Lucas 19:1-10. Jesús vino por los perdidos.

Jesús vino por los perdidos, los enfermos son los que tienen necesidad de médicos, no los sanos, El vino a rescatar a todos aquellos que se encuentran perdidos, aun al más pecador de pecadores.

19  Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.

Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de

Estatura.

Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

Cuando hay necesidad de Jesus, buscamos abrirnos paso para verlo y oirlo.

Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Jesús había entrado en Jericó, esa ciudad que muchos años antes, había sido conquistada de manera sobrenatural, todos recordaremos que fue tomada al sonido de las trompetas, tal y como el Señor había ordenado, en este tiempo de Jesús, viene de paso a visitarla y en el camino encontramos a Zaqueo.

Este hombre, pecador, y para nada querido por el pueblo, ya que era una persona que se aprovechaba de la gente, y les cobraba en ocasiones más de lo que correspondía, se había hecho rico, la realidad era que si alguien hubiera dicho, que este hombre terminaría cenando con Jesús, no lo hubiera creído nadie.

Hay momentos en los que tenemos que buscar a Jesus desesperadamente, sorteando cualquier obstaculo, Zaqueo se subio a un arbol con tal de verlo, cual es el arbol al que te debes subir tu?, buscalo porque El esta deseando encontrarse contigo, solo espera un paso tuyo, y El hara el resto.

Cuenta la biblia que Zaqueo era de baja estatura, él quería ver a Jesús, había mucho entusiasmo y algarabía por la entrada de Jesús en Jericó, y él no se lo quería perder, pero para poder verlo, tuvo que atravesar esa multitud y tuvo que encontrar la forma para poder lograrlo, y su manera fue subiéndose a un árbol.

A veces deberás subirte a “un árbol” y buscar ese encuentro.

Muchas veces en la vida nos encontramos luchando incluso con nuestros propios argumentos, con nuestra incredulidad, o con las voces de personas a nuestro alrededor dando cada una su punto de vista, o recomendándonos esto o aquello, pero de nosotros depende llegar a Jesús.

El está ahí pasando por tu camino, y abierto para cenar contigo si tú buscas y deseas verlo y conocerlo cara a cara.

Hoy día no podríamos sentar a Jesús físicamente en nuestra mesa, pero si en nuestro corazón, y te doy testimonio que cuando Él se sienta en el trono de tu corazón, realmente tu vida da un vuelco.

La vida de Zaqueo dio un vuelco de hecho, Jesús paso por debajo de aquel árbol, y lo miro, y le dijo por el nombre “Zaqueo, baja porque hoy ceno contigo”.

Las personas alrededor comenzaron a murmurar, porque los religiosos no podían comprender que un Rabino pudiera sentarse a comer con un pecador como él.

Pero Jesús rompía esquemas.

Jesús, cenaba con pecadores, charlaba y perdonaba a las prostitutas, tocaba a los leprosos, y no tenía problema en mezclarse en medio de aquellos que no eran “santos”, porque Jesús no era un religioso, Jesús era el hijo de Dios hecho carne y vino a buscar a los perdidos.

El no vino a buscar a los que ya están bien encaminados, sino a aquellos que dan tumbos en la vida sin saber qué rumbo seguir, el que está enfermo es quien necesita un médico.

Jesus esta con sus brazos abiertos, para recibir a todo aquel que lo buscque de corazon, no importa ni tu condicion ni tu pecado, El vino a rescatar lo que se habia perdido, vino por ti y por mi, y en esta semana santa mira al cielo, y pidele que entre a tu vida.

Por eso si tú eres un líder, un pastor, si estas en un lugar de liderazgo, que tu iglesia esta abierta para todo aquel que necesite una palabra de parte del Señor, no importan su ropa, ni su aspecto, ni su pecado, importa que se acerque a Jesús.

Luego de esa cena y esa charla con el Señor, Zaqueo toma la decisión de devolver multiplicado a todo aquel que hubiera estafado, y me imagino a la gente atónita ante esto.

Cuando Jesús toca la vida de alguien, esa vida, cambia, Él es el Dios de oportunidades, y si tú oyes lo que tiene para decirte y le crees tu vida puede cambiar también.

Zaqueo tomo una decisión que imagino no ha de haber sido fácil, porque devolver multiplicado, le implicaría en cierta medida un perjuicio, pero se traza un camino para convertir su vida.

Y ese sería el principio, no estaba dándolo todo, sino que devolvería lo justo, pero lo importante es que estaba tomando una decisión.

Y todo depende de que lo decidas.

Hoy también quizá tengas que tomar una decisión, y para tomarla, primero oye lo que el Señor te está diciendo, y luego pon manos a la obra, decídete a caminar rectamente y en todo lo que hagas serás prosperado y apoyado.

Conclusión:

Es tiempo de buscar a Jesús, de oír su voz, de invitarlo a tu vida y darte vuelta en algunas cosas que no están bien en tu vida, decídete a seguir a Jesús.

Cuando tomas la decisión, Jesús te respalda, no importa lo que hayas hecho en el pasado, ni tampoco cuantas personas te acusen, cuando Él te perdona, eres limpio.

En la cruz y a través de su sangre somos limpios de todo pecado, Zaqueo lo busco con hambre espiritual, y Jesús lo sacio.

Si crees que lo que has hecho es imperdonable, o que nadie te volverá a mirar nunca, hay esperanza en Cristo para ti, pide perdón, acércate, ábrete paso en medio de tantas voces y en medio de tus pensamientos.

Busca el rostro del Señor que hoy está aquí para decirte, “si te arrepientes te perdono”.

Te invito a abrirle tu corazón si nunca lo has hecho, o si hace tiempo que estas lejos de Él, dile conmigo:

“Señor Jesús, me arrepiento de mis pecados, límpiame y perdóname y ayúdame a hacer las cosas distintas en mi vida, te entrego mi corazón, cámbiame y ayúdame, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Mateo 21:1-9. Jesús entra en Jerusalén.

Jesús entra en Jerusalén, este día se lo conoce como “Domingo de Ramos” ya que cuando Jesús entra a la ciudad la multitud lo recibe calurosamente y a su paso van recibiéndolo con ramos de olivo y palmas.

21  Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Befaré, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos,

diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos.

Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.

Se cumplio la profecia de Isaias.

Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,

Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó;

y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.

Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino.

Jesus entra a Jerusalen, y es el comienzo de la ultima semana de Jesus, su tiempo habia llegado, el momento en el que fuimos redimidos por El.

Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: !!Hosanna al Hijo de David! !!Bendito el que viene en el nombre del Señor! !!Hosanna en las alturas!

