Salmos 42:1-8 Mi alma tiene sed de Dios.

Nuestra alma tiene sed de Dios, y es saciada cuando clamamos a El.

Asi como el ciervo brama por agua, debemos clamar

“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?

3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,

Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;

De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,

Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.

Alaba alma mia al Señor

5¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.

6Dios mío, mi alma está abatida en mí;

Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,

Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;

Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8Pero de día mandará Jehová su misericordia,

Y de noche su cántico estará conmigo,

Y mi oración al Dios de mi vida”

Un Salmo que es una oración.

Que belleza de salmo que nos ha regalado David, es que no hay palabras para describir más de lo mucho que contiene cada uno de sus versos.

No solo es un cantico de amor y clamor por el Dios en quien confía, sino que es una perfecta descripción de lo que vivimos y sentimos cada uno de nosotros en la lucha de nuestra vida.

Buscando información acerca de los ciervos, descubrí que en el verano ellos braman por agua no solo por tener sed, sino porque su sudor despide un olor que los delata frente a los depredadores con los que convive, por lo cual necesita el agua para refrescarse de manera desesperada si quiere sobrevivir.

Así es nuestra alma que necesita a Dios desesperadamente, y solo Él puede hacernos sentir plenos.

Nuestra alma tiene sed de Dios, busca esa fuente de agua viva que viene del cielo.

Dios es la fuente de agua viva

David describe que en medio de sus aflicciones muchos le preguntan dónde está tu Dios? Y cuantas veces nos sucede a nosotros?

Cuantas lagrimas a veces derramamos por aflicciones o injusticias. Pero David sabía el Dios que tenía y que jamás lo había dejado.

Muchas veces nuestra alma esta como dormida, y se entristece, pero háblale como David lo hacía y pregúntale “porque te abates?”. Él se decía a sí mismo, “espera en Dios porque aun he de alabarle”

En otras palabras, no estés tan triste ni te duermas alma mía, porque la salvación vendrá y aun tendré mucho tiempo para alabar a mi Señor.

David sabía que la misericordia de Dios es para siempre y que estaría allí para él, podían pasar todas las tormentas o atravesar cualquier desierto, pero el Dios de los ejércitos acudiría en su ayuda, siempre.

Busca a Dios y clama a Él, porque no hay otro lugar mejor, porque si el Dios de los cielos y la tierra está contigo, quien contra ti?

Nuestra alma tiene sed de Dios, pero su palabra dice en Juan 4: 14 “más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”

Él sacia tu sed

Por lo tanto, si te acercas a Cristo no volverás a estar sediento, buscando un poco allá y un poco en otro lado, intentando saciar tu alma con cosas sin lograrlo.

Todos los seres humanos buscamos llenar el vacío y saciarnos, con algo bueno, o malo, si no tienes a Dios tu alma buscara con que llenarse, si o si.

Ese es el momento en el que de pronto, vemos como las personas andan como ondas de mar, para aquí y para allá sin saber qué hacer con sus vidas.

Elige saciar tu sed de una vez y para siempre, ve a la fuente, mira al cielo y recibe a Jesús como tu Señor y Salvador y lo imposible será posible.

Porque Él es el Dios que sacia tu sed, que llena de bien nuestra boca, que levanta al caído, sana al enfermo, restaura al que estaba destruido, y ante quien los cielos y la tierra se pone de rodillas.

Ese Dios te está diciendo hoy, si tu alma esta sedienta, aquí estoy, bebe de mí y tendrás vida eterna.

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Mateo 4: 1-9 La Tentación

La tentación de Jesús que nos cuenta este pasaje es un reflejo de cómo también somos tentados a diario, pero si Jesús vencio, nosotros también podemos vencer.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

En el desierto y la soledad somos tentados

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
    A sus ángeles mandará acerca de ti, m y,
    En sus manos te sostendrán,
    Para que no tropieces con tu pie en piedra. m

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,

y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

En primer lugar es necesario explicar que la tentación por sí misma no es pecado, hay quienes se sienten sucios al sentirse tentados, pero no debemos dejar que la culpa por el solo hecho de estar tentados nos agobie ya que hasta el mismo Jesús lo fue.

La tentación no es pecado, caer en ella sí.

Aquí vemos que empieza este pasaje contándonos que Jesús fue llevado por el espíritu al desierto, y allí fue tentado por el diablo.

