, y cuando me refiero a “hombre” lo hago en un término genérico, ya que El llama a hombres y mujeres de la misma manera a servirlo y seguirlo. 

Quitate el calzado. 

El calzado lo usamos para protegernos, pero Dios te dice, quítate el calzado, no tienes de que protegerte ante mi presencia. 

Los musulmanes tienen por costumbre quitarse el calzado al entrar a sus mezquitas, pero creo que en este caso lo que Dios estaba diciendo, este lugar en el que mi presencia reina es tu lugar de seguridad. 

Si antes tu vida estaba regida por el temor, no te preocupes porque ya no tienes que temer nada, porque como dice el salmo 91: 1: 

El que habita al abrigo del Altísimo 

Morará bajo la sombra del Omnipotente. 

Conclusión: 

Acércate al fuego de Dios, no permitas que tu corazón se enfríe, y si te has alejado, vuelve, es la invitación del Señor hoy. 

Dios no deshecha a nadie, en El hay plenitud de gozo, abrigo y fortaleza. 

No tienes que seguir sin rumbo, solo y sin saber que hacer de tu vida, ponte en la brecha, entrégale tu corazón, rinde tu voluntad y tu vida a El y lo que El producirá en tu vida te sorprenderá. 

Este llamado es hoy para ti, no importa lo que hayas hecho ni tu condición, porque El no puso condiciones cuando murió en la cruz por ti, lo hizo por amor, y en hechos 2:21 dice: 

“Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.  

El Señor te llama y tiene un propósito con tu vida sea lo que sea que hayas vivido o hecho, dile conmigo: 

“Señor, perdona mis pecados, límpiame, acércame y enséñame a aferrarme a ti cada día, te entrego mi corazón y te pido entres a mi vida, en el nombre de Jesús, Amen”. 

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1 Pedro 4:7-10. El amor.

El amor, esa fuerza poderosa que cubre y sana, pero no cualquier amor, sino el que nos lleva a Cristo Jesus, el que nos atrae a El con ese amor inigualable.

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 

Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 

10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

El amor que llevo a Jesus a la cruz en nuestro lugar es el unico que sana y libera.

El amor de Dios nos sana.

Es ese amor del Señor que cuando nos acercamos a El, nos restaura, nos perdona y nos seduce.

Podemos estar en la peor de las frialdades espirituales, pero el amor de Dios nos calienta el alma y el corazón y cambia nuestra mirada y pensamiento.

Pueden muchos hablarte en el mundo, sin que tomes la decisión de cambiar, podes tener el mensaje claro que el fin se acerca, y que la venida de Cristo es pronto, pero no es hasta que el amor de Jesus te envuelve que realmente eres seducido.

Oseas 11:4 dice Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.

Oseas en este pasaje nos pinta este cuadro en donde nos explica claramente como Dios con sus cuerdas de amor nos acerca a su regazo.

El nos atrae a su presencia con cuerdas invisibles de amor.

El nos quita nuestra carga, y nos sirve el alimento que necesitamos.

Ya sea cuando llegamos a Jesus, o cuando volvemos a El después de habernos alejado, El nos atrae con ese amor que solo El puede darnos, y nos libera de esas opresiones con las que el enemigo nos aplasta, y nos da de su palabra que es el alimento que necesitamos para fortalecernos.

El es un Padre amoroso, y ese padre esta interesado en nuestro corazón y en nuestra vida entera, El no es un Dios indiferente.

Quizá no siempre nos libre de atravesar por circunstancias dolorosas que si o si vendrán, pero, de seguro nos acompañara y fortalecerá en la travesia.

Su gran amor cubre nuestras faltas.

Ese gran amor, llevo a Jesus a la cruz por cada uno de nosotros, y es por ese amor que gozamos hoy de esa gracia, que genera que sin merecerlo, tengamos perdón por cada una de nuestras faltas.

Y asi como somos perdonados, debemos perdonar, asi como hemos recibido por gracia el perdón y la liberación, del mismo modo debemos obrar.

Ferviente amor entre todos.

Tambien el amor nos dice Pedro, cubre multitud de faltas, nuestras y ajenas.

La disposición del corazón a amar, nos lleva a perdonar, a pasar por alto los errores de los demás o incluso sus ataques.

