Salmos 34 Alabar a Dios en todo tiempo

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1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca. 
En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán. 
 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores. 
Los que miraron a él fueron alumbrados,Y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová,Y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,Y los defiende. Gustad, y ved que es bueno Jehová;Dichoso el hombre que confía en él. Temed a Jehová, vosotros sus santos,Pues nada falta a los que le temen

Vale la pena compartir hoy parte de lo bello que es el salmo 34, te invito a leerlo en su totalidad en tu biblia, este salmo fue escrito por David cuando fingió locura frente a Abimelec y este lo echo de su presencia, hoy comparto contigo estos primeros versos donde encontramos un principio maravilloso, les hago un poco de historia para entender el contexto en el que fue escrito.

David era un hombre de Dios, formado cuidando las ovejas de su padre, nos cuenta la biblia que en la noche cuando un león o lobo quería robar alguna, el mismo las defendía y mataba a aquella criatura que las atacara.

Cuando Goliat amenazaba Israel, David se presentó ante el rey Saúl y le dijo que el iría contra este gigante, y todos conocemos la famosa historia donde el derroto a Goliat con su honda y 5 piedras, porque David sabía que no iba solo, la presencia viva del Señor estaba con él.

A raíz de esto David se hace famoso y el rey Saúl decide llevarlo con él, hasta lo casa con una de sus hijas, pero para hacer corta una historia larga pero muy rica, finalmente Saúl tiene celos de David y su popularidad, por lo cual este se ve obligado a huir, y va a parar delante de Abimelec, el mismo rey que había enviado a Goliat en contra de los israelitas, de esto sale airoso fingiendo locura.

Finalmente David termina en la cueva de Adulam, que según el mapa se encuentra a 24 km al oeste de Belén, allí escribe este hermoso salmo, que contiene varios principios, el primero es “Bendeciré a Jehová en todo tiempo”.

Es muy fácil alabar a Dios cuando todo va bien, la vida está llena de altos y bajos, pero si te encuentras tomado de su mano, jamás las circunstancias serán para derrota, sino que generaran madurez en aquel creyente que mantiene la alabanza en su boca en todo tiempo.

Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre”. 

Levantar y exaltar su nombre aun en tiempos de prueba no solo levanta tu ánimo y genera que la mano de Dios se mueva a tu favor sino que inspira a quienes te rodeen a imitar tu conducta.

Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores” 

Salmos 34 Alabar a Dios en todo tiempo

Buscar a Dios, es una decisión diaria, David buscaba a Dios en el desierto o en el palacio, en todo lugar y momento, te invito a buscar a Dios, en oración y adoración en cualquier circunstancia de la vida en la que te encuentres.

Cuando tú buscas a Dios esto te ayuda a quitar los ojos del problema y ponerlos sobre aquel que es capaz de transformarnos en medio de todo ello y sacarnos de las cuevas en las que nos encerramos y nos llenamos de temor.

El temor es fe puesta en el lugar incorrecto. Pero si miramos al cielo y vemos su grandeza todo lo demás se hará pequeño y la verdadera fe crecerá.

Él te invita a probarlo y a buscarlo, muchos años después en Mateo 7: 7 Jesús nos dijo 

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.

Esta es una promesa de Dios para nuestra vida, levanta tus ojos y mira al cielo, porque tu socorro viene del Señor.

Clama a Él y el mismo Dios que libro a David te librara también a ti y te fortalecerá en todo tiempo.

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Hebreos 11:6 La salvación es por fe

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6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. 

Para acercarse a Dios primero es necesario creer y saber que El existe y que es real.

Nadie busca algo que no cree que puede encontrar, ni corre hacia una meta sin creer que llegara a la misma.

El deseo de buscar a Dios va acompañado de acciones y decisiones, dedicar tiempo a esa búsqueda y conocimiento leyendo su palabra y acercándose a una relación más cercana con el objeto de su fe, nos da a conocer los propósitos de Dios para nuestra vida.