Él se encontraba ayunando y fue al desierto a orar y allí, ya sintiendo hambre el enemigo lo tentó ya que su plan era hacer caer a Jesús y así evitar que fuera a la cruz.

Jesús fue probado en el desierto pero el respondió a cada tentación con la palabra viva de Dios, no mantuvo una discusión, sino que puso la palabra entre el tentador y El.

No cayo en ninguna de esas tentaciones no porque era Dios, porque no podemos olvidar que camino entre nosotros como humano, con nuestras mismas necesidades.

No cayo porque la palabra y la presencia de Dios estaba arraigada en lo más profundo de su ser.

Si usted se encuentra tentado, recuerde que no podemos sortear la tentación y que la misma vendrá, no ore para que Dios se la quite porque no lo hará, ore para que Dios lo fortalezca en medio de ella, y lea la palabra.

En la oración nos fortalecemos

Póngase la coraza de la espada del espíritu que es la palabra de Dios, y cuando el enemigo le tiente muéstrele la palabra.

No será usted tentado con aquello que no le agrada, sino precisamente con aquello que representa para usted una debilidad.

La biblia habla acerca de que somos tentados de nuestra propia concuspiscencia.

Pero tenga presente que la palabra en 2 Corintios 12:9 dice que Él se perfecciona en medio de su debilidad.

Cuando Jesús enseño a orar el Padre Nuestro, lo hizo para que tengamos un modelo de oración, y note que él dice “no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal”

Podemos vencer.

Quiere decir pídale fortaleza para vencer, dependa de Él, no hay otro modo de vencer que estando muy cerca de su presencia, llenos de su palabra y orando sin cesar.

Gálatas 5:17 dice “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”

En otras palabras, hay un choque de poderes entre el espíritu y la carne, la carne es débil y siempre querrá caer, pero nuestro espíritu si se encuentra en comunión con el Espíritu Santo, este, lo fortalecerá y le revelara la palabra para ese momento.

Conclusión:

Así que, si te encuentras pasando por una tentación, tomate de la palabra y fortalécete en El.

Si estas batallando hoy para no caer no luches en tus fuerzas porque de seguro fallaras, pero si te guardas en aquel que dice que no dejara que pasemos por una prueba más difícil de lo que podamos soportar, entonces vencerás.

Él peleara por ti y te dará la victoria.

Sigamos las pisadas de Jesús, Él es nuestro modelo a seguir.

Filipenses 2:6-8 Siervos de Dios

Siervos de Dios, imitadores del Maestro, eso somos aquellos que hemos sido tocados y restaurados por su gran amor y por la gracia de Dios para con nosotros.

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

La humildad de Jesus

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Él fue obediente hasta la cruz (Siervos de Dios)

Un siervo ve la necesidad y la suple, si usted es líder, simplemente sirve.

Un verdadero líder no busca posición, y si la tiene no se toma de esa posición para que lo sirvan, sino para servir a todos los que tiene a su cargo.

Cada uno de nosotros somos siervos de Dios.

Este es el ejemplo que nos dejó Jesús, el Dios hecho hombre que vino y se hizo siervo, al punto tal que El mismo lavo los pies de Jesús.

Pudo haber bajado a la tierra para reinar, pero sin embargo lo hizo para ser siervo y fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Debemos aprender de Él, aquellos que de modo u otro servimos a Dios y que importante principio es este, que debemos comprender.

Fácilmente los seres humanos olvidamos, si tenemos un puesto de privilegio, en la iglesia o en cualquier lugar de autoridad, que estamos para servir, no para ser servidos.

Si Jesús nos dejó este ejemplo, entendamos este principio y llevémoslo a la práctica

Sirviendo con amor.

No busquemos los aplausos, busquemos ganar almas para Cristo, no atraemos al mundo a Dios llenándonos de orgullo, sino que vendrán, cuando sientan que nos preocupamos por ellos y el amor de Dios se refleja en nosotros.

Cuanto más te use Dios y más alto estés, entonces más se te pedirá que sirvas a quienes están a tu cargo.

El Señor no te dará un lugar de privilegio si no pasas primero por el lugar más humilde y aprendes a hacer tu tarea con gozo y alegría.