El verdadero amor nos hace ser amables con los demás, no porque se lo merezcan, sino porque de lo que tenemos dentro, damos, no puede de un mismo recipiente salir dos bebidas diferentes, si hay agua, sale agua.

Si hay amor, damos amor, porque de eso estamos llenos, y hemos comprendido que todos somos imperfectos, y solo somos justificados mediante la misericordia y gracia de Jesus.

Le damos a los demás de lo que hemos recibido.

Hemos recibido amor y perdón, y como no darlo a los demás?.

El perdón hacia alguien que te ha herido, solo el amor de Dios puede convencerte de ofrecerlo, y no siempre significa que la relación será como antes, pero si significa que quitaste de tu corazón lo que te ensucia y no te pones en el lugar de Dios.

Conclusion:

Deja que el amor de Dios, sensibilize tu corazón y lo llene de una paz y dulzura como ningún otro amor puede hacerlo.

Hay amores humanos egoístas, que buscan su satisfacción propia, pero el amor que viene del cielo, busca nuestra paz y un cambio en nuestra vida.

El amor que viene del cielo, te ayudara a mirar a los que te rodean, sin juicio y sin enojo, mas bien con la misericordia que has recibido.

Si no lo conoces aun , te invito a hacerlo a través de una sencilla oración, dile conmigo:

“Señor Jesus, te abro mi corazón, entra en el, y cambia mi vida, lléname de tu amor y hazme una nueva persona en ti, Amen”.

Oremos juntos…

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Mateo 26: 36-39.  El dolor es inevitable.

El dolor es inevitable, no podemos sortearlo, hasta el propio Jesús, paso por ese momento.

36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.

37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.

38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

En ese lugar tan conocido por Jesus, fue probado al limite, pero tambien fue la puerta de entrada a la mas grande victoria, despues del dolor, vendra una nueva etapa para tu vida.

Jesús en la prensa de aceite.

Getsemaní significa prensa de aceite, era el lugar donde se procesaban las aceitunas para sacar el aceite de ellas, y era uno de los lugares favoritos de Jesús.

Y este lugar tiene un gran significado, porque es donde Jesús fue a orar en un momento de dolor inimaginable, tanto que si conoces por completo la historia, se describe que gotas de sangre mezcladas con sudor salían de él.

El dolor es la antesala de un gran cambio.

Por lo general cuando sufrimos momentos de dolor, lo que vendrá después es un cambio para nuestras vidas.

Tenemos dolor antes de dar a luz, tenemos dolor las mujeres al amamantar en muchas oportunidades, tiene dolor alguien que corta un vínculo que no le sirve pero al que se acostumbra, o también tenemos dolor cuando dejamos sitios en el que hemos crecido pero vamos a otro lugar desconocido.

Jesús sintió dolor incluso antes de ir a la cruz, de modo que puede comprender perfectamente lo que sientes.

Si has perdido a un ser querido el dolor es inevitable, aun cuando sepamos que ya no sufre y que esta con el Señor.

Pero ese dolor sanara y le dará lugar para un nuevo tiempo en la vida y un nuevo amanecer vendrá.

Hay una popular frase que es muy cierta, cuando mas oscura esta la noche, mas cerca esta el amanecer.

Sobre todo dolor o circunstancia, Él es fiel.

Jesús estaba en la prensa, estaba siendo procesado y presionado y quizá tu estas en una situación en la que te sientes en la prensa como El.

Dios no se ha olvidado de ti, no mira hacia otra parte mientras tu lloras, Jesús conoce lo que es el dolor igual que tú, no lo olvides.

La biblia dice en Filipenses 4: 6-7

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Todos coincidiremos en que cuando estamos en medio del dolor no es fácil desprendernos de él, pero, tenemos a quien recurrir y podemos llorar delante de nuestro Padre y poner delante de Él, todas nuestras peticiones.

Derrama tu vida delante de tu Padre, Confia en El y El hara.

Y promesa hay para nosotros, que su paz, que no es humanamente entendible, guardara nuestro corazón y nuestra mente en Jesús.

No es humano estar en paz en medio del dolor, sino divino, solo cuando su poder se hace presente podemos en medio del dolor estar en paz.

Jesús derramo su alma, y en su parte humana le pidió al Padre si era posible no pasar por allí, pero acepto su voluntad, y el Padre no miro hacia otro lado, sino que le envió un ángel a fortalecerlo.