La palabra nos dice claramente que sin fe, es imposible agradar a Dios, este es un principio desde el cual partir, ya que El ve tu interior y conoce cuando hay un corazón sincero, al Señor no podemos engañarlo, el ve lo que nadie puede.

No tienes que tener un título, ni ser perfecto para acercarte a Él, el único requisito para tener una relación cercana con El Señor es creerle.

Buscar a Dios es la forma en la que los creyentes nos referimos a la disposición del corazón y la determinación de conocer y hacer la voluntad de Dios.

Cuando tenemos un encuentro real con El, ya no queremos nada más, y comienza un cambio interior en el cual no hay ninguna otra cosa que nos seduzca más que su presencia.

Dios no es un Dios escaso, nos dice claramente que el recompensa abundantemente a quienes le buscan.

Hebreos 11:6 La salvación es por fe

La búsqueda efectiva de Dios es a través del amor que Él pone en nosotros, no se trata de acercarse a Él por temor a equivocarse, o porque estamos pasando una dificultad y entonces lo buscamos o por temor al juicio.

Su palabra dice que Dios no atrae a las personas con palabras de juicio, sino cuerdas de amor. Un corazón quebrantado ante El Señor y creyendo en sus promesas es todo lo que Dios necesita para realizar un cambio en esa vida.

2 Crónicas 16: 9 dice :

9 “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.

El discierne las intenciones del corazón dice su palabra, recordemos y tengamos muy presente que la salvación no es por obras, sino por fe.

Tú puedes hacer muchas cosas buenas y ser muy solidario pero nada de eso te llevara al cielo.

Lo único que te dará la salvación de tu alma es que te acerques a Él con un corazón sincero y quebrantado y le declares como tu Señor y Salvador, y para esto, la fe es el ingrediente principal necesario ya que sin ella no puedes hacerlo.

De modo que si tu vida hoy no está alineada con los propósitos de Dios, si aún estas dudando y no es El quien guie cada uno de tus pasos, te invito a que dobles tus rodillas donde quiera que estés, y le rindas tu corazón y tus debilidades.

No es fácil seguir a Cristo, nadie ha dicho jamás que lo será, pero una vez que decides hacerlo, tu vida cambia y descubres que no hay mejor camino, no encontraras un amor más sincero y que llene tu alma, como el amor que Jesús tiene por ti.

Recuerda que solo El, es el camino, la verdad, y la vida.

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Isaías 26:3 La paz de Dios

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Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”

Isaías es un gran profeta de Dios, es uno de los llamados profetas mayores, escribió esto unos 750 años antes de la venida de nuestro Señor y podemos encontrar que en su libro el describe como sería el padecimiento de Jesús y su gran amor por todos nosotros con una exactitud que nos habla de que el mismo espíritu de Dios lo inspiro.

En este verso, nos describe cual inmensa es la paz de la que podemos disfrutar todos aquellos que perseveramos y confiamos en este Dios maravilloso que tenemos.

Cuan fácil es que nuestros pensamientos se llenen de amargura o negativismo cuando las circunstancias que nos rodean nos muestran una realidad de fracaso o de continuos problemas y cuan fácil nos quejamos por no comprender porque vivimos algunos eventos en nuestra vida, es que sus pensamientos son más altos que los nuestros.

Isaías 55; 9 nos dice “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.

Isaías 26:3 La paz de Dios

El Señor no nos ha prometido que no tendríamos problemas, al contrario, Jesús nos dijo en Juan 16:33 “33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”

Muchos piensan equivocadamente lo contrario, pero Dios te promete estar contigo en cada momento bueno o malo de tu vida, y que de todo te librara El Señor y nos invita a confiar en que venceremos así como Él ha vencido. 

Jesús nos aseguró la victoria, porque ya El la consiguió en la cruz del calvario por ti y por mí.

Persevera en los pensamientos del Señor , no te dejes llevar por el pensamiento de este mundo y pon tus ojos en Cristo. Como nos dice Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Confia en el Señor, no mires las circusntancias , fija tus ojos en Jesus , síguelo, entregale tu temor o ansiedad , deja que tome control y no te distraigas.

