Hebreos 13:14-16. Te alabare.

Te alabare, en medio de la tormenta más fuerte, en el desierto, en mis alegrías y tristezas, porque no depende de mi estado lo que siento por ti Señor.

Ojala esa sea también tu oración.

 14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.

15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.

La alabanza no es algo que hacemos solo cuando estamos felices, lo alabamos porque El es bueno y digno, la verdadera alabanza no solo es a traves de la musica, sino que es una expresion del corazon hacia Dios.

La alabanza.

Muchas veces creemos que alabar a Dios es algo que solo tiene que ver con la música, cantar en la iglesia o en casa, y no es así, la alabanza es la expresión de lo que sentimos por Dios que nace desde el corazón.

Y no es un sentimiento ni una expresión que es generada solo por lo bueno que pase en nuestra vida, sino en los momentos de más angustia por los que podamos atravesar.

Ejemplos para nosotros.

Job fue un hombre justo que paso por muchas cosas que no debería a ojo humano haber pasado, lo perdió todo desde sus hijos, economía y salud, pero jamás dejo de alabarlo.

David en medio de sus batallas más feroces daba de continuo alabanza a su creador.

Quizá hoy me puedas decir, no estoy bien, no me siento con ganas de alabar o de cantar, pero este pasaje en hebreos dice “ofreceré sacrificio de alabanza”.

Sacrifica alabanza, no lo alabamos solo porque nos sentimos bien, lo alabamos porque Él es merecedor de toda la gloria y honra.

Porque en medio de la alabanza de su pueblo, Dios obra.

En medio de tu tristeza, el Señor mira tú alabanza como una ofrenda de amor en la cual se contenta y su misericordia te abraza y consuela.

Recuerda que estamos aquí de paso, nuestra ciudad está en el cielo, en las alturas junto a nuestro Padre.

No importa la situacion en la que te encuentres, dale al Señor tu alabanza porque El te ama y ahi donde estas, si le buscas de corazon, su fortaleza vendra sobre ti.

Lo que pasamos aquí es momentáneo.

2 Corintios 4:17 dice 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

Pablo se refería a todo lo que le sucedía como una “leve tribulación momentánea”, y es impresionante leer esto cuando sabemos que estaba sometido a cárcel y castigos por llevar la palabra.

Recordemos estas cosas para que en nuestro corazón despierte la seguridad de que no estamos solos en nada de lo que nos sucede, y que en lo bueno y en lo malo alabaremos a nuestro Dios.

Lo alabamos porque Él es bueno, porque es Santo, porque dio su vida en sacrificio a El mismo en nuestro lugar, y porque estamos tomados de su mano todos los días de nuestra vida.

Tienes motivos para alabarle.

Aunque el mundo te quiera convencer que todo en tu vida está mal, tienes muchos motivos para alabarle, quien sino Él puede sanar tu corazón, limpiar tus heridas y darte la seguridad de la salvación?

Quien tiene de ti más misericordia y paciencia? Con toda seguridad, nadie, Él es bueno.

Oye su llamado y atiende a su voz cuando te habla, a veces en la angustia nos quedamos como sordos y quitamos nuestra mirada del que nos guía.

Su palabra es nuestra luz y nuestra guía.

Fijemos nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, el que nos pasó de tinieblas a luz, el que nos ha dicho que su palabra es lumbrera a nuestro camino.

Salmo 23:4 dice Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tú vara y tu cayado me infundirán aliento
.

David entonaba este salmo aun en la angustia y en la persecución, y confiaba, sabía que aquel que lo había enviado estaba con él, y que Él lo fortalecía.

El cayado en los pastores era como un palo que en el borde superior tenía una curvatura que servía para atraer o direccionar a las ovejas.

De ese modo, como buen pastor, el Señor te “enganchara” y atraerá hacia donde debes ir, y no significa que no encontraras problemas, significa que estará ahí para fortalecerte y cuidarte.

Alábale con todo tu ser.

Eleva tu alabanza, tu adoración a Dios desde el fondo de tu corazón, con las fuerzas que tengas, porque El mira tu corazón y conoce la profundidad de tu amor por El.

Por tanto así sea en el silencio y en el pozo más profundo, elévale tu alabanza, y Él te exaltara y levantara si estas caído.

Porque nada toca más el corazón del Padre que un hijo con lágrimas en sus ojos agradeciéndole aun en medio de la tristeza.

Asi como un buen pastor encamina y direcciona a sus ovejas, El es nuestro buen pastor, el que nos fortalece y nos guarda.

Eres hijo/a de Dios.

No eres un huérfano, eres hijo, eres bendito y amado, si el mundo te da la espalda, Dios está frente a ti, y su fortaleza es su promesa para aquellos que son suyos.

Conclusión:

Si estas triste, alábale, si estas alegre, alábale.

Y si quieres conocer a ese Dios de misericordia y amor del que te hablo, ábrele tu corazón a Jesús, y deja que ese buen pastor enderece tus pasos.

No te promete el Señor que no pasaras tormentas, te promete estar ahí en medio de ellas contigo.

Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él y perdóname de todo pecado, enséñame a alabarte en todo momento y a buscarte cada día de mi vida hasta mi último aliento, en el nombre de Jesus, Amen”.

Artículos relacionados:

Juan 8:3-11. Jesús y su ejemplo.

Jesús y su ejemplo para nosotros, Él es nuestro modelo a imitar y a seguir, por algo es nuestro modelo, El paso por todas las situaciones al igual que nosotros.

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?

Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

Aquella mujer, que todos querian condenar, tuvo una nueva oportunidad, asi como hoy la tenemos nosotros, tomemos ejemplo de nuestro Señor, seamos lentos para enjuiciar a otros y grandes en misericordia, tal y como El es.

10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Contexto.

Jesús como tantos otros días, fue al monte de los Olivos, y allí enseñaba, esa tarde, no fue igual a otras, mientras estaba sentado en algún momento de descanso, nos cuenta Juan que escribía en la arena, le traen a esta mujer.

Los que arrojan a esta mujer a los pies de Jesús, y le hablan son los religiosos de la época, que se regían por la ley de Moisés que claramente establecía lo que ellos le expusieron a Jesús.

Pero en realidad no le estaban consultando, sino más bien, buscando una reacción de Jesús, buscando que diga alguna cosa con la que pudieran acusarlo de ir contra la ley de Moisés.

Yo me pregunto, cuantos de nosotros vivimos algo similar a diario donde nos vemos expuestos muchas veces a responder.

Las redes sociales por ejemplo son una fuente de muchas discusiones  y un lugar donde nos vemos tentados a decir cosas que pueden ir en contra de nuestro testimonio.

Jesús y su silencio.

El en ningún momento lo vemos entrando en polémica ni en una discusión como quizá muchos de nosotros haríamos, tiene a una mujer delante que estaba a punto de morir apedreada y a muchos religiosos queriendo que hable y se condene.

Pero El solo contesta, adelante, el que no haya pecado jamás que empiece la función y tire la primer piedra.

No los miro, ni tan siquiera una vez, siguió en lo suyo, como “despreocupado”, pero expectante.

Es un pasaje realmente impactante, ver a Jesús en ese momento, si me pongo en lugar de esa mujer, estaría desesperada por que El hiciera algo.

