Jeremías 29:11 Pensamientos de Paz.

Pensamientos de Paz son los que Dios tiene para con nosotros.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

Buscalo en tu afliccion y como un Padre El te escuchara.

Por lo general, el ser humano a medida que crece, tiende a hacer sus propios planes de vida y tiene proyectos o sueños propios.

Cuando nos acercamos a Jesús, y aceptamos a Dios en nuestro corazón, ya no somos huérfanos, sino que hay un Padre que nos ama y vela por nosotros.

Todo padre busca para sus hijos lo mejor, y muchas veces nos toca a los que somos papas cuidar a  nuestros niños, aun de ellos mismos, que por seguir sus propios deseos inmaduros se ponen en peligro, y somos nosotros, los papas , los responsables de guiarlos y encaminarlos.

Dios es nuestro Padre, el más perfecto padre que existe, en estos versículos nos deja tan claro que cada vez que oramos a Él, y lo buscamos de corazón, nos escucha.

Podemos tener la seguridad que cada vez que invocamos la presencia de Dios, Él se hace presente.

Es una promesa de Dios de que lo buscaremos y lo hallaremos si lo buscamos de todo nuestro corazón.

A Él no se le escapa ninguna de nuestras peticiones, ninguno de nuestros deseos, por lo tanto podemos estar tranquilos que cuando le pedimos, El oye, y si algo necesitamos, lo sabe.

Pero qué pasa cuando no recibimos lo que pedimos o Dios nos muestra que el camino por el cual estamos caminando no es exactamente, el que Él quiere que tomemos.

Sus pensamientos acerca de nosotros y lo que Él tiene y sueña para nuestras vidas, tenga la seguridad que siempre serán mejores, que los que podamos estar soñando nosotros.

Que hermoso y cuanto aliento nos da saber, que Dios tiene planes y pensamientos para con cada uno de nosotros, para darnos el fin que esperamos, y si viene de Él , de seguro el final será mejor de lo que podamos siquiera imaginar.

Navega en sus pensamientos y llénate de su paz.

A veces nos empeñamos en conseguir cosas que deseamos, pero si Dios le dice no, pues sepa que si está usted recibiendo un no, es porque algo mejor, hay un poco más allá.

Confié en El, créale, Dios está pensando en usted y en su futuro y aun en el futuro de su descendencia.

Si usted se alinea con los pensamientos de Dios, de seguro que el futuro, suyo y el de los suyos serán intervenidos de modo increíble.

Filipenses 1:6 dice estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Lo que Dios ha comenzado en usted, lo terminara.

El Señor sabe que usted tiene la capacidad de brillar, Él es el primero que cree en usted, haga usted lo mismo, y créale a su Dios, confié en El, aunque no entienda en el momento.

Somos hijos del Dios altísimo, y si aceptamos su voluntad para nuestras vidas, es porque conocemos el Dios que tenemos.

Conclusión:

El no es un Dios escaso y cuando da, lo hace en abundancia y sus propósitos siempre son para darnos un final mejor.

Crea y confíe y vera la gloria de Dios manifestarse en su vida.

Lo que el Señor sueña y piensa para usted no es ni más ni menos, que para darle un futuro mejor, abrace el propósito de Dios para su vida y entréguele el control.

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1 Corintios 15:57-58 Demos gracias en todo.

Demos gracias a Dios en todo, siempre, en esta semana que es una semana en la que algunos países celebran el dia de acción de gracias, aprovechemos a dar gracias y tomemos esta buena y sana costumbre.

57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Que importante es ser agradecido, y cuanto habla de una persona el serlo.

El agradecimiento abre puertas como ninguna otra cosa abre, y el agradecimiento a Dios, toca su corazón de una manera increíble, y como no agradecerle a ese Dios que nos ha redimido y rescatado de nuestro propio desastre.

Haz una lista de todo lo que tienes de bueno para agradecer y sorprendete.

Si hoy te invitara a vivir esta semana y estos días próximos haciendo una lista de cosas por las cuales agradecerle a Dios, quizá te sorprenderías de la cantidad de cosas que a tu mente vendrían.

Muchas veces estamos tan absortos en nuestra vida y quehaceres que no le prestamos a eso la debida atención y nos olvidamos que hay un Dios que no escatimo ni a su propio hijo y lo dio para que en la cruz se lleve todas nuestras rebeliones, pecados y enfermedades.