Isaias nos dice que el guardara en completa paz a aquel cuyo pensamiento en El persevera, no es una paz a medias, no es un poco de paz, es completa paz.

Puedes estar en medio de una tormenta, atravesando cualquier circunstancia, pero fija tus ojos en Jesús, persevera, confía y El hará.

Como dice el Salmo 37: 5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

La biblia está llena de promesas de cómo Dios libera la vida de sus amados, de sus hijos, y si tú le has abierto tu corazón a Dios esas promesas son para ti, y si no lo has hecho aún, te invito a que le abras el corazón y le pidas que llene tu vida. 

Ten la seguridad que El que te amo tanto que dio su vida por ti y mientras sangraba en esa cruz te veía, te pensaba, ese mismo Jesús que se levantó de entre los muertos hoy te dice, ábreme tu corazón, persevera y confía en mí y transformare tu vida.

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Lucas 24:30-35 Dios nos enciende

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30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 

31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 

32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? 

Es necesario que hagamos una breve reseña de lo que sucede antes de estos 3 versos, esto sucede el domingo de resurrección, si quieres leer la historia completa búscala en el capítulo 24 de Lucas desde el verso 13. Te hare un resumen para que puedas comprender el contexto.

Esa mañana las mujeres fueron a la tumba y la encontraron vacía, los discípulos no alcanzaban a entender lo que había sucedido, no creyeron acerca de la resurrección sino que guardaban dudas.

Esa mañana dos de ellos decidieron volver a Emaús, creían que ya todo estaba perdido, que debían volver a sus vidas comunes, pero Jesús tenía otros planes, los intercepta y comienza una charla con ellos, quienes no lo reconocen, lo ven como un forastero que no sabe lo que ocurrió en esos días. Él les pregunta de que van hablando y ellos le cuentan acerca de la crucifixión.

Comienzan una charla con este “forastero” que les comparte la palabra y lo invitan a cenar y es en el momento en el que parte el pan, que sus manos son develadas y entonces, sus ojos se abren, y lo reconocen.

Reflexión

Dios nos enciende

El camino a Emaús, es un camino que muchos recorremos cuando nos encontramos en desilusión, y queremos volver atrás, a lo que alguna vez nos dio confort o a lo que acostumbrábamos a hacer. 

Esto era lo que ellos sentían, se habían quedado sin su fe, sin su Señor, no habían entendido ni creído aun en las afirmaciones de que la tumba estaba vacía, y que Jesús estaba vivo, es que su mente no alcanzaba a comprender.

Quizá te encuentres en camino hacia Emaús, desilusionado o estés perdiendo tu fe por alguna razón, pero déjame decirte, que no hay mejor lugar que el lugar de su presencia, donde tu corazón arde, porque su espíritu a través de su palabra te enciende y sopla vida.

Ellos al reconocer que era Jesús, comprendieron que en medio de su charla sintieron ese ardor en el corazón, ya que es imposible estar en su presencia y oírlo sin que algo suceda en tu interior. 

Acércate al fuego de Dios y tu corazón volverá a arder, no camines en dirección contraria, no vuelvas a Emaús, Él te intercepta hoy, se acerca a ti, preguntándote “que tienes?” puedes hablarle con libertad.

Es que su amor es tan grande que si estas volviendo atrás, El mismo va por ti.

Él es el buen pastor como nos dice Juan 10:11 “11 Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.”

El camino a Emaús es el pasado, pero Jesús interrumpe tu camino y te dice, el viernes de crucifixión ya paso, llego el domingo y la muerte no me pudo contener, estoy aquí para ti y todo es nuevo.

Deja el pasado atrás, hay una nueva etapa que se abre para ti si crees en El, abraza la promesa para tu vida y el amor de Dios te llenara. 

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Rut 1:16 Mujeres valientes

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16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”

Rut era una mujer moabita que se había casado con uno de los hijos de Noemí, pero en esta época, la encontramos en una circunstancia que cambiaría el rumbo de su vida, ya que había enviudado recientemente, y su suegra la despide junto con la otra nuera quien también enviudo, Noemí había perdido a sus dos hijos.

