1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca. 2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán. 3 4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados,Y sus rostros no fueron avergonzados. 6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,Y lo libró de todas sus angustias. 7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,Y los defiende. 8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;Dichoso el hombre que confía en él. 9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,Pues nada falta a los que le temen.
Vale la pena compartir hoy parte de lo bello que es el salmo 34, te invito a leerlo en su totalidad en tu biblia, este salmo fue escrito por David cuando fingió locura frente a Abimelec y este lo echo de su presencia, hoy comparto contigo estos primeros versos donde encontramos un principio maravilloso, les hago un poco de historia para entender el contexto en el que fue escrito.
David era un hombre de Dios, formado cuidando las ovejas de su padre, nos cuenta la biblia que en la noche cuando un león o lobo quería robar alguna, el mismo las defendía y mataba a aquella criatura que las atacara.
Cuando Goliat amenazaba Israel, David se presentó ante el rey Saúl y le dijo que el iría contra este gigante, y todos conocemos la famosa historia donde el derroto a Goliat con su honda y 5 piedras, porque David sabía que no iba solo, la presencia viva del Señor estaba con él.
A raíz de esto David se hace famoso y el rey Saúl decide llevarlo con él, hasta lo casa con una de sus hijas, pero para hacer corta una historia larga pero muy rica, finalmente Saúl tiene celos de David y su popularidad, por lo cual este se ve obligado a huir, y va a parar delante de Abimelec, el mismo rey que había enviado a Goliat en contra de los israelitas, de esto sale airoso fingiendo locura.
Finalmente David termina en la cueva de Adulam, que según el mapa se encuentra a 24 km al oeste de Belén, allí escribe este hermoso salmo, que contiene varios principios, el primero es “Bendeciré a Jehová en todo tiempo”.
Es muy fácil alabar a Dios cuando todo va bien, la vida está llena de altos y bajos, pero si te encuentras tomado de su mano, jamás las circunstancias serán para derrota, sino que generaran madurez en aquel creyente que mantiene la alabanza en su boca en todo tiempo.
“Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre”.
Levantar y exaltar su nombre aun en tiempos de prueba no solo levanta tu ánimo y genera que la mano de Dios se mueva a tu favor sino que inspira a quienes te rodeen a imitar tu conducta.
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”
Buscar a Dios, es una decisión diaria, David buscaba a Dios en el desierto o en el palacio, en todo lugar y momento, te invito a buscar a Dios, en oración y adoración en cualquier circunstancia de la vida en la que te encuentres.
Cuando tú buscas a Dios esto te ayuda a quitar los ojos del problema y ponerlos sobre aquel que es capaz de transformarnos en medio de todo ello y sacarnos de las cuevas en las que nos encerramos y nos llenamos de temor.
El temor es fe puesta en el lugar incorrecto. Pero si miramos al cielo y vemos su grandeza todo lo demás se hará pequeño y la verdadera fe crecerá.
Él te invita a probarlo y a buscarlo, muchos años después en Mateo 7: 7 Jesús nos dijo
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Esta es una promesa de Dios para nuestra vida, levanta tus ojos y mira al cielo, porque tu socorro viene del Señor.
Clama a Él y el mismo Dios que libro a David te librara también a ti y te fortalecerá en todo tiempo.