El es digno y merecedor de agradecimiento.

Haz una lista de todas aquellas cosas de las que Dios te ha librado, aun de las que sin darte cuenta y sin pedírselo saliste adelante, cuando no creías que podrias, de todas las situaciones que, en ese ultimo momento cuando ya no veías la luz, saliste adelante.

Es que Dios ha intervenido en tu vida, porque El no se olvida de ninguno de sus hijos, y si alguna situación complicada y dura has pasado, si Dios no te libro de ella, de seguro te dio la fortaleza y la habilidad para salir airoso y mas fuerte.

Nada de lo que viene a la vida de un creyente es para derribarlo sino para hacerlo mas sabio y fuerte en Cristo.

Es que la victoria es nuestra a través de Jesucristo, eso es lo que el verso 57 nos dice, que en todo aquello que vivimos debemos darle gracias, aunque no veamos aun el milagro, ya sabemos que Jesus nos ha dado la victoria.

Nada de lo que hacemos para el Señor sea lo que sea, es en vano, El toma en cuenta cada cosa y nada se le escapa.

El nos llama a ser firmes y constantes, se firme en las cosas de Dios, no seas como una onda de mar, que va y viene , que tu palabra sea si y amen, que valga tu palabra, que seas ejemplo de firmeza y constancia en las cosas del Señor.

Perservera y veras la gloria de Dios, no quites tus ojos del Señor, síguelo como a tu maestro.

Demos gracias en todo.

Dale gracias a Dios aunque aun no veas el milagro que esperas, dale gracias por la fuerza que tienes cada dia para enfrentar la vida, y dale gracias a aquellos que Dios ponga en tu camino para bendecirte, para alentarte y apoyarte.

No hay nada oculto ante los ojos de Dios, lo que sea que estes pasando, El lo ve, lo sabe y no te soltara.

En latinoamerica no tenemos muy incorporado el dia de acción de gracias, pero hay otras costumbres que se nos han “pegado” que no son tan benditas, pero este dia es un dia, una semana, de la cual si deberíamos tomar ejemplo.

Haz un recuento de cuanto debes agradecer y haz ese ejercicio hoy.

Cuando agradeces, el corazón de Dios es conmovido, cuando agradeces a tu prójimo das un buen testimonio de la obra de Dios en tu vida.

Y cuando comienzas a pensar y realmente a hacer un recuento de todas las cosas por las cuales tienes que agradecer, tu animo es levantado, si estabas débil, eres fortalecido.

Aunque creas que no tienes nada que agradecer, piensalo, Jesús murio y resucito por ti.

Y si sientes que no hay nada bueno en tu vida por lo cual agradecer, déjame decirte que quizá estes viendo el vaso medio vacio, y no el vaso medio lleno, todo lo vemos en la vida según el color del cristal a través del cual miramos.

Podemos decir que este año 2020, ha sido un horrible año, en el cual una pandemia mundial nos afecto, nos encerro, enfermo y puso de rodillas a naciones, y quizá eso te hace mirar este año con tristeza.

Pero, si miras este año y comienzas a ver como familias a pesar de distintas situaciones vividas por estas cuarentenas, se han unido, y comienzas a ver las historias te das cuenta que no todo ha sido malo.

Conclusión:

No mires como el mundo mira, tu eres un hijo de Dios, mira a través de los ojos de Jesus, si en algunas personas las circunstancias sacan lo peor, tu, que eres un hijo de Dios, pídele la gracia para que salga de ti bendición para ti y los que te rodeen.

Dale gracias a Dios por todo siempre, se agradecido y las ventanas de los cielos se abrirán para ti.

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Salmos 1:1-3 Raíces fuertes.

Raíces fuertes en la palabra de Dios, en varias oportunidades somos comparados a árboles en la biblia.

1  Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
    Ni estuvo en camino de pecadores,
    Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará
.

Raices en la palabra de Dios

El salmo 1 es un salmo que hace una clara comparación entre el hombre justo y el hombre pecador, y es bueno que puedas leerlo completo en tu biblia porque es un muy rico salmo del que podemos aprender mucho.

En este caso nos abocamos hoy a estos primero 3 versículos, y de primera vemos que nos habla acerca de a quien le prestamos oído.