Hoy no te hablare de Noemí, sino de Rut, quien cargaba con su propio dolor y aun así, en el momento en el que su suegra le dice que la deje, ella se niega firmemente.

Cuanta lealtad y fidelidad veo en Rut, ella toma la decisión de no abandonar a aquella mujer que lo ha perdido todo, aun sin saber a dónde ira, o cómo será su futuro, de algún modo veo que no está pensando en ella, sino en Noemí.

Viene a mi mente en este momento que seguir a Dios sin tomar la cruz es caminar a medias con el, quien sigue a Dios toma decisiones firmes y se niega a si mismo muchas veces, es leal con aquel que lo dio todo por cada uno de nosotros.

De Rut podemos aprender muchas cosas, entre ellas, reconoció la autoridad de Noemí y se sometió a ella aun cuando su suegra no se lo exigía, sino todo lo contrario, pero ella sabía quién era Noemí y que Dios tenia.

Valentia

Mujeres valientes

Aprendamos a ser mujeres valientes como Rut, a pesar de cualquier tormenta por la que podamos atravesar, la valentía, la firmeza y su determinación son algunas de las cualidades dignas de imitar en esta mujer gentil que decide hacer del Dios de su suegra, su Dios.

Rut emprende el camino con Noemí sin saber lo que hay delante, pero sabiendo que sigue los pasos de quien admira y que su deber es estar donde ella este.

Dios recompensa esta actitud de Rut, ya que más adelante y será tema de otra charla, veremos como encamina sus pasos y vuelve a rehacer su vida, y su futuro y el de Noemí cambian para bien en forma radical.

Es que cuando consideramos que todo está perdido, y no sabemos cómo salir de las cuevas de la vida, solo tenemos que caminar y seguir a Dios, confiar en su palabra y Él nos sorprende con oportunidades que jamás creímos que podríamos tener.

Mujer, se valiente…

Mujer, confía en El, se valiente, decidida, fija tus ojos en aquel que alumbra tu camino y no desistas, porque el futuro que te espera si lo haces te sorprenderá.

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Génesis 16

De dónde vienes, y a dónde vas?

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Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora”.

Agar es la esclava de Sarai, la esposa de Abram quien al no poder darle hijos le entrega, como es la costumbre de esa época, a su sierva para que esta le dé hijos, de tal manera que Agar queda embarazada y por alguna razón, Sarai comienza a maltratar a Agar, al ver ciertas actitudes, quizá ante su condición de embarazo.

En ese contexto encontramos a Agar que huye de Sarai al desierto, muy angustiada, y ahí es donde el ángel del Señor, la encuentra y surge esa gran pregunta, “ de dónde vienes, y a dónde vas? Hay muchas enseñanzas que podemos encontrar en este versículo 8, pero en esta oportunidad solo me referiré a la pregunta. 

Pon tu nombre delante de esa pregunta.

Génesis 16

Quizá vengas de un contexto familiar doloroso, con una infancia llena de dolor, o quizá ahora mismo estés pasando momentos duros, y no veas futuro, cuando estamos en soledad o en angustia no vemos claramente el camino a recorrer o cual es la mejor decisión para nuestra vida.

Hay desiertos de distintos tipos por los cuales atravesamos, pero en este caso, Agar se fue sola al desierto aun estando embarazada, a veces nos aislamos por propia decisión en los peores momentos, y debería ser en cambio, en esos momentos donde tendríamos que correr a los brazos de Cristo y a rodearnos del consejo de aquellos que nos aman.

El Señor con todo su amor, le hace esta pregunta, no porque él no supiera la razón de su angustia, sino para darle la oportunidad a Agar de contarle, de sacar hacia afuera el motivo de su dolor y que pudiera desahogarse, y por otro lado le dio la posibilidad de pensar que tenía frente a ella, en ese desierto al que se estaba exponiendo en su búsqueda de escape.

