Biblia, Versículos

1 Samuel 15:22-23. La desobediencia.

La desobediencia de Saúl, lo lleva a perder el reinado, y podemos aprender mucho acerca de este pasaje y de esta experiencia de Saúl.

22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

Dios bendice la obediencia, ofrendas con desobediencia no sirven.

La obediencia para el Señor es más importante que cualquier ofrenda, Dios no bendice nuestras intenciones, bendice nuestra obediencia en todas las cosas.

Esto me hace acordar a Cain y la ofrenda que le llevo a DIos, y Dios no la acepto, porque su corazon no estaba recto.

Recuerda que Dios ama tu vida, pero bendice la obediencia y no nuestras intenciones, por lo cual si eres desobediente no puedes recibir de El, pero si le eres obediente le estas demostrando tu amor, porque lo que amamos, obedecemos y respetamos.

Si decimos que lo amamos y que lo adoramos pero no lo obedecemos es lo mismo que no amarlo realmente, porque lo que amamos obedecemos.

Este es un principio que todos debemos aprender a fuego, y es lo primero que tenemos que asimilar como hijos de Dios, cuando abrimos el corazón a Jesús no actuamos en independencia con El, sino que nos volvemos dependientes del Espíritu Santo.

Si tú actúas, como te parece, como tu razón te dicta, o como tu corazón te hace sentir y no como Dios te dice, estamos en un problema y esta actitud hay que revertirla.

A Saul la desobediencia le costo perder su reino, no pierdas tus bendiciones.

Saúl desobedeció, y le costó su reinado, Dios ya había decidido desecharlo, y fue muy fuerte este veredicto, pero lo cierto es que Dios nos pone en un lugar de autoridad pero si ve que en ese lugar de autoridad actuamos como nos parece y no como Él nos dice, pues estamos en desobediencia y no somos confiables para guiar un pueblo.

Esto es lo que paso con Saúl, El Señor le dijo que luchara contra los Amalecitas, y no debía quedarse con nada, y que no dejara a nadie con vida, pero Saúl, dejo al rey con vida y se quedó con lo mejor de su ganado y con todo lo de valor.

No era lo que Dios le dijo que debía hacer, Saúl hizo lo que le pareció, y con lo mejor que se había llevado, le ofreció a Dios holocaustos y ofrendas.

Vale decir, que de algún modo quiso congraciarse con el Señor, pienso que Saúl, sabía que había desobedecido, pero habrá pensado, le doy ofrendas de todo esto al Señor y entonces esto pasara desapercibido.

Y cuantas veces esta situación no nos describe a nosotros?, cuantas veces nosotros desobedecemos y luego vamos a Dios con un montón de excusas y argumentos para validar lo que hicimos y hasta minimizar nuestros pecados?.

Muchas verdad?, Lo hacemos habitualmente.

Y cuidado con esto, porque si bien nosotros vivimos en el tiempo de la gracia de Dios, no nos equivoquemos pensando que como vivimos en este tiempo entonces todo nos es perdonado y Dios pasa por alto la desobediencia, porque esto no es así.

La obediencia trae bendición.

Si tú quieres bendición, pero estas siendo desobediente a la palabra de Dios, en cualquier concepto o cualquier “pequeño detalle” no podemos ser bendecidos.

Dios conoce nuestra condición de humanos, la entiende y nos tiene una infinita paciencia, pero si somos obstinados desobedeciendo en aquellas cosas que sabemos que no debemos hacer, no importa si es pequeño o grande lo que esté haciendo, es desobediencia igual.

Dios bendecira tu obediencia siempre, grabate a fuego, que Dios benndice tu obediencia y no tus intenciones, busca su direccion en la palabra y siguela al pie de la letra, tienes su direccion clara a traves de ella y a traves de su Espiritu Santo.

Él es bueno para perdonar si nos arrepentimos, pero que no se nos haga costumbre esto de “hago lo que quiero y luego pido perdón, total El me perdona”, porque Dios conoce nuestro corazón y nuestras intenciones dice la palabra, y si, nos perdonara, pero no podemos disfrutar de sus bendiciones si actuamos así.

No podemos “mojarle la oreja al Señor”, como dice el dicho, porque El escudriña nuestro corazón y pensamientos, Saúl quiso hacer como que nada había pasado, y dijo, esto lo hago y luego le doy ofrenda, pero para Dios la mejor de nuestras ofrendas es nuestra obediencia.

Es que la obediencia a Dios marca cuanto le amamos.

Te ha pasado de que te duele el corazón luego de que te das cuenta que has pecado en algo?

Es que cuando conocemos el sacrificio tan grande que Jesús hizo por nosotros, y de que ese sacrificio fue para llevarse el pecado, y que fuéramos perdonados, entonces comprendemos que cuando obstinadamente peco, es como una muestra de que no me importa ese sacrificio.

Y cuando caemos en cuenta de esto, entonces reaccionamos, pero si reaccionamos, por favor, ya no lo repitamos.

Recordemos que Jesús, perdono a María Magdalena de su pecado, y le dijo, “tranquila, ni yo te condeno, vete y no peques más”.

No le abramos la puerta al enemigo con la desobediencia, porque esta nos hace caer en maldición.

Saúl perdió su reinado, por avaricia, porque actuó como le pareció y no como Dios le dijo que actuara.

Tú quizá eres un líder, o eres jefe, o pastor incluso, cuidado, porque tú te guías por la palabra de Dios, y si por esas casualidades estas enseñando de acuerdo a tu parecer y tú parecer no está de acuerdo al parecer de Dios que está escrito en la palabra entonces es desobediencia.

Tengamos mucho cuidado con esto, y en todos los órdenes y ámbitos de la vida, respetemos nuestras autoridades, y respetemos su palabra, porque la bendición que tus estas pidiendo está estrictamente enlazada a la obediencia que le tienes al Señor.

Cuando le obedeces le muestras el respeto y la dependencia.

Los cristianos estamos sujetos al Espíritu Santo que el Señor envió al ascender al cielo, y ese mismo Espíritu fue el que guio a Jesús en la tierra, y el que lo levanto de la muerte.

Dimensionas el Espíritu que tienes contigo?

Sería bueno que lo hicieras, porque el Espíritu de Dios mora en ti y quiere guiarte tal y como lo hizo con Jesús, por eso, no hagas caso omiso de su dirección, porque aquellos que somos hijos de Dios, vivimos en dependencia de Él.

Y si hoy has detectado que aun en pequeñas cosas te haces el distraído y haces lo que te parece, pídele perdón y ayuda al Señor.

Busquemos su direccion y su guia a traves de la palabra y seamos obeidientes, no perdamos nuestras bendiciones.

Y si hay cosas con las que aun luchas, y no puedes con una debilidad, si aún hay algún pecado que te esclaviza, porque todo lo que nos genera la sensación de que no podemos dejar de hacerlo, aun sabiendo que es pecado, nos está esclavizando, y Dios nos llamó a libertad, si ese es tu caso, dobla tus rodillas y clama por ayuda porque de cierto esa ayuda vendrá.

Conclusión:

Que no nos ocurra como a Saúl, no hay ofrenda que tape ni disimule la desobediencia que es lo mismo que el pecado, no hay nada más valioso que le puedas ofrecer al Señor que tu obediencia, porque ella es la prueba de tu confianza en Dios.

Si jamás le abriste el corazón a Dios te invito a hacerlo hoy, dile conmigo: “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona y límpiame de pecado, ayúdame a vencerlo, y enseñoréate de mi vida, en el nombre de Jesús, Amen”.

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