Si me pongo a pensar en todo lo que pasaría por la cabeza de Jesús, viéndolo en esa completa paz, pero cuantas cosas estaría pensando.

Tomemos ejemplo del Señor, y no contestemos como lo hariamos en nuestra vieja vida, miremos y hablemos como El lo haria.

Aunque creas que El está quieto siempre está obrando.

Hay una muy  conocida canción que dice exactamente eso, siempre Dios está obrando aunque no lo veamos.

Jesús estaba obrando y haciendo lo que debía para ayudar a aquella mujer, y a la misma vez dando una respuesta que no fuera en contra de la ley de Moisés pero reflejando la misericordia que tiene por cada uno de nosotros.

La ley fue la que de algún modo marcaba todas las transgresiones y las condenaba, era la forma en la que se puso orden en el caos.

Pero Jesús vino a establecer un nuevo pacto con el hombre, y su gracia prevaleció, pago nuestras deudas y nos redimió.

Ve y no peques más.

Es como un padre cuando regaña a su hijo, que lo hace con misericordia, te perdono, no te condeno, pero no lo hagas más.

El hecho de que Jesús no condenara a esta mujer, no significa  que aplaudiera sus acciones, la instrucción era clara, “no peques más”.

“Todos somos pecadores”.

Es cierto, todos somos pecadores, y todos los días luchamos contra el pecado y nuestras debilidades, y Dios lo sabe.

Pero, si ya Él nos ha perdonado y limpiado de determinado pecado, ya sabemos que es algo que no debemos repetir, claro que la misericordia de Dios es grande, y siempre encontraremos sus brazos abiertos si caemos.

Dios conoce tu corazon.

Su misericordia siempre está, pero que no se nos haga costumbre, porque Dios conoce nuestro corazón y nuestros pensamientos.

Una cosa es que luchemos con una debilidad y otra es que deliberadamente nos amparemos en la gracia para seguir pecando.

Por lo tanto, varias enseñanzas podemos sacar de este pasaje, la primera, podemos cerrar nuestra boca, y no contestar aquellas cosas que vienen a nuestra mente sin control alguno.

El Señor es nuestro ejemplo en todas las cosas, el camino entre nosotros y se hizo humano y paso por todas las cosas que cualquiera de nosotros pasamos, y nos dejó huellas que podemos seguir, es posible.

«Ni yo te condeno».

Otra gran enseñanza es el ejemplo de su misericordia, tendemos como cristianos a condenar, aunque con nuestra boca digamos lo contrario.

Somos muy rapidos para condenar a otros, para juzgar y nos olvidamos que solo somos justos por gracia.

Busca en la palabra de Dios conocerlo mas, y conocer su caracter, y ojala esta busqueda nos acerque mas al corazon de Dios y asi poder ser reflejos de su amor.

Hay una clara tendencia a mirar a quienes viven sin Cristo como si nosotros fuéramos los perfectos y ellos los condenados.

Y no hay perfectos, hay personas que por gracia somos salvos, no por merecerlo, por tanto, estamos para llevar el evangelio sin condenar.

Sin legalismos.

Estos que querían apedrear a esta mujer, estaban cumpliendo leyes, pero la ley debe ir acompañada de la misericordia.

Aprendamos del Señor, que es grande en misericordia y lento para la ira como nos dice el Salmo 103:8.

Conclusión:

Si estas pecando, si aun estas enredado en el pecado y no sabes cómo salir, ve a Cristo, Él no te condena, te recibe así como estas, con tus luchas y debilidades.

Iglesia, miremos con misericordia, estamos para alcanzar a los perdidos, a llevar buenas noticias, no a llevar condenación.

Seamos buenos seguidores de Jesús, El dejo huellas claras que debemos seguir.

Si jamás le entregaste tu corazón al Señor, te invito a hacerlo hoy, Él te dice, “yo no te condeno”, sea cual sea tu pecado, Jesús murió por ti, en esa cruz pago por tu pecado y tienes una nueva oportunidad hoy.

Dile conmigo “Señor Jesús, perdona mis pecados, límpiame y recíbeme, ayúdame a mirar y ser como tú, te abro mi corazón, entra en él, en el nombre de Jesús, Amen”.

Artículos relacionados:

Génesis 22:3-13. Fe demoledora.

Fe demoledora es lo que vemos en Abraham en este pasaje, en el vemos a un padre que tiene su confianza en un Dios en el que confía plenamente.

Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.

Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.

Abraham no dudaba del Dios en quien confiaba.

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Hay pruebas muy duras, y tormentas muy fuertes que llegan inevitablemente, pero, si sabemos y conocemos el caracter y confiamos en sus promesas lo que venga lo enfrentamos confiados, darle lo que mas amamos es un paso de confianza.

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

Y Dios proveyo muchos años despues, el cordero perfecto.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.

10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Contexto.

Isaac, su hijo amado, por el cual había esperado años, y quien había llegado por promesa de Dios, a alegrar sus días de vejez y a darle el broche de oro, era a través e Isaac que la promesa de que su descendencia seria incontable, existía.

Imaginate lo que pasaba por la mente y corazon de Abraham,se trataba de lo que mas amaba, su hijo, pero, el sabia que habia una promesa…

Por lo cual, este pedido de Dios a Abraham de entregarlo en sacrificio, era algo que él no entendía, pero aunque no lo entendía pero lo taladraba por dentro, así mismo actuaba en obediencia.

Imagino todos sus pensamientos mientras emprendían esa marcha, el dolor y los sentimientos encontrados de aquel padre que se levantaba temprano y empacaba todo lo necesario para ir a adorar a Dios, pero la orden para adorarlo era entregar lo que más amaba.

Que hubiéramos hecho tu y yo?

El solo pensarlo me estremece, no sé si yo no habría discutido un poco con Dios, seguramente mucho más que Abraham.

Seguramente un pensamiento hasta de enojo para con Dios vendría a mi cabeza, cuantas veces no nos hemos enojado con Dios por algunas cosas que hemos vivido?

Es que es mucho más fácil enojarnos con Dios, que enfrentarnos a la realidad que nuestro problema es la falta de fe y confianza.

Por mucho tiempo incluso sentí que el Señor había casi jugado con el corazón de Abraham sin darme cuenta de cuanta enseñanza encierra este pasaje y vivencia en la vida de Abraham.

Y no solo para Abraham sino para todos nosotros, sin contar que es un pasaje hasta profético.

Porque hay un gran paralelismo entre aquel sacrificio y el cordero que Dios Padre provee, que algunos años después se encarna en Jesús mismo.

Volveremos…

Esto es lo que Abraham, les dice a los siervos que los acompañaban, el sabia en que Dios confiaba y a quien adoraba.

De algún modo sabía que si ese sacrificio tenía lugar, de algún modo Dios le devolvería a Isaac, dice que fue, arreglo el lugar y ato a Isaac.

Este joven, que era un adolescente, también llama mi atención, porque no creo que no tuviera las fuerzas para resistirse de su padre que estaba ya viejo, y que sus fuerzas seguramente podrían haberlo neutralizado, sin embargo confiaba en su padre.

Es que toda esta historia está basada en la confianza.

Esa confianza que debemos tener hacia nuestro Padre para que la relación con Él sea firme, y es la misma confianza que es base de cualquier relación hasta nuestros días.