Del mismo modo hoy cuando vamos con nuestro dolor a sus pies, la paz y la fortaleza de Jesús, que se hace presente en medio de nuestra debilidad, nos inunda.

Conclusión:

Si estas en medio del dolor, fortalécete en El, busca su refugio y su fortaleza, porque no es con tus fuerzas sino con las del Señor.

Recuerda que el más grande dolor de Jesús, fue la puerta de entrada a una gran victoria donde no solo Él fue engrandecido, sino que nosotros fuimos liberados.

A veces el dolor es inevitable, pero lo que hay después de él, para quienes confiamos y tenemos nuestra vida en sujeción y confianza en Dios, es una nueva oportunidad.

Si nunca lo hiciste ábrele hoy tu corazón conmigo y dale tu dolor, confía en El y El hará dicen las escrituras.

Repite conmigo, “Señor Jesús, te abro mi corazón y te pido me limpies de pecado, te entrego mi vida y mis circunstancias y comienzo una nueva vida de tu mano, en el nombre de Jesús, Amen.”

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1 Corintios 10:11-13. Encrucijadas.

Encrucijadas, este es el título con el que decidí titular este artículo, porque creo que el creyente atraviesa muchas veces situaciones que lo ponen frente a esta disyuntiva.

11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Creias que estabas firme y de pronto sientes que no es tan asi?, Dios ya sabia que eso sucederia, porque somos humanos, El te socorrera, no te dejara en ese lugar.

Definamos la palabra encrucijada.

Buscando una definición para dejarles encontré dos opciones muy claras, que obviamente refieren a lo mismo, pero que son las que más se adaptan al tema de hoy.

Una encrucijada puede ser como su nombre lo dice, un cruce de caminos, o también podemos definirla, como estar frente a una situación complicada en el que hay varias posibilidades para actuar pero no se sabe qué hacer.

Y porque enlazo esta palabra a este pasaje bíblico?

Porque cuando nos encontramos con algunas tentaciones que vienen a nuestra vida y prueban nuestra firmeza y fe, nos encontramos de pronto en una situación inesperada en la que tenemos que tomar decisiones.

Queda claro a través de esta palabra en Corintios, que toda tentación es humana, Dios no nos tienta, ni tampoco envía la tentación, pero es algo que viene inevitablemente.

Todos somos tentados con aquellas cosas que nos suponen una gran debilidad, y hasta aquellos que más firmes parecer estar, pueden tambalear, por eso nos dice que quien crea estar firme, que se cuide.

Hay momentos en los que nos creemos tan firmes, que nada nos hara tambalear, pero de pronto algo nos pone en ese cruce de caminos y no podemos creer que estamos en esa situación.

El que este firme…cuidese, siempre alertas.

Varios caminos.

He escrito anteriormente un artículo que habla acerca de elegir cual camino tomar y que esa elección tiene que estar sujeta a la dirección del Espíritu Santo, pero, hay momentos en los que nos turbamos tanto que a veces parece que no podemos oír a Dios.

Quiza la tentacion esta tocando a tu puerta, sin esperarlo te ves en medio de esto y te sientes caer, la fuerza no viene de ti, sino de El, clama por su ayuda, mientras tanto, quedate quieto.

Te ha pasado?

A todos los creyentes nos ha pasado, pero no es el fin, Dios no nos ha soltado ni nos soltara, y junto con la prueba viene la salida.

Hay momentos en los que por alguna razón nos cuesta oírlo, he tenido pasajes en mi vida cristiana en la que me ha costado oír al Señor, y momentos en los que mi mente se distrae.

Y es en ese momento en el que somos vulnerables.

El lobo espera que una oveja se disperse y se aleje de la manada para atacarla, es que atacar cuando la presa esta solitaria es mucho más fácil.

Los animales se mueven en manada, y los seres humanos no hemos sido creados para estar solos y en esa situación es en la que somos más débiles.

A lo mejor en momentos como estos es tiempo de pedir ayuda, oración a los hermanos en la fe, apoyo y consejo.

Lo bueno de todo esto, es que hay una promesa, y es que Dios no nos dejara ser tentados más allá de lo que podamos resistir, sino que nos da la salida.

Entonces en esta encrucijada, en la que estamos frente a dos caminos, por un lado eso que nos tienta y nos está haciendo tambalear y la palabra de Dios, busquemos su socorro.