Este pasaje nos cuenta que Jesús, antes de entrar, envía a dos de sus discípulos a buscar el burro en el que posteriormente entraría a la ciudad, esto lo hizo porque en el libro de Isaías estaba escrito que el Rey de los judíos entraría sentado en un pollino.

Me pregunto cómo sabia el Señor que allí había un pollino, y se me ocurre que él era Dios hecho hombre y todo lo sabía, aunque también puede ser que conociera al dueño, ya que además se adelanta a decirles que era lo que debían responder, y así lo hicieron.

Este día seria el día en el que comenzaba la última semana de Jesús, el tiempo había llegado.

Esta semana es muy importante para todos aquellos que creemos en El, y recordamos este día como el día en el que voluntariamente El entro a esta ciudad, aun sabiendo que los religiosos de la época no tardarían en lanzarse encima de Él, pero lo hizo por ti y por mí.

La gente lo recibió con canticos de alabanzas, le decían “hijo de David”, ya que era descendiente de David, el Mesías debía ser descendiente de David, entonces este detalle es muy relevante.

Hosanna es una palabra que tiene su origen en el hebreo, y significa “salve” o Dios salva.

Miles de personas estaban en Jerusalén para la celebración de la pascua, era una semana muy importante, y Jesús entraba a esta ciudad siendo aclamado por una gran multitud como el heredero del trono de David, como su rey.

Él estaba cumpliendo las escrituras entrando sobre aquel pollino, pero lo hacía como un Príncipe de paz, lo hacía con el amor y la humildad dignos de un verdadero Rey.

Cuando Jesús entro, lo hizo sin temor, aun sabiendo que los religiosos no perderían esa oportunidad, sin embargo, El entro como el Rey y el Mesías esperado, y no se molestó en esconder tal condición, sino que todo lo contrario, Jesús sabía que su tiempo había llegado.

Y así, iniciamos la última semana de vida en la tierra como uno de nosotros de Jesús, entrando a Jerusalén, aun sabiendo a lo que se iba a exponer, pero eligiendo hacerlo en obediencia al Padre y por amor a todos nosotros.

Conclusión:

Los religiosos de la época no supieron ver a quien tenían adelante, no supieron ver quien entraba a la ciudad y el orgullo y la soberbia se apodero de ellos, mi pregunta para ti es, sabes quién es Jesús?

Jesús, no es un cuento bonito, ni un santo ni tampoco un gran filósofo, ni es el inicio de una «religion», porque Jesus desafio toda estructura religiosa, Jesús es el hijo de Dios hecho hombre, que entrego su vida en rescate por la tuya.

Este Dia domingo de ramos, recordamos el momento donde Jesus entra a esta ciudad llena de religiosos que no desaprovecharan el momento para apresarlo, pero ese acto de Jesus, que posteriormente lo llevara a la cruz, sera su victoria y nuestra libertad.

Y un día como hoy, entro a Jerusalén y en paz desafío todas las estructuras religiosas de la época, porque Dios no se rige por normas de hombres, sino que nos sorprende con sus formas únicas, y hoy golpea la puerta de tu corazón y te dice, “déjame entrar”.

Si nunca has recibido a Jesús, esta es una  buena oportunidad para hacerlo, dile conmigo, “Señor Jesús, perdona mis pecados, límpiame y restáurame, enséñame a conocerte más y más, me entrego a ti y te dejo entrar a mi vida, Amen”.

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Miqueas 6:8. Que pide Dios de ti.

Que pide Dios de ti, aquí está muy claro, y quisiera que juntos desmenucemos este pasaje y tengamos claro que es cada cosa.

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Este pasaje de Miqueas es tan claro y especifico, marca con muchísima claridad aquellas cosas que son claves en cualquier persona que sigue al Señor.

Está separando en tres acciones lo que el Señor nos pide.

La primera es “hacer justicia”.

Busque para definirte que significa justicia, y encontré varias opciones, pero una que creo que es la más clara es que es el principio moral que nos lleva a determinar dar a cada uno lo que a cada uno le corresponde.

Te resalto que el Señor no te dice impartir justicia o no te dice que emitas un juicio sino que nos dice, “hagan justicia”, en otras palabras, si ves algo que no es justo, pues tu haz lo que debas hacer para realizar justicia, y entendamos bien este principio.

No está hablando de hacer justicia por mano propia, ni nada que se le parezca, habla de que si ves a alguien sufriendo, ayúdalo, se justo con tu prójimo, no mires a otro lado cuando ves a alguien en necesidad.

Tiendele la mano a quien veas en necesidad, de eso habla Dios cuando se refiere a hacer justicia, a no mirar solo como un espectador, sino a ayudar a los que te rodean y ser su luz, y sus manos.

Muchas personas simplemente miran cuando alguien está padeciendo algún maltrato y dicen que horrible, pero, no buscan el modo de ayudar, ya sea mediante el consejo como en la búsqueda de acercarle una solución.

No somos quienes para juzgar, ya que todos y cada uno de nosotros somos pecadores, pero si, cuando veo algo que no es justo, cuando veo a alguien en necesidad, intervengo, dentro de mis posibilidades en pos de ayudar.

Si ves a alguien ser maltratado, o humillado, o ves a alguien sufriendo de discriminación, tu eres un hijo de Dios, luz en medio de las tinieblas, no mires hacia otro lado.

Se la boca de Dios, y dale a quien esta dolorido un consuelo y una mano amiga.

Eso es hacer justicia, eso es lo que Dios pretende de nosotros, no solo te limites a orar por alguien, si esta en ti poder ayudar, hazlo, porque todo lo que hagas por otro en privado, Dios te lo recompensara en público, es promesa de Dios.

La segunda es “amar la misericordia”.

Ama hacer lo bueno, no lo hagas porque “debes” o porque Dios quiere que lo hagas, busca alinear tu corazón con el corazón de Dios, mira como Jesús mira, y no te será una carga hacer lo bueno.

Cuando tu comienzas a hacer, en tu corazón simplemente sentirás una paz que solo viene del cielo, y aunque la salvación no es por obras, sabes que Jesús haría lo bueno.

Por lo cual nosotros somos imitadores de Jesús, y hacemos las obras que el hizo.

Ten misericordia del otro, como Dios ha tenido misericordia de ti, cuantas veces somos respondones con el Señor, o cuantas veces le fallamos, o luchamos con una debilidad y ahí está el Señor restaurándonos y perdonándonos.

Porque entonces no podemos tener misericordia de los demás?, porque te pones tan recto y nunca le dejas pasar nada a nadie?

Todos erramos, todos nos equivocamos y aun mas, todos pecamos, siempre hay algo que nos hace tambalear y es solo por la misericordia del Señor que podemos seguir.