Abraham confiaba en el Dios en quien creía y a quien amaba, Isaac confiaba en su padre, y confiaba en el Dios que su padre le había presentado.

El sabía que volvería a su casa con su hijo caminando, como sea.

Si conoces en profundidad el corazon del Padre, entonces sabras que sus promesas se cumplen, en cualquier circunstancia.

Confías en El?

Esa es la  pregunta, en momentos donde todo está difícil, donde todo aquello en lo que nos hemos apoyado parece tambalear, quizá nuestros trabajos, nuestra economía, o la familia se ha dividido.

En estos tiempos donde la depresión amenaza nuestras mentes y ánimos, un tiempo donde solo oír las noticias nos lleva a esa sensación de que todo está perdido.

No podemos negar que estamos viviendo tiempos difíciles, pero en todos los tiempos hubo etapas muy duras, somos una raza caída que necesita desesperadamente de la intervención de Dios.

Algunos buscan alternativas, pero los cristianos buscamos al creador de todas las alternativas, a aquel que detuvo la mano alzada de Abraham a punto de matar a Isaac y proveyó un cordero en su lugar.

Buscamos a aquel que envió a Jesús, a cargar todo nuestro pecado y clavar en esa cruz junto con El, todas aquellas cosas que nos esclavizaron a lo largo de nuestra vida, al único capaz de devolvernos la esperanza.

En El confiamos.

Así como Abraham confiaba lo que más amaba en manos del Señor, sabiendo que Dios no puede desdecirse, del mismo modo confía.

No sé qué es lo que estas padeciendo, quizá perdiste a alguien amado, o tu corazón esta deshecho y no ves la salida.

Mira al cielo, porque si Él te prometió estar contigo todos los días de tu vida, Él lo cumplirá.

Porque Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos, y cada vez que una tormenta viene, Él es el dueño de esa tormenta, tomate de la mano del Padre.

No hay un solo lugar en la biblia donde vayas a encontrar una promesa de que no pasaremos por problemas, pero si dice que El estará con nosotros.

Y si Dios es con nosotros, quien contra nosotros?

Si El va contigo no hay prueba, ni desierto, ni tempestad que pueda derribarte.

Conclusión:

El solo pide tu corazón y tu confianza, el enemigo querrá que dudes, que pierdas la fe y en ese momento es en el que quedas vulnerable, pero si en tu debilidad buscas el abrazo y el favor de Dios saldrás victorioso.

Si hoy estas pasando mal, y aun no conoces a Cristo, déjame decirte que El pago rescate por ti, que Él fue el cordero que proveyó el Padre para limpiarte de todo pecado.

Hoy Dios no te pide sacrificios, porque El mismo fue sacrificado y se dio así mismo y pago el precio que valía nuestro rescate.

Él no te pide sacrificios, pide tu corazón y tu fe, cree en El y vivirás.

Te invito a abrir hoy tu corazón, dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra y límpiame de pecado, perdóname, soy tu hijo/a partir de hoy, en el nombre de Jesus, Amen”.

Artículos relacionados:

Éxodo 33:12-16. En el momento indicado.

En el momento indicado en el que el Señor nos dice que hablemos o que hagamos, es el momento en el que tenemos que hacer y decir, y entonces sabremos que su presencia esta y que nada puede salir mal.

12 Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.

13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16 ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

No nos adelantemos.

El ser humano por lo general está lleno de buenas intenciones, y en ocasiones queremos hacer o decir, incluso sentimos que tenemos un don, o un ministerio dado por Dios y entonces en nuestras buenas intenciones nos adelantamos a los tiempos y procesos.

Cuando hablamos, o vamos en Su tiempo, entonces Su presencia abre el camino y derriba fortalezas.

Quizá si tenemos el llamado y el ministerio, pero no podemos caer en hacer, ir o decir fuera de tiempo, porque si vamos fuera de tiempo entonces iremos solos, y el resultado de lo que hagamos no será óptimo.

Moisés sabia de esto, ya lo había comprobado, a la edad de 40 años, había decidido salir de Egipto a conocer a su verdadero pueblo, el sabía que Dios lo había llamado, pero en el camino mato a un egipcio que maltrataba a un israelita, porque el de algún modo sentía que venía a libertarlos.

Solo cuando actuamos en el tiempo de Dios, las puertas se abren sin tener que forzarlas.

Pero se metió en muchos problemas por hacer esto, por actuar fuera de tiempo, es verdad que el seria quien llevaría a su pueblo hacia la tierra prometida, pero no era aún el momento, faltaba mucho proceso de Dios en su corazón y carácter, y entonces en este momento en el que leemos este pasaje, nos encontramos a un Moisés bien plantado.

Un Moisés que sabía que si la presencia de Dios no iba con él, no podría llegar a buen puerto.

Hablemos cuando sea el tiempo indicado, aprendamos como Moisés a leer los tiempos y a decir, “Si tú vas, yo voy, cuando me mandes a hablar, entonces hablare”.

No está mal tener el deseo de compartir la palabra, no está mal tener sueños, pero entonces prepárate, lee, escudriña y aprende de la palabra, porque el conocimiento de aquel de quien quieres predicar es necesario porque será tu cimiento, plántate en la palabra de Dios.

Y entonces cuando el enemigo viene a susurrarte mentiras, podrás decir, “no, porque escrito esta”.

Seamos excelentes en todo.

A veces tenemos la errada sensación de que nos gusta hacer algo y como es para Dios, aunque lo haga bien o mal, da igual, y no es así, claro que Dios ve tu corazón y el amor con que hagas las cosas para El, pero, recuerda que tenemos un Dios excelente.

El esta siempre ahi sosteniendonos, y casi podriamos tocarlo de tan cerca que esta, El es un Dios que merece lo mejor de nosotros.

Por lo tanto, hagamos todo lo que es para Dios, con la excelencia que merece un Dios como el que tenemos.

Si el mundo se esfuerza por dar un concierto elaborado y bien preparado, o una buena conferencia, porque los hijos de Dios no nos esforzaremos en darle lo mejor a quien da y dio todo por nosotros?

Dios cumplirá su propósito en ti.

El desea llevarte a otro nivel en tu vida espiritual, y desea usarnos a cada uno de nosotros, Jesús antes de ascender a los cielos dejo la instrucción muy clara en Mateo 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

Entonces, ten por seguro que si tu deseo es servirlo, Dios quiere que lo hagas, pero ten el corazón de Moisés, que aprendió que es en el tiempo del Señor y con la indicación y presencia del Señor.

Si hemos sido llamados, también seremos capacitados, cuando somos llamados a seguir a Jesús, Él se toma tiempo en enseñarnos, el Espíritu Santo hace la obra.

Jesús tuvo tres años ejerciendo su ministerio, pero estuvo los otros 30 años de su vida, preparándose para cuando fuera su tiempo.

Aunque Jesús era hijo de Dios, nació como cualquiera de nosotros, tuvo hambre, sed, sueño, tuvo que aprender a caminar, leer y aprendió de la palabra de Dios donde nos cuenta la biblia, que el siempre asistía a la sinagoga.