Es bendecido aquel que no anda en consejo de malos, o en otras palabras, aquel que no va a buscar consejo donde nada bueno va a obtener-

La pregunta seria, a quien le prestas tu oído y tu atención?

Mas profunda es tu raíz, mayor será tu fortaleza en Cristo.

El camino de quien acompañas?, con quien tu camines a quien acompañes salpicara tu vida sin ninguna duda. Recuerda que de aquello que nos alimentamos define lo que somos, tanto a nivel físico como espiritual.

El versículo 2 nos dice en cambio que si en la ley de Jehová esta tu delicia y meditas en su palabra de día y de noche serás, y aquí viene una promesa tan bella como fuerte para nuestra vida, serás como árbol plantado junto a corrientes de agua.

Cuanto más fuertes, y más grandes son las raíces de un árbol y varios factores como por ej. si está bien podado, o si esta plantado junto a alguna corriente de agua define cuanto tiempo permanecerá y que fuerte podrá llegar a ser.

Nuestra vida es comparada con los arboles bien plantados, si tu tomas la determinación de buscar cada día la presencia de Dios, de leer la palabra, de buscar la dirección de Dios en cada momento de tu vida y en cada área, tu permanecerás.

Lee la palabra y fortalecete en ella.

Si quieres seguir a Cristo y que tener raíces fuertes que te dejen bien plantado y que cuando vengan los vientos fuertes no caigas, entonces ocúpate de cuidar a quien le prestas tu atención en exceso, en que gastas tu tiempo, o mejor dicho, en que lo malgastas.

Nuestra mente es algo que debemos cuidar, porque somos lo que pensamos.

Efesios 4: 23-24 dice  y renovaos en el espíritu de vuestra mente,

24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Ocúpate de echar raíces fuertes en Cristo, de que tengas el cimiento necesario para permanecer en sus caminos.

No es algo que nos pueda llegar a extrañar, cuando vemos personas que quieren seguir a Cristo, pero continúan con las mismas costumbres que tenían antes de abrir el corazón a Jesús.

No puedes servir a dos señores, no puedes vivir la vida plena que el Señor tiene para ti, si no te determinas a cambiar ciertas costumbres, si no le pides al Espíritu Santo que te capacite y si no cierras puertas al enemigo fácilmente las tormentas te tiraran.

Plantate firme en el Señor.

Si tú quieres ser un creyente fuerte, firme, como árbol plantado junto a corrientes de agua, busca esa llenura del Espíritu Santo que entrara si tú se lo pides, y dará fruto en ti si eres obediente a su dirección.

Conclusión:

La promesa de Dios para aquellos que se alejan del consejo de los malos, para aquellos que determinan echar raíces firmes es que dará fruto, y en todo lo que hace va a prosperar.

Si estás buscando prosperar, y crecer en el camino del Señor, y ves que hay algo que impide tu crecimiento, analiza tus actitudes o tus compañías o tus costumbres, ciérrale puertas al enemigo con determinación, y busca la presencia del Señor.

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Jeremías 1:4-10 Dios te conoce desde antes de nacer.

Dios te conoce desde antes de nacer, cuando llegaste al mundo, Él te vio nacer y ya tenía planes contigo, y nada de lo que has vivido ha sido ignorado por El, todo lo sabe y te conoce mejor que nadie.

Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Y yo dije: !!Ah! !!ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.

Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

10 Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.

El día que naciste, el estaba allí.

Antes de la fundación del mundo y antes que tu nacieras, Dios ya te conocía, de hecho tu nacimiento y el mío no es una casualidad, hace poco recuerdo haber oído a mi madre hablando acerca de cuándo yo nací, comento que cuando supo que era una niña, su corazón se alegró.

Dios te conoce desde antes de nacer.

Inmediatamente de ese comentario, el Espíritu Santo hablo a mi corazón, y me dijo, “yo también estaba allí el día que naciste y también me alegre” y de ahí nacio este articulo ya que cuando tu naciste, no fue un hecho ajeno a nuestro Señor, sino que El estaba allí, alegrándose por tu nacimiento y te ha acompañado a lo largo de tu vida, y ha visto lo bueno y lo malo que has vivido.

Es que podemos en algún momento por circunstancias tristes de la vida, creer que Dios no vio algunas cosas que nos ha tocado vivir, pero lo cierto es que si vio, y si estuvo.

