El quebrantamiento me lleva a aceptar mis errores y defectos, esta debe ser una de las cosas que al ser humano mas le cuesta, y sin embargo es lo que nos hace bajar de ese lugar de orgullo y muchas veces para esto debemos ser quebrantados.
24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
Contexto.
Siempre me llamo la atención este pasaje, y he oído varias enseñanzas acerca del mismo, pero hoy me gustaría que viéramos ese quebranto en el muslo de Jacob.
Jacob esta luchando con el angel de Dios, este hombre que habia conseguido la bendición de su padre mediante engaños y que siempre habia tenido que luchar por todo, hoy luchaba otra vez por conseguir una bendición.
Y yo me pregunto, si de verdad es necesario tanta lucha por conseguir algo que Dios desea mucho darnos.
El no sabia de otra cosa en la vida, siempre habia tenido que pelear para conseguir lo que fuera.
Hasta para casarse con Raquel que era el amor de su vida, debio trabajar 7 años para su suegro, pero como al engañador, lo engañaron y le dieron a la hermana en vez de a Raquel debio trabajar otros 7 años mas.
A veces venimos con costumbres que hay que desarmar.
Dice que el angel lo toco y lo descoyunto para que dejara de pelear, si me pongo a imaginar la situación, pienso, si ese varon de Dios hubiera querido, podría haber vencido a Jacob muy fácil.
Sin embargo, dejo que Jacob peleara y luchara, hasta que en determinado momento y al ver su testadurez, lo hirió para frenarlo.
Y Dios a veces permite que situaciones nos toquen y nos frena.
Cuando Jacob fue quebrantado, entonces tuvo un dialogo con el angel de Dios, este le pregunto su nombre y si sigues leyendo el texto en tu biblia ese es el momento en que recibe el cambio de nombre de Jacob a Israel.
Dios nos tiene paciencia.
A veces creemos que podemos con nuestras propias fuerzas alcanzar la bendición o cosas que deseamos, y luchamos sin darle lugar a Dios en nuestra vida.
Nos creemos autosuficientes, y Dios tiene una gran paciencia con nosotros, el Señor nos permite todos esos actos de orgullo, porque son procesos de aprendizaje por los cuales debemos atravesar.
Reconocer...
Lo importante es poder reconocer finalmente la necesidad de Cristo y de su intervención en nuestra vida, solemos agotarnos de tanta lucha, siendo que todo lo podemos en Cristo.
En ocasiones el capricho termina cuando somos quebrantados, es como un punto final de Dios frente a nuestros “caprichos”, pero el quebrantamiento, lejos de ser un castigo es una oportunidad.
Jacob alcanzo la bendición luego del quebranto.
Luego de ser quebrantado, de haber quedado herido, los “sumos” de Jacob bajan, y logra hablar con el angel del Señor, logra en primer lugar oir y responder de acuerdo a lo que oye.
Y recibe su bendición, no por su lucha, sino por el quebranto de su alma.
Jacob entiende que responder a la voz de Dios, una simple respuesta, lo lleva a quebrar su orgullo y entender que solo una dependencia total de Dios nos lleva a una mejor etapa en nuestra vida.
Admitir nuestras fallas.
Aceptar errores y admitir que nos equivocamos es la puerta de entrada al corazón de Dios.
Quien se crea autosuficiente o perfecto esta errando el camino.
No caigamos en el error de creer que por ser cristiano, un líder, o pastor no podemos equivocarnos, y muchas veces seremos confrontados y no nos gusta, pero es necesario.
Los fariseos fueron confrontados.
En tiempos de Jesus los religiosos de la época fueron confrontados con una realidad que no les gustaba, no abrieron el corazón para dejar entrar lo nuevo y se perdieron la oportunidad de recibir a su Mesías.
Seas quien seas en Dios y en el puesto que estés, si no tienes la capacidad de oír y evaluar cuando eres confrontado, entonces estas en peligro de que el orgullo reine en tu corazón.
Todos somos pecadores, pero lo importante es reconocerlo y vivir quebrantados delante de Él, para ser menos como nosotros y más como Cristo.
No pierdas la oportunidad de oir a Dios cuando te habla, aunque eso muchas veces signifique oir cuanto debemos cambiar.
El quebrantamiento en el corazón es el reflejo de que el orgullo fue vencido.
Mateo 23:12 dice 12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Y esto aplica para todos, nuevos o viejos cristianos, porque no hay justo ni aun uno dice la palabra.
Por tanto, busca al Señor y no permitas que el orgullo te haga continuar desgastando tu vida hasta quedar sin fuerzas con tal de no humillarte ante aquel que es el único que no se equivoca jamas.
Conclusion:
Si estas sufriendo quebranto, no es una mala noticia, es tu oportunidad de aprender a depender de Dios en forma total y absoluta.
Y si aun estas luchando como Jacob por alcanzar lo que sea, recuerda que lo único que generara en tu vida una bendición es lo que viene de la mano del Señor.
Deja de gastar tu vida y tus fuerzas permitiéndole al Señor actuar, porque cuando tus fuerzas se terminan comienzan las de El.
Mientras estes en el proceso de “lucha”, el Señor te dira, “bueno cuando pidas mi intervención ahí estare”.
Te invito a orar juntos, entregale tu corazón y tu vida, dile conmigo:
“Señor Jesus, te entrego mi vida y mi corazón, perdona mis pecados, reconozco mis fallas, y te pido que intervengas en mi vida, me pongo en tus manos, Amen”.