El reloj de DIos, no atrasa ni adelanta, en su momento las cosas se dan, las puertas se abren y lo que hagamos sera respaldado por el Dios ante el que todas las cosas se sujetan. Si Jesus espero su tiempo, porque nosotros no habriamos de hacerlo?, Lo importante es ir y hacer pero con El.

Incluso hay un pasaje donde Jesús siendo adolescente se había ido a enseñar al templo, pero sus padres lo fueron a buscar, y El, siendo Dios hecho hombre, obedeció y se fue con sus padres, aun no era su tiempo, Él estaba en proceso y en ese proceso se sujetó a la autoridad de sus papas y se dedicó a prepararse.

Tres años de ministerio y 30 años de preparación, pero esos tres años marcaron la historia.

Conclusión:

Entonces si Jesús, siendo quien era, nos dio el ejemplo de que si o si, quienes somos nosotros para adelantarnos?

Dios no bendice nuestras intenciones, sino nuestra obediencia y nuestro corazón rendido.

Si tú quieres que tu vida impacte a otros para que lleguen a los pies de Cristo y para que vean en ti a alguien que brilla por el poder de Dios sobre su vida, y que deseen tener lo que tú tienes, entonces pídele guía al Señor.

Como Moisés, pídele al Señor, que Él vaya contigo, que te enseñe, y sobre todo que su presencia este contigo, porque si Su presencia no está, hablaras e iras en vano.

Pero si la presencia de Dios va contigo, todo lo que hagas prosperara.

Artículos relacionados:

Mateo 14:26-33. Camina sobre tu temor.

Camina sobre tu temor, es muy fácil estar confiado cuando todo está bien, cuando todo lo que nos rodea está en orden y no hay nada que nos hace tambalear, cuando caminamos seguros, pero que pasa cuando los pasos no son sobre lo conocido?

26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo.

27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!

28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.

Aprende a caminar sobre lo que temes.

29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.

30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame!

31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Dios esta, en medio del temor mas profundo que puedas tener o el problema mas grande, El esta por encima de todo y podemos confar en El.

32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.

33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Caminar sobre las aguas es lo mismo que decir, camina seguro sobre aquello a lo que le temes.

Es muy fácil estar seguro y confiado en el Señor, cuando todo va bien, cuando esta todo en orden y cuando no le tememos a nada, pero, la verdadera fe se demuestra en medio de aquello que nos pone a prueba.

Todos los discípulos de un modo u otro tuvieron que atravesar por distintas pruebas y cuando Jesús ascendió a los cielos, comenzó para ellos momentos donde no siempre estuvieron seguros y tranquilos, pero siempre se mantuvieron firmes en la fe, porque verdaderamente aprendieron todo lo que el Señor les enseño.

La pruebas vienen, y puede parecerte que te vas a hundir, pero pasas la prueba cuando aprendes a caminar enfocado en Jesus y no en tu dificultad, Dios nos hace caminar seguros por terrenos resbalosos.

En este caso Pedro, está en la barca, habían estado predicando y Jesús les dijo, adelántense y se fue a orar, ellos se adelantaron en la barca, se hizo la noche y el mar estaba furioso, y de pronto ven a Jesús caminar hacia ellos por el mar.

Primera cosa que veo de esto, es que no hay obstáculo que impida que Jesús se acerque a ti, porque a Él se le sujetan, mares, vientos y todo lo creado, porque por Él fue creado, por lo cual, El está por encima de tu temor o dificultad y puedes tener la seguridad de que allí donde y como estas, Jesús esta.

Si estas orando por alguien que está lejos de ti, y no sabes cómo será que puedes alcanzarlo y ayudarlo quizá tu no puedas, pero no temas, Jesús si puede.

Cuando le decimos, “aquí estoy”, Jesús nos enseñara a caminar sobre lo seguro y sobre lo que tememos en fe.

En medio de toda aquella confusión, en que me los imagino sorprendidos viéndolo caminar sobre el mar, Pedro le dice en otras palabras, “bueno si eres tú, dime que vaya hacia ti” y Jesús le dice, ok, “ven”.

Es  que muchas veces cuando tenemos un momento de disfrute en la presencia de Dios, empezamos a decirle “aquí estoy Señor, prepárame, envíame” y tantas cosas que le decimos al Señor.

Y Dios te dice, “claro que sí”, pero eso es sinónimo de que Dios deberá procesarte y prepararte para lo que vendrá, tal y como lo hizo con sus discípulos.

Si el Señor te dice, «Ven», confia, que si DIos ha prometido sacarte en victoria lo hara, y el Señor Prometio estar siempre con nosotros, con aquellos que buscamos su rostro y vivimos pegaditos a su presencia.

El Señor debe enseñarte a caminar sobre lo que temes, sobre tus dificultades, a confiar en Él, estén bien las cosas o el terreno por donde pisamos no esté tan firme.

Cada paso en el camino del Señor es en dependencia y confianza absoluta en El.

No hay otra forma de madurar en el camino del Señor que aprendiendo a ir caminando con los ojos enfocados en Jesús, a pesar de que estemos caminando sobre las aguas, sobre terrenos no firmes.

Pedro tenía su mirada y su confianza puesta en Jesús y eso le permitió dar esos primeros pasos, y hasta me lo imagino emocionado, pero, en un momento, cayó en cuenta de que lo que estaba sucediendo era algo humana y físicamente imposible y fue en ese momento que comenzó a hundirse.

La fe es la certeza de lo que espero, y la convicción de lo que no se ve, por lo cual, aunque parezca imposible lo que estoy esperando y por lo que estoy orando, me mantengo firme sabiendo en que Dios confió.

Pero cuando saco la vista del Señor y comienzo a mirar mi dificultad, comienzo a albergar en mi mente y en mi corazón ideas como “esto es muy difícil, no me va a salir, me va a ir mal, o esto no lo puedo hacer”, y tantas cosas que se nos vienen a la cabeza, cuando le damos lugar a esos pensamientos es cuando nos caemos como Pedro.

Ser discípulos es vivir dependiendo de Él.

No sabemos cómo sucederá lo que esperamos, o como pasaremos por ese problema, de salud, económico o familiar, pero sabemos que Dios es fiel y Jesús está con nosotros siempre por lo cual, mi temor es algo que debo someter a Él, y depender del Señor.

Cuando aprendemos a caminar en dependencia del Señor, milagros suceden y Él siempre nos levanta.

En el momento que Pedro se hunde, Jesús lo rescata, lo toma de su mano y lo levanta, Jesús no le dice “bueno dejaste de confiar ahora arréglatelas solo”, no le dice “ahora a ver como salís de ahí”, no, le dice “hombre de poca fe, porque dudaste”.

Jesus te levantara, limpiara las heridas y te restaurara siempre, solo desea que tu corazon este en una busqueda sincera de su presencia.

No se lo dice como un reproche, más bien es una enseñanza, porque, si venias caminando bien dudaste que yo puedo hacerte caminar sobre este camino inseguro y llevarte a tierra firme?, es la duda la que lo hizo hundirse y se lo dejo claro.

Pero, Jesús siempre nos levanta, porque su misericordia es grande, y El está ahí, su brazo fuerte nos respalda.

No te hablo de lo que no vivo, sino por el contrario, todos lo hemos pasado, las crisis vienen, y el temor a que no podamos salir adelante viene siempre, pero, después de que te pasa una vez, a la siguiente si estas en comunión con el Espíritu Santo, este te enseñara como a Pedro.

Te dice el Señor, porque dudaste? No crees que mi poder es más grande que tu temor?, que te puede hacer el hombre que yo no pueda sortear para levantarte? Nada

Conclusión:

No temas, porque donde estés y en la condición que estés la misericordia de Jesús te alcanza, te estira la mano y te levanta del pozo donde te encuentras.

Si crees que no hay nadie para ayudarte, déjame decirte que si clamas, El está atento para ayudar a aquellos que buscan su rostro.

Aunque te hayas equivocado, Dios no te deshecha, aunque las cosas no las hayas hecho bien, Él te perdona y te restaura si lo buscas de corazón, y si enfocas tu mirada en El y no en aquello a lo que le temes.

Si nunca le entregaste tu corazón al Señor dile conmigo “Señor Jesús perdona mis pecados, límpiame y ayúdame a mírate solo a ti y no a lo que me aflige, te entrego mi corazón y mi vida, en el nombre de Jesús, Amen”.

Artículos relacionados:

Deuteronomio 7:8-9. La fidelidad de Dios.

sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;

En un mundo donde la fidelidad y la palabra son dos virtudes que no abundan, Dios es el mismo, ayer, hoy y por los siglos.

El sigue siendo fiel aun cuando nosotros no lo seamos, Él tiene tanta misericordia.

Este pasaje que si vamos al contexto el profeta está hablando de parte de Dios para su pueblo Israel, recordándoles como Dios les había librado del faraón y como su vida había sido rescatado de la esclavitud.

Y los invita a conocer, y diría yo más bien a reconocer quien es el Señor, y que es un Dios que guarda el pacto, que no se desdice, que no se arrepiente y luego cambia de opinión, sino que trata con misericordia a aquellos que guardan sus mandamientos.

El extiende su brazo de poder y de amor, aun cuando no sabemos que esta, El siempre esta y jamas nos deja, porque es un Dios fiel y su misericordia es grande, confia en El y cree. El te ama y no te abandona.

No dice que guarda a los perfectos, tampoco dice que tendrá misericordia de los que jamás han pecado, porque si no hubieran pecado no tendría razón de ser la misericordia.

La misericordia se hace presente cuando hay necesidad de ella, porque se está frente a alguien que ha pecado y se ha equivocado, de esa persona es necesario tener misericordia, ya que muchas veces en nuestra condición de humanos a pesar de que luchamos por guardar sus mandamientos, puede ser que fallemos.

Pero Dios es tan fiel, que aun en tu error, te rescata, como buen pastor, se encarga de que de un modo u otro vuelvas a enderezar tus pasos, y eso es tener misericordia.

Es no ejercer el juicio que podría ejercer sobre nosotros siendo Dios, sino que más bien, se apiada y sigue siendo fiel a sus promesas.

Y la bendición alcanza a los tuyos.

El Señor dice que su misericordia alcanzara a mil generaciones, en otro pasaje en Éxodo 34:6-7 nos dice que la maldición alcanzo hasta la tercera y cuarta generación, pero Dios nos promete que su misericordia se extenderá por mil generaciones.

Quiza seas el primero que ha conocido la fidelidad y el amor de Dios, pero no seras el ultimo, es promesa de Dios para tu vida.

Quizá seas el primero de tu familia que cree en Jesús y el primero que ha tomado o está tomando la decisión de seguirlo, pero créeme que no serás el último.

Si tú eres el primero, entonces tu estas estableciendo un legado de fe, que alcanzara con misericordia a mil generaciones que vengan después de ti.

La palabra de Dios nos dice que Él nos ha escogido en el vientre de nuestra madre, que ya desde el vientre Él nos conoce, por tanto en ningún momento y en ninguna circunstancia nos ha dejado solos.

El es fiel y misericordioso aun cuando nosotros le volvemos la espalda.

Yo puedo recordar, si miro ahora hacia atrás en mi vida, que aun en momentos en los cuales no sabía de la existencia de un Dios tan bueno y tan presente, aun en esos momentos sentía que algo o alguien cuidaba de mí, y aun al no conocer no sabía identificar la presencia de Dios.

Aun después de conocerlo, tuve unos años donde mi vida se torció, y me fui de los planes del Señor, aun como Pedro, también lo negué, pero, Él fue fiel, y por más dolor que por causa de mi desobediencia vino a mi vida, aun ahí, Dios fue misericordioso y guardo mi vida.

Y la guardo tanto, que por más que quise resistir, sus cuerdas de amor me atraparon y me sedujeron, y pude tener un encuentro real y personal con Cristo que me hizo conocer la grandeza de su fidelidad y entendí por primera vez que nada importa si Cristo no está en medio de nuestra vida.

Cuando nos damos cuenta de lo amoroso que es El con nosotros, es imposible no acercarnos a El, y es ahi cuando nos enamoramos de Jesus. Reconoce sobre tu vida la fidelidad de Dios, que aun sin merecerlo y sin que lo supieras El ha estado guardandote.

Todo cobra un sentido cuando realmente dejamos que el Señor se haga dueño de nuestro ser, y cuando lo conocemos íntimamente es literalmente imposible no seguirlo.

Como Pablo decía, en romanos 14:8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Si no lo hiciste nunca invita a ese Jesús a vivir en tu corazón y a hacerse parte activa de tu vida, porque tu vida está escondida en El.

Cuando lo conocemos, cuando conocemos su fidelidad sabemos que aunque la circunstancia sea difícil no la pasamos solos, El está en medio de nosotros.

Cuando pasamos por el fuego dice su palabra, no nos quemaremos, y cuando pasemos por las aguas, no nos anegaran.

Conclusion:

No dice que no pasaremos por momentos duros, si vamos a pasar por ahí como todos, pero lo haremos de su mano, y donde El está, no hay temor.

Porque de que temeremos lo que el hombre nos pueda hacer, si sabemos que vivos o muertos estamos con el Señor y en el Señor, estamos tatuados en su mano.

Cree en la fidelidad de Dios, si nunca nadie te fue fiel, si nunca nadie te trato con misericordia, Él te ama y si te es fiel y tiene de ti toda la misericordia de la que jamás hayas disfrutado, no importa cuán grande haya sido tu pecado.

Te invito a entregarle tu corazón, dile conmigo “Señor Jesús, perdona  mis pecados, límpiame y ten de mi misericordia, hazme tu hijo/a y recíbeme, en el nombre de Jesús. Amen”.

Artículos relacionados:

Lucas 22:39-48. Jesús en Getsemaní.

Jesús en Getsemaní, es uno de los momentos que personalmente más me quiebran cuando pienso en esa noche.

39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.

40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.

41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,

42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.

44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;

46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle.

48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?

Que significa Getsemani.

Lo primero que tengo que decir es que significa el nombre de ese huerto, Getsemaní que en griego es “gethsimâni” significa prensa de aceite o aceitunas.

Era un hermoso huerto donde a Jesús le gustaba ir muy habitualmente cuenta la biblia, y de hecho iba mucho a orar, pero esta noche, luego de aquella cena con sus discípulos, les dijo que irían porque El necesitaba estar en comunión con su Padre.