El no es ajeno a tus dolores, o a tus tristezas, y sin que tu lo supieras, ha guardado tu vida, y no te ha soltado, es como un padre llevando de la mano a su niño, El te ha sostenido hasta el dia de hoy.

Ese simple y sencillo comentario de mi madre, recordando el día de mi nacimiento, me llevo a oír la voz de Dios, y a entender que si Dios había estado en esa sala de parto, y oyó mi primer llanto, como no iba El a estar en todos mis momentos?

Del mismo modo, Dios ha estado y está en todos tus momentos, es que Él es omnipresente, te ha visto dar tus primeros pasos, tus primeras palabras, tus primeras lágrimas, y ve las de hoy también, te ha visto crecer, porque te ha visto desde antes que fueras un embrión.

Dios pone sus palabras en tu boca si dejas que use tu vida para bendecir a otros.

El profeta Jeremías, uno de los profetas mayores de la biblia, nos relata, como fue su llamamiento, y Jeremías le contesta lo que muchos de nosotros hemos respondido muchas veces, “yo no sé cómo hacerlo”, o “no sé qué decir”, pero el Señor es tan claro en este llamado, y así como llamo al profeta Jeremías, te llama hoy a ti.

Y te dice, que Él te ha conocido, santificado, El toca tu boca y pone sus palabras en ella. No importa lo que el mundo diga de ti, no importan tus títulos o tus bienes, si tienes o no o si sabes o no, la obra es de El, si estas revestido del poder y del amor de Dios, Él te dice, “no temas”.

Como Padre, aún sin que lo supieras ha guardado tu vida.

Dios ha prometido, que nos pone por encima de naciones y reinos, y si entendemos bien esta promesa, lo que nos dice es que nada de lo que venga a nuestra vida, será lo suficientemente poderoso para derribarnos, porque a través de su palabra nos ha dado la potestad de plantar y arrancar lo que no sirve y vencer.

Pídele a Dios que toque tu boca y que su palabra salga de ella para bendición de muchos.

Para esto naciste, para esto nací, Dios nos conoce, El conoció a mi madre, y aun sin que quizá ella lo supiera, la acompaño y decidió quienes serían sus hijos y los ha visto crecer.

Él te conoce a ti, a tu familia, y te ha puesto para ser luz y para llevar libertad a los cautivos, abre tu boca y no temas porque todo lo que venga a tu vida no se escapa de su control.

El está con nosotros como poderoso gigante para librarnos de todo mal, confía en El, confía en aquel que te saco de tinieblas a luz.

Conclusión:

Confía en aquel, que sin que tú supieras, ha estado a tu lado cada día de tu vida, y que hoy te dice, te he llamado, te he escogido, mío eres tú y nada de lo que hagas podrá revocar ese llamado jamás.

Porque los llamados de Dios son irrevocables, aunque el enemigo quiera convencerte que has hecho mal las cosas, que has usado la vida para vivir fuera de la palabra, si conviertes tu corazón al Señor, EL te levantara, no hay nada que se pueda interponer cuando un hijo es llamado  por el padre.

Oye la voz de Dios y cree a su palabra, porque tú eres instrumento en las manos de Dios para llevar su palabra y ser luz en medio de las tinieblas.

Límpiate el polvo, pídele perdón y ponte a cuenta con el Señor, y El cumplirá sus planes para tu vida.

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Isaías 55:6-11 Busca a Dios.

Busca a Dios, el  está cerca de quienes lo buscan de corazón.

Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Sus pensamientos son mas altos.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,

11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envie.

La palabra de Dios es viva y eficaz.

El libro del profeta Isaías, lo encuentras en el antiguo testamento y es uno de los profetas que cientos de años antes de que Cristo viniera, profetizo acerca de la venida del Señor, de cómo nacería, hablo acerca de su padecimiento y acerca de su victoria, y acerca de lo que esta victoria y cruz significaría para nosotros.

Por lo cual te invito a pedirle al Espíritu Santo discernimiento y entendimiento para comprender este libro y a leerlo y conocer más acerca de la palabra de Dios.

En este pasaje, nos invita a buscar a Dios, mientras pueda ser hallado, El desea que lo busquemos, pero me pregunto, Dios se ha perdido?

No…, El sabe exactamente donde estas tú, y donde está El, y el está muy cerca de ti, aunque no te des cuenta.

