Biblia, Versículos

Proverbios 15:8 La oración de los rectos.

La oración de los rectos o lo que es lo mismo, los justos, es oída por el Señor siempre.

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;
Mas la oración de los rectos es su gozo.

9 Abominación es a Jehová el camino del impío;
Mas él ama al que sigue justicia.

El oye las oraciones de los justos, y ninguna cae en saco roto, todas nuestras oraciones estarn guardadas, cuando un hijo ora, el cielo hace silencio para oir, somos justos no por obras sino por Jesus, no temas, confia, El conoce lo que necesitas y te oye.

No somos rectos o justos por nuestras obras, o porque somos buenos, sino porque somos justificados por medio de Jesús, porque buscamos a Dios con todo nuestro corazón y con humildad de espíritu.

Cuando Dios habla de humildad no se refiere a lo que no posees en cuanto a lo material, se refiere a tu corazón, a cuan rendido y dispuesto esta tu corazón ante El.

Estos versículos no hacen sino mostrarnos cuanto le agrada a nuestro Padre cuando nos acercamos en oración a Él, dice que le causamos gozo.

Rompe el silencio.

El enemigo muchas veces intenta bloquearnos, apagarnos y esto se traduce muchas veces en tantas ocasiones en las que no entendemos porque, pero nos cuesta orar y acercarnos a Dios, algo que es tan necesario y que nos fortalece tanto cuando lo hacemos.

Los justos somos aquellos que no creemos que la bendición viene por nuestra s obras, ya que hay muchos que hacen obras buenas, pero los motivos por los cuales las hacen están equivocados.

Hay quienes creen que haciendo obra social, y entendamos bien lo que digo, no está mal hacer obra social ni ayudar al prójimo, está muy bien, pero las razones de algunos para llevar a cabo dichas obras no es el correcto, algunos piensan que estas obras les darán salvación o bendición.

Pero Dios bendice un corazón obediente, que se mantiene en contacto con Él y que todo lo que hace, es en comunión y dirección de Dios.

Cuando oramos nuestro Padre se goza oyendonos.

Te aseguro que todo lo bueno que tú puedas hacer, si vas con la dirección del Señor, el resultado será muchas más veces bueno y te traerá bendición para ti y para los que te rodean.

Dios no olvida las oraciones de sus hijos jamás.

Quizá tú estas orando hace tiempo por algo específico y aun no ves respuesta, muchas veces la respuesta de Dios se tarda y no es algo que tenga una explicación, quizá alguna vez debas enfrentarte a algún “no” de Dios, o quizá simplemente te toque esperar.

Pero tienes una promesa en el evangelio de Mateo 21:22 y dice:

22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Por lo tanto, no sé qué es por lo cual estas orando, pero no te canses de orar y de buscar su rostro.

Pide, cree y sobre todo confía en El, Dios sabe lo que hay en tu corazón y sabe cuánta confianza hay en ti hacia Él, cuando uno confía en alguien, no está preocupado ni ansioso.

Si hay ansiedad en tu vida sería bueno que revises tu confianza.

Dios no te condena ni se enoja, más bien entiende, somos seres humanos, pero no por eso podemos descansarnos en el error, ni decir “bueno simplemente soy humano y no puedo evitarlo”, si podemos, si detectamos en que fallamos podemos y debemos corregirlo.

Y darle a Dios nuestra confianza significa descansar en El, no llevar una carga más pesada de la que puedo llevar, y no intervenir cuando es El quien solo puede cambiar las cosas.

Hay cosas que solo dependen del Señor, confia en El.

Hay cosas que solo el Señor puede cambiar, corazones que solo pueden ser tocados cuando el Espíritu Santo interviene, si estas orando por un familiar, un hijo esposo o quien sea y no ves aun el resultado, sigue orando y cree que lo que aun tus ojos no ven, lo veras.

Apocalipsis 5:8 dice Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

Todas nuestras oraciones están guardadas y son oídas, al Señor nada se le escapa, Él es omnipresente y cuando un hijo ora, el cielo queda en silencio para oírlo.

No dejes que el desánimo te gane, ni que te envuelva, cree solamente y veras la gloria de Dios, cree y confía en tu Padre.

Nuestro Dios nos ama, y nada de lo que viene a nosotros sucede sin que El vea, no siempre Dios nos llibrara de pasar algun mal momento, pero si, nos fortalecera en todo tiempo si nos mantenemos en comunion y confianza en El.

Tenemos un Padre bueno, que no desampara a sus hijos, y que toma en cuenta sus necesidades, alguna vez recibirás algún “no” de Dios, y si ese es el caso, confía porque algo mejor vendrá.

Y si tienes algún dolor porque algo por lo que oras es justo y aun así Dios se tarda con la respuesta, sigue confiando, y ten la certeza de que Jesús está a tu lado, y te fortalece, ojala pudiéramos entender algunas cosas, pero no todas podemos entenderlas , sino aceptarlas.

Así como Jesús acepto la voluntad del Padre y tuvo que atravesar el dolor de la cruz, quizá nos toque también en algunas áreas pasar por cierto dolor, pero no atravesaras ese valle solo, sino que lo harás de Su mano.

Conclusión:

Cuando todo vaya bien, ora, cuando todo vaya mal, ora, si estás pasando por el dolor, ora y cuando estés alegre también ora.

Orad sin cesar dice la palabra, sin cesar es eso, sin parar, no importa la circunstancia de alrededor, fija tus ojos en Jesús y no en la circunstancia, porque Él te trazara el camino por el que debes de seguir.

No siempre todo irá bien, estamos en un mundo caído y corrompido, pero Él es nuestra esperanza y nuestra certeza y confianza que no estamos solos.

Nuestra confianza y nuestra alabanza a Dios no depende del resultado de la oracion o de su respuesta, nuestra confianza en El, va mas alla de como van las cosas, en las buenas y en las malas, sabemos que jamas nos deja y nos bendecira y/o nos fortalecera para pasar por lo que sea que nos toque vivir.

No siempre Dios nos evita las penas, pero siempre nos acompaña, y sabemos que nos ama y somos sus hijos, y siempre nos oye.

Recuerda el Salmo 91:7 que dice: Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.

Y este salmo lo cantaba David, que no siempre todo le iba bien, también pasó injusticias, también era humano y peco, pasó de lo bueno, y también de lo malo, como tú y yo, pero su confianza en Dios estaba intacta más allá de las circunstancias.

Cree, aunque el mundo a tu alrededor este mal, confía en tu Padre y Él te responderá y fortalecerá.

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