La noche vivida en el Getsemani, y la oracion de Jesus, fue el comienzo de su victoria en la cruz, alli marco su firme decision y a pesar del sufrimiento y dolor que alli sintio, y la soledad que experimento, no dio marcha atras, nos daria la redencion y la libertad a traves de su sacrificio.

Lo que paso en ese momento y esa noche, lo sabemos por lo que nos cuentan los evangelios pero seguramente no podríamos siquiera imaginar lo que Jesús estaba viviendo y por vivir.

En ese lugar, que tantas otras veces lo había recibido para orar y pasar un buen rato, esa noche, era el lugar elegido para pasar esas horas en las que Jesús estaba sometido a una presión tal, que nos cuenta el evangelio que su sudor era como gotas de sangre.

Es posible sudar sangre?.

A este fenómeno la ciencia le ha dado un nombre y es hematidrosis, y básicamente lo que provoca en aquellas personas que lo han vivido,que son casos excepcionales, una cada 8 millones de personas, se atribuye a estados donde la presión y el stress es tan grande que provocan una congestión tan fuerte de los vasos sanguíneos en la membrana basal alrededor de las glándulas sudoríparas. lo cual provoca que la sangre se mezcle con el sudor y sale a través de la piel.

Sucede como la ciencia lo ha determinado, muy rara vez, y en esta ocasión Jesús está sometido a tal presión y dolor que su cuerpo humano reacciona.

El tenía la opción de negarse a lo que vendría, y tenía a su disposición legiones de ángeles que podían sacarlo de esta situación, pero eligió quedarse.

En su oración vemos que dice, “si es posible pasa de mi esta copa, pero no mi voluntad, la tuya”. Mucho se habla entre los teólogos acerca de esto que dice, y todos coinciden que Jesús no temía a la muerte, en muchas otras ocasiones la había enfrentado y nunca tuvo temor de decir lo que debía.

El nos dio una nueva oportunidad, y nos marco el camino all Padre, se dio a si mismo en esa cruz, y en esa noche del Getsemani, marco el comienzo de nuestra libertad.

Pero si sabía que esa copa, y daria para hablar mucho más en profundidad acerca de lo que significa cada copa, pero en resumen, esa copa era la copa de la ira de Dios, y esa copa era la que El, como el sacrificio perfecto, debía beber si quería darnos a cada uno de nosotros, la redención y la libertad.

No había otra forma, El Padre estaba con El en aquella noche, y ese ángel que envía a fortalecerle, quizá fue la última mano amiga que sintió desde ese momento hasta su resurrección.

Creo que esa noche el enemigo estaba muy atento a lo que sucedería, porque más allá de que nuestra libertad fue efectiva con Jesús en la cruz y derramando su sangre, esa noche en el Getsemaní, era definitorio, Él estaba decidiendo abrir ese camino aun a costa de su dolor.

No olvidemos que Jesús, era el hijo de Dios, pero estaba en condición de humano, había nacido como cualquier otro niño, sintió hambre, sed, dolor, era Dios hecho hombre, por lo cual, nada fuera de que no tenía pecado, y era la única diferencia, nada más lo hacía diferente.

Así como tú sientes dolor, Él lo sintió.

Pero eligió, y esa noche dijo, yo tomare esa copa, pero que ellos no la tomen, el eligió ponerse en mi lugar y en tu lugar, y llevar esa cruz y cargar con ese pecado que tanto nos ha gustado cometer, y aun decidio pasar por alto todas las veces que lo ignoramos.

Como cristianos, el Getsemaní, es algo que no podemos pasar por alto, porque el dolor que Jesús padeció, aun viendo a sus amigos, a quienes amaba y con los cuales había pasado tres años predicando y conviviendo, en la noche de más agonía, se dormían.

Y cuantas veces Jesús te llama, y te dice “acércate a mí” y lo dejas para después, porque no tienes tiempo, o porque prefieres probar por otros caminos.

Es tiempo de examinarnos.

Déjame decirte, que muchos te pueden prometer a través de otras filosofías, poder llegar a tener un poco de paz contigo mismo, pero nadie, jamás, te podrá dar la salvación y la paz profunda que se siente cuando caminas en dirección a Jesús.

La biblia y el mismo Jesús dijo, “Yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie va al Padre sino es por mí”.

Puedes ir y golpear muchas puertas, pero ninguna te llevara al Padre, y ninguna te dará salvación, no busques más atajos, muchas veces no nos acercamos a Él, porque equivocadamente creemos que perderemos, o libertades o cosas que abrazamos como si fueran sagradas, y no nos damos cuenta lo esclavos que estamos, siendo que Jesús murió y padeció por nosotros para que tengamos libertad.

Deja de buscar atajos, porque no te llevaran a ningún lugar, busca a Jesús, que está cerca de ti, con su mano extendida.

No sé lo que te falta, ni se lo que deseas y no tienes, tampoco sé lo que estas sufriendo, pero Jesús si, El también sufrió, y esa noche decidió que tu tendrías una oportunidad.

Conclusión:

Eso significa el Getsemaní, el lugar donde Jesús decidió que se daría a si mismo por nosotros, ya lo había decidido mucho tiempo antes, cuando vino a la tierra, pero esa noche, se haría efectivo ese sacrificio voluntario.

Si quieres intentar entender porque era esto necesario, simplemente es porque la raza humana estaba caída, y porque la comunicación con Dios estaba limitada, pero Dios quería abrirte paso por amor, y no eligió que tú fueras a un castigo eterno, sino que se dio a sí mismo en tu lugar.

Ese es el amor de Cristo por ti, y ese es quien hoy te dice, “regresa a mí, búscame a mí”.

El tiene para ti la esperanza que has perdido, y te ofrece esa paz y esa libertad que jamas has sentido.

Te invito a abrirle tu corazón hoy y que le digas conmigo: “Señor Jesús, perdóname y límpiame, y hazme una nueva persona, te entrego mi corazón,  ayúdame a seguirte y enséñame lo que no se, tómame de la mano, en ti me refugio. Amen”.

Articulos relacionados:

Miqueas 6:8. Que pide Dios de ti.

Que pide Dios de ti, aquí está muy claro, y quisiera que juntos desmenucemos este pasaje y tengamos claro que es cada cosa.

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Este pasaje de Miqueas es tan claro y especifico, marca con muchísima claridad aquellas cosas que son claves en cualquier persona que sigue al Señor.

Está separando en tres acciones lo que el Señor nos pide.

La primera es “hacer justicia”.

Busque para definirte que significa justicia, y encontré varias opciones, pero una que creo que es la más clara es que es el principio moral que nos lleva a determinar dar a cada uno lo que a cada uno le corresponde.

Te resalto que el Señor no te dice impartir justicia o no te dice que emitas un juicio sino que nos dice, “hagan justicia”, en otras palabras, si ves algo que no es justo, pues tu haz lo que debas hacer para realizar justicia, y entendamos bien este principio.

No está hablando de hacer justicia por mano propia, ni nada que se le parezca, habla de que si ves a alguien sufriendo, ayúdalo, se justo con tu prójimo, no mires a otro lado cuando ves a alguien en necesidad.

Tiendele la mano a quien veas en necesidad, de eso habla Dios cuando se refiere a hacer justicia, a no mirar solo como un espectador, sino a ayudar a los que te rodean y ser su luz, y sus manos.