Ofrece a los demas, la misma misericordia que recibes del Señor, perdona como eres perdonado, y se paciente al igual que El tiene paciencia contigo.

Cuando vayas a condenar a alguien con tus dichos, recuerda cuantas veces al día el Señor tiene de ti compasión, incluso como padres terrenales, recuerda como Dios nos tiene paciencia, del mismo modo actuemos con nuestros hijos.

Ama la misericordia, así como tú le pides misericordia a Dios para ti, ten tu misericordia para los demás, si eres líder, o pastor, ten misericordia de los que están a tu cargo, porque luchan con sus debilidades, carácter y cosas de la vida diaria, al igual que tú lo haces.

Y la tercera es “humíllate ante Dios”.

Dobla tus rodillas más habitualmente, búscalo todos los días, y recuerda que no somos perfectos, no es por nuestros talentos ni por nuestras fortalezas que podemos hacer la obra de Dios, sino por nuestra disposición a oírlo y obedecerlo.

Cuando logramos entender que humillarse delante de Él, es lo mejor que nos puede pasar, nos gozamos en hacerlo más y má.

Hay grandes promesas detrás de humillarnos delante de Él.

En la biblia Dios se refiere a “humillarse” como el acto de reconocer y aceptar mi condición de humano y que sin El nada podemos hacer, humillarse es un sinónimo de someternos.

Ponte bajo su cobertura, dandole todo de ti, y sin reservas dale su lugar en tu vida, reconocelo en todos tus caminos, y reconoce tu necesidad de El.

Y mira las promesas en torno a este reconocimiento y sometimiento al Señor:

Santiago 4:7 dice Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

1 Pedro 5:6 dice Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

Cuando nos sometemos a Dios, El pelea por nosotros y nos defiende, cuando nos humillamos ante El, entonces cuando sea el momento y en el lugar y ante quienes corresponda Él nos exaltara.

Si te humillas dándole todo tu ser al Señor, y le dices, Señor esto es lo que soy, imperfecto, estas declarando con humildad que solo no puedes, pero con El, si podrás.

Entonces Él te abraza, protege y no habrá nada que pueda contigo.

Si aprendes a humillarte ante El, entonces serás humilde con los que te rodeen, sabiendo que no eres brillante eso de: “uh cuan bueno soy en determinada área”, o  “que gran predicador soy que cuando hablo los demonios tiemblan”, no, cuando eres humilde sabes que si algo tienes, es porque el Señor está en ti respaldándote.

Conclusión:

Entonces, haz justicia de la buena, de la que Dios quiere que hagas, no como la del mundo, ama tener misericordia con los demás, como Dios tiene de ti, y humíllate ante Dios para llenarte de humildad para con los que te rodean, y Él te bendecirá.

Si aún no has conocido a Jesús, yo te invito a que le entregues tu corazón a Dios y cambies tu vida vacía por una vida abundante, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, perdóname y límpiame, hazme una nueva persona, quiero parecerme más a ti, me declaro a partir de hoy tu hijo/a, en tu nombre, Amen”.

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Deuteronomio 7:8-9. Dios es Fiel.

Dios es fiel, está con nosotros y nos guarda incluso a pesar de que nosotros no somos tan fieles siempre.

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

Jamas nos abandona.

Si algo he aprendido en esta vida que he vivido, es que aunque nosotros seamos infieles, y rebeldes, Dios permanece fiel.

Él nos amó con un amor inigualable, nos ha sacado, como dice este pasaje, de la esclavitud y nos ha liberado de la mano de nuestros opresores.

Quizá has vivido por mucho tiempo lejos del Señor, viviendo tus propios caminos, yendo por donde tu corazón te llevaba, pero si el Señor te ha llamado, tú eres de Él, y no nos abandona.

A veces llegamos al extremo, antes de ir a la cruz y hablar con el Señor, y recordar que en esa cruz quedaron clavados nuestros pecados, y que El nos ama por sobre todo, y aunque nosotros nos olvidemos de El, El no se olvida y no nos deja, permanece fiel a nosotros, esperando que nos volvamos a el de corazon.

Muchas veces nos permite que andemos por esos caminos y experimentemos lo que nos generan, no por puro capricho de Él, sino porque nos ha dotado de Libre albedrio, o en otras palabras, soy dueño de elegir si lo sigo o no.

Pero no importa donde vayas, ni cuán lejos estés de Él, en tu corazón, aunque estés frio como el hielo, y duro, ni aun así, el Señor te abandona.

Quizá notes que aun en los peores momentos cuando ya crees que esta vez si te derrumbas algo sucede, y una luz de esperanza llega, eso, querido lector, no es suerte, ni son los muchos amigos que puedes tener, es la misericordia infinita del Señor que a pesar de tu rebeldía, guarda tu vida.

Durante muchos años en los que estuve lejos del Señor y viví muchas y variadas cosas por las cuales debí pasar, siempre  en el último momento algo pasaba y me salvaba, y llegue a atribuir esta cuestión a la suerte, hay quienes se lo atribuyen a que tienen un “ángel”, pero lo cierto es que no es el ángel, ni es la suerte, es el amor de Dios.

Dice este pasaje que Dios es misericordioso, y que esa misericordia alcanza no a una ni a dos, sino a mil generaciones.

Tu y los tuyos recibiran de El.

Quizá alguien en tus antepasados, alguna vez ha entregado su corazón a Él, y tú has sido alcanzado por esa promesa, o quizá tú, eres la primera generación, y esa misericordia alcanzara a tus generaciones futuras.

Quiero decirte, que su fidelidad es para siempre, permanece fiel aunque tú lo ignores, aunque te olvides de Él, puedes andar rebelde por ahí, pero aun así, Jesús esta con los brazos abiertos para ti.

No significa que si andamos por malos caminos, nada malo nos sucederá, claro que sí, si nos exponemos a lo malo, tarde o temprano nos tocara, pero Dios es muy misericordioso, y siempre estará allí dándote la oportunidad de que eleves tu mirada al cielo y clames por su ayuda.

El permanecerá fiel aunque este en silencio.

Cuando estamos lejos, o cuando nos estamos enfriando, aun sin darnos cuenta, a veces nos parece que El no está, que se ha ido, pero no es así.

De todos modos es importante que reaccionemos y demos vuelta, esta vez en dirección al amor de Dios para con nosotros.

El Señor fue tan fiel que aunque no lo tomamos en cuenta, aunque muchas veces lo hemos rechazado, Él se sacrificó por nosotros, y en ese sacrificio nos dio la libertad para la esclavitud en la que estábamos inmersos.

Dios ha sido fiel siempre, hace unos días, recordaba cómo era mi vida antes de volver mi corazón a Él, y recordé como cada vez que creía que iba a hundirme había una mano que me levantaba, yo no sabía que era la de Él.

