Isaías 40:31 Levanta tus alas como las águilas

pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigará”.

Hay una razón por la cual las escrituras nos comparan con las águilas, ellas sienten cuando se está acercando una tormenta y toman ciertas acciones para esperarlas.

LEVANTA TUS ALAS COMO LAS ÁGUILAS

Ellas se van a un lugar alto y allí, al sentir esos vientos levantan las alas, de modo que ese viento las envuelve e impulsa y ellas vuelan por encima de la tormenta.

Esto me hace reflexionar varias cosas, pero la primera es que hay un lugar al que debemos ir cuando la crisis llega a nosotros.

Es al lugar alto, a ese lugar donde te encuentras a solas con tu Padre y en el que puedes fortalecerte en El, a los pies de la cruz.

REFLEXIONEMOS

Hay dos actitudes que podemos tomar cuando estamos en medio de una tormenta o crisis en nuestra vida.

Una actitud es dejarnos llevar por la ansiedad y actuar como quien no tiene fe ni Dios del cual aferrarse, y entonces de seguro caeremos en angustia o depresión.

O en cambio, tener la actitud que nuestro Dios anhela que tengamos, tomarnos de nuestra fe en El, y de su mano abrir nuestras alas.

Y asi, dejar que Él nos levante, porque el viento fuerte de esa tormenta te llevara mucho más adelante en tu camino.

EL NOS ACOMPAÑA EN LA TORMENTA

Cuando salgas de en medio de ese torbellino, te darás cuenta que Dios te depositara en un lugar de mayor madurez y de una fe mucha más sólida, ya que aprenderás a confiar en Él.

Aprende a confiar en El , en medio de la tormenta

Es muy cierto que nadie quiere vivir situaciones difíciles, pero lo cierto es que ellas vendrán, vivimos en un mundo real y las crisis están a la orden del día, pero quienes tenemos a Cristo en el corazón sabemos que Dios pelea nuestras batallas.

Romanos 8:28  “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”

El desaliento llega a todos nosotros en algún momento y golpea la puerta de nuestra vida.

Si luchamos con nuestras fuerzas pronto sentiremos cansancio, agotamiento, incluso muchas veces podemos llegar a pensar o preguntarnos porque Dios permite aquellas cosas.

Pero el libro de Romanos, nos está diciendo aquí, claramente que todo lo que llega a nuestra vida nos ayuda a bien, toda crisis te empujara hacia delante.

TOMATE DE SU MANO

Toda tormenta que llegue, si nos encuentra tomados de la palabra viva del Señor nos ayudara a formar nuestro carácter y fortalecer más nuestra fe.

Esta es una maravillosa promesa dada a los hijos de Dios la cual, nos deja saber que tendrán nuevas fuerzas aquellos que esperan en El.

Entre la promesa y el cumplimiento de la misma puede haber un tiempo en medio, y es en ese tiempo precisamente, en el que maduraras como creyente.

Aprenderás a tomarte de la mano del Señor y ante la amenaza del enemigo muéstrale la promesa y vendrá la victoria, pero debes esperar con Fe.

Aquellos que no tienen Dios ni fe, pelean solos y es muy común ver personas agotadas, con mal semblante o mal carácter producto de depresión, stress y desgaste emocional.

CONCLUSION

Pero los que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón tenemos al Espíritu Santo, quien levanto a Jesús de entre los muertos, de nuestro lado.

El nos fortalece y nos ayuda a volar por encima de los vientos y nos da la convicción de que la victoria es nuestra, por eso no nos cansaremos ni nos fatigaremos.

Tomate de esa promesa, que es para ti, no es para tu pastor nada más, es para todos aquellos que lo hemos aceptado como nuestro Señor, créelo y tu corazón será fortalecido.

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Salmos 40

Alabanza por la liberación divina

Pacientemente esperé a Jehová,
    Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.

Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.

Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.

Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.

Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.

He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.

10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.

11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.

12 Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.

13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.

14 Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;

15 Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: !!Ea, ea!

16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.

17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.

Salmos 40

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Efesios 3

Ministerio de Pablo a los gentiles

 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;

si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;

que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,

leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,

misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:

que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.

A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,

y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;

10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,

11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,

12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;

13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.

El amor que excede a todo conocimiento

14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,

19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén

Efesios 3

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