Sírve a quien a quien necesita de Dios con amor (Siervos de Dios)

Pablo decía en 2 Corintios 12: 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera”

Todos luchamos con el orgullo, hasta el apóstol Pablo, la biblia no da detalles de cuál es el aguijón en la carne que Dios le dejo, pero nos dice que para que no se exaltase a sí mismo en forma desmedida este había venido sobre él.

Eva fue tentada y cayó, resistió hasta que el enemigo le dijo que si comía de ese árbol seria como Dios, el orgullo la hizo caer.

Conclusión:

Oremos para que ese orgullo no contamine nuestro corazón. Hagamos lo que nos toque hacer por más pequeño que sea, con gozo, alegría y excelencia, sabiendo que es para Dios.

Sé tú, el mismo en la puerta de la iglesia, que en la plataforma, sé el mismo, siendo jefe en tu trabajo, que siendo empleado, aprende del Maestro.

Si tienes que hacer lo difícil, hazlo primero.

Nunca creas que ya no es tu trabajo, por estar en otra posición, es y será tu trabajo siempre.

No te aferres a un puesto, aférrate a Dios e imita a Jesús.

Conócelo para saber cómo El actuaría en tu lugar.

Proverbios 21:2 dice “ Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los corazones”
.

Recuerda que toda la gloria es del Señor, que si algo bueno sabes hacer, Dios te está dando el conocimiento y la gracia para hacerlo bien, por lo cual, el mérito sigue siendo de Él.

Que te reconozcan porque en ti puedan ver reflejado el amor y el rostro de Cristo.

Éxodo 33:14 “En su presencia”

En su presencia hay plenitud de gozo y Él nos hace descansar.

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso

Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”

La presencia del Señor en nosotros es algo que debemos buscar todos los creyentes día a día en privado, no solo en la iglesia donde asistimos, sino en nuestro lugar, en lo secreto.

Busca a Dios en lo secreto y establéce una relación con Él

Moisés tenía una relación estrecha con el Señor y la biblia cuenta que su búsqueda por su presencia era intensa, en este verso Dios le deja claro que ira con él y le dará descanso.

Que belleza saber que la presencia del Señor en nuestras vidas nos hace descansar, en  momentos donde las fuerzas flaquean.

Donde parece que nos vamos a caer o que ya no podemos continuar, es en ese momento, cuando la presencia del Señor sostiene a sus hijos y les da descanso.

Busca estar en Su Presencia

Moisés era enfático y decidido al expresarle que si su presencia no iba con él, no los sacara de la tierra.

Moisés estaba siempre en su presencia.

La búsqueda de Dios en la vida de un creyente debe ser decidida, muchas veces la carne se debilita, y la mente se distrae pero dice la palabra de Dios que la carne es débil pero el espíritu siempre está dispuesto.

Por lo cual, si sientes debilidad, dobla tus rodillas y pídele a ese Dios maravilloso que te llene con su presencia y te fortalezca.

Que promesa tan bella tenemos al saber que Dios está deseoso de estar a tu lado siempre, e ir contigo donde quiera que vayas y en cada circunstancia.

Si buscas su presencia en cada momento y su opinión en cada cosa que hagas, tienes el éxito asegurado.

En Su Presencia recibes fortaleza.

No significa que no vendrán contratiempos, sino que en medio de ellos, Dios te promete descanso y fortaleza.

El hecho de que El este en nosotros nos garantiza esa paz que sobrepasa todo entendimiento, en cualquier circunstancia de la vida.

Quienes alguna vez experimentamos lo que fue atravesar la vida sin Dios, comprendemos la diferencia al acercarnos a ese fuego que es la presencia del Señor.

Es en su presencia, el lugar donde queremos quedarnos y no salir de ella cuando se manifiesta en nuestra vida.

El amor de Dios es tan grande por cada uno de nosotros, si supieras cuanto te ama y te desea ese Padre amoroso no volverías a sentirte solo jamás.

Enfrenta tu vida tomado de su mano, busca su presencia,  el no rechaza un corazón que clama a Él con sinceridad.

Tómate de la mano de nuestro Dios

Recuerdo la historia de cómo Ana derramo su corazón ante Dios y el no hizo oídos sordos, sino que le concedió ese hijo que ella tanto deseaba.

Hay muchos pasajes en la biblia que dan cuenta que Dios nos promete estar en medio nuestro, por ejemplo Josué 1:5 “ Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.”

