Como esta tu corazón realmente? Leamos este pasaje de Lucas en el que veremos el corazón del hermano del hijo pródigo.
“Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
Su reacción
28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
29 Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”
Muchas veces leemos la parábola del hijo prodigo y nos enfocamos en la historia de aquel muchacho que se alejó de su padre, malgasto sus bienes, y finalmente regresa destruido y golpeado por la vida.
Regresa buscando el perdón de su padre y vemos como el padre en su infinito amor lo recibe, cura las heridas, lo viste con ropas nuevas y hace fiesta por él.
En otra oportunidad analizaremos desde esa perspectiva esta parábola, pero hoy quiero abocarme a ver al hermano de este hijo prodigo y el sentimiento que le provoca su regreso.
Como esta su corazón realmente
Vemos cómo reacciona frente a la actitud del padre y notamos como esta su corazón realmente.
Este joven era un joven que obedecía a su padre siempre, trabajaba incesantemente, nunca le generaba problemas y cuidaba de los bienes y negocios de su padre.
Pero al ver que su padre mataba el animal más grande para hacer fiesta por aquel, que a su entender era alguien que no lo merecía, se enoja, se resiente y no quiere participar de aquella fiesta.
Su padre sale a intentar convencerlo, a razonar con él, le expone las razones por las que hay motivos de festejo, pero él no logra verlo.
Su corazón está cerrado en el legalismo, y comienza a comparar sus actitudes, frente a las de su hermano, en reproche a su padre.
A veces no nos damos cuenta...
Cuantas veces podemos llegar a encontrarnos a nosotros mismos trabajando en la obra incesantemente y de pronto vemos que alguien que no ha hecho tanto como nosotros, accede a un sitio más alto que el nuestro.
Esto no solo sucede en la iglesia sino en todos los ámbitos.
Hay obediencia que es basada en el temor o en la búsqueda de un favor, por lo cual ese tipo de obediencia no sirve ya que a la primera decepción, la reacción de aquella persona será resentirse o enojarse.
Realmente examinate y piensa como esta tu corazon realmente.
La obediencia que nos hace sentir bendecidos es la obediencia basada en el amor, en que todo lo que hacemos lo hacemos por y para Cristo y por amor de su nombre.
Busca tener su corazón
Es esa la clase de obediencia y cristianismo que nos hace crecer y parecernos a Jesús.
Jesús era aquel que se sentaba a charlar con cobradores de impuestos, y hasta cenaba con ellos, o charlaba con mujeres de dudosa reputación.
Es aquel que aun colgando en la cruz, por el simple hecho de ver arrepentimiento perdona al ladrón que colgaba a su lado, Jesús no vino por los santos, sino por los pecadores.
No confundas cristianismo con religiosidad, no es como te vistas, ni como hablas, ni cuanto haces, no se trata de eso, la religión no te lleva al Padre, Cristo te lleva al Padre.
Y si quieres ser un verdadero cristiano, no hace falta que te vuelvas un religioso, sino un imitador de Jesús.
No mires cuanto le da Dios al otro, cuanto le ha bendecido.
Él nos ama a todos por igual
Él es el padre perfecto que nos da el mismo amor a cada uno de nosotros, y no dejara que nada te falte y te dará conforme a sus riquezas en gloria.
Para el hijo prodigo era fácil regresar, y confesar que había errado, pero para su hermano que jamás se había ido, era difícil entender que aunque siempre había estado allí, su corazón estaba lejos.
Dios quiere quebrar la dureza del corazón, y si hoy lees esto y te das cuenta que algo de esto sucede en tu interior o que sin darte cuenta has sido religioso y metódico.
Quebranta tu corazón delante del Dios altísimo que sabe mejor que tú, lo que hay en tu interior, pídele que te muestre como esta tu corazón realmente.
Permite que te limpie y que te enseñe más de Él, para que puedas mirar del modo que Jesús mira y que el amor de Dios se pueda ver en ti.
Jesús nos llama a vivir un cristianismo que brilla en medio de la oscuridad, que no se aísla sino que camina en el mundo llevando luz.
No seas un creyente acartonado, sino uno que se goza en Cristo, que no juzga y que en vez de alejar, atrae con el amor que brota de Él.
El amor de Dios atrae
Recuerda que lo que cambia, restaura a las personas y atrae a Jesús es el amor, no el juicio ni los muchos actos religiosos.
Ten presente la última asignación de Jesús antes de la ascensión y lleva la palabra de Dios hasta lo último de la tierra, a todos los lugares del mundo, lugares buenos y aquellos lugares donde piensas que un cristiano no entraría.
Lo que atrae al mundo a Jesús no es que le digas que si no acepta a Jesús se ira al infierno, porque visto desde su óptica, eso no le generara nada.
Pero si le muestras el amor de Dios, en medio de un mundo carente del mismo, eso sí impacta los corazones.
Brilla en medio de la oscuridad y conviértete en un verdadero seguidor de Cristo.