Génesis 12:1-3 Una vida de fe.

Una vida de fe, esa es la forma en la que podemos describir a quien también fue llamado el padre de la fe, estoy hablando de Abraham, su confianza en Dios, es un ejemplo para todos nosotros.

12  Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Padre de multitudes.

Abram, a quien posteriormente Dios le cambio el nombre para pasar a llamarse Abraham, que significa padre de multitudes, es un gran ejemplo de fe y confianza en el Señor, es significativo como Dios lo nombra como padre de multitudes a un hombre, al cual su esposa era estéril.

Dios le prometio multitudes a abraham que serian su descendencia.

Es que Dios llama lo que no es, como si fuese, y sus tiempos no son los nuestros.

Dice la biblia en Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Dios no veía aun el cumplimiento de lo que se le había prometido, pero sabía con certeza lo que le esperaba.

En este pasaje Dios le dice a Abram que se vaya y le hace una promesa, que hará de una nación grande, y sin objetar, sale guiado por Dios y sin hacer preguntas.

Cuando queremos seguir al Señor, a nada podemos estar atados, vivimos tiempos de cambios, el mundo está cambiando por los últimos acontecimientos, pero la iglesia no se queda inmóvil, necesitamos transformarnos y adaptarnos, pero jamás perder la esencia.

Cree las promesas y aférrate a ellas.

Si Dios te dice que te muevas, hazlo, confía en las promesas y en el poder de aquel que te llamo de tinieblas a luz.

Abraham fue probado como ninguno de nosotros lo fue, y se le pidió algo que jamás a ningún ser humano se le ha pedido, y fue que llevara a ese hijo por el cual tanto espero a un altar para ser sacrificado.

Que habrá pasado por el corazón de Abraham siempre me lo pregunto, pero ese mismo hombre que cuando Dios le dijo vete de tu tierra, tomo todo lo que tenía, su casa, su ganado, su esposa y salió con un rumbo solo conocido por el Señor, del mismo modo cuando se le pidió a su hijo salió con él.

Y estaba dispuesto a la obediencia al punto de sacrificar al ser que más amaba en la tierra, pero, recordaba perfectamente la promesa de Dios, y además lo conocía.

Y este es un punto importante, conocía a Dios en profundidad como a un amigo, lo conocía y le creía.

Asi como no se podian contar las estrellas, asi seria de incontable la descendencia de Abraham, esos mismos cielos que no pueden contener la gloria de Dios.

En Génesis 15:4-5 dice Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.”

Abraham sabía que su descendencia vendría de Isaac.

Esta palabra dada a Abram mucho tiempo antes de que caminara con su hijo Isaac, rumbo a aquel altar de sacrificio, era una promesa en la que el confiaba, y si Dios había prometido que como las estrella que son incontables seria su descendencia, el no sabía cómo, pero Isaac viviría.

La historia nos cuenta, que Dios no permitió que Abraham matara al niño, sino que se proveyó un cordero para el holocausto, solo estaba siendo probado a un extremo que ninguno de nosotros lo será.

Y sorprendentemente, te agrego un dato muy interesante, para que veas que ningún detalle es al azar, y que a Dios nada se le escapa, en ese mismo lugar, muchos años luego, Jesús es el cordero perfecto entregado por nosotros.

Si Dios te ha hecho una promesa, créele y aférrate a ella, muchos obstáculos pueden interponerse en tu camino, pero no mires tu dificultad, mira la promesa.

Tú tienes promesas para tu vida.

Y no hay ninguno de nosotros que podamos decir que no tenemos promesas de Dios, hay un libro lleno de ellas que es la palabra de Dios misma, léela, conócela, y hazte dueño de ellas.

Mira los cielos, en el Salmo 19:1 dice “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.

Ese Dios es el que los cielos no pueden contener y que muestran su gloria, si él ha hecho las estrellas, las galaxias, cuanto mas no puede glorificarse en tu problema.

Si estas orando por una causa y aun no ves la respuesta de Dios, cambia tu oración, pregúntale a Dios que es lo que debes aprender de lo que estás viviendo.

Conclusión:

Cuando Dios promete no se desdice, él no se contradice jamás, por eso Abraham estaba tranquilo, porque lo conocía de cerca, y sabia de la fidelidad de sus palabras.

Y ese es un punto importante, y es que la única forma en la que conocemos a Dios es acercándonos a Él y teniendo con El una relación.

Acércate al Señor, entrégale tu corazón, si nunca lo has hecho, repite conmigo esta oración que puede cambiar tu vida, “Señor, perdona y límpiame de todo pecado, recíbeme como tu hijo/a y hazme una nueva criatura, y enséñame a confiar en ti, en el nombre de Jesús, Amen”.

No dudes que el Señor tiene tu vida en sus manos, confía en El y El hará.

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Filipenses 1:6. Este es el momento.

Este es el momento de romper con lo que nos detiene, y avanzar, El no deja las cosas a medio hacer como nosotros, no nos dejara incompletos, Dios nos quiebra para formarnos a su manera y voluntad, y no deja la obra a medio terminar.

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

El siempre termina lo que comienza, y esta es una gran diferencia con nosotros los seres humanos, que muchas veces iniciamos algo con mucho entusiasmo, pero en medio del camino ante las dificultades que se nos puedan presentar abandonamos.

El no deja tu vida para otro momento.

A veces no abandonamos, pero lo dejamos para después, hay un término que me viene a la mente ahora y es la palabra procrastinar, y significa aplazar deberes o responsabilidades adquiridas, dejar para otro momento algo en lo que deberíamos ocuparnos.

Y es que el ser humano es así, las emociones en oportunidades nos juegan malas pasadas y en vez de sortear los obstáculos o dolores, o enfrentar nuestros temores, preferimos “dejarlo para otro momento”.

Qué tal que lo que no quieres enfrentar sea algo en tu interior?

Y Dios nos impulsa a ocuparnos de nuestras responsabilidades, y a hacerles frente, aunque sea difícil, pero los cristianos debemos terminar lo que empezamos.

Eso sucede, posponemos aquellas cosas que tenemos que arreglar con el Señor, venimos con ciertas costumbres, modos, frustraciones o conductas adoptadas por cosas que hemos vivido.

Pero cuando Dios llega a nuestra vida, todo lo que fuimos, todo aquello con lo que arrastramos, esos “tú no vas a poder”, esos “tú no sirves” o tantas cosas que puedan haber dejado una marca en nosotros y que se refleja en el modo en el que vivimos, todo eso Dios lo quiebra.

Dios quiebra y rompe con todo lo viejo que arrastramos, y hace lo que mas le gusta hacer que es restaurarnos.

Cuando ocurre esto?

Ocurre cuando tu corazón se quebranta delante de El sin tapujos, sinceramente, mostrándole tus debilidades y dándoles el nombre correcto, no el que nos duele menos, sino el real, si por ej. Tienes la costumbre de mentir, no es “temor al castigo”, es que caes en mentira, ese es el pecado.

Cuando tu pones delante del trono de Dios, todas esas cosas con las que vienes, Él no te juzga, sino que te abraza, limpia, perdona, pero te dice, ahora si me dejas actuar a  mí, entonces yo romperé tus estructuras y todas esas formas, maneras y costumbres y te daré otra forma.

Hemos hablado en otros artículos acerca de que Dios es el alfarero, y que nosotros somos las vasijas, y que su mayor deseo es poder hacer de nosotros una vasija nueva.

Como arcilla en sus manos somos, y El moldea nuestra vida hasta hacernos de nuevo.

Pero es muy fuerte lo que el Espíritu Santo viene hablando a mi interior en estos días, acerca de que para hacer algo nuevo, primero debe destruir todo lo viejo.

Procesos necesarios.

Ese es un proceso en el que quizá, derramemos alguna que otra lagrima, seguramente en oportunidades podemos sentirnos débiles, o inseguros, pero, el que ha empezado la obra la terminara como dice este pasaje en Filipenses.

Pero Dios no puede usar una vasija vieja, sino que la hará de nuevo, por lo cual, cuando quebrantes tu corazón realmente delante de Él, entraras en un proceso con el Espíritu Santo, que solo EL y luego tu sabrán lo que dure, pero que es un proceso necesario para aquellos que verdaderamente quieren ser uno con el Señor.

Él no puede compartir espacio con ningún pecado, con ninguna idolatría, con malos modos, o con la desobediencia, y eso último es un ingrediente fundamental en un hijo de Dios.

La obediencia y busqueda de Dios en tu vida determinara tu futuro.

La obediencia llevo a Abraham a sin objetar, llevar a su hijo Isaac para sacrificarlo solo porque su Señor se lo había ordenado, a ese hijo, por el que tanto había orado, pero nunca dudo, jamás dudo que Dios era misericordioso, y que si él le hacía daño a su hijo, Él había prometido y Él se lo devolvería.

Hay una nueva vida delante de ti, si pasas por el proceso de la mano del Señor, y lo dejas tratar con tu vida.

Llevado a nuestro tiempo y a nuestras costumbres de hoy, claro que Dios no te pedirá algo así, ya hubo un sacrificio y Dios no quiere otro, ya Jesús lo hizo todo por nosotros, pero si te pedirá tu corazón para restaurarlo y trabajar en él.

Si quieres servir a Dios, si quieres ser un discípulo del Señor, y si lo quieres seguir, vas a tener que aprender a oír su voz  y dejarlo meter la mano, en esos rincones sin guardarte nada para ti.

Conclusión:

Ten algo por seguro, no hay cosa en la que Dios intervenga que sea para mal, todo lo que Dios toque en tu vida, será para mejorarlo, aunque a primera vista algo de lo que te demande duela, o cueste.

Él no puede contradecirse, así que si te ha prometido terminar la buena obra, él no te dejara a medio terminar, eres esa arcilla en sus manos que amasara y amasara, y muchas veces deberás preguntarle “Señor es por aquí?”, y si todos los días tienes comunión con El, sabrás como caminar.

Y un último punto y muy importante, si tú quieres que el Señor obre en ti, es necesario que cultives la relación con El, y como lo haces? A través de la oración, ora, lee la biblia, empápate de todo lo que te traiga y acerque a su palabra.

No dudes que aquel que comenzó la obra en ti, la terminara.

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Jeremías 29:11-14 Dios tiene promesas para ti.

Dios tiene promesas para ti en este año que ha comenzado, no importa lo que oigas a tu alrededor o lo mal que pueda estar todo a tu alrededor.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

La promesa vino en momento de cautiverio.

Este es un pasaje muy conocido entre los cristianos, y una promesa que la conocemos de memoria aquellos que somos parte del cuerpo de Cristo, o de una iglesia.

Pero cuantas veces no nos hemos puesto a pensar en qué contexto esta promesa vino para su pueblo, este pueblo que estaba cautivo en Babilonia y que estaba pasando tan mal.

En medio de la oscuridad la palabra de Dios y sus promesas brillan y el futuro esta en sus manos.

En medio de tanta oscuridad Dios le da a Jeremías una promesa para su pueblo, y cuantas veces como a este pueblo, nos pasa con todo lo que vemos hoy día, viviendo en medio de una pandemia mundial, cuantas veces pensamos “donde esta Dios que no ve o no interviene”.

Es que El si ve, y sabe perfectamente lo que está sucediendo, pero, así como nos ha dicho que Él no nos evita pasar por los desiertos, también nos ha dicho que pasara con nosotros.

Dicho de otra forma, nada de lo que sucede a tu alrededor, o quizá lo que te sucede a ti o a tus seres queridos será un estado en el que te quedaras, vas a pasar por este tiempo difícil, pero pasaras al otro lado, porque Dios tiene pensamientos de paz y de esperanza para ti.

El desea bendecirnos.

El desea darnos un futuro mejor, que esté presente en el cual estamos, y no importa cuán grave sea el problema, nosotros no vemos la salida, pero, Él tiene todas las puertas abiertas.

Esta promesa fue dada a un pueblo en un contexto de crisis, de exilio, de cautividad y esta promesa es dada a tu vida por Dios en este  momento en el que quizá no la estés pasando tan bien.

Cree en sus promesas, buscalo con fé, y pasaras el obstaculo y la dificultad de su mano.

Lo que estás pasando no es el final, el final es el que tiene Dios para ti, lo que está por delante es mejor que todo lo que esta atrás, lo que tienes delante es un futuro lleno de esperanza y paz en Dios.

Pero para encontrar, tienes que buscar, y buscar bien, buscar a Dios.

Muchas veces Dios nos incomoda con algo, con el fin de que nos movamos, Dios no quiere que te quedes en la cautividad o en el letargo, sino que quiere movilizarte por lo cual muchas veces te incomodara para que busques más de Él, y para que te sometas a Él, a fin de poder bendecirte.

Dios tiene intenciones y planes con tu vida, estas en sus pensamientos, Dios se acuerda de ti.

El no olvida tus necesidades, ni tampoco ninguna de tus peticiones, nada está fuera de su control así como nada de lo que sucede esta fuera de su rango visual.

Conclusión:

El Señor te ve, y te oye, pero, si tú necesitas de Él, debes buscarlo, y es entonces, y solo entonces cuando se hará presente y te abrazara como solo un padre amoroso puede hacerlo.

Nuestro Dios tiene planes increíbles con nosotros, que no alcanzamos a imaginar, pero, a veces por miedo, no los llegamos a alcanzar, porque no confiamos lo suficiente y entonces abortamos procesos de Dios, o los enlentecemos.

No te demores en clamar al Señor si te encuentras en dificultad, porque es una promesa para nuestras vidas el hecho de que si lo llamamos, El acudirá a nuestro llamado.

Clama a mí y yo te responderé” dice Jeremías 33:3.

Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos, búscalo y se dejara encontrar por ti.

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Filipenses 4:6-7 En mi desierto, El está conmigo. Parte 1.

En mi desierto, El está conmigo, como poderoso gigante, vamos a descubrir este pasaje de Filipenses y recordar un poco al pueblo de Dios atravesando el desierto de la mano de Moisés y bajo la protección de Dios., pero leamos lo que nos dice Filipenses para poder hilvanar estas dos historias.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Cuando pases por el desierto, El esta contigo.

El desierto, es un lugar por donde no quisiéramos pasar, y físicamente un lugar en el que no se puede vivir, por lo inhóspito del paisaje, y la falta de elementos que son básicos para nuestra supervivencia, pero hay desiertos que son espirituales, y todos en algún momento de la vida tenemos que pasar.

Es en el desierto donde somos entrenados, donde recibimos las enseñanzas más fuertes, porque es en medio de las mayores adversidades donde estamos más cerca de aprender a transitar en la fe de los creyentes y a ponerla por obra.

Hay algo que debemos entender primero que nada, y es que el desierto está ahí, estático, el no pasa, yo paso por el desierto, en un momento de tránsito, y de nosotros depende no quedarnos demasiado tiempo allí.

Por lo cual, si tu estas en el desierto espiritual ahora, procura rápidamente aprender lo que debas y salir de allí con lo que sea que Dios este queriendo enseñarte.

Él no nos manda al desierto, pero lo real es que todos debemos pasar por ahí alguna vez, y los hijos de Dios sabemos que todo nos ayuda a bien, aun lo malo que el enemigo trama para frenarnos o estancarnos.

El enemigo puede lograr frenarte o estancarte en el desierto y hacer de ese tránsito una estadía, si no logras enfocar bien tu mirada en Cristo Jesús.

Pero si tú pones tus ojos en el que te libra y es tu brújula saldrás de allí victorioso y con más fe que antes.

En medio de del desierto, El está conmigo.

En éxodo capítulo 20: 1-2 nos muestra como Dios había sacado a su pueblo de Egipto, de la esclavitud, si leemos este libro en anteriores capítulos veremos como los había librado y abrió el mar rojo en dos para que su pueblo pasara, y fueron al desierto.

Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

Él nos ha librado de la servidumbre y nos ha pasado de tinieblas a luz, pero en medio de ese desierto promete alimentarnos, proveer todo lo necesario, pero que pasó con su pueblo en ese momento en ese desierto?

Lo primero que sucedió fue que se quejaron.

Si vamos un poco más en la historia, vemos en éxodo 17:3-6 como en medio de ese lugar, cuando habían visto un milagro como el mar partido en dos, dice que tuvieron sed y comenzaron a quejarse,

 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?

Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.

Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve.

He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.

El nos provee todo lo necesario, sea lo que sea que necesitemos, abre camino en el desierto.

Hoy sería bueno que nos preguntáramos si no estamos como ese pueblo de Israel en el desierto. A pesar de que no es un lugar agradable no debemos olvidar de donde Dios nos ha sacado para recordar que Él tiene todo en su mano.

En estos tiempos de COVID 19 que nos toca vivir, vemos muchos tipos de reacciones, cuidemonos y seamos empaticos y obedientes a las autoridades.

La obediencia es algo que agrada a Dios, la obediencia a Él, y a quienes son autoridad, si no acatas, desobedeces, y si estas desobedeciendo estas no agradando a Dios.

Vuélvete de esa actitud y ponte en la brecha, endereza tus caminos.

En tiempos difíciles Dios no permanece mudo, no se queda en silencio y hace como que no ve, en medio de la crisis más profunda, Él te provee, así como proveyó en ese momento el agua para que su pueblo bebiera.

Conclusión:

En el desierto debemos cuidarnos, presenta tus peticiones delante de Dios y no te preocupes más, El actuara!

En el pasaje de Filipenses que comenzamos a desmenuzar nos habla en el verso 7 de guardar nuestros pensamientos y corazones, en la segunda parte de este artículo continuaremos con esta enseñanza.

Recuerda, si estas en el desierto, no te quejes, presenta tus peticiones delante de Él, y déjate guiar, no sea que te estanques allí, que sea un lugar de paso y no de estadía.

El está contigo en medio de la prueba más terrible y te sostiene.

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Jeremías 15:19-21 Vuelve a los brazos de Dios.

Vuelve a los brazos de Dios, si tú te has alejado del Señor, esta palabra es para ti, Dios ha puesto una palabra en mi corazón para ti, Él te está esperando y promesa hay para tu vida.

19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.

20 Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová.

21 Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.

Él siempre esta esperando por ti.

Todos en algún momento nos hemos alejado en mayor o menor medida de nuestro Dios, y no porque sea más o menos es más o menos la consecuencia, sino la misma, solo que hay algunos que se alejan y nunca más pisan una iglesia y ni siquiera vuelven a hablar con el Señor, y otros, están alejados de Dios, dentro de las paredes de la iglesia.

Porque no solo nos alejamos de Dios cuando nos vamos en rebeldía, nos alejamos también cuando nuestro corazón se pone frio o deja de oír la voz del Señor para comenzar a oír la de su propio intelecto.

Vale decir que tú puedes decir que eres  un cristiano y hasta servirlo, pero, aun así, estar alejado de Dios en tu corazón, y sin darnos cuenta, le damos la espalda.

A veces sin darnos cuenta,nos alejamos de DIos y nos secamos.

Te hablo y comparto desde mi propia experiencia, desde muy joven abrí mi corazón a Cristo, y comenzó a servirlo, a predicar su palabra, pero, mis tiempos de oración personales eran escasos.

De pronto estaba olvidándome del Dios a quien servia, y estaba priorizando el servicio en vez de al Dios a quien servia, y mucho cuidado, porque eso, no es un servicio que agrade a Dios.

Muy pronto caí, porque mi caída era inminente, ya que no tenía el cimiento de Dios en mi vida, no estaba en comunión con el único que nos hace fuertes para resistir la tentación, y era presa fácil para el enemigo.

Si estas sirviendo cuida tu vida espiritual.

Es que ser ministro de Dios, o servirlo no te garantiza nada ni garantiza que estés en santidad, pero, lo único que si nos garantiza que Dios está con nosotros es convertirnos verdaderamente, o en otras palabras, cambiar el rumbo o la dirección por la que iba, e ir hacia y como donde Él nos guía.

Serás como boca, dice este pasaje, es que las palabras son poderosas, lo que hablamos bendice o maldice, por lo cual, si tú eres duro, o en el fervor de un momento eres capaz de decir cualquier cosa, entonces tu no estas siendo guiado por el Espíritu Santo.

Por eso, es importante la comunión con El, sacar de nosotros lo vil, y que sobresalga lo precioso de Dios, y entonces seremos como su boca.

En nuestra boca estarán Sus palabras, Su bendición para el pueblo y para nosotros mismos.

Si permanecemos en comunión con El,sus palabras estaran en nuestra boca.

Vivimos en el mundo, y Dios no nos manda a hacer “rancho aparte” nos mandó al mundo, pero, nos dice claramente que ellos se conviertan a nosotros, no nosotros a ellos.

Por lo cual, donde estemos debemos dejar huella, y esa huella será la que Dios desee que dejes si tu estas en comunión y si Cristo vive en ti.

Que promesa tenemos en este pasaje, que si nos convertimos, si nuestra boca se convierte en la suya, no solo nos restaurara, sino que nos defenderá, y nadie podrá vencernos.

Puede venir el enemigo, o un ejército contra ti, pero, si tu estas plantado en la roca que es Cristo, y su palabra está en ti, no hay enemigo que te venza, dice este pasaje que te pondrá como muro fortificado de bronce.

Imagínate ir en contra de un muro de bronce, imagínate golpear un muro de bronce, pues eso mismo eres tu si estas plantado en sus promesas, podrá el enemigo levantarse contra ti, sí, pero Dios pelea por ti.

Pero todo esto tiene un precio, y es el convertir nuestro corazón a Él, no te pide más que eso, no te pide sacrificios ni nada que tú no puedas hacer, lo que era difícil y duro, ya Jesús lo hizo por ti.

Si estas sirviendo al Señor, cuida tu corazón y tu mente y guárdate en oración cada día, porque el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar, y tú eres muro fortificado en bronce solo y siempre y cuando tu corazón este alineado al del Señor y tu boca sea su boca.

Conclusión:

La palabra es la espada con la que el creyente pelea las batallas, no es un arma física, sino espiritual, y solo quienes buscan cada día de su presencia son los que permanecerán.

Dios anhela restaurarte, convierte tu corazón, saca lo precioso y aleja lo vil de ti, y Dios te promete que estarás delante de Él siempre, y serás como su boca, y serás un muro fortificado que nadie te podrá vencer.

Si no sientes que estas en ese lugar, y crees que como creyente aun tambaleas, hoy es el momento de que te pongas a cuenta con El, y Él es amoroso y misericordioso para borrar tus pecados, recibirte y restaurarte.

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1 Corintios 15:57-58 Demos gracias en todo.

Demos gracias a Dios en todo, siempre, en esta semana que es una semana en la que algunos países celebran el dia de acción de gracias, aprovechemos a dar gracias y tomemos esta buena y sana costumbre.

57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Que importante es ser agradecido, y cuanto habla de una persona el serlo.

El agradecimiento abre puertas como ninguna otra cosa abre, y el agradecimiento a Dios, toca su corazón de una manera increíble, y como no agradecerle a ese Dios que nos ha redimido y rescatado de nuestro propio desastre.

Haz una lista de todo lo que tienes de bueno para agradecer y sorprendete.

Si hoy te invitara a vivir esta semana y estos días próximos haciendo una lista de cosas por las cuales agradecerle a Dios, quizá te sorprenderías de la cantidad de cosas que a tu mente vendrían.

Muchas veces estamos tan absortos en nuestra vida y quehaceres que no le prestamos a eso la debida atención y nos olvidamos que hay un Dios que no escatimo ni a su propio hijo y lo dio para que en la cruz se lleve todas nuestras rebeliones, pecados y enfermedades.

El es digno y merecedor de agradecimiento.

Haz una lista de todas aquellas cosas de las que Dios te ha librado, aun de las que sin darte cuenta y sin pedírselo saliste adelante, cuando no creías que podrias, de todas las situaciones que, en ese ultimo momento cuando ya no veías la luz, saliste adelante.

Es que Dios ha intervenido en tu vida, porque El no se olvida de ninguno de sus hijos, y si alguna situación complicada y dura has pasado, si Dios no te libro de ella, de seguro te dio la fortaleza y la habilidad para salir airoso y mas fuerte.

Nada de lo que viene a la vida de un creyente es para derribarlo sino para hacerlo mas sabio y fuerte en Cristo.

Es que la victoria es nuestra a través de Jesucristo, eso es lo que el verso 57 nos dice, que en todo aquello que vivimos debemos darle gracias, aunque no veamos aun el milagro, ya sabemos que Jesus nos ha dado la victoria.

Nada de lo que hacemos para el Señor sea lo que sea, es en vano, El toma en cuenta cada cosa y nada se le escapa.

El nos llama a ser firmes y constantes, se firme en las cosas de Dios, no seas como una onda de mar, que va y viene , que tu palabra sea si y amen, que valga tu palabra, que seas ejemplo de firmeza y constancia en las cosas del Señor.

Perservera y veras la gloria de Dios, no quites tus ojos del Señor, síguelo como a tu maestro.

Demos gracias en todo.

Dale gracias a Dios aunque aun no veas el milagro que esperas, dale gracias por la fuerza que tienes cada dia para enfrentar la vida, y dale gracias a aquellos que Dios ponga en tu camino para bendecirte, para alentarte y apoyarte.

No hay nada oculto ante los ojos de Dios, lo que sea que estes pasando, El lo ve, lo sabe y no te soltara.

En latinoamerica no tenemos muy incorporado el dia de acción de gracias, pero hay otras costumbres que se nos han “pegado” que no son tan benditas, pero este dia es un dia, una semana, de la cual si deberíamos tomar ejemplo.

Haz un recuento de cuanto debes agradecer y haz ese ejercicio hoy.

Cuando agradeces, el corazón de Dios es conmovido, cuando agradeces a tu prójimo das un buen testimonio de la obra de Dios en tu vida.

Y cuando comienzas a pensar y realmente a hacer un recuento de todas las cosas por las cuales tienes que agradecer, tu animo es levantado, si estabas débil, eres fortalecido.

Aunque creas que no tienes nada que agradecer, piensalo, Jesús murio y resucito por ti.

Y si sientes que no hay nada bueno en tu vida por lo cual agradecer, déjame decirte que quizá estes viendo el vaso medio vacio, y no el vaso medio lleno, todo lo vemos en la vida según el color del cristal a través del cual miramos.

Podemos decir que este año 2020, ha sido un horrible año, en el cual una pandemia mundial nos afecto, nos encerro, enfermo y puso de rodillas a naciones, y quizá eso te hace mirar este año con tristeza.

Pero, si miras este año y comienzas a ver como familias a pesar de distintas situaciones vividas por estas cuarentenas, se han unido, y comienzas a ver las historias te das cuenta que no todo ha sido malo.

Conclusión:

No mires como el mundo mira, tu eres un hijo de Dios, mira a través de los ojos de Jesus, si en algunas personas las circunstancias sacan lo peor, tu, que eres un hijo de Dios, pídele la gracia para que salga de ti bendición para ti y los que te rodeen.

Dale gracias a Dios por todo siempre, se agradecido y las ventanas de los cielos se abrirán para ti.

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Jeremías 1:4-10 Dios te conoce desde antes de nacer.

Dios te conoce desde antes de nacer, cuando llegaste al mundo, Él te vio nacer y ya tenía planes contigo, y nada de lo que has vivido ha sido ignorado por El, todo lo sabe y te conoce mejor que nadie.

Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Y yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.

Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

El día que naciste, el estaba allí.

Antes de la fundación del mundo y antes que tu nacieras, Dios ya te conocía, de hecho tu nacimiento y el mío no es una casualidad, hace poco recuerdo haber oído a mi madre hablando acerca de cuándo yo nací, comento que cuando supo que era una niña, su corazón se alegró.

Dios te conoce desde antes de nacer.

Inmediatamente de ese comentario, el Espíritu Santo hablo a mi corazón, y me dijo, “yo también estaba allí el día que naciste y también me alegre” y de ahí nacio este articulo ya que cuando tu naciste, no fue un hecho ajeno a nuestro Señor, sino que El estaba allí, alegrándose por tu nacimiento y te ha acompañado a lo largo de tu vida, y ha visto lo bueno y lo malo que has vivido.

Es que podemos en algún momento por circunstancias tristes de la vida, creer que Dios no vio algunas cosas que nos ha tocado vivir, pero lo cierto es que si vio, y si estuvo.

El no es ajeno a tus dolores, o a tus tristezas, y sin que tu lo supieras, ha guardado tu vida, y no te ha soltado, es como un padre llevando de la mano a su niño, El te ha sostenido hasta el dia de hoy.

Ese simple y sencillo comentario de mi madre, recordando el día de mi nacimiento, me llevo a oír la voz de Dios, y a entender que si Dios había estado en esa sala de parto, y oyó mi primer llanto, como no iba El a estar en todos mis momentos?

Del mismo modo, Dios ha estado y está en todos tus momentos, es que Él es omnipresente, te ha visto dar tus primeros pasos, tus primeras palabras, tus primeras lágrimas, y ve las de hoy también, te ha visto crecer, porque te ha visto desde antes que fueras un embrión.

Dios pone sus palabras en tu boca si dejas que use tu vida para bendecir a otros.

El profeta Jeremías, uno de los profetas mayores de la biblia, nos relata, como fue su llamamiento, y Jeremías le contesta lo que muchos de nosotros hemos respondido muchas veces, “yo no sé cómo hacerlo”, o “no sé qué decir”, pero el Señor es tan claro en este llamado, y así como llamo al profeta Jeremías, te llama hoy a ti.

Y te dice, que Él te ha conocido, santificado, El toca tu boca y pone sus palabras en ella. No importa lo que el mundo diga de ti, no importan tus títulos o tus bienes, si tienes o no o si sabes o no, la obra es de El, si estas revestido del poder y del amor de Dios, Él te dice, “no temas”.

Como Padre, aún sin que lo supieras ha guardado tu vida.

Dios ha prometido, que nos pone por encima de naciones y reinos, y si entendemos bien esta promesa, lo que nos dice es que nada de lo que venga a nuestra vida, será lo suficientemente poderoso para derribarnos, porque a través de su palabra nos ha dado la potestad de plantar y arrancar lo que no sirve y vencer.

Pídele a Dios que toque tu boca y que su palabra salga de ella para bendición de muchos.

Para esto naciste, para esto nací, Dios nos conoce, El conoció a mi madre, y aun sin que quizá ella lo supiera, la acompaño y decidió quienes serían sus hijos y los ha visto crecer.

Él te conoce a ti, a tu familia, y te ha puesto para ser luz y para llevar libertad a los cautivos, abre tu boca y no temas porque todo lo que venga a tu vida no se escapa de su control.

El está con nosotros como poderoso gigante para librarnos de todo mal, confía en El, confía en aquel que te saco de tinieblas a luz.

Conclusión:

Confía en aquel, que sin que tú supieras, ha estado a tu lado cada día de tu vida, y que hoy te dice, te he llamado, te he escogido, mío eres tú y nada de lo que hagas podrá revocar ese llamado jamás.

Porque los llamados de Dios son irrevocables, aunque el enemigo quiera convencerte que has hecho mal las cosas, que has usado la vida para vivir fuera de la palabra, si conviertes tu corazón al Señor, EL te levantara, no hay nada que se pueda interponer cuando un hijo es llamado  por el padre.

Oye la voz de Dios y cree a su palabra, porque tú eres instrumento en las manos de Dios para llevar su palabra y ser luz en medio de las tinieblas.

Límpiate el polvo, pídele perdón y ponte a cuenta con el Señor, y El cumplirá sus planes para tu vida.

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