Estar en su presencia, nos da la certeza que tendremos la victoria, es un Dios que no te desampara, que no te deja solo, que siempre ira delante de ti, si tú lo pones en primer lugar en tu vida.

Conclusión:

Experimentar la presencia de Dios, genera en nosotros más y más deseos de Él, Moisés la experimentaba a diario, sin embargo lo buscaba sin cesar.

Quizá te preguntes como buscarlo, simplemente ora, habla con El, El Señor anhela oírte, pídele, la palabra de Dios promete en Mateo 7: 7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”

No tengas duda que Dios desea que le busques y espera que clames a Él para hacerse presente en tu vida y cambiar tu rumbo, para llevarte a un lugar de excelencia, paz y libertad.

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Juan 11: 1-6 Fe para vencer las pruebas

Fe para vencer pruebas es lo que necesitamos para enfrentar todas las circusnstancias de la vida, aun las más difíciles.

«Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.

(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.

Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Jesús amaba a Lazaro

Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.

Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

En la hora de la prueba, El nos consuela

Hoy veremos este pasaje de las escrituras en dos partes, ya que hay mucha enseñanza aquí y podemos aprender varias cosas de esto que nos cuenta la biblia.

En otra oportunidad hablaremos de Lázaro en profundidad y hablaremos acerca de la autoridad de Jesús, pero ahora veremos cómo nos sentimos nosotros, y como Jesús se siente.

No puedo dejar de notar que luego de que las escrituras nos cuentan quien era Lázaro, nos describen, que al ser notificado Jesús de que Lázaro está muy enfermo, se nota el amor de Jesus hacia Lázaro.

Qué bueno y consolador es saber que somos amados por El, que él no se queda distante ante nuestro dolor, y que así como le amamos.

Él nos ama a nosotros, y cuando yo sé que alguien me ama, se que no le será indiferente mi dolor.

Estamos acostumbrados a predicar acerca de que podemos pedir a Dios y Él nos dará, y que Él nos libra de todas las angustias, pero sucede muchas veces que oramos, pedimos y Dios nos dice “no”….

Muchas veces no comprendemos, pero, debemos confiar, porque sus pensamientos son más altos que los nuestros, y El ve donde nosotros no vemos.

Pero aun así y comprendiendo, tenemos la libertad para expresar nuestro dolor ante El, y esta es la segunda parte, digna de leer en Juan 11: 20 al 26.

Podemos hablarle con confianza

Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.

21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.

22 Más también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.

La fé es la llave

24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Cuando nos desahogamos ante El, recibimos su libertad

Jesús permitió que Marta abriera su corazón y le expresara lo que sentía, aun su descontento porque a su entender Jesús había llegado tarde.

Él se lo permitió, ella necesitaba desahogarse y de ese modo él pudo consolar su corazón, estremece saber que podemos acercarnos al trono de la gracia como hijos.

Y tal como un hijo lo hace, hablar a nuestro padre con libertad, tal es la misericordia de nuestro Dios.

Hay algo que nos confronta en medio de la prueba, y es la expectativa, ella le dijo “si hubieras estado”.

Y lo siguiente que es confrontado en medio del dolor es, lo que realmente creemos, Él le pregunta “crees esto?”

Quizá este usted pasando un problema de salud, a lo mejor hay sobre usted un mal diagnostico o para algún ser amado, o este atravesando alguna prueba dolorosa.

Dios le pregunta, cree esto?

Jesús no es ajeno a su dolor, si busca la historia completa en la biblia y le invito a hacerlo, vera que Jesús es conmovido por las lágrimas de Marta y María, y dice que Jesús lloro.

Reflexionemos hoy acerca de que nace en nuestro interior cuando estamos en momentos donde no vemos luz, donde todo está oscuro, cuando nos toca atravesar la tormenta.

Si se ha sentido solo, o quizá siente que Dios se ha olvidado de usted, quizá hasta se sienta mal delante de Él porque por un momento lo haya cuestionado.

Jesús le entiende, y su Espíritu Santo le dará consuelo.

No hay nada que suceda que se escape de su control, Él es misericordioso y amoroso y entiende el corazón humano porque camino como tal, es hermosa su divinidad y es hermosa su humanidad.

No tenga duda que usted saldrá de esta prueba fortalecido, con una fe madura y fuerte. Esto no le vencerá, Créalo!!!