Una voz que clama.

Quizá sientas que no tienes fuerzas para orar, estas en un desierto y no estás bien, pero Dios te ve, y te oye, aun con tu voz débil.

Aun si metiste la pata, aun si caíste, o si estas a punto de tomar una mala decisión, pero amas a Dios, seguís siendo su hijo/a, y Él no te soltara.

Como no soltó a David después de pecar, como no soltó a Moisés que antes de ser usado por Dios mato a un hombre, Jonás que fue desobediente y rebelde hasta que un pez se lo trago, y aun luego hizo la voluntad de Dios pero protestando.

Tampoco soltó a Lot, el sobrino de Abraham cuando se negaba a dejar su casa en Sodoma y Gomorra y los ángeles tuvieron que sacarlo a empujones casi para que fuera salvado.

No soltó ni deshecho a Pedro que negó a Jesús, después de haber convivido con El, no deshecho a Pablo que persiguió a la iglesia y mato creyentes, y tantos otros personajes de la biblia.

Crees entonces que te soltara a ti?

La ayuda viene del cielo, porque hay promesa, y El cumple sus promesas, clama en medio de tu debilidad, buscalo en medio de tu encrucijada.

Estas en una encrucijada, pues mira al cielo, si no sabes que hacer, pídele al Señor que te de la salida y que seas valiente para confiar.

Aunque no puedas sentir su presencia, El está.

Y aunque te sientas en el borde de esos dos caminos, y te sientes débil o no sabes cómo enfrentar lo que vendrá luego de esa decisión que sabes que debes tomar, confía.

Decisiones difíciles.

No es fácil a veces tomar ciertas decisiones, hay cosas en las que nos metemos por cabezas duras, y nos cuesta luego tomar la decisión de cortar, de pronto es una relación que no nos conviene, o un vínculo.

Pero confiamos en que aquel que nos ama, nos dará la salida.

Él es nuestra fortaleza.

Cuando somos débiles, entonces somos fuertes porque Su fortaleza es la que nos respalda.

Si hay algo que te sientes incapacitado para hacer, entrégaselo a Dios, dile al Espíritu Santo que obre, que venga en tu ayuda, ríndele eso que te aflige.

Y esa encrucijada, esa decisión que tienes por delante, no hagas nada hasta que estés seguro que es exactamente lo que el Señor te está mandando a hacer.

Si estas débil, y no sabes cómo actuar, no actúes, no hagas nada, deja que el poder de Dios se manifieste.

A veces queremos obrar, y la intención es buena, pero, somos humanos y por lo general la embarramos más de lo que limpiamos, entonces, si no estás seguro de poder salir airoso, no hagas nada, solo ora.

Conclusión:

Todos tenemos momentos difíciles que atravesar, somos humanos, y este no es un tema fácil de tratar, ya que hay una delgada línea entre el comprender esto y tomarnos de que somos humanos para darnos permisos de pecar.

Aquel que ama a Dios cuando esta frente a una encrucijada, entre una debilidad que desagrada a Dios y su amor por El, busca esa ayuda que viene del cielo.

No siempre pecamos porque no amamos a Dios, algunos pecan y les da igual, otros pecan y el dolor por haber desagradado a Dios es más grande que su miedo a perder la salvación.

Te recuerdo que Dios mira tu corazón, había dos hombres colgando al costado de la cruz de Jesús, uno era rebelde y no le importaba nada, el otro, aceptaba su error y pedía clemencia, y aun en ese último instante obtuvo la redención, murio como un hijo y no como un condenado.

Busca a Dios, aunque sea con una debil voz, El te oye.

Pero cuidado de no pasarte de esa línea delgada, y que no se te haga costumbre.

Ríndele a Dios tu debilidad, y pídele ayuda si estas a punto de tomar una mala decisión, o si hay algo que sientes que es más de lo que puedes soportar porque tenemos la promesa de ser ayudados en ese momento.

Y Dios cumple lo que promete.

Si estas en esa situación, oremos juntos, dile conmigo:

“Señor Jesús, límpiame y perdóname, ayúdame en este momento de debilidad y dame la salida, no puedo con esto, Señor te necesito, me pongo en tus manos y confió en ti, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Salmos 51. El nos restaura.

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El nos restaura, y cambiar el corazón para con el Señor, es uno de los desafíos de todo creyente, porque lo malo y lo que contamina sale desde el interior.

