1 Samuel 17: 41-50 Derrota a tu gigante por Su Poder

Derrota a tu gigante, en el nombre del Señor.

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él.

42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer.

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

David sabía con quien peleaba

46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

48 Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo.

David derrotó a Goliat porque sabía que Dios estaba con el.

49 Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.

50 Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.

Quien no conoce la famosa historia de David y Goliat? Te invito a que puedas leer el pasaje completo en tu biblia, aquí compartimos estos versículos donde puntualmente vemos a David enfrentando a Goliat y venciéndolo.

Las escrituras nos cuentan que David era un pastor de ovejas, el más jovencito de la familia, un joven de apariencia hermosa, por lo que leemos era casi un adolescente.

Tanto es así, que si lees la historia desde el principio el rey Saúl tuvo muchas dudas en aceptar que fuera a pelear contra el filisteo, pero tanta fue la determinación de David que lo convenció.

Saúl lo vistió con su armadura, pero David se la quitó, evidentemente no estaba acostumbrado a utilizar ningún tipo de vestidura de guerra ni tampoco armas.

David había sido entrenado por Dios

Él había sido entrenado por Dios, en lo solitario, en el campo junto a las ovejas de su padre, a quienes defendía de los depredadores, y según el mismo le cuenta a Saúl, con sus propias manos los vencía.

David sabía que no iría solo al campo de batalla, Goliat peleaba con sus armas, pero David iba contra el en el nombre de Jehová de los ejércitos. Sabía que su batalla estaba ganada.

Tú puedes sentirte pequeño, pero por tí pelea el mas grande, nuestro Dios

Con que gigante te encuentras tu luchando? Quizá sea un vicio, o un pecado al cual no puedes derrotar aun, no lo intentes en tu fuerza, derrota a tu gigante en el nombre del Señor.

No te desanimes, no tienes que luchar solo, busca la presencia de Dios y vence a tu Goliat de la mano del Señor.

Tu no luchas solo, Él esta contigo.

Muchas veces el enemigo nos menosprecia, tal y como sucedió con David, por su apariencia joven, que se lo notaba inexperto en cuestiones de guerra. Pero nuestra experiencia y nuestro entrenamiento es espiritual.

Porque la palabra de Dios nos dice que nuestra lucha no es contra carne y sangre sino contra potestades espirituales.

David lanzo esa piedra que fulmino a Goliat pero antes le lanzo la declaración en fe de que esa tarde él lo vencería porque Jehová le entregaría su cabeza, le dejo muy en claro que no iba contra el en sus fuerzas sino en las de Dios.

Si tu te encuentras luchando con alguna debilidad, el enemigo siempre te amedrentara, el querrá convencerte de todas formas de que tu no lo lograras, que tu no sirves para seguir a Cristo.

Pero yo te invito hoy a mirar a tu Goliat de frente, y declararle a ese gigante que te amenaza, que tu no peleas solo.

Pon a tu Señor delante, declara la palabra y pónte en actitud de batalla y no habrá forma de que el enemigo te derrote.

Conclusión:

Seguramente tu veras que el gigante se levanta, y corre hacia ti, tal y como sucede en esta historia, pero toma ejemplo de David y derrota a tu gigante.

Yo me lo imagino a David en ese campo de batalla viendo a Goliat tomar carrera hacia él, y con toda su paz puesta en la seguridad de que delante de él estaba el escudo del Señor, tomar su honda y su piedra y decir “ahí voy Señor”

Imagína a David enfocando su visión y lanzando aquella piedra ante aquella amenaza y en ese instante viéndolo caer.

Así veras tu caer esa debilidad  o ese pecado que tantas veces te hizo fallar.

Toma fuerzas, levanta tu vista, y no tiembles, porque el Dios que hizo los cielos y la tierra es el que pelea por tí. No le temas a Goliat.

Tu lucha es el lugar donde Dios te está entrenando para batallas más fuertes y victorias más grandes.

Créelo y pon tu fé en acción.

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Salmos 139 “ Examíname, Y Conoce Mi Corazón”

Examíname, chequeame y conoce mi corazón, nadie mejor que el para saber lo que hay dentro de ti.

Conoce Mi Corazón
  • Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
  • Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
  • Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
  • Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
  • Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
  • Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
  • ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?
  • Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.
  • Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar,
  • 10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
  • 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
  • 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
  • 13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
  • 14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
  • 15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
  • 16 Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
  • 17 !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! !!Cuán grande es la suma de ellos!
  • 18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.
  • 19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.
  • 20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre.
  • 21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos?
  • 22 Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.
  • 23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
  • 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

Examíname y conóceme

Este es un salmo de David, en el que lo encontramos declarando que Dios conoce de el absolutamente todo, su levantar, su reposar, lo que hace en todo momento y declara que Dios conoce su corazón.

Pero en el verso 23, a pesar de declarar todo esto, le pide “examíname”.