Conclusión:

El enemigo creyó que había vencido al hijo de Dios cuando murió, fueron 3 días, pero Jesús se levantó de entre los muertos y lo venció.

Ël se levantó para que usted y yo podamos levantarnos también.

Salmo 34: 19 dice “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.”

Créalo y confiéselo, y aun en medio del dolor de gracias, porque no hay nada que conmueva más el corazón de Dios que ver un hijo rendido a sus pies.

Salmos 23. El Señor es mi pastor

El Señor es mi pastor, mi socorro viene de lo alto.

«Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tú vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
«

El Señor es mi pastor

Este es un hermoso salmo de David, en el cual no solo encontramos bellas frases, sino una oración de Fe, dicha y entonada por uno de los hombres de fe más fuertes que encontramos en la biblia.

Muchas veces nos encontramos en tiempos de aflicción y desesperación, no somos ajenos a pasar tiempos difíciles en nuestras vidas, aunque tengamos a Dios, todos pasamos por momentos duros y David no era la excepción.

De hecho David paso todo por lo cual usted y yo pasamos, y aun mas, tuvo hambre, sed, supo lo que era tener enemigos sin merecerlo, sufrió traiciones y hasta lo buscaba para matarlo, su propio suegro, Saúl, que por celos quería asesinarlo.

De modo que si usted pensaba que esta hermosa declaración de David había sido escrita porque la vida le sonreía, pues debo decirle que no es así.

El Señor es mi pastor y es su pastor.

Es en los momentos más sombríos de David, el no elevaba quejas, sino que de su boca salía alabanza y la declaración que la provisión, protección y la misericordia estarían con el todos los días de su vida.

Es muy fácil alabar a Dios cuando todo está bien, pero alabar a Dios en tiempos de prueba y aflicción es toda una declaratoria de la fe que profesamos a diario.

Tenga la seguridad que en medio del desierto que pueda usted estar atravesando, Dios le dará lo necesario para que nada le falte, cubrirá sus necesidades, porque es una promesa dada por El, que nada falta a aquellos que le temen.

Dice este salmo que El Señor confortara nuestra alma, y buscando la definición exacta de esta palabra, encuentro que significa, otorgar fuerza o vigor luego de un esfuerzo físico, y también dar animo o consuelo.

Por lo tanto si usted está cansado, desanimado, o no logra vislumbrar la salida a sus necesidades, mire al cielo porque de allí viene su socorro y su fortaleza.

Poderoso y misericordioso es nuestro Dios que allí donde usted se encuentre, y en la condición que se encuentre.

Si El ve en usted un corazón que sinceramente lo busca, y cree en su palabra Dios lo consolara, lo fortalecerá , al lado de pastos verdes lo pastoreara y suplirá todas sus necesidades.

El mismo Dios que tenía David es el que usted y yo tenemos, Él no ha cambiado y es el que usted y yo debemos conocer cada día.

De modo que levante su ánimo, no mire la circunstancia, mire al cielo, y no se trata de cómo algunos dicen por ahí “vivir en las nubes, o vivir fuera de la realidad”, se trata de vivir por fe.

Porque todo se resume a ello, podemos hacer mucho, pero si no creemos que El aun hoy se mueve a favor de sus hijos, tanto como lo hacía en tiempos de David, entonces es cuando nos encontramos peleando solos.

Luche con el escudo de la palabra, declara «el Señor es mi pastor» y tomado de su fe, y su vida será otra.

Conclusión:

Este salmo dice que el bien y la misericordia nos seguiran todos los días, en otras palabras no andaremos nosotros corriendo detrás de conseguir lo bueno, sino que lo bueno nos va a saeguir y nos alcanzará.

La misericordia de Dios estará siempre para nosotros, entienda algo, Dios es bueno, y desea bendecirnos siempre. Confíale a Dios tu camino.

Romanos 12:1-2 Deberes cristianos

Deberes Cristianos, instrucciones que Pablo nos ha dejado.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Esta es la carta que el apóstol Pablo escribe a los romanos, a la iglesia que está creciendo y aprendiendo a caminar en Dios, y deja en esta hermosa carta una serie de instrucciones, y deberes cristianos, hoy nos abocaremos a estos dos versículos.

Antes de conocer a Cristo, nuestros cuerpos estaban llenos de pecado y no nos importaba usarlo mal.

Pero cuando nos hemos entregado al Señor, nuestro cuerpo pasa a ser de Él, por lo cual nos insta a presentarlo como un sacrificio vivo y santo.

Hay un pasaje que podemos enlazar a esto que estamos hablando y está en 1 Corintios 6: 19 que dice “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

En el antiguo testamento se hacían sacrificios muertos, pero a partir de Cristo hay un sacrificio vivo, que fue El, quien fue a la cruz en obediencia a su Padre, pero venció y resucito.

Cuando hemos conocido la verdad, esta nos hizo libres, y nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo y sacrificio vivo para Él.

El espíritu Santo renueva nuestra mente y nuestra vida.

Somos instrumentos de Dios en la tierra, somos su boca y sus manos.

Mientras que Jesús camino en la tierra solo unos pocos tenían el privilegio de verlo, tocarlo y sentirlo, pero al ascender a los cielos, y enviar su Espíritu, ahora Jesús mismo vive en cada uno de los que le amamos.

Pablo nos dice cuáles son los deberes cristianos pero también nos instruye en la renovación de nuestra mente.

El Espíritu Santo nos renueva

Cuando nos convertimos realmente y de corazón, nos damos cuenta que sufrimos una especie de metamorfosis, y que no podemos reconocernos muchas veces a nosotros mismos.

Ahora somos capaces de hacer cosas que antes no hubiéramos hecho, pensamos de modo distinto y rechazamos cosas que antes nos seducían.

Incluso los demás al oírnos o ver nuestras actitudes y pensamientos, notan que ya no somos lo que fuimos. Dios saca la mejor versión de nosotros.

Es que cuando Dios entra, transforma, esa es una señal muy fuerte de que usted está caminando rectamente y si aún no lo logra , ore, pida y el Espíritu Santo está listo para redargüir y hacerle ver que cosas debe renovar y o sacar de su mente.

Por ultimo Pablo nos habla acerca de la voluntad, déjeme decirle que si usted quiere vencer el pecado o cambiar algunas actitudes con  su propias fuerzas, fracasara, porque lo cierto es que somos débiles.

Conclusión:

Pero la palabra dice que Dios se perfecciona en nuestra debilidad, por lo tanto si usted le entrega su voluntad al Señor, y le dice con sinceridad “no puedo con mi fuerza y mi voluntad pero busco la tuya”, usted vera como El hará la obra y lo que usted no lograba vencer, lo hará.

Tenemos un Dios experto en retos difíciles, un Dios para el que nada es imposible y tenga la seguridad que si le ha entregado su vida, Él tiene un propósito para usted.

Si santificamos nuestro cuerpo y renovamos nuestra mente esa voluntad agradable y perfecta se verá manifiesta en nosotros.

Rut 1: 19-21 Como enfrentar los cambios en la vida

Cómo enfrentar los cambios de la vida, la historia de Noemí es un gran ejemplo.

19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara;porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.

21 Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?

Noemí habia sufrido el peor de los dolores, pero su Dios tenia planes para ella aún

Aquí encontramos una Noemí que sale con su nuera Ruth de Moab hacia su antiguo hogar en Israel, luego de haberlo perdido todo en la tierra de Moab, acaba de perder lo más amado, lo único que un ser humano no está preparado jamás para perder, un hijo.

Es que el ser humano no está diseñado para enterrar un hijo, sino al revés, pero a veces la vida da esos vuelcos y solo la paz y el consuelo de Dios pueden traer sanidad y restauración.

En el caso de Noemí, no solo perdió un hijo, perdió los dos y a su esposo, quedo viuda y sin hijos en un país extraño y decide despedir  a sus nueras y volver a la tierra de sus padres.

Ella siente que ya no tiene nada en aquel lugar. Una de ellas se va, pero la otra, Rut, decide quedarse a su lado y desde ese momento, juntas emprenden el camino.

Todos pasamos por momentos duros

Cuantos de nosotros hemos pasado por situaciones de cambios tan bruscos en la vida que nos dejan sin ánimo, con una tristeza absoluta y con la sensación de que Dios se la ha tomado con nosotros.

Tal es el caso de Noemí, que dice “llámenme a partir de ahora Mara”, que significa “Amarga”, porque Dios me ha amargado la vida.

La amargura muchas veces toca la puerta de nuestra vida, y pensamos que Dios nos ha dejado o que el pecado nos ha traído castigo y juicio.

Esta mujer decide empezar de nuevo en otro lugar pero llena de esta amargura que no la deja ver nada bueno en su futuro.

Dios nos lleva a descubrir cómo enfrentar los cambios de la vida

La historia más adelante nos cuenta como su vida cambia y Rut es protagonista de esos cambios y las alegrías que llegan a la vida de Noemí.

Esta mujer vuelve a tener un bebé en sus brazos producto de la unión que ella ayuda a generar entre Rut y Bos.

A veces podemos creer que nuestra historia ya no tendrá un buen final, que nada nos espera adelante, que lo hemos perdido todo.

La buena noticia es que para los hijos de Dios siempre hay un nuevo capítulo, porque sus planes y pensamientos para con nosotros son más altos y no alcanzamos a verlos o imaginarlos siquiera.

Los más fuertes finales en la vida, siempre son el preludio de nuevos comienzos, así que aprendamos a cerrar capítulos bien y a mirar al cielo para recibir lo nuevo que Él tiene para nosotros.

Somos renovados y todo es hecho nuevo

La biblia dice en 2 Corintios 5:17  “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

Por fuertes que sean las tormentas en tu vida, siempre llegara la calma, si te aferras a la fuente de vida que es El Señor, el dolor cesara, habrá consuelo y todo será hecho nuevo.

Dios puede sorprenderte de modos que jamás has soñado, créelo, abraza esa promesa y esa esperanza para tu vida.

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Mateo 16:20-24 Tomar la cruz

21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.

22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.

23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

El poder de Jesus y la cruz

Aclaremos que significa tomar la cruz.

Tomar la cruz no hace alusión a aquellas cosas que cada día vivimos, que son parte de la vida, situaciones familiares o personales que nos traen tristezas o preocupaciones.

No se trata de esto el hecho de tomar la cruz, ya que todo eso forma parte del caminar en el mundo y de la vida misma.

Tomar la cruz es una acción voluntaria, cuando decidimos seguir a Jesús y clavar juntamente con El nuestros deseos, pecados, egoísmo o vanagloria.

Es no vivir más por nosotros mismos o por nuestros deseos sino vivir pegaditos a Cristo y en Cristo.

Tomemos nuestra cruz

Es llevar a la cruz nuestras debilidades y malos deseos y decirle a Jesús, vive en mí, reina en mi corazón y ayúdame a parecerme a ti.

No hay cristianismo real si primero no pasas por la cruz, no puedes tener una relación con El ni tampoco ir a lugares espirituales más altos, si no pasas por la cruz primero.

Hay un poder que sale de la cruz, no como símbolo al cual adorar, sino como el lugar donde Jesús venció.

El único digno de ser adorado es El Señor que fue a esa cruz por propia decisión.

Hay quienes tienen un concepto errado y piensan que si siguen a Jesús los problemas acabaran, pero no es así, muchas veces te encontraras en medio de tormentas donde parece que todo acaba.

Pero no temas, Él está en control.

El enemigo en reiteradas ocasiones quiso convencer a Jesús de no ir a la cruz, ya que el sospechaba que en ese momento estaría perdido, y que la salvación de Dios para nosotros sería un hecho.

En esta ocasión vemos a Pedro preocupado por Jesús, queriendo evitar que vaya a la cruz y Jesús lo reprende, ya que sin saberlo Pedro está siendo usado por el enemigo.

Pero, Él es el Dios que deja muy claro que da su vida y la vuelve a tomar. Va esa cruz de forma voluntaria y en perfecta obediencia a su Padre.

Cuando Pedro quiso defenderlo en Getsemaní, Él fue muy firme al decirle “guarda la espada”, en otras palabras, “no quieras frenar la voluntad del que me envió”.

El dejo su trono para ser crucificado en un acto de humildad y amor como solo nuestro Dios es capaz de realizar y nosotros cuando decidimos pasar por la cruz, dejamos nuestros pequeños “tronos” de orgullo, egoísmo y debilidades.

Aun estando en la cruz, la gente quería que Jesús se bajara para demostrarles que era el Mesías, pero El no actuó según la opinión de algunos, sino que hizo la voluntad de su padre.

Por esto al final dijo “consumado es”, ya todo estaba hecho.

El soporto la cruz sin importarle la vergüenza que esta representaba por amor a cada uno de nosotros.