51 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;

Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,

Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,

Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,

Y he hecho lo malo delante de tus ojos;

Para que seas reconocido justo en tu palabra,

Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,

Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo

Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Cambia Dios nuestros corazones.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;

Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,

Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados,

Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,

Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,

Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,

Y espíritu noble me sustente.

Un pecador arrepentido.

Este sin duda es uno de los salmos que más me impacta, porque me identifico mucho con David.

Seguramente tú y todos conocemos a David, este personaje de la vida real que en principio es conocido por la famosa historia de aquel joven bonito que se enfrentó al temible Goliat y que lo derroto con una honda, de la mano del Señor.

Dios había escogido a David desde una edad muy temprana y fue elegido por el Señor para ser el segundo rey de Israel, y de seguro el más importante, quien marcó una época y fue ungido por el mismo Dios.

Pero a pesar de esto, David peco.

Después de haber sido un hombre que siempre había sido respaldado por Dios, y que con corazón sincero lo buscaba, miro a una mujer, que no era su mujer con deseo, y se acostó con ella.

Y no conforme con eso, como esta mujer era casada, ideo un plan para que este hombre, que era un soldado, fuera puesto en la primer línea de batalla para que muriera y así sucedió.

Ese hombre usado por Dios, no solo cometió adulterio, sino también planeo un homicidio.

Y esto obviamente hizo mella en el corazón de David, porque hay un momento en el que el creyente luego de pecar, luego de caer, toma conciencia.

Y este salmo nace un tiempo después de todo esto que te cuento, tiempo en que David tuvo que atravesar por las consecuencias de sus actos.

Las consecuencias que trae el pecado, son inevitables, pero Dios es paciente, lento para la ira y grande en misericordia.

Adán y Eva se escondieron.

Cuando Adán y Eva pecaron en el Edén, las escrituras nos cuentan que a la hora de la tarde cuando acostumbraban conversar con el Señor, ellos estaban escondidos, y le dijeron al Señor que estaban desnudos.

Y por supuesto que el Señor ya sabía lo que había sucedido pero, les estaba dando la oportunidad de confesar.

David peco, y cuando lo hizo no reacciono rápidamente, porque estaba obnubilado por aquella mujer, con la que se casó posteriormente y tuvieron un hijo, el Señor espero por el arrepentimiento de David pero no llego hasta algún tiempo después, y ese primer bebe murió.

Identifiquemos que es lo que nos nubla la visión y nos hace tambalear.

Las consecuencias del pecado.

Siempre el pecado tiene consecuencias, el enemigo entra cuando le abrimos la puerta, y hace estragos, él no se conforma con molestarnos, sino que su pasión es arrasar con todo aquello que valoramos y amamos.

Muchas veces los creyentes abrimos los ojos y el arrepentimiento viene cuando comenzamos a perder todas aquellas bendiciones que teníamos con el Señor.

Otras veces, en el mejor de los casos, cuando lidiamos con una debilidad, con una tentación que puede tener muchas formas, el arrepentimiento y el dolor, por caer en esa pasión, viene enseguida.

David pidió un nuevo corazón.

No es lo que nos rodea lo que nos contamina, sino lo que está en nuestro interior, nuestras pasiones, nuestros malos deseos, tenemos una herencia de pecado que arrastramos.

David fue restaurado por Dios cuando su corazón se rindió a Él.

Pedro fue restaurado por el propio Jesús luego de este haberlo negado, Jesús le busco y Pedro le declaro su amor tres veces, así como tres veces lo negó.

Jesús no fue en su búsqueda para reprocharle, fue a buscarlo para restaurar la relación, y le dijo, si me amas, apacienta mis ovejas, no le hablo del tema, solo de su amor.

En otras palabras, le dijo, si me amas dedícate a mis cosas, yo ya no me acuerdo de lo que hiciste, miro tu vida caminando en mi propósito, y este es su deseo para con nosotros también.

El esta aqui para nosotros.

Mateo 15:19

19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

Jesús mismo dijo esto, significa que no es lo de afuera lo que nos hace caer, sino lo que hay dentro nuestro, son nuestros malos deseos con los que luchamos.

David lucho con su pasión, y en este hermoso salmo expreso todo aquello que sintió luego de ese tropezón en su vida.