Busca a Dios.

El desea que te acerques, con un corazón sincero y humilde, porque él no resiste a quien le busca de corazón.

Cuando un hijo se acerca a un padre con un corazón sincero y le habla desde el corazón , no hay buen padre que se resista, así es nuestro Dios.

El esta cerca de ti dispuesto a recibirte.

El está cerca de ti, más cerca de lo que crees, cuando estas solo y crees que nadie te ve, pues El está viendo, sabe de cada lagrima derramada, de cada dolor, lucha o tentación en tu vida.

Cuando nos convertimos, significa que nos volvemos de nuestros malos caminos, nos damos vuelta, eso quiere decir, por lo tanto, el Señor desea que dejes lo malo que estés haciendo, y que te vuelvas de tus malos deseos o de aquellas cosas que haces sabiendo que están mal y decidas hacer las cosas bien.

Aunque te cueste, aunque algunas veces falles, Él te fortalecerá para que puedas realmente afirmarte en las cosas de Dios.

Él te mira y piensa de ti con bendición.

Él no te juzgara por lo que has hecho, sino que te limpiara y restaurara, El no mira como nosotros miramos, ni piensa como nosotros que solemos mirar con juicio y pensar mal de otros.

El mira mas allá, busca a Dios, vuélvete de tu pecado, y tomate de su palabra, de sus promesas.

Su palabra, la biblia dice que es viva y eficaz, jamás vuelve vacía, si Él te ha prometido restauración, no dudes que lo hará, si te ha hablado y te ha dicho que eres un llamado, un escogido del Señor, pues eso será así, pase el tiempo que pase, porque el llamado no se revoca.

Él no dice una cosa hoy y otra mañana, lo que te ha dicho, lo mantiene, porque el Señor tiene palabra, eso que hoy en día, no sucede entre los humanos, que en tiempos antiguos la palabra tenía otro valor y que el ser humano ha perdido esa sana costumbre.

Dios no la ha perdido, su palabra sigue siendo la misma, ayer, hoy y por los siglos.

Conclusión:

Si Dios te ha dicho que serás salvo tú y toda tu casa, créele, obedécele y no te canses de luchar y permanecer en Cristo, porque esa promesa será hecha.

No pierdas más el tiempo, porque nada hay afuera para ti, no hay nada fuera de Él, donde podamos encontrar paz, amor, y vida eterna.

Existen muchas doctrinas humanas, pero ninguna te dará la garantía de salvación y la promesa de un Espíritu Santo que estará contigo todos los días de tu vida, y te llevara a la misma presencia de Dios.

Busca a Dios mientras puede ser hallado, este es el momento, si aún no lo conoces, haz una sencilla oración donde puedes entregarle tu corazón, dile “Señor entra en mi corazón, limpia y perdona mi pecado, cambia mi vida, te reconozco como mi Señor y Salvador. En el nombre de Jesús.  Amen”

Hoy es el momento de Dios para tu vida.

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Zacarías 4:6. Luchamos con su Espíritu

Luchamos con su Espíritu y Zacarías nos lo expresa así:  Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Los seres humanos nos encontramos cada día librando batallas de diversa índole, en cada área de nuestra vida, trabajo o familia.

Los creyentes y quienes hemos aceptado al Señor como nuestro Dios y salvador, muchas veces nos olvidamos este principio que debe estar grabado en nosotros.

Cuando batallamos en nuestras fuerzas, solemos sentirnos agotados o agobiados.

El Espíritu Santo nos guía.

Pero Dios es experto en hacernos recordar que no podemos ganar con nuestras fuerzas, que quien pelea nuestras batallas es El, a través del Espíritu Santo.

Debemos aprender a depender más de su dirección y de su Espíritu, Él nos guía a hablar lo que debemos cuando no sabemos que decir.

O cuando no sabemos cómo resolver determinadas situaciones, es el Espíritu Santo el que te guiara.

Miremos nuestro interior.

Examina hoy tu diario caminar, y pregúntate algo tan sencillo como ¿estoy peleando yo mis batallas o le doy lugar al Señor?

Recuerda que si estas hoy peleando por ganar a tus hijos o esposo/a para Cristo y lo haces en tus fuerzas, te desgastaras en el proceso.

No ganaras batallas, por tus grandes dones o habilidades, o por lo guapo o guapa que eres, o por lo inteligente que puedas ser ni por tus bienes.