Huir de aquello que te genera dolor solo te hará hundirte más en ese desierto donde no hay el sustento que el ser humano necesita, y te dejara solo y expuesto, sin poder sanar.

Hay momentos donde solo la palabra viva del Dios altísimo puede inyectarnos la vida y la esperanza que necesitamos, para darnos cuenta donde estamos parados, en que desierto estamos y hacia donde iremos si no estamos tomados de su mano.

Si tu vida hoy no tiene un rumbo definido, hay alguien que quiere guiarte y conducirte a un lugar mejor, a donde vas hoy? Entrégale tu camino al Señor.

Como dice el Salmo 37: 5 “Encomienda a Jehová tu camino, confía en él; y él hará.”

No tengas duda que Dios está interesado en tus problemas, en tus angustias y desea que puedas acercarte confiadamente ya que su oído siempre está atento y jamás se duerme.

Y tu ya sabes hacia donde vas?….

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Los 10 mandamientos: porqué Dios los escribió

Los 10 mandamientos (o Decálogo) son mandatos morales escritos en tablas de piedra. Formaron parte de la ley que recibió Moisés en el Monte Sinaí. Su autor es Dios y fueron registrados por Moisés en el libro Éxodo de la Biblia.

Los 10 mandamientos expresan la ley moral natural. El conocimiento de esta ley se ha visto empañado y oscurecido por el pecado original y por los sucesivos pecados personales. Los Mandamientos establecen lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer. Pero no se trata de prohibiciones de libertad, sino que es una senda que nos muestra el camino del bien, el camino moral y espiritual de perfección. Son faros de luces que nos llevan por el camino del bien liberándonos de los pecados.

Los mandamientos fueron escritos por Dios para ayudarnos a resolver nuestros problemas, a identificarlos y a poder subsanarlos. Los problemas son los pecados. El pecado se entiende como un alejamiento de los propósitos que Dios tiene para nosotros. La ley no soluciona nuestros problemas, los revela de forma más clara para que aceptemos el remedio que Dios nos provee. Los mandamientos nos permiten vernos a nosotros y a nuestras fallas con más claridad.

Según el versículo 24:7 del libro Éxodo, Moisés leyó los mandamientos al pueblo y eel pueblo afirmó: «Acataremos todo lo que el Señor ha dicho y lo obedeceremos»

Los 10 mandamientos muestran el camino de una vida liberada de la esclavitud del pecado. Los tres primeros revelan el amor a Dios y el resto el amor al prójimo.

Los 10 mandamientos son:

1) El Primer Mandamiento es: Amarás a Dios por sobre todas las cosas. No tendrás otros dioses fuera de mí.

No te harás escultura, ni imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso.

Es el primer y mayor mandamiento. Amarás a Dios Señor con toda tu alma y tu corazón. Amar a Dios significa elegirlo siempre como fin último de todos nuestros actos. Actuar siempre en su gloria. No habrá un fin superior a éste. No habrá ningún amor superior al amor por Dios. Ni por tus padres ni por tus hijos. No habrá nunca otro amor que pueda postergar el amor por Dios. Quien ame a otra persona más que a Dios, no será digno de él.

Esto es sólo devolver su amor para con nosotros. Él nos amó primero, nos creó. Rechazar su amor es un pecado. Él nos amo y envió a su hijo para salvarnos. Es por eso que debemos entregar toda nuestra alma y nuestra vida a él.

Con la oración, nos acercamos a él y alimentamos y sostenemos ese amor. La oración puede darse de diferentes formas: la adoración es una. Adoramos a Dios y lo reconocemos como nuestro creador. La oración es un acto de sincera adoración a Dios. La otra forma es la acción de dar gracias. Agradecer a Dios por todo lo que somos y por todo lo que tenemos. Todo es gracias a él. La tercera forma de oración es la petición. Petición como hijo a nuestro padre, que nos perdone nuestros pecados y nos ayude en nuestras vidas.

2) El Segundo Mandamiento es: No tomarás en vano el nombre del Señor tu Dios, porque yo, el Señor, no consideraré inocente al que tome en vano mi nombre.

