Biblia, Versículos

1 Corintios 10:11-13. Encrucijadas.

Encrucijadas, este es el título con el que decidí titular este artículo, porque creo que el creyente atraviesa muchas veces situaciones que lo ponen frente a esta disyuntiva.

11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

Creias que estabas firme y de pronto sientes que no es tan asi?, Dios ya sabia que eso sucederia, porque somos humanos, El te socorrera, no te dejara en ese lugar.

Definamos la palabra encrucijada.

Buscando una definición para dejarles encontré dos opciones muy claras, que obviamente refieren a lo mismo, pero que son las que más se adaptan al tema de hoy.

Una encrucijada puede ser como su nombre lo dice, un cruce de caminos, o también podemos definirla, como estar frente a una situación complicada en el que hay varias posibilidades para actuar pero no se sabe qué hacer.

Y porque enlazo esta palabra a este pasaje bíblico?

Porque cuando nos encontramos con algunas tentaciones que vienen a nuestra vida y prueban nuestra firmeza y fe, nos encontramos de pronto en una situación inesperada en la que tenemos que tomar decisiones.

Queda claro a través de esta palabra en Corintios, que toda tentación es humana, Dios no nos tienta, ni tampoco envía la tentación, pero es algo que viene inevitablemente.

Todos somos tentados con aquellas cosas que nos suponen una gran debilidad, y hasta aquellos que más firmes parecer estar, pueden tambalear, por eso nos dice que quien crea estar firme, que se cuide.

Hay momentos en los que nos creemos tan firmes, que nada nos hara tambalear, pero de pronto algo nos pone en ese cruce de caminos y no podemos creer que estamos en esa situación.

El que este firme…cuidese, siempre alertas.

Varios caminos.

He escrito anteriormente un artículo que habla acerca de elegir cual camino tomar y que esa elección tiene que estar sujeta a la dirección del Espíritu Santo, pero, hay momentos en los que nos turbamos tanto que a veces parece que no podemos oír a Dios.

Quiza la tentacion esta tocando a tu puerta, sin esperarlo te ves en medio de esto y te sientes caer, la fuerza no viene de ti, sino de El, clama por su ayuda, mientras tanto, quedate quieto.

Te ha pasado?

A todos los creyentes nos ha pasado, pero no es el fin, Dios no nos ha soltado ni nos soltara, y junto con la prueba viene la salida.

Hay momentos en los que por alguna razón nos cuesta oírlo, he tenido pasajes en mi vida cristiana en la que me ha costado oír al Señor, y momentos en los que mi mente se distrae.

Y es en ese momento en el que somos vulnerables.

El lobo espera que una oveja se disperse y se aleje de la manada para atacarla, es que atacar cuando la presa esta solitaria es mucho más fácil.

Los animales se mueven en manada, y los seres humanos no hemos sido creados para estar solos y en esa situación es en la que somos más débiles.

A lo mejor en momentos como estos es tiempo de pedir ayuda, oración a los hermanos en la fe, apoyo y consejo.

Lo bueno de todo esto, es que hay una promesa, y es que Dios no nos dejara ser tentados más allá de lo que podamos resistir, sino que nos da la salida.

Entonces en esta encrucijada, en la que estamos frente a dos caminos, por un lado eso que nos tienta y nos está haciendo tambalear y la palabra de Dios, busquemos su socorro.

Una voz que clama.

Quizá sientas que no tienes fuerzas para orar, estas en un desierto y no estás bien, pero Dios te ve, y te oye, aun con tu voz débil.

Aun si metiste la pata, aun si caíste, o si estas a punto de tomar una mala decisión, pero amas a Dios, seguís siendo su hijo/a, y Él no te soltara.

Como no soltó a David después de pecar, como no soltó a Moisés que antes de ser usado por Dios mato a un hombre, Jonás que fue desobediente y rebelde hasta que un pez se lo trago, y aun luego hizo la voluntad de Dios pero protestando.

Tampoco soltó a Lot, el sobrino de Abraham cuando se negaba a dejar su casa en Sodoma y Gomorra y los ángeles tuvieron que sacarlo a empujones casi para que fuera salvado.

No soltó ni deshecho a Pedro que negó a Jesús, después de haber convivido con El, no deshecho a Pablo que persiguió a la iglesia y mato creyentes, y tantos otros personajes de la biblia.

Crees entonces que te soltara a ti?

La ayuda viene del cielo, porque hay promesa, y El cumple sus promesas, clama en medio de tu debilidad, buscalo en medio de tu encrucijada.

Estas en una encrucijada, pues mira al cielo, si no sabes que hacer, pídele al Señor que te de la salida y que seas valiente para confiar.

Aunque no puedas sentir su presencia, El está.

Y aunque te sientas en el borde de esos dos caminos, y te sientes débil o no sabes cómo enfrentar lo que vendrá luego de esa decisión que sabes que debes tomar, confía.

Decisiones difíciles.

No es fácil a veces tomar ciertas decisiones, hay cosas en las que nos metemos por cabezas duras, y nos cuesta luego tomar la decisión de cortar, de pronto es una relación que no nos conviene, o un vínculo.

Pero confiamos en que aquel que nos ama, nos dará la salida.

Él es nuestra fortaleza.

Cuando somos débiles, entonces somos fuertes porque Su fortaleza es la que nos respalda.

Si hay algo que te sientes incapacitado para hacer, entrégaselo a Dios, dile al Espíritu Santo que obre, que venga en tu ayuda, ríndele eso que te aflige.

Y esa encrucijada, esa decisión que tienes por delante, no hagas nada hasta que estés seguro que es exactamente lo que el Señor te está mandando a hacer.

Si estas débil, y no sabes cómo actuar, no actúes, no hagas nada, deja que el poder de Dios se manifieste.

A veces queremos obrar, y la intención es buena, pero, somos humanos y por lo general la embarramos más de lo que limpiamos, entonces, si no estás seguro de poder salir airoso, no hagas nada, solo ora.

Conclusión:

Todos tenemos momentos difíciles que atravesar, somos humanos, y este no es un tema fácil de tratar, ya que hay una delgada línea entre el comprender esto y tomarnos de que somos humanos para darnos permisos de pecar.

Aquel que ama a Dios cuando esta frente a una encrucijada, entre una debilidad que desagrada a Dios y su amor por El, busca esa ayuda que viene del cielo.

No siempre pecamos porque no amamos a Dios, algunos pecan y les da igual, otros pecan y el dolor por haber desagradado a Dios es más grande que su miedo a perder la salvación.

Te recuerdo que Dios mira tu corazón, había dos hombres colgando al costado de la cruz de Jesús, uno era rebelde y no le importaba nada, el otro, aceptaba su error y pedía clemencia, y aun en ese último instante obtuvo la redención, murio como un hijo y no como un condenado.

Busca a Dios, aunque sea con una debil voz, El te oye.

Pero cuidado de no pasarte de esa línea delgada, y que no se te haga costumbre.

Ríndele a Dios tu debilidad, y pídele ayuda si estas a punto de tomar una mala decisión, o si hay algo que sientes que es más de lo que puedes soportar porque tenemos la promesa de ser ayudados en ese momento.

Y Dios cumple lo que promete.

Si estas en esa situación, oremos juntos, dile conmigo:

“Señor Jesús, límpiame y perdóname, ayúdame en este momento de debilidad y dame la salida, no puedo con esto, Señor te necesito, me pongo en tus manos y confió en ti, en el nombre de Jesús, Amen”.

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