Nada de eso tiene ningún valor si lo comparamos con el Dios de los ejércitos que tenemos de nuestro lado.

Las batallas de un creyente las peleamos en el espíritu y a través del Espíritu Santo,luchamos con su espíritu.

Cuantas veces nos olvidamos que tenemos un Dios grande y maravilloso, y ahí nos encontramos en la vida, batallando y quejándonos del cansancio que tenemos o de que las cosas no salen como esperamos.

Si te encuentras en el proceso de servir a Dios y estas predicando o liderando, examina como lo estás haciendo y recuerda que luchamos con su espíritu.

Busca a traves de su palabra llenarte de su espíritu.

No es en nuestra fuerza, es con su fuerza, no es en la carne, es en el espíritu.

Si realmente quieres ganar almas para Cristo, llénate de Él, y pelea de la mano del Espíritu Santo.

Aprende a oír su voz y a dejarte guiar y direccionar.

Él te dará instrucciones específicas y abrirá camino donde no lo hay.

Anímate a confiar ciegamente en el Dios que abre el mar en dos para que su pueblo pase al otro lado, anímate a confiar en el Dios que alimenta a su pueblo en un desierto por cuarenta años.

Conclusión:

Deja que El pelee por ti y te establezca como un siervo/a y use tu vida a favor de aquellos que aún no lo conocen, pero para eso tienes que aprender a usar la fe y ponerla por obra.

Confiar ciegamente, como lo hace un niño con su padre.

Luchamos con Su Espíritu, el mismo Espíritu que levanto a Jesús de entre los muertos es el que tú y yo tenemos con nosotros cada día.

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Marcos 5:25-34 La Fe de una mujer.

La fe de una mujer que toca a Jesús entre una multitud es parte de la historia del caminar de Cristo en la tierra y que nos deja una gran enseñanza.

“25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,

26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

La fe trae a tu vida el milagro.

La fe mueve la mano de Dios a tu favor.

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”

Venia Jesús de liberar un endemoniado y de predicar del otro lado del mar de Galilea, y al llegar al otro lado luego de navegar, hay una gran multitud esperándolo.

Es que las noticias corren rápido, y Jesús es en todas partes conocido por los milagros que hacía, por el amor que entregaba y muchísimas personas querían ver y tocar al maestro.

La fe viene por oir la palabra de Dios, oye y lée

Entre ellos había una mujer, luchando con una enfermedad por años, que para aquella época la mantenía aislada y mal anímicamente ya que había visitado médicos y nadie había podido ayudarla.

Lee con atención la historia, y mira como ella fue sana, pero principalmente que cosas hizo para recibir su milagro.

Ella fue a Jesús, lo busco, entre la multitud, no le importó esperar, abrirse paso, busco desesperadamente llegar a Él.

Me pongo a pensar y si había una gran multitud, era porque todos buscaban milagros, pero no todos los recibían, quizá no tengamos registros de todos, solo tenemos algunos, como el de esta mujer.

También creo que es porque muchos buscan a Jesús pero realmente no tienen lo que es necesario para recibir de Él, y es nada más ni nada menos que Fe.

Conquistas la victoria cuando pones en marcha tu Fe.

Todos lo tocaban, era imposible que no lo hicieran, y de pronto Él dice “quien me toco? a lo que sus discípulos, me imagino que hasta con sonrisas le dijeron maestro todos te están tocando.

Pero Jesús les dijo, no, alguien me toco con fe, porque poder salió de Mi.

Es que la fe, mueve, si o si, el poder de Dios en tu vida.

En ese momento ella se adelantó y asumió que ella había sido, se postro delante de Él, y me imagino a Jesús con su amor y su misericordia infinita consolando a esta mujer y le dice tu fe te ha hecho salva y sana.

O sea que no solo fue sanada, sino que ha sido salvada.

Acerquémonos a Jesús con esa fe, que genera el poder de Dios en nuestras vidas, conoce al Señor en estas historias, mira cómo se mueve, como habla y como esta de interesado en nosotros.

Amor demostrado en esa cruz

Es que su amor es tan grande que El busca que tú lo busques, porque quiere bendecir tu vida, sanarte y salvarte.

Quizá hayas buscado tu milagro en otros lugares, en médicos, psicólogos o tarot o vaya a saber dónde has ido en busca de ayuda.