Muchas personas simplemente miran cuando alguien está padeciendo algún maltrato y dicen que horrible, pero, no buscan el modo de ayudar, ya sea mediante el consejo como en la búsqueda de acercarle una solución.

No somos quienes para juzgar, ya que todos y cada uno de nosotros somos pecadores, pero si, cuando veo algo que no es justo, cuando veo a alguien en necesidad, intervengo, dentro de mis posibilidades en pos de ayudar.

Si ves a alguien ser maltratado, o humillado, o ves a alguien sufriendo de discriminación, tu eres un hijo de Dios, luz en medio de las tinieblas, no mires hacia otro lado.

Se la boca de Dios, y dale a quien esta dolorido un consuelo y una mano amiga.

Eso es hacer justicia, eso es lo que Dios pretende de nosotros, no solo te limites a orar por alguien, si esta en ti poder ayudar, hazlo, porque todo lo que hagas por otro en privado, Dios te lo recompensara en público, es promesa de Dios.

La segunda es “amar la misericordia”.

Ama hacer lo bueno, no lo hagas porque “debes” o porque Dios quiere que lo hagas, busca alinear tu corazón con el corazón de Dios, mira como Jesús mira, y no te será una carga hacer lo bueno.

Cuando tu comienzas a hacer, en tu corazón simplemente sentirás una paz que solo viene del cielo, y aunque la salvación no es por obras, sabes que Jesús haría lo bueno.

Por lo cual nosotros somos imitadores de Jesús, y hacemos las obras que el hizo.

Ten misericordia del otro, como Dios ha tenido misericordia de ti, cuantas veces somos respondones con el Señor, o cuantas veces le fallamos, o luchamos con una debilidad y ahí está el Señor restaurándonos y perdonándonos.

Porque entonces no podemos tener misericordia de los demás?, porque te pones tan recto y nunca le dejas pasar nada a nadie?

Todos erramos, todos nos equivocamos y aun mas, todos pecamos, siempre hay algo que nos hace tambalear y es solo por la misericordia del Señor que podemos seguir.

Ofrece a los demas, la misma misericordia que recibes del Señor, perdona como eres perdonado, y se paciente al igual que El tiene paciencia contigo.

Cuando vayas a condenar a alguien con tus dichos, recuerda cuantas veces al día el Señor tiene de ti compasión, incluso como padres terrenales, recuerda como Dios nos tiene paciencia, del mismo modo actuemos con nuestros hijos.

Ama la misericordia, así como tú le pides misericordia a Dios para ti, ten tu misericordia para los demás, si eres líder, o pastor, ten misericordia de los que están a tu cargo, porque luchan con sus debilidades, carácter y cosas de la vida diaria, al igual que tú lo haces.

Y la tercera es “humíllate ante Dios”.

Dobla tus rodillas más habitualmente, búscalo todos los días, y recuerda que no somos perfectos, no es por nuestros talentos ni por nuestras fortalezas que podemos hacer la obra de Dios, sino por nuestra disposición a oírlo y obedecerlo.

Cuando logramos entender que humillarse delante de Él, es lo mejor que nos puede pasar, nos gozamos en hacerlo más y má.

Hay grandes promesas detrás de humillarnos delante de Él.

En la biblia Dios se refiere a “humillarse” como el acto de reconocer y aceptar mi condición de humano y que sin El nada podemos hacer, humillarse es un sinónimo de someternos.

Ponte bajo su cobertura, dandole todo de ti, y sin reservas dale su lugar en tu vida, reconocelo en todos tus caminos, y reconoce tu necesidad de El.

Y mira las promesas en torno a este reconocimiento y sometimiento al Señor:

Santiago 4:7 dice Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

1 Pedro 5:6 dice Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

Cuando nos sometemos a Dios, El pelea por nosotros y nos defiende, cuando nos humillamos ante El, entonces cuando sea el momento y en el lugar y ante quienes corresponda Él nos exaltara.

Si te humillas dándole todo tu ser al Señor, y le dices, Señor esto es lo que soy, imperfecto, estas declarando con humildad que solo no puedes, pero con El, si podrás.

Entonces Él te abraza, protege y no habrá nada que pueda contigo.

Si aprendes a humillarte ante El, entonces serás humilde con los que te rodeen, sabiendo que no eres brillante eso de: “uh cuan bueno soy en determinada área”, o  “que gran predicador soy que cuando hablo los demonios tiemblan”, no, cuando eres humilde sabes que si algo tienes, es porque el Señor está en ti respaldándote.

Conclusión:

Entonces, haz justicia de la buena, de la que Dios quiere que hagas, no como la del mundo, ama tener misericordia con los demás, como Dios tiene de ti, y humíllate ante Dios para llenarte de humildad para con los que te rodean, y Él te bendecirá.

Si aún no has conocido a Jesús, yo te invito a que le entregues tu corazón a Dios y cambies tu vida vacía por una vida abundante, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, perdóname y límpiame, hazme una nueva persona, quiero parecerme más a ti, me declaro a partir de hoy tu hijo/a, en tu nombre, Amen”.

Artículos relacionados:

Mateo 18:11-13. Jesús el buen pastor.

Jesús, el buen pastor, mientras que muchos pierden tiempo en juzgar a quien se perdió, él va en busca del perdido, sin acepción de personas.

11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?

El es el buen pastor, que busca a la que se perdio, y la carga de regreso.

13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron.

Para El eres importante.

No eres un caso perdido para el Señor, ni tampoco una pérdida de tiempo, ni una molestia, es tanto el amor del Señor por cada uno en forma personal, que aunque este con 100 ovejas, si una se va, pues allí va detrás de ella.

Los pastores de ovejas, si es que alguno queda, supongo que en algunos países si, sabrán que esto es así, y que ellas dependen absolutamente de que alguien las guíe para no exponerse inocentemente al peligro que las acecha.

De algún modo la biblia nos compara con ovejas, porque de alguna manera somos parecidas, a veces vamos de aquí para allá, confiados en que nada nos pasara, que todo está bien, a pesar de que el Espíritu Santo te advierte de mil modos.

No hay nada que hayamos hecho que logre que el Señor te deseche.

El vino a este mundo a darse a sí mismo en obediencia y sacrificio por todos y cada uno de nosotros sin excepción, no solo por los que lo siguen obedientemente sino por cada uno que ves en la calle que quizá caminan sin fe, ni Dios ni esperanza.

Vino a librar a los cautivos, dar vista a los ciegos, y salvación a los perdidos.

Cuando Dios te ha llamado, no te dejara, no importa lo que hagas ni cuanto trabajo le des al Padre, ni que tan rebelde, no se dará por vencido contigo.

Dios cree a veces más en nosotros, que nosotros en El.

Casi obligadamente debo decir que por años me olvide que Dios existía, y camine en los caminos que mi corazón me llevo, pero la palabra de Dios dice muy acertadamente, que engañoso es el corazón más que todas las cosas.

Y lo curioso es que no volví porque una persona me invitara a volver a Dios, volví porque Jesús mismo en su misericordia me busco, me intercepto y cuando Él te busca, tu vida cambia radicalmente.

Jesus esta aqui hoy diciendote, levantate, vuelve a casa, fortalecete en mi, El no te ha olvidado ni abandonado, para Jesus tu eres valioso, seca tus lagrimas y dejate amar por el Señor, consuela tu alma, te perdona y restaura.