Mateo 10: 38 dice y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”

El Señor te acepta como eres, y murió por ti, pero eso no significa que te dejara como estas, sino que te transformara y sacara lo mejor de ti, pero para eso, debes tomar tu cruz y seguirlo.

Gálatas 2:20 también nos dice  “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mi”

Si estás aquí por primera vez y quizá no conoces mucho de las escrituras, déjame decirte que esto no significa que entregar la vida a Jesús, representa algún tipo de sacrificio.

Él nos ama

Todo lo contrario, el sacrificio lo hizo El por ti, y lo único que espera a cambio es que rindas tu vida a fin de perfeccionar su obra en ti.

En lo personal se lo que es vivir lejos de Cristo, y se lo que es vivir bajo las alas del Señor, y no hay mejor lugar.

Cuando logramos rendir nuestro corazón, ir a la cruz y decirle “Señor ayúdame a clavar allí todo lo que me frena, ensucia y me lleva a una vida vacía”, es cuando Dios empieza un proceso de transformación, restauración y la promesa de una vida abundante se deja ver en nosotros.

Acércate a la cruz y entrégale tu vida a Jesús

Conclusión:

Podrán venir todas las tormentas, pero el Dios todopoderoso esta de tu lado para sostenerte porque mayor es el que está contigo, que el que está contra ti dice la palabra de Dios.

Crée, acepta a Jesús en tu corazón y tu vida cambiara.

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Juan 8:1-11 «Ni yo te condeno»

«Ni yo te condeno», es que El nos limpia, Mateo dice: «8  y Jesús se fue al monte de los Olivos.

Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?

Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

El que este libre de pecado tire la primera piedra

Que relato más hermoso, al leer este pasaje muchas cosas podemos aprender, además de la evidente misericordia de Jesús hacia esta mujer pecadora.

Podemos ver de qué forma tan profunda Jesús conoce el corazón del ser humano, que supo cómo iba a reaccionar la multitud ante su respuesta.

Evidentemente que ellos estaban esperando una respuesta de Jesús que les diera un motivo para poder acusarlo.

Si decía que no la condenaran, estaría faltando a la ley que decía que había que apedrear a quien fuera sorprendido en este acto, y si respondía que la mataran estaría en contra del decreto romano que les impedía a los judíos ejecutar a nadie por ellos mismos.

La Sabiduria de Jesus

Por lo cual, con una sabiduría y una calma yo diría que feroz, solo dio esa respuesta que confronto el corazón de cada uno de ellos.

Todos los que allí estaban dispuestos cuales jueces prontos para condenar, en segundos hicieron una inspección de sus vidas y la aceptación de pecado en cada uno de ellos los hizo voltearse y determinar alejarse de allí.

Imagino por un segundo lo que sería estar en los pies de aquella mujer, en el suelo, a los pies de Jesús, del Dios hecho hombre que aún no levantaba sus ojos para mirarla sino que los tenía en tierra mientras dibujaba con sus dedos, no sabemos que dibujaba, porque las escrituras no nos lo cuentan.

Que amor tan grande veo en ese momento en que los ojos de Jesús se posan en aquella mujer, que de seguro se encontraría envuelta en lágrimas y temor.

Pero esa mirada de Jesús, y sus palabras fueron todo lo que ella necesito para ser libre y amar a este Señor que acababa de darle una nueva oportunidad en la vida.

Un antes y un despues de Jesus

Creo que este encuentro de esta mujer con su salvador marco su vida, es que cuando nos encontramos con ese amor y la seguridad que nos genera estar cerquita de Él, nuestra vida y nuestro interior cambia por completo.

Sabiendo ya El la respuesta, le pregunta, donde están los que te acusaban y condenaban? ni yo te condeno, vete y no peques más…

Esa respuesta hace arder mi corazón, y espero que mientras imaginas esa escena tu corazón se desarme de amor por El.

Su mirada y su palabra la hizo sentir libre,  perdonada, amada, es que Jesús no ha venido a condenar, sino a salvar.

Jesus te perdona y te hace libre

Ella ya estaba en el piso, más profundo no podía ya caer, pero El no quería dejarla ahí, sino levantarla de ese lugar.

«Ni yo te condeno»

Creelo, El no te condena, quiere levantarte, no importa cuán sucio creas que estas, ni cuanto te acusen, él no te acusa, te perdona, limpia y restaura.

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