Esto no quiere decir que no debamos ir al médico, todo lo contrario, los médicos están puestos por Dios para ayudarnos y debemos seguir sus instrucciones y ser obedientes en nuestros tratamientos, pero a la misma vez sabemos que tenemos el medico de los médicos.

Conclusión:

Así que busca tocar el manto de Jesús, esta mujer sabía que no hacía falta que Jesús le impusiera manos, ni siquiera que tuvieran una charla, ella sabía que con solo tocarlo bastaba.

A veces pensamos que si no hablamos con un pastor, o que si el pastor ora entonces recibiré más rápido, pero esto es un error, lo único que tenemos que hacer es acercarnos y tocar el manto del  Señor con fe, en oración.

Él nos oye, a cada uno de nosotros, y sabe cuándo hay fe en nuestros corazones.

Por la fe de una mujer, en este caso recibió su bendición, lucha por tu bendición a través de tu fe en El.

Arrebata tu bendición para tu vida, acércate al dador de la vida, al alfa y la omega, el principio y el fin.

Dobla tus rodillas, humíllate bajo la poderosa mano de Dios, toca su manto y recibe tu milagro.

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1 Samuel 17:41-47 Siendo entrenados por Dios.

Siendo entrenados por Dios es la mejor manera de pelear todas nuestras batallas, confiados que tenemos el mejor de los maestros. David lo tuvo.

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él.

42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer.

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

David sabia quien lo respaldaba.

45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

Cuando leemos este pasaje podemos imaginarnos a un David, jovencito, de mediano porte y de hermoso parecer según se nos cuenta, y podemos imaginar a un Goliat que ya su aspecto intimidaba.

Dios nos entrena para enfrentar todos los retos.

Como es que este pequeño joven se había atrevido a ofrecerse a ir a pelear con este filisteo que prometía derrotar a quien se pusiera adelante?

Que me responderías si te preguntara cual es el gigante que tienes delante de ti hoy que te intimida y al que crees que no puedes vencer?

Si leemos la historia completa de cómo David derrota a Goliat, vemos que antes de este enfrentamiento él debe ir y convencer al rey Saúl, que le permita enfrentarse a él.

Siendo entrenados por Dios.

Allí David le expone que él se ha dedicado desde siempre a cuidar las ovejas de su padre, y que por las noches cuando los leones, o los osos han querido llevarse a alguna de sus ovejas, el mismo las ha rescatado de sus fauces y ha acabado con estas fieras con sus propias manos.

Es que cuando Dios quiere prepararnos para gigantes grandes, primero nos va entrenando con pruebas de menor porte.

El Señor había preparado a David en esas noches, así como nos prepara a cada uno de nosotros para pelear contra nuestros gigantes, en la enseñanza de la vida diaria cuando nos encontramos librando batallas cotidianas.

Pero David no peleaba solo, y no peleaba en sus fuerzas. Dios peleaba por él.

A lo largo de la vida todos pasamos por diferentes pruebas en las cuales, cuando peleamos solos terminamos cansados o heridos, pero cuando peleamos en el espíritu, la victoria es nuestra.

David le dijo “tu vienes a mí con espada y jabalina, pero yo vengo a ti en nombre de Jehová de los ejércitos, la batalla es de Él y Él te entregara en mi mano”

El sabía que así como había derrotado a las fieras del campo, del mismo modo Dios estaba delante de él como un escudo y derrotaría al enemigo.

La palabra de Dios,espada del espíritu.

Si tú te encuentras delante de un gigante, toma la armadura de la fe, y pon al Señor como escudo, ora, y Dios te librara de la mano del enemigo.

No pelees solo, ve a la batalla de la mano de tu Dios.

Conclusión:

Tenemos un guía que nos enseña y nos entrena y es el Espíritu Santo, aprende a oírlo.

El Espíritu Santo es quien nos va guiando día a día y en cada prueba que se nos presenta, si aprendemos a oírlo, como lo hacen los jugadores de un equipo de futbol que oyen y se dejan guiar por su entrenador, del mismo modo nosotros tenemos al mejor.

Y corremos con una gran ventaja, Cristo ya conquisto la victoria para nosotros, o sea que solo tenemos que arrebatarla, vamos a la batalla sabiendo de antemano que ya está ganada para nosