“Cuida de tu aceite”
25 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.
2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;
4 más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.
6 Y a la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a recibirle!
7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
9 Más las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.
10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
El propósito de esta parábola es abrir nuestro entendimiento y que comprendamos el valor y la necesidad que tenemos de estar atentos y preparados en todo momento, sabiendo que la venida de Jesús es inminente y que nuestro espíritu debe estar preparado para ese tiempo.
Las 5 vírgenes prudentes personifican a aquellos que están en comunión con El Señor, y se deleitan en su voluntad, quienes dedican tiempo a buscar el rostro de Dios y cada día buscan el gozo y la dirección del Espíritu Santo.
Mientras que las 5 imprudentes representan a aquellas personas que aun sabiendo cual es el camino, lo dejan para después, y simplemente no prestan oído y atención a la palabra de Dios , y viven ignorando el propósito de Dios para nuestra vida.
Cuenta esta historia, que esas 5 al ver que les era necesario el aceite les pidieron a las otras 5. Quienes les respondieron que no podrían darles ya que no alcanzaría y les sugirieron ir a comprar, no hicieron esto por egoísmo. Sino porque es un claro mensaje que la salvación es individual, que no podemos tomar del aceite de alguien más, sino buscar cada uno el nuestro.
Dios anhela tener una relación contigo de forma personal, y créeme, tú necesitas tener esa relación con El.
Como conseguimos ese aceite del que nos habla esta parábola?
Acercándonos al Espíritu Santo quien es el que puede encenderte si te encuentras apagado, te fortalece si estas débil y te levanta si estas caído.
Busca esa comunión en la intimidad, no basta solo con ir a la iglesia, cuando tú apartas tiempo para buscar a Dios en tu casa. A solas con El, entonces el Espíritu Santo llena tu vida de modo tal que cuando viene la tormenta no te tumba.
Oro para que cuando Jesús regrese te encuentre como a esas 5 prudentes vírgenes. Lleno de ese aceite espiritual, nutrido y fortalecido con la presencia misma de Dios.
El Señor jamás se contradice y una y otra vez nos deja ver que anhela bendecirnos, llenarnos y acunarnos con ese amor que sobrepasa todo entendimiento.
Llena tu corazón de su Espíritu Santo y prepárate porque Jesús viene pronto.