Conclusión:

Quizá tú te encuentres en una situación similar, quizá no sabes cómo viene la ayuda, y pienses que viene de la mano de alguien más, pero quiero que sepas que la misericordia de Dios mueve a quienes tienes alrededor en tu favor, aunque a veces no lo sepas.

Y esa fidelidad y misericordia, no es solo para ti, sino para los que vienen después de ti, para tus hijos, nietos, y hasta mil generaciones, porque esa fidelidad nunca se acaba.

Buscalo, clama a El y El te respondera.

Si crees que nadie te ama, que estas solo, que no tienes ninguna ayuda, mira la cruz, y recuerda que mientras Jesús colgó en esa cruz, clavo juntamente con El, a principados y potestades, tus pecados y todo lo que te ataba.

El vino para darte vida y vida en abundancia, abre tu corazón a su amor y a su presencia, el Señor no te dejara jamás, el hombre puede mentirte, o decepcionarte, pero El jamás lo hará.

Si nunca le has abierto el corazón, te invito a hacerlo, dile conmigo, “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona mis pecados, entra a mi vida y enséñame más de ti, hazme una nueva criatura, en el nombre de Jesús, Amen.”

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Colosenses 2:8-19. Conocer el camino.

Conocer el camino es tan necesario en nuestras vidas como hijos de Dios, estar firmes en el Señor y sabiendo hacia dónde y cómo vamos es muy importante en ese caminar.

Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

El se llevo todo en esa cruz.

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la circuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

El Apostol Pablo velaba por su crecimiento y su direccion.

La carta a los colosenses, apunta a aclarar dudas a esta iglesia, y a alentarlos al crecimiento necesario para poder estar firmes.

El  hace su tarea de Apóstol y guía a la iglesia y vela por el crecimiento y los acompaña no importa cuán lejos se encontraba.

Hay muchas personas o filosofías que hoy abundan en el mundo y te alientan a ir por tal o cual camino, y hasta a veces esos caminos no parecen ser nada malo.

Y quizá no lo sean, pero no te llevan a Jesús, por lo cual, no es el camino que debes de recorrer.

Hay muchos caminos, algunos te prometen llevarte al mismo lugar, otros te prometen la paz, pero solo uno es el que te lleva a la salvacion.

Incluso entre los creyentes hay iglesias o grupos que en su fervor a veces equivocan el camino, y comienzan a mezclar cosas que no son ni necesarias para ningún cristiano ni tampoco son convenientes.

La palabra de Dios misma nos dice, en 1 Corintios 10:23 23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

Hoy te estoy escribiendo acerca de este tema, luego de ver en muchos lugares acerca de cierta tendencia de algunas iglesias cristianas, tomando practicas pertenecientes al judaísmo, y a costumbres acerca de cosas que Dios había establecido en el antiguo testamento.

Jesus ha establecido con nosotros un nuevo pacto, es a traves de El, nada mas hace falta.

El apóstol Pablo, le está diciendo a la iglesia de los colosenses, cuidado porque ustedes ya están completos en Cristo, ustedes han sido limpiados, en pocas palabras les esta diciendo, Jesús en la cruz ha establecido la victoria sobre principados, les ha perdonado.

Jesus, el nuevo pacto, por El todo cambio.

Jesús es el nuevo pacto entre Dios y los hombres, pero a veces hay una clara tendencia a ir a tomar la ley que Dios había establecido en el pacto que había hecho con los hombres antes de Jesús y esta el deseo de establecerla, quizá con el afán de no desobedecer a Dios en nada.

Pero cuando no hacemos según lo que Él ha dicho en el nuevo pacto, que todo en Jesús fue hecho y es a través de Él la salvación entonces, estamos desobedeciendo.

Dios ha hecho nuevas todas las cosas, a traves de Cristo, tomate de su mano, y siguelo sin objeciones, y te llevara a sus propositos.

Antes de Jesús, Dios dio leyes a los hombres, y en esas leyes había un montón de decretos, de instrucciones dadas a los seres humanos para de algún modo restablecer la relación con Dios, que se había destruido luego de la desobediencia de Adán y Eva.

No necesitas rituales ni costumbres, no estas bajo la ley mas, estas bajo la gracia.

Pero en la mente del Señor, que ve mucho más allá que la nuestra estaba Jesús y esa salvación que viene a través de Él, y que ya no necesitamos ni dejar de comer esto o aquello, ni tampoco guiarnos por ciertas prácticas festivas, que en el contexto cultural y en el tiempo que fueron establecidas eran las que hablaban de Jesús.

Tales practicas, eran «sombra» de lo que vendria, pero ya vino.

Por eso dice aquí en Colosenses en el último verso que te compartí, el 17, dice que eran “sombra” de lo que había de venir, eran la sombra de Cristo Jesús.

Todo aquello que se vislumbraba, un día fue hecho y cumplido, Jesús hecho carne, y con ese sacrificio en la cruz del calvario, marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.

El camino hacia la salvacion, ya esta marcado, no se trata de hacer esto o aquello, sino de seguir los pasos y las huellas de nuestro Señor.

Y todo lo que hasta ese momento funcionaba, cambio, El anulo todo aquello que nos condenaba y nos abrió paso a un nuevo tiempo, y a un nuevo pacto con el Señor.

Nosotros estamos bajo la gracia de Dios y no bajo la ley.

Entregate a Jesus, y disfruta de la sana libertad que El nos ha otorgado, El pago por nosotros un alto precio.

Tú y yo no vivimos bajo la ley, sino bajo la gracia, a través de Jesús, y no te hace falta hacer más nada que creer en El y seguirlo como tu Señor y salvador, y obedecer todas las cosas que Él nos ha enseñado.

La ley fue hecha para marcar las cosas que estaban mal, y que el ser humano pudiera tener una clara dirección, pero, la ley no salvaba a nadie.

Conclusión:

Jesús es quien salva, Él es quien nos ha dado una nueva oportunidad, nosotros por ejemplo no necesitamos circuncidarnos,  como era la costumbre judía, instrucción dada por Dios a Moisés, porque nuestra circuncisión es a través de Jesús.

Todo es a través de Jesús, porque Él es el nuevo pacto.

Búscalo a Él, y busca una iglesia donde te prediquen de Él, donde te enseñen a conocerlo más y más, no sigas doctrinas porque la doctrina no es lo que salva, síguelo a Él, y busca pastores y guías espirituales que sepan bien enseñarte acerca de su palabra.

Conoce todo lo que fue antes de Jesús, y conoce el tiempo de gracia que se abrió a través de Jesús, y en esta próxima Semana Santa que se acerca, recuerda que festejamos la muerte y resurrección de Cristo.