Cuanto le cuesta al ser humano permitirle a alguien que lo examine, desde cuándo vamos al médico, que por lo general, no disfrutamos esos momentos, hasta cuando alguien nos confronta.

En este caso podemos pensar, David era un hombre de Dios, era conocido por El desde que era un embrión, y desde niño Dios lo preparo para su obra, acaso el necesitaba esto? La respuesta es sí.

David en su humanidad también había pecado, en otras charlas veremos cuál fue el pecado de David, pero todos pecamos y todos tenemos cosas en las que Él tiene que intervenir.

Cuando somos capaces de decirle a Dios que nos examine, estamos dándole paso en nuestra vida en un todo. Hace falta mucha humildad para reconocer que necesitamos ser examinados y cambiados.

Es en esos momentos que soltamos el control, cosa que no nos gusta, pero, la disposición del corazón y la humildad para entregarle la potestad para que nos confronte y nos marque en qué áreas estamos débiles y debemos cambiar.

Esa la puerta de entrada para que Él pueda cumplir sus propósitos en nosotros.

Y lo vemos a David, dando un paso más, le dice también “mira mi corazón y pruébame”.

Lo que trato de decirte con esto es, estas tu hoy permitiéndole a Él, hacerte un chequeo? Suelta tu orgullo, y pregúntale si hay algo en ti que lo ofenda, si hay algo en ti que aún no este sano e intervenido por Dios.

Dejémosle intervenir en nosotros

Cuando llegamos a Él, somos sometidos a “intervenciones divinas” donde todo lo escondido, guardado y lo que nos enferma, física o emocionalmente, debe salir.

Pídele y dile, examíname.

A veces pensamos que ya tenemos años de cristianos, que conocemos la palabra, y creemos erróneamente que ya está, que no hay nada más que hacer, que ya me gane mi salvación, pero siempre hay más.

Conclusión:

Analiza cómo está tu corazón y pídele a El que lo examine, entrégale a Él tu levantarte y tu caminar.

Permítele guiarte en el proceso de tu sanación, y permítele intervenir en los rincones más oscuros, esos de los que no hablas con nadie.

Donde huiremos para que Su Presencia no nos encuentre o nos vea? A ningún lugar, allí donde vayas Él te ve, lo que calles a otros, Él lo sabe.

Si tu permites, su tratamiento en tu interior, podrás ser guiado cada día por El, en el camino de tu salvación, y vivirás esa vida plena que Él tiene para ti.

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Salmos 119:105 La palabra de Dios

Porque la palabra De Dios dice:  “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”

De qué forma alguien ilumina un camino oscuro? Encendiendo una luz, tan sencillo como eso, no hay otra respuesta posible. 

La biblia nos compara la luz con la palabra de Dios, nos dice este versículo que ella es una lámpara que alumbra nuestro camino.

Recuerdo una noche luego de buscar el rostro del Señor y preguntarle cómo seguirlo sin desviarme o sin errar, y la respuesta vino a mi mente muy clara a través de este versículo.

Es que no hay otro modo de conocer a Dios, hay muchos que se dicen cristianos pero no conocen su palabra, para amar a alguien hace falta conocerlo, para dejar que alguien nos guie también hace falta conocerlo y saber cuáles son sus pensamientos o sus deseos para con nosotros.

Conocer la palabra de Dios, es algo más profundo que simplemente leer un libro. El Espíritu Santo es quien nos da la habilidad y la revelación para entender misterios que están escritos que para muchos no son entendibles.

Pero para quienes piden la revelación de Dios , el velo es quitado y la palabra se hace viva.

Dios nos guía a través de su palabra en cada momento y situación de la vida, encontramos en ella todas las respuestas a las interrogantes que vienen día a día a nosotros.

Pídele al Espíritu Santo que te ayude a conocer su palabra, cuando conocemos quien es El, y que es lo que quiere para nosotros, nos damos cuenta de que si caminamos en la voluntad de Dios, las puertas que permanecían cerradas se abren y Dios mismo abre ríos en el desierto.

Hebreos 4: 12 nos dice:

Hebreos 4: 12

  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Estamos desnudos ante El, y cuando Dios dice, la misma penetra y todo lo oculto se manifiesta, y lo que no entendíamos ahora lo entendemos.

En otras palabras, si quieres saber cómo seguir a Cristo, conoce de El, lee, llénate de conocimiento de Él, lee la biblia, invierte tiempo en conocerlo y te sorprenderá el cambio que veras en tu vida.

Alguna vez oí a alguien decir que leer y adquirir conocimiento de la palabra es como guardar dinero en una cuenta de banco, siempre tienes ahorros para el momento de necesidad.

La palabra de Dios debe guiar tu vida, antes que cualquier otra cosa, pregúntate en cada situación que se te presente, esto está en su palabra?

Alumbra tu camino con la luz de Cristo y tu vida cambiara.

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Salmos 23

Jehová es mi pastor

Salmos de David.

23  Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos
los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Salmos 23

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