Este mandamiento llama a honrar el nombre de Dios. Sólo se deberá pronunciar su nombre para bendecirlo, alabarlo y glorificarlo. El nombre de Dios no debemos entenderlo como el nombre de una persona. Dios no puede ser abarcado por los términos humanos ni existe un nombre en realidad que pueda abarcar la esencia divina. Dios es superior, trascendente, por encima de toda la humanidad. A pesar de esto, para que podamos nombrarlo e invocarlo, él se manifiesta en el Antiguo Testamento bajo diferentes nombres.

¿Cómo honramos el nombre de Dios? En el Padrenuestro rezamos «Santificado sea tu nombre». Santificar a Dios es reconocerlo como santo, tratar su nombre de manera santa. Es lo que hacemos cuando adoramos o alabamos a Dios. Al decir «Santificado sea tu nombre» pedimos que su nombre sea santificado a través de nosotros, que nosotros y los demás lo glorifiquemos.

El segundo mandamiento prohíbe también todo uso inconveniente del nombre de Dios y la blasfemia. Blasfemar es un grave pecado. Significa proferir contra Dios palabras de odio o reproche.

3) El Tercer Mandamiento: santificarás las fiestas. Te acordarás del día de reposo y lo santificarás. Durante seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el día séptimo es de reposo en honor del Señor tu Dios. No harás en él ningún trabajo. Ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que viva dentro de tus ciudades. Porque yo, el Señor, hice en seis días los cielos, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero reposé en el día séptimo. Por eso yo, el Señor, bendije el día de reposo y lo santifiqué.

La Biblia narra toda la obra de creación de Dios. Así como él trabajo seis días y descansó el séptimo, el hombre también debe hacerlo, para dedicar ese día al descanso y al culto divino. El domingo y las demás fiestas, los fieles tienen la obligación de participar en la Santa Misa. Las otras fiestas son la Navidad, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, Todos los Santos.

Los fieles que faltan deliberadamente a estos preceptos cometen un pecado grave. Sólo estarán excusados por una razón grave como enfermedad o cuidado de niños pequeños.

Asimismo, en los días de fiestas, los fieles deben guardarse de trabajar o de realizar cualquier actividad que impida disfrutar del día de Dios, del culto y del descanso.

4) El Cuarto Mandamiento es: Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.

El cuarto Mandamiento se refiere específicamente a la relación de los hijos con sus padres. Se extiende también a las relaciones con otros miembros de la familia e incluso a la relación entre alumnos y maestros.

Dios creó a la familia como institución principal y este mandamiento habla de las relaciones en el seno de la familia, la célula original de la vida social. La Sagrada Familia es el modelo de la familia, como modelo de amor, de autoridad, servicio y obediencia. Un buen cristiano debe honrar a sus padres procurando darles alegrías, rezando por ellos y correspondiendo a los sacrificios que ellos hacen por sus hijos. Es la gratitud y el respeto hacia aquellos que nos han traído a la vida. Agradecer a la madre por sus dolores y al padre por sus sacrificios para hacernos crecer en edad y sabiduría. No olvidar que por ellos hemos nacido y agradecer con docilidad y obediencia.

El cuarto mandamiento también obliga a los hijos mayores a cuidar de sus padres en la vejez, en lo material y en lo moral.

5) El Quinto Mandamiento es: No matarás. La vida es sagrada porque es creación de nuestro Señor y debe ser preservada. Nadie, bajo ninguna circunstancia, debe atribuirse el derecho de matar a un ser humano inocente.

6) El Sexto Mandamiento es: No cometerás actos impuros. No cometerás adulterio.

Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Dios es amor y el amor es fecundo y de esta fecundidad debe participar la criatura humana. La sexualidad humana es distinta a la animal y afecta al núcleo íntimo de la persona. El sexo es una dádiva divina, un específico acto de amor para generar nuevas personas. Para Dios, la castidad es una virtud que hace posible el amor en la corporeidad y a través de ella. Permite amar a Dios y a los demás seres humanos. A la castidad se opone el pecado de la lujuria, que es buscar el placer en sí mismo, separado del fin de la procreación y de la unión. La lujuria ciega nuestro fin, debilita nuestra voluntad y nos aparta del amor a Dios. La masturbación, la fornicación y el adulterio también son actos desordenados a los ojos de Dios. Asimismo, la pornografía y la violación.