Le pide “purifícame con hisopo”, significa con detalle, en profundidad, que no quede ningún rincón en mí, dame un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí, esa fue su oración.

Y debe ser tu oración y la mía.

No es fácil mantenernos enfocados, pero no es imposible cuando amamos al Señor, queremos que su Espíritu este dentro nuestro y no perderlo.

La verdad es q no hay nadie santo, ninguno de nosotros, y todos luchamos con aquellas cosas que deseamos.

Génesis 39:11-12 cuenta la historia de una huida que salvo la vida de José.

11 aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y Salió.

José salvo su vida espiritual huyendo de esta mujer que representaba una gran tentación en su vida.

Porque hay huidas que son las que nos salvan, cuando lo que tenemos enfrente nos es difícil de sortear, porque nos significa una gran debilidad.

David se complicó la vida cayendo en su tentación, pero el Señor es misericordioso en ambas situaciones, Él no nos deshecha, sino que nos restaura.

Tú y yo podemos ser restaurados.

Acerquémonos a Él confiados, sabiendo que Él nos ama con amor eterno, y si hemos caido, nos levanta.

No importa tu pecado, ni tu caída, para Dios no es novedad lo que pasaría en nuestra vida, ni en qué cosas nos meteríamos, por supuesto que la obediencia nos salva de pasar por las consecuencias dolorosas del pecado, pero, en ocasiones, debemos pasar por ahí, como David.

Y es en ese momento cuando nos hacemos eco del Salmo 51 y le pedimos al Señor, cámbiame, purifícame con hisopo y dame un corazón nuevo.

A veces no caemos porque no amamos a Dios, sino porque nuestra humanidad nos juega malas pasadas, pero es en ese momento que la gracia dada por el Señor en la cruz se pone a trabajar.

Es en ese momento que el abogado que tenemos en el cielo nos justifica mediante su sangre y nos limpia nuevamente.

Tienes oportunidad.

Hay una voz seguramente en tu interior diciéndote que tú no sirves para seguir a Jesús, pero hay otra voz que viene de lo alto que en 1 de Pedro 2: 9 te grita:

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Porque Dios te da un nombre diferente al que solías tener.

Conclusión:

En esa cruz quedaron clavadas todas aquellas cosas que nos escalvizaron y todo nuestro pecado, El pago por nosotros, esa cruz fue nuestra oportunidad.

El cambio nuestra identidad.

Tu identidad no la marca ni tu debilidad, ni lo que hayas vivido en el pasado, ni tampoco lo que los demás dicen de ti.

Somos lo que Dios dice que somos, esa es nuestra identidad, no por ser santos, sino porque somos justificados por Jesús en la Cruz del Calvario.

Anímate y acércate a Él, porque Él no te condena ni te deshecha, sino que te abraza, restaura y te ayuda a caminar como un buen padre enseña a sus hijos en los errores y en los aciertos.

Si nunca le abriste el corazón a Jesús, dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdóname, límpiame y dame un nuevo corazón conforme a ti, anota mi nombre en el libro de la vida eterna, Amen”.

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Mateo 2:9-11. La verdadera Navidad.

La verdadera Navidad es cuando comprendemos el significado de este día y cuando el pesebre de tu corazón está ocupado por Jesús.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Una estrella los guio, asi como hoy el Espiritu Santo te guia hacia Jesus.

Al entrar vieron al niño.

Una estrella guio a estos sabios hasta Jesús, y no tuvieron dudas en seguirla hasta tener ese encuentro con Cristo que los llevo a adorar a ese niño que encontraron envuelto en pañales en un humilde pesebre.

Cuando tienes un encuentro con Jesús, su sola presencia te lleva a adorarle.

Esa noche fue la noche en la que nuestra salvación había llegado.

Navidad con Jesús.

La Navidad de muchas personas que festejan este día, un enorme porcentaje conocen lo que significa, y que es lo que se recuerda, pero, otras cosas han suplantado la esencia de esta noche, y entonces los vemos corriendo detrás de regalos y comida.

Para otros en cambio, para aquellos que hemos tenido ese encuentro con Jesús, es el día en el que celebramos a Cristo y le agradecemos por el regalo de su venida a esta tierra por nosotros.

Ten hoy una feliz Navidad celebrandolo y sabiendo que El es el motivo de esta noche.

Cuál de los dos eres tú?

Anoche meditaba acerca de esto, y me encontré de pronto viendo el cielo en una fresca y hermosa noche, diciéndole “Señor te celebro”.

No sé cómo es tu caso, quizá tienes la bendición de poder compartir tu fe entre tu familia y con aquellos con quienes vas a pasar, y quizá en esa comunión puedas compartir esa alabanza y celebrarlo, o quizá no sea así.

Pero sea como sea que pases hoy, así sea que estés solo en tu fe, o acompañado en la misma, festeja este día, que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, el día en el que el cielo descendió.

Como no adorar y honrar a quien ha decidido dejar su trono y su gloria, para nacer entre nosotros como uno más, tuvo necesidades, corrió como cualquier niño, siendo Dios, y todo hasta llegar a esa cruz que fue nuestra salvación.

Porque esa cruz significo la muerte para el pecado, y la vida para nosotros.

Al brindar hoy, recuerda darle gracias, y abre tu corazon, para que la verdadera escencia de la Navidad llene tu vida.

Jesús vino por ti y por mí.

Por justos y pecadores, por buenos y malos, por sabios o ignorantes, El no hace acepción de personas, no te califica como bueno o malo, se dio a si mismo por ti, y te dio el mejor de los regalos.

No sé si hoy recibirás un regalo, pero, hace más de dos mil años recibiste uno, y grande, se llama Jesús.

Ese Jesús que te conoce aún desde el vientre de tu madre, que sabe de tus alegrías y de tus tristezas, y que conoce hasta lo más íntimo de tu ser.

Ojala puedas hoy celebrar ese nacimiento, porque el ser humano no tenía esperanza de un buen futuro hasta que ese niño nació.

El motivo de la Navidad se llama Jesús, y si tu festejo esta en otras cosas, vuelve a la esencia de esta noche, porque nada hay mejor que tu corazón reciba a Jesús y el pesebre de tu vida este lleno.

Conclusión:

Disfruta esta noche con los seres que amas, quizá en estos difíciles tiempos en los que vivimos has perdido a un ser amado que hoy no estará, o quizá haya escases en tu casa y el festejo será humilde.

Pero recuerda que no hubo un hotel ni un sanatorio para Jesús, y que el más importante de los nacimientos, se dio lugar en un humilde lugar rodeado de animales, porque no se trata de cuanto tenemos sino a quien tenemos.

Jesús fue adorado por todos aquellos a quienes se les anuncio su nacimiento aquella noche, y hoy es adorado por millones que proclamamos su amor y su misericordia.

Hoy celebro a mi Jesús, quien me dio la oportunidad de volver mi prodigo corazón a su regazo, a quien cambio mi lamento en baile y dibujo en mí una sonrisa.

Celebro a Jesús, quien me dio esperanza, el que cambio mi dolor por alegría, mi soledad en abrazos, y mi vacío en una llenura que solo viene del cielo.

Hoy te invito a mirar al cielo, a agradecerle que se negara a sí mismo y venir por nosotros, al Padre que entrego el tesoro del cielo por cada uno de nosotros, y abre tu corazón para que nazca en tu vida una nueva esperanza.

Dile conmigo “Señor Jesús, te doy el trono de mi corazón, entra hoy, perdóname y límpiame y ayúdame a conocerte, gracias por lo que hiciste por nosotros, en el nombre de Jesús, Amen”.

El cielo descendio por ti hace mas de dos mil años, asi que eres valioso y tuviste ya el mejor de los regalos por lo tanto, te deseo Feliz Navidad con Jesus!!

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Juan 1:1-13. El hijo de Dios.

El hijo de Dios, el que no se aferró a su trono, sino que se despojó por amor, nació como uno de nosotros y vino a este mundo a salvarnos.

 1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.

 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.

Aquella luz habia llegado a nuestro mundo, y hoy le recordamos y festejamos en esta Navidad.

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

El verbo de Dios.

Jesús es el verbo de Dios, el verbo hecho carne, aquel que creo el mundo y todo lo visible e invisible, pero el mundo no lo recibió, no tenía lugar para El, pero tanto fue el amor de Dios por la humanidad que envió el tesoro del cielo por nosotros.

Estamos próximos a la navidad, un momento en el que recordamos ese nacimiento que se traduce en esperanza para aquellos que hemos creído y lo hemos aceptado.

Hemos sido hechos hijos de Dios, no porque hayamos sido engendrados como lo es cualquier ser humano, sino directamente del Señor quien ha querido adoptarnos como hijos a través de Jesús.

Por tanto este día de Navidad, no olvides lo realmente importante en tu lista navideña, y es el agradecimiento y entendimiento del verdadero festejo y festejado, Jesús.

No es por haberlo merecido ni por merecerlo.

Ninguno de nosotros merecíamos que ese tesoro del cielo, dejara su trono y viniera a nacer en un pesebre, en un lugar rodeado de animales porque sus padres no encontraron lugar para hospedarse estando María ya próxima a dar a luz, sin embargo lo hizo por nosotros.

Por la gracia y el amor de Dios y por aquel acto hoy tenemos esperanza, reconciliación con el Padre, y la convicción de que un día cuando cerremos los ojos en esta tierra los abriremos a su lado.

La biblia nos cuenta una historia, que es más que una historia bonita, es una realidad y por ser una realidad nuestra vida y nuestro futuro cambio.

El cielo esta abierto por El y tenemos acceso al Padre, eleva tu mirada al cielo hoy y recibelo.

Siguiendo una estrella.

Estos famosos personajes, hoy día transformados en los reyes magos, fueron guiados por una estrella, estos estudiosos del cielo para aquella época, visibilizaron aquella estrella que simbolizaba el nacimiento del Mesías y que los guiaría hasta El, y allá fueron a adorarle.

Unos humildes pastores que pastoreaban ovejas también fueron avisados y también se apresuraron a dejarse guiar hasta el Salvador.

Y todos ellos formaron un conjunto de personas, que ajenos a lo que pasaba afuera estuvieron junto a Jesús en cuanto nació, y cuenta la biblia que se postraron y adoraron.

Como no adoraremos nosotros?

Nosotros no tuvimos la posibilidad que ellos tuvieron, o que tuvo Juan que fue quien clamaba a viva voz anunciando que la luz del mundo había llegado, pero, la salvación no es por vista, sino por fe.

Aquel nacimiento había cambiado el mundo y había partido la historia de la humanidad en dos hasta el día de hoy y hasta el fin de los tiempos.

Esa luz del mundo nació por ti y por mí, dejo su trono, su comodidad para nacer como un humano más, sintió hambre, sed, necesito ser amamantado y protegido y finalmente murió en una cruz para resucitar al tercer día y darnos salvación.

No sé cómo estás pasando estos días previos a la Navidad, quizá este año hayas perdido seres queridos, o a lo mejor te sientes muy lejos de Dios, pero como un día Juan anunciaba de Jesús, hoy somos muchos los que anunciamos su salvación.

Hoy somos muchos los que te damos testimonio de que cuando Jesús llega a una vida, la transforma, y como no agradecerle, y como no rendirse a su amor.

Vuelvete a su amor y tu vida cambiara.

No importa si no eres perfecto, ni tampoco importan tus debilidades porque Él es nuestro abogado.

Pídele hoy que limpie tu corazón, que te fortalezca en cada debilidad, en cada área frágil, y deja que el verdadero espíritu de la Navidad entre en tu vida.

Navidad no es sinónimo de Santa Claus, ni de regalos ni de comida, rápidamente el mundo confunde y da nuevos significados a todo, y no significa que este mal, comer o dar los regalos, claro que no, pero no perdamos de vista, cual es el festejo.

El mejor regalo fue dado de parte del cielo aquella noche donde Jesus nacio, es el regalo del cielo para ti.

Conclusión:

Hoy el Señor golpea la puerta de tu corazón, hoy Juan no es quien grita que la luz del mundo ha llegado, pero su legado sigue gritándolo.

Sus palabras aún resuenan, y hoy somos millones los que hemos confiado, creído, y le hemos abierto el corazón a ese Jesús, que no quedo en una tumba sino que está vivo y sentado en su trono.

La Navidad es y será el tiempo en el que nuestro corazón debería estar más sensible y deberíamos reflexionar a cuán grande fue su amor inmerecido para que por su venida a esta tierra como un mortal, tengamos esperanza de una vida eterna con El.

Entrégale hoy tu corazón, dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón y te pido que entres en él, perdóname y límpiame y enséñame a conocerte, hazme crecer a tu lado, en el nombre de Jesús, Amen”.

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