No hace falta que hagas ninguna practica más que entregarle por completo tu corazón y tu vida.

Si nunca lo has hecho, te invito a entregarle el corazón conmigo ahora, dile, “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdóname y límpiame y ayúdame a conocerte más y más, me entrego a ti, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Romanos 3:24-25. Somos Redimidos.

Somos redimidos por medio de Jesús, el pago por nosotros con precio de sangre.

24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.

Hemos recibido perdon.

Hemos sido redimidos por el Señor, y es importante entender primero que significa esto, cual es el significado de esta palabra que tanto oímos.

Redimir es el acto de liberar a una persona de una deuda, de una situación de esclavitud o de cualquier situación que te mantenga atado o comprometido a algo que hiere.

Jesús vino a pagar el precio por nosotros, antes estábamos en una situación de esclavitud, estábamos atados al pecado, a la condenación de nuestra alma y no había esperanza.

Las cadenas que nos mantenian cautivos se rompieron, y fuimos rescatados por Jesus, el camino esta abierto, el unico camino es El, no busques otros porque no te llevaran a ninguna parte, Jesus es el camino, la verdad y la vida.

Pero cuando Jesús vino se llevó sobre si, toda deuda.

Muchos no entienden porque Jesús debió morir, algunos solo piensan cuando ven la película acerca de la muerte de Cristo, y ven esa situación como una terrible situación y que malos los que lo crucificaron, pero, hay mucho más detrás.

Pago por nosotros.

El vino a morir por nosotros, en los tiempos del antiguo testamento, el pueblo de Israel cada año hacia sacrificios y mataba dos machos cabríos en lo que ellos llamaban “expiación” y a través de ese sacrificio tenían perdón de los pecados de ese año y así sucesivamente cada año debían hacerlo.

Cuando Cristo vino a la tierra, Él fue nuestra expiación, una vez y ya no son necesarios más sacrificios, la perfecta ofrenda fue entregada en sacrificio por nosotros.

Pagada a traves de Jesus, estaba toda la deuda de la humanidad.

En esa cruz Él se llevó y condono todo pecado, todo tu mal historial, y abrió un camino al Padre que te deja en libertad para poder acercarte a El sin obstáculos.

El camino está abierto, lo único que debemos hacer para recibir ese perdón y esa libertad que ya nos fue ganada en la cruz.

Lo unico que debemos hacer es acercarnos y reconocer nuestra necesidad de perdón y nuestras faltas.

Ya Él ha pagado el rescate por ti, por mí y por todos y cada uno de los que habitamos esta tierra y los que vendrán, no hace falta más sacrificios, la historia se partió en dos.

Lo que antes cuando se vivía bajo la ley de Moisés hacía falta, ya no más.

La ley solo sirve para abrir nuestros ojos y mostrarnos cuales son nuestras faltas, para enseñarnos que es lo que se puede o no hacer, pero la ley en sí misma no salva a nadie.

Por eso, Dios decidió que El mismo pagaría el rescate y nos daría la salvación.

En esa cruz se pago el precio por tu rescate.

No te pidió que te sacrifiques tú, ni que sacrifiques a alguien más, nada de eso hace falta, solo reconocer a Jesús como Señor y Salvador de tu vida, El estableció un nuevo pacto con nosotros a través de Cristo.

Ese nuevo pacto es para ti y para todos nosotros.

En el antiguo testamento, Dios había hecho pacto con su pueblo, y a través de Moisés les dio las tablas que contenían sus mandamientos, y había establecido normas y formas en las cuales podían mantener una relación con El.

Pero Cristo vino para renovar aquel pacto, y darnos además de las enseñanzas de lo bueno y lo malo, la forma en la que ya no hacía falta nada más que abrir el corazón.

El hizo simple todas las cosas para nosotras.

Cargo con nuestros pecados, con nuestras iniquidades, con todo el peso de la humanidad, y aquel que no había pecado jamás cargo con esa suciedad sobre El, para que nosotros podamos ser limpios a través de su sangre.

Conclusión:

Si crees que para nadie has tenido valor, acuérdate de lo que Jesús hizo por ti, y entenderás cuán importante eres, y que aunque aún no habías nacido en aquella época, ya el Señor te conocía.

Hemos sido libres y perdonados en Jesus.

Pablo en esta carta a los Romanos nos está diciendo, El ya propicio el pago por nosotros, nos ha dado redención y nos ha limpiado con su sangre de todos nuestros pecados.

Acercate.

Acércate al Señor con libertad y confianza, Él es bueno, y te recibe no importa la condición en la que estés, ni tampoco todo lo malo que hayas hecho, Él tiene perdón para ti.

Si nunca le has abierto el corazón, hazlo ahora, dile conmigo “Señor Jesús, gracias por tu perdón, límpiame de pecado, te abro mi corazón, recíbeme como tu hijo y enséñame a comenzar de nuevo en ti, en el nombre de Jesús, Amen”

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Mateo 18:11-13. Jesús el buen pastor.

Jesús, el buen pastor, mientras que muchos pierden tiempo en juzgar a quien se perdió, él va en busca del perdido, sin acepción de personas.

11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?

El es el buen pastor, que busca a la que se perdio, y la carga de regreso.

13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.

Para El eres importante.

No eres un caso perdido para el Señor, ni tampoco una pérdida de tiempo, ni una molestia, es tanto el amor del Señor por cada uno en forma personal, que aunque este con 100 ovejas, si una se va, pues allí va detrás de ella.

Los pastores de ovejas, si es que alguno queda, supongo que en algunos países si, sabrán que esto es así, y que ellas dependen absolutamente de que alguien las guíe para no exponerse inocentemente al peligro que las acecha.

De algún modo la biblia nos compara con ovejas, porque de alguna manera somos parecidas, a veces vamos de aquí para allá, confiados en que nada nos pasara, que todo está bien, a pesar de que el Espíritu Santo te advierte de mil modos.

No hay nada que hayamos hecho que logre que el Señor te deseche.

El vino a este mundo a darse a sí mismo en obediencia y sacrificio por todos y cada uno de nosotros sin excepción, no solo por los que lo siguen obedientemente sino por cada uno que ves en la calle que quizá caminan sin fe, ni Dios ni esperanza.

Vino a librar a los cautivos, dar vista a los ciegos, y salvación a los perdidos.

Cuando Dios te ha llamado, no te dejara, no importa lo que hagas ni cuanto trabajo le des al Padre, ni que tan rebelde, no se dará por vencido contigo.

Dios cree a veces más en nosotros, que nosotros en El.

Casi obligadamente debo decir que por años me olvide que Dios existía, y camine en los caminos que mi corazón me llevo, pero la palabra de Dios dice muy acertadamente, que engañoso es el corazón más que todas las cosas.

Y lo curioso es que no volví porque una persona me invitara a volver a Dios, volví porque Jesús mismo en su misericordia me busco, me intercepto y cuando Él te busca, tu vida cambia radicalmente.

Jesus esta aqui hoy diciendote, levantate, vuelve a casa, fortalecete en mi, El no te ha olvidado ni abandonado, para Jesus tu eres valioso, seca tus lagrimas y dejate amar por el Señor, consuela tu alma, te perdona y restaura.

Yo no sé cómo estas tu que me estás leyendo hoy, quizá conociste al Señor y te alejaste de Él, quizá hace años no oyes su voz o no oras, o quizá estas yendo a una iglesia, pero tu corazón esta con dudas.

Hoy estás leyendo esto y no es casualidad, Dios te está hablando acerca de su gran amor y misericordia.

Él no te juzgara por tus debilidades, no las aplaude pero te comprende, y te dice “fortalécete en mi”.

Tomate de la mano del Señor, diga el débil fuerte soy, no importa si tu comunidad o tu iglesia te ha entendido o si no te han llamado, Jesús te está llamando.

Tienes hoy una comunicación directa del cielo a tu vida, donde el autor y consumador de la vida, el mismo que murió por ti y resucito y te dio nombre te está llamando, y está yendo en tu búsqueda.

Dios no busca a los perfectos, sino a los dispuestos.

Quizá tu pienses que no eres bueno para Dios, que no tienes nada para dar, que no estas apto para seguir el camino del Señor.

Quiero decirte que Jesús eligió un puñado de apóstoles que no eran estudiosos o instruidos, más bien eran unos rudos pescadores y tenían mucho para mejorar en sus vidas, sino mira los ejemplos de la biblia, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento.

Pedro, el impulsivo y con ese difícil carácter, Tomas luchaba con su incredulidad,  Pablo perseguía cristianos, David gran siervo de Dios, derroto a Goliat y fue rey pero, peco deseando la mujer de otro, y tantos ejemplos como esos.

Entonces, Dios desea o aplaude y premia tales acciones?

Claro que no, pero Dios no deshecha, sino que en tus debilidades te hace fuerte, de tus errores te enseña, y saca lo mejor de ti, Jeremías 15:19 dice:

“19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. “

Dios te ama tanto, que te transformara, que sacara lo mejor de ti, separara lo bueno de lo malo, y te potenciara en aquellas cosas que sean lo mejor de ti.

En esa cruz hay perdon y salvacion para ti, en esa cruz El se llevo tu pecado y te dio una esperanza de vida.

Conclusión:

Jesús va por ti, no importa en qué circunstancia te encuentres, si te vuelves a El de todo corazón, si le pides perdón, y dejas que te toque, Él tiene poder para restaurarte.

Nos hizo así como somos, cada uno con nuestro carácter, pero nos debe pulir, en lo que somos débiles, se glorificara dándonos fortaleza, y en nuestros errores se glorificara enderezándonos.

Él es el buen pastor, y un padre bueno, no se cansa de esperar por ti, ni se cansa de tenerte paciencia, pero atiende a su voz, ya no permitas que el enemigo se burle de ti, mira al cielo, y ponte a cuentas con El.

Jesús no te olvida, quizá te hayas golpeado en este tiempo, y a lo mejor sientes que el cielo está en silencio, pero El está hoy diciéndote, estoy cerca, tan cerca que si apenas susurras te responderé.

Si quieres ponerte a cuentas con El, o si nunca le has entregado el corazón, te invito a hacerlo ahora, dile conmigo, “Señor Jesús, abro mi corazón, perdóname y restáurame, ayúdame a seguirte y fortaléceme, en el nombre de Jesús, Amen”.

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1 Samuel 1: 9-19. Derramar el alma.

Derramar el alma, o en otras palabras rendir nuestra vida entera, esa fue la diferencia entre la bendición y la esterilidad.

Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.

12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.

Cual es el area de tu vida que aun no has rendido? o quiza sea tu vida entera la que aun no has derramado, toma ejemplo de Ana, y entregate a El, y no te arrepentiras, porque Dios es bueno, es un padre amoroso que espera este paso para ser parte de tu vida y obrar a tu favor.

13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.

14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.

15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.

16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.

17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.

18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Rama. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

La historia de una mujer de Dios.

Esta historia de esta mujer, es una de mis preferidas, la historia de esta mujer que sufría a causa de no poder tener hijos, para ponerte en contexto te resumo un poco lo anterior para que si no conoces bien la historia puedas entender el entorno de Ana.

Estaba casada con Elcana, un hombre al que amaba, y él la amaba, a su vez el tenía otra esposa, Penina, recuerda que estamos hablando de otra época y de otra situación cultural en la cual aún estaba permitido todo esto y no se veía mal, Ana era la mujer a la que Elcana amaba y Penina era la que tenía los hijos.

Todos los años iban juntos al templo a adorar a Dios, y cada vez que eso ocurría, Penina se burlaba de Ana por no tener hijos, Penina se sentía bendecida y miraba a Ana con desprecio por aquello que no podía alcanzar.

Tienes una Penina a tu alrededor?

Cuantos de nosotros tenemos una Penina a nuestro alrededor?, seguramente muchos, pero Ana no se quedaba estancada en enojarse, sino que su angustia iba directamente al trono del Padre.

La clave es quitar los ojos de nuestra «Penina» y ponerlos en el Señor.

Un día, cansada de esto, fue al templo y nos cuenta esta historia que era tanta la angustia que se arrodillo y lloro como nunca antes lo había hecho, al punto de que Eli, el sacerdote la creyó ebria, pero cuando ella le explico la bendijo.

Que esterilidad hay en tu vida?.

Puedes tomar esta pregunta apuntando solo a si tienes hijos o no, y si no los puedes tener, quizá es tiempo de dejar esa necesidad en manos de Dios, y derramar tu alma como Ana lo hizo, pero también esa esterilidad puede tener que ver con que cosas te faltan.

Te falto amor? Compañía? Seguridad en cualquier area? Hay una clave para llegar a la bendición y es rendir el corazón a Dios, es un principio que no podemos obviar.

Para recibir del Señor, primero tenemos que haber pasado por el paso de la rendición de nuestra vida, voluntad y corazón, por la obediencia tal y como Jesús lo hizo.

Si me estás leyendo por primera vez, quizá pienses, entonces Dios es un Dios que exige que no piense por mí mismo, o que no decida por mí, o es tirano por esto?

No, Dios no es un Dios que pide que te rindas a Él por el solo hecho de que lo hagas, sino porque es a partir del momento en el que dejas que El obre cuando su mano se mueve a tu favor.

Solo cuando nos entregamos de corazon, y buscamos de El, y entendemos que nada podemos hacer fuera de El, entonces ahi es cuando Dios comienza a obrar, dobla tus rodillas delante de El y buscalo a diario.

La biblia describe lo que Ana hizo como derramar el alma, yo te lo podría describir como cuando ya no podemos más, y entonces entregamos todo eso con lo que ya no podemos y le decimos, Señor aquí esta, y aquí estoy yo, perdóname y obra tú.

Si quieres hacerlo tú, El no interfiere.

Cuando tú aun eres dueño de tu voluntad y aun no has entregado esa parte de tu vida y de tu ser, cuando aún eres guiado por tus emociones y por tus propios pensamientos por encima de los de Dios, El no interfiere, porque te ha hecho libre.

Pero, si tú quieres que recibir algo que no puedes alcanzar, primero indefectiblemente tienes que vencer la carne que te lleva para aquí y para allá, porque para el Señor, tu ser interior vale más que cualquier tesoro.

Darle al Señor todo de uno mismo, no es sacrificar nada, si tu sientes que es un sacrificio y que si entregas todo, vas a perder algo, entonces aun no conoces al Dios de Ana, aun no has tenido un encuentro personal con Jesús.

En el momento que de corazón y con la voluntad y el alma rendida ante Él es cuando realmente la paz del Señor nos inunda, y su presencia se mueve, y ahí es cuando te dice “bueno, ahora estas donde te esperaba, ahora me estas dejando pelear por ti”.

Porque todo el que se acerca al Señor, se enamora de Él, y nada se compara a estar en su presencia.

Dios es bueno, y nada de lo que le entregamos a El cae en saco roto, todas tus oraciones, todas tus lágrimas y todo lo que le entregas, el Señor lo multiplica y lo fructifica.

Más adelante en la historia, vemos como dice en el verso 19, dice “y Jehová se acordó de ella”. Esto significa que luego de ese día en el que ella tomo la decisión de poner su vida y su causa delante del Señor, Él le dio lo que su corazón tanto anhelaba.

Y Dios le permitió embarazarse y dar a luz a Samuel.

Cuando tu tienes una relacion con El, recibes todo lo que tu Padre tiene para ti.

No sé cuál es el “Samuel” que anhelas, no  sé si es un hijo, si es un trabajo o la conversión de tus hijos, o quizá una situación familiar o emocional, tantas cosas que pueden estar sucediendo en tu vida, pero sea cual sea eso que sientes inalcanzable, piensa si has dado el primer paso que si o si debes dar.

Conclusión:

Solo cuando el ser humano acepta que es dependiente del Señor, es cuando puede recibir todo lo que Él tiene para él.

Si nunca le entregaste tu corazón a Jesús este es un buen momento para hacerlo y derramar tu alma delante del Señor, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él, perdóname y límpiame, y hazme una nueva criatura, acéptame y obra en mi vida, me entrego a ti y te dejo hacer, en el nombre de Jesús, Amen”.

Busca la voluntad de Dios y no la tuya, tal y como Jesús nos enseñó, porque quizá tu desees algo y Dios te diga, no es por aquí sino por allá, porque El ve más allá, déjate guiar y llegaras a tu tierra prometida.

Y de seguro que el “Samuel” que Dios te dé, será mejor de lo que tú mismo podrías haber alcanzado en tus fuerzas.

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Josué 1:9. Se valiente.

Se valiente, en todas las cosas que debas enfrentar, recuerda que eres un hijo de Dios y que si Dios es contigo, quien contra ti?

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Quien era Josue.

Este es un corto y muy conocido versículo del primer capitulo del libro de Josué, pero en que circunstancia fueron dichas estas palabras por el Señor?

Primero, recordemos para poner en claro, quien era Josué, él era el asistente de Moisés en una primera instancia, fue uno de los espías que Moisés había enviado a la tierra de Canaán y fue uno de los dos que trajeron una observación positiva acerca de lo que habían visto.

Cuando Dios le advierte a Moisés que va a morir, nombra a Josué como su sucesor y líder para seguir guiando a su pueblo para tomar la tierra prometida.

El verdadero nombre de Josué era “Oseas” pero Moisés le cambia el nombre por Josué que su significado es “Jehová es la salvación”.

Desde todas las épocas hemos necesitado que Dios nos salve.

Josué no fue levantado como líder por puro capricho sino porque era un hombre en quien dice la palabra que tenía un gran espíritu, o dicho de otro modo, en el moraba el Espíritu de Dios.

Si vamos apenas unos versos más atrás, encontramos como Dios le habla cara a cara a Josué y le da instrucciones claras, y lo reviste de la seguridad de su presencia, y le promete estar con él y darle todo lo que pise la planta de sus pies.

Josué 1:5 dice Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Muchas veces nos encontramos frente a situaciones que nos ponen tensos, que no sabemos cómo actuar, busca dirección en el Espíritu Santo, y ten presente que esas promesas continúan vigentes.

Pero si lees este libro con atención, y aun un libro antes, el libro de Deuteronomio, te darás cuenta que la bendición y el favor de Dios siempre viene ligado a la obediencia a su palabra y a seguir en detalle la dirección de Dios.

Si tú tienes un sueño y no sabes cómo alcanzarlo, no busques caminos alternativos que solo te alejaran más de tu bendición, y seguramente harán que te pierdas, busca el camino por donde Él quiere que camines.

Si quieres llegar a tu meta, debes caminar sabiendo que tienes a Dios de tu lado, y oyendo su voz como Moises y Josue lo hacian, no sigas tus propios caminos segun tu conclusion, sigue el camino trazado por Dios y podras llegar, esa es la promesa, pero se esforzado.

Dios le dijo “mira que te mando que te esfuerzos”, fue como un tono de “ojo”, mira que esto es lo que yo te mando a hacer si quieres conquistar aquello con lo que sueñas.

Todo requiere un esfuerzo, si tú quieres conseguir trabajo, no lo harás quedándote durmiendo, requerirá de tu esfuerzo, de cuanto te dediques a buscar.

No es que Dios bajara a hacer por ti lo que tú tienes que hacer, ya Jesús hizo lo que tenía que hacer, hizo su parte, lo que Dios te promete es estar contigo y respaldarte en todo lo que hagas.

Y cuando te dice en donde quiera que vayas, es donde sea que Él te haya guiado, y por difícil o imposible que parezca lo que tienes por delante, tendrás su respaldo.

Josué tuvo que continuar y culminar la tarea que Moisés había comenzado y murió antes de poder cruzar a la tierra prometida, pero así como Dios estuvo con Moisés estaba con Josué.

Y así como Dios estuvo con Moisés y con Josué esta hoy contigo.

No hay tarea difícil para Dios, no hay imposibles ni nada inalcanzable por lo cual, yo no sé cuál es tu pelea, ni tu meta, pero se del Dios que tenemos.

Búscalo a El primero, y Él te dará luego todas las cosas, no pongas las carretas delante de los bueyes, primero debes estar a cuentas con El, para tener su respaldo y su dirección.

Conclusión:

Si tú no le buscas, seguramente lo que buscas sea el producto de lo que tú desearías, pero sin dirección, mira primero hacia el cielo, y ábrete a la posibilidad de recibir lo mejor.

Déjate sorprender por el Señor, Dios no es un Dios escaso, y cuando da, lo hace abundantemente.

Incluye al Señor en tu vida, y todo lo que quieras alcanzar bajo su dirección lo lograras, se valiente, porque el camino del Señor es para valientes.

No hay nada que se te ponga enfrente que no vayas a vencer, Dios esta contigo y pelea por ti, la victoria no la tendras por cuan grande eres, sino que es por cuan grande es quien esta contigo.

Si nunca le has dado tu corazón hazlo ahora, o si te has alejado del Señor, es momento de que te pongas a cuenta con El, y lo incluyas en tu vida. Dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona mis pecados y errores, y guarda mi camino, guíame y fortaléceme, se mi Dios, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Mateo 14:22-31. Jesús camina sobre tu tormenta.

Jesús camina sobre tu tormenta, Él no se impresiona de ninguna circunstancia que pueda sobrevenir.

22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.

23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.

Cual es la tormenta que te esta azotando?, ten fe, confia que Jesus esta cerca, y camina sobre lo que para ti es imposible, no le temas al viento y el mar embravecido porque el Señor esta por encima de su limitado poder, no hay tempestado qu ederrote a un hijo de Dios que confia y cree.

25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.

26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!

El nos ve siempre.

Todos conocemos esta historia, y como continua el pasaje, si quieres continuar leyéndolo en tu biblia puedes hacerlo, pero hoy juntos leemos hasta aquí, porque hoy no hablaremos de la fe de Pedro, ni del milagro de Jesús andando sobre el mar.

Hoy hablaremos acerca de la forma en la que Jesús acude a nuestro llamado cuando clamamos a Él, aunque podamos pensar que no nos ha visto, que no se ha detenido por nosotros, El siempre esta.

Habían pasado días predicando, y Jesús había despedido a la multitud, y se había apartado para estar a solas, orar y estar en intimidad con el Padre.

Nos cuenta este pasaje, que subió al monte, mientras los discípulos se adentraban al mar en aquella barca, para adelantarse.

Jesus te ve y ve tu tormenta.

Se hizo la noche, y Jesús estaba allí, pero desde su lugar podía ver no solo la tempestad sino la barca.

Alguna vez te pusiste a pensar, en como Jesús pensaba hacer para reunirse con sus discípulos si les había pedido que se le adelantaran y se llevaron la barca, quizá pensaba buscar a alguien que lo llevara hasta donde ellos estaban, conseguir otra barca, o quizá, caminar sobre la distancia y la dificultad que les separaba.

Cuando la tempestad se levanta, a veces es muy fácil quitar la vista de Jesús, y es ahí, cuando la desesperación y el desasosiego nos envuelven y no sabemos qué hacer ni cómo resolver lo que nos esta afligiendo.

Quita tu mirada del problema y enfocala en Jesus.

Ellos se encontraban así, mirando los vientos y ese mar embravecido, furioso que amenazaba con hundirlos.

Y así nos sucede a nosotros cuando una enfermedad llega, o cuando nos quedamos sin sustento, o cuando la familia está mal.

Jesús estaba en ese monte, en lo alto, pero desde allí, aunque era de noche, y aunque estaba orando, su visión era perfecta, es que desde la perspectiva de Jesús, jamás deja de vernos.

No estas solo.

Si estas sintiendo que estas solo, o que de esta no vas a salir, déjame decirte que Jesús camina sobre tu tempestad, Jesús corre la piedra del sepulcro, porque a Dios nadie lo detiene, no hay nada que lo asuste, porque Él es el dueño de todo lo que ves y de lo que no ves.

Su misericordia y su paciencia es tan grande, en medio de toda esa confusión, miedo y desesperanza, Jesus te dice, “No temas, Yo soy”

No hay nada que Dios desconozca de tu vida, ora y confia en El.

Él es quien pone su vida, y la vuelve a tomar, y lo único que tenemos que hacer para no desesperar en medio de la tormenta o de la prueba que estamos atravesando es recordar que estamos a la vista del Señor.

No hay nada para El escondido, y si Dios te ve, porque se turba tu corazón?.

Si hay algo que el Señor está permitiendo que atravieses, por duro que sea, confía, porque no hay nada en lo que Él no pueda glorificarse, y su misericordia siempre está allí para nosotros.

Dice la palabra que Jesús está sentado a la diestra del Padre, intercediendo siempre por nosotros.

No hay nada que estés pasando que El no este enterado, enfoca tu vista en Jesús, no pierdas tu perspectiva.

Del cielo viene nuestro socorro, El disipa toda tempestad y calma nuestra alma a traves de su palabra y por su misericordia, desde la perspectiva de Jesus, todo esta a su vista, confia.

El está en el lugar alto, desde donde ve y oye lo que sucede, háblale, clama a Él, porque cuando oramos se activa su poder.

Si hay fe, si hay confianza en el Señor, pues simplemente debes estar tranquilo que nada de lo que se presente escapa de su control.

Conclusión:

Esa tormenta llego de pronto, ellos se embarcaron felices luego de los días bellos que habían pasado con Jesús, no esperaban esa tempestad, pero así es la vida.

El mismo Jesús nos dijo que en el mundo tendríamos aflicción, pero nos dijo “confíen”.

No ores para no vivir la tormenta, como quien quiere huir de ella, porque eso no sucederá, todos vivimos pruebas y cosas que se levantan que nos conmueven.

Más bien oremos para que podamos pasar por las tormentas y tempestades con valentía sabiendo que no estamos solos.

Busca la dirección del Espíritu Santo, y enfócate en Jesús, porque Él es el camino, la verdad y la vida.

Si nunca le has entregado a Jesús tu corazón, te invito a hacerlo hoy conmigo, dile:

“Señor Jesús, perdona y límpiame de todo pecado, te entrego mi corazón, entra en él y hazme de nuevo, te entrego toda mi vida, guíame, guárdame y enséñame, en el nombre de Jesús, Amen”.

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