La ultima cena, el nuevo pacto establecido por Jesús, y la reconciliación entre Dios y los hombres a través de Él.
7 Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.
8 Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos.
9 Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?
10 Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,
11 y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?
12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.
13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.
14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.
15 Y les dijo!Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!
16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.
17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;
18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.
19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
Que era la pascua Judia y que festejaban y aun lo hacen en esa semana?
Pongámonos en contexto de que era lo que en esa semana se estaba festejando en Israel, y que hasta el día de hoy se festeja, ellos festejan y comen la pascua recordando cómo fueron librados de la esclavitud de Egipto por Dios, y librados de la muerte de los primogénitos a través de la sangre de un cordero.
Para esto, esa noche hace miles de años atrás, por orden del Señor debían sacrificar un cordero perfecto y sin ningún defecto, y compartirlo en una cena, y con su sangre debían marcar los linteles de su puerta, y así serian librados los primogénitos de su muerte.
Y el pueblo de Israel fue liberado por Dios de la esclavitud de la mano de Moisés y guiado por Dios mismo posteriormente.
Esto es lo que el pueblo judío festeja hasta el día de hoy, y Jesús esa noche también compartió esa cena, como tantos años antes lo había hecho, pero esa noche era diferente, porque esa noche seria la noche en la que a través de Él, otro pacto vendría a los hombres, y esa copa y ese pan tomarían otro significado.
El cordero perfecto para este nuevo pacto, es Jesús.
Jesús dice que había deseado pasar esa pascua con sus discípulos, como tantos de nosotros a veces deseamos tener momentos inolvidables con quienes amamos, Jesús sabía lo que venía a partir de esa noche, y necesitaba compartir esa cena con ellos, y enseñarles acerca de ese nuevo pacto, que quizá algunos no lo entendieron inmediatamente, pero si posteriormente.
Esa copa significaba ahora la sangre del único cordero perfecto y sin mancha, pues Dios mismo se estaba proveyendo el cordero, y era El mismo, quien pagaría a precio de sangre por tu libertad y la mía, no solo de una libertad quizá de una nación, sino que estaría pagando por tu libertad espiritual y el perdón de tus pecados.
Dios se ofreció a sí mismo en rescate por nosotros.
La raza humana esta caída y solo a través de Jesús podemos ser salvos, esa noche El marco un nuevo comienzo y compartir esa cena y aun hoy cuando los cristianos compartimos el pan y el vino, nos recordamos que a través de Jesús todo cambio y hoy tenemos perdón de pecados, estamos bajo la gracia de Dios.
En aquel tiempo, y aun hoy el pueblo judío lo hace, comparte en estos días, panes sin levadura, y en 1 Corintios 5:7 dice 7” Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.
Pablo se refiere a la levadura como el pecado, es lo mismo que decir límpiense de pecado, para que sean nueva criaturas, porque Cristo es nuestra nueva pascua.
Esa cena deseada por Jesús, marcaba un nuevo amanecer para nosotros.
Jesús marco un nuevo comienzo aquella noche, y por su sangre hemos sido limpios de pecado, esa cena, que era una cena y un momento intimo con sus amigos y que Él lo deseo tanto, porque necesitaba ese contacto con quienes lo amaban.
Esa noche les enseño acerca de la humildad, mas adelante en otro articulo hablaremos acerca del lavado de pies, que tenia un significado en aquella época, y que luego de la cena, Jesus lavo los pies de cada uno de sus discípulos, esa noche estuvo cargada de enseñanzas.
Quiza hoy tengas que reconocer que necesitas comprender el signifiado de los días que estamos viviendo y recordando, y necesitas tomar de aquellas enseñanzas que nos llevan a la humildad y el dar la vida por el otro, si Jesus fue capaz de arrodillarse y lavar los pies, que en realidad debería ser al revés, porque conservamos tan fervientemente nuestro orgullo y nos negamos a perdonar?.
El sacrificio de Jesus como el cordero perfecto y sin mancha te dio la libertad.
Recordemos aquella cena, y traigamos a memoria lo que Jesus ha hecho por nosotros, en esa noche El necesitaba ese intimo momento con sus amados, y seria lo ultimo bueno que recordaría en los próximos días que vendrían, pero se encargo de enseñarnos todo lo que debíamos saber.
Esa cena, significo también, una enseñanza no solo para sus discípulos, sino para nosotros, marco un nuevo significado de ese festejo pascual, el sacrificio de ese cordero perfecto a través del único perfecto, el hijo del Dios viviente, Jesús.
Conclusión:
Si nunca conociste a Jesús, te invito a hacerlo, ábrele tu corazón hoy, y arrepiéntete de aquellas cosas que te han manchado, Dios quiere y puede limpiarte sea lo que sea que hayas hecho, Jesús murió por ti.
Quizá hasta hoy has vivido ignorando mucho de Él, o solo lo que aprendiste a través de la religión, pero nunca viviste a Jesús, ten presente que si hoy tienes una oportunidad es porque el pago por tu rescate, pero no para atarte a Él, sino para darte libertad.
Dile conmigo: “Señor Jesús, abro mi corazón, entra en él, y límpiame de todo pecado, hazme de nuevo Señor y enséñame a caminar como tu hijo, en el nombre de Jesús, Amen”.