Yo no sé cómo estas tu que me estás leyendo hoy, quizá conociste al Señor y te alejaste de Él, quizá hace años no oyes su voz o no oras, o quizá estas yendo a una iglesia, pero tu corazón esta con dudas.

Hoy estás leyendo esto y no es casualidad, Dios te está hablando acerca de su gran amor y misericordia.

Él no te juzgara por tus debilidades, no las aplaude pero te comprende, y te dice “fortalécete en mi”.

Tomate de la mano del Señor, diga el débil fuerte soy, no importa si tu comunidad o tu iglesia te ha entendido o si no te han llamado, Jesús te está llamando.

Tienes hoy una comunicación directa del cielo a tu vida, donde el autor y consumador de la vida, el mismo que murió por ti y resucito y te dio nombre te está llamando, y está yendo en tu búsqueda.

Dios no busca a los perfectos, sino a los dispuestos.

Quizá tu pienses que no eres bueno para Dios, que no tienes nada para dar, que no estas apto para seguir el camino del Señor.

Quiero decirte que Jesús eligió un puñado de apóstoles que no eran estudiosos o instruidos, más bien eran unos rudos pescadores y tenían mucho para mejorar en sus vidas, sino mira los ejemplos de la biblia, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento.

Pedro, el impulsivo y con ese difícil carácter, Tomas luchaba con su incredulidad,  Pablo perseguía cristianos, David gran siervo de Dios, derroto a Goliat y fue rey pero, peco deseando la mujer de otro, y tantos ejemplos como esos.

Entonces, Dios desea o aplaude y premia tales acciones?

Claro que no, pero Dios no deshecha, sino que en tus debilidades te hace fuerte, de tus errores te enseña, y saca lo mejor de ti, Jeremías 15:19 dice:

“19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. “

Dios te ama tanto, que te transformara, que sacara lo mejor de ti, separara lo bueno de lo malo, y te potenciara en aquellas cosas que sean lo mejor de ti.

En esa cruz hay perdon y salvacion para ti, en esa cruz El se llevo tu pecado y te dio una esperanza de vida.

Conclusión:

Jesús va por ti, no importa en qué circunstancia te encuentres, si te vuelves a El de todo corazón, si le pides perdón, y dejas que te toque, Él tiene poder para restaurarte.

Nos hizo así como somos, cada uno con nuestro carácter, pero nos debe pulir, en lo que somos débiles, se glorificara dándonos fortaleza, y en nuestros errores se glorificara enderezándonos.

Él es el buen pastor, y un padre bueno, no se cansa de esperar por ti, ni se cansa de tenerte paciencia, pero atiende a su voz, ya no permitas que el enemigo se burle de ti, mira al cielo, y ponte a cuentas con El.

Jesús no te olvida, quizá te hayas golpeado en este tiempo, y a lo mejor sientes que el cielo está en silencio, pero El está hoy diciéndote, estoy cerca, tan cerca que si apenas susurras te responderé.

Si quieres ponerte a cuentas con El, o si nunca le has entregado el corazón, te invito a hacerlo ahora, dile conmigo, “Señor Jesús, abro mi corazón, perdóname y restáurame, ayúdame a seguirte y fortaléceme, en el nombre de Jesús, Amen”.

Artículos relacionados:

Éxodo 3: 3-6 Todo comienza con un encuentro.

Todo comienza con un encuentro con Dios siempre, mientras tú no tengas un encuentro con Dios, difícilmente tu caminar en el camino del Señor será firme, es muy necesario ese encuentro porque es el que nos centra.

3  Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

Dios hara y usara lo que sea necesario para captar tu atencion, y te saldra al encuentro.

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Como estaba Moisés.

Y ahí encontramos a Moisés, un hombre que había sido educado en los mejores lugares de Egipto y criado como un egipcio con todos los beneficios y comodidades, había sentido ya el llamado de Dios, y en un altercado intentando defender a un esclavo, mato a un soldado y le toco huir para salvar su vida.

Se casa, y se encuentra durante los próximos años trabajando y lo vemos pastoreando las ovejas de su suegro, cuando en medio del desierto, ve una zarza encendida en fuego.

En medio de tu noche, El te iluminara, rinde a El tu corazon.

Las zarzas podríamos decir que es un arbusto, una planta seca, que se enciende con el mismo calor del desierto, y fácil y rápidamente se consumen porque están secas, pero lo llamativo para Moisés de esta zarza es que ese fuego no se consume.

Y hay varias cosas que podemos sacar de este pasaje, por ejemplo, Dios no necesita nada sofisticado para poder captar tu atención, y puede atravesarse en tu camino de cualquier forma que El desee, pero siempre cuando el Señor está interesado en alguien, en algún momento ese encuentro se producirá.

Vayas donde vayas Él te saldrá al encuentro.

Quizá puedas ir y venir por tus propios caminos o deseos, quizá hasta quieras huir de la presencia de Dios, porque hay una lucha entre tu espíritu y tu carne, pero lo cierto es que el Señor te saldrá al encuentro, y cuando eso suceda todo a tu alrededor se esfumara y tu atención se centrara en El.

El apóstol Pablo era un perseguidor de cristianos pero, cuando menos lo esperaba, el Señor lo intercepto, y ese encuentro produjo un cambio en su corazón y en su mente que lo cambio todo.

Nuestra seguridad viene de Él.

El Señor le dice a Moisés, “quítate los zapatos”, y que podemos entender con esto? Podemos entenderlo como que era un lugar santo y como una señal de respeto, pero, también podemos ir un poco más allá, cuando estamos calzados nos sentimos protegidos contra lo que podamos pisar y nos sentimos seguros, pero, en este momento, la seguridad de Moisés, venia del Señor.

Conoce de su palabra y aferrate a sus promesas.

Cuando tenemos un verdadero encuentro con Dios, ya no es nuestra seguridad aquellas cosas a las que antes nos aferrábamos, quizá el trabajo o tu cuenta bancaria o tu familia lo que te hacía sentir seguro, pero, cuando Dios llega, todo eso pasa a ser un regalo de Dios y tu seguridad viene del cielo.

Busca el encuentro con Dios.

El está deseoso de encontrarse contigo, y no dudes que lo hará, porque Él no es un Dios sordo, sino que está atento a aquellos que lo buscan de corazón y jamás dejara de contestar cuando clamamos a Él.

No siempre veras la respuesta de Dios en todas tus peticiones, pero aun cuando hace silencio Dios te hablara.

Conclusión:

Nuestra verdadera relación con Dios, comienza con un encuentro con El, y créeme que cuando realmente experimentamos al Señor en nuestra vida, no hay nada que pueda compararse a esa paz que viene del cielo.

Si nunca has entregado tu corazón a Jesús, te invito a hacerlo ahora y a experimentar conocer a ese Dios amoroso y maravilloso que espera por ti.

Dile conmigo “Señor Jesús, perdona y límpiame de todo pecado, quiero tener un encuentro contigo hoy, anota mi nombre en el libro de la vida, te entrego mi corazón, y te pido que me uses como un canal de bendición para los míos, en el nombre de Jesús, Amen”.

Artículos Relacionados:

Salir de la versión móvil