7) El Séptimo Mandamiento es: No robarás.

Este mandamiento se refiere a no dañar a los demás en sus bienes. No se puede tomar o retener lo que es del prójimo injustamente. Se refiere a los bienes terrenos y los productos del trabajo de los hombres. Defiende el derecho de la propiedad privada.

Dios confió a la humanidad la tierra y sus recursos para que estos pudieran alimentarse de ellos. La apropiación de los bienes es legítima para autoabastecerse a uno y a sus seres queridos. El respeto a la propiedad privada es fundamental para el ordenamiento de la sociedad. Sin embargo, al administrar los bienes para su consumo, el fiel debe practicar las vitudes de la solidaridad, la templanza para moderar el apego a los bienes materiales y la justicia para respetar al prójimo. No se debe aferrar a los bienes materiales sino contentarse con lo necesario para vivir sobriamente.

Dentro de este marco, es un pecado tomar o retener injustamente lo ajeno o causar algún daño a los bienes ajenos. Así, el séptimo mandamiento prohibe la rapiña, el robo, la usura, la especulación, el fraude, el despilfarro y la falsificación.

8) El Octavo Mandamiento es: No presentarás falso testimonio contra tu prójimo ni mentirás. Este mandamiento prohíbe faltar a la verdad en las relaciones con el prójimo, ya sea con acciones o con palabras. Decir la vedad y ser sinceros es una virtud. Debemos practicar la sinceridad, primero con nosotros mismos. Ser sinceros con nuestros actos, nuestras conductas y nuestros pensamientos. Nunca cerrar los ojos a nuestras verdades.

Debemos ser sinceros con los demás, respetando la palabra, las promesas y los contratos. Debemos también ser sinceros y veraces con Dios. Aunque Dios lo vea todo, hay que manifestarle nuestras verdades. El sacramento de la confesión es una herramienta esencial en nuestro camino de crecimiento. Dios nunca se cansa y siempre perdona cuando volvemos a él arrepentidos.

La mentira y el falso testimonio es repudiado por Dios. De igual manera, la difamación y el juicio temerario. Esto es cuando juzgamos algo sin tener las debidas pruebas. Siempre que se haya difamado a alguien, deben ponerse todos los medios al alcance para devolver la fama injusta al prójimo.

9) El Noveno Mandamiento es: No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

10) El último y Décimo Mandamiento es: No codiciarás los bienes ajenos. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su siervo ni a su esclava, ni su buey ni su asno, ni nada que le pertenezca a tu prójimo.

Los últimos dos Mandamientos se refieren a los pecados contra el sexto y séptimo mandamiento, que son llamados pecados internos. Se refieren a vivir en la pureza y al desprendimiento de los bienes materiales, los deseos y los pensamientos impuros. Las acciones buenas o malas del hombre salen de su corazón, de lo que el hombre elige o no hacer. Esto se refiere a la voluntad del hombre que decide cometer adulterio, robar o matar. Es su determinación de hacerlo, alejándose de la voluntad de Dios.

Uno de los pecados internos son los malos pensamientos a que se refiere el noveno mandamiento. Es imaginarse un acto pecaminoso y es pecado grave deleitarse con ese pensamiento.

El mal deseo o deseo impuro es otro pecado interno. Es el deseo de realizar un acto pecaminoso. El gozo pecaminoso es complacernos en una acción mala realizada por nosotros o por los demás.

Aunque los pecados internos suelen tener menor gravedad que los externos, se cometen más fácil y frecuentemente. También son muy peligrosos y pueden deformar la conciencia. Para luchar contra estos pecados internos nos ayudan los sacramentos, la oración, el trabajo, la humildad y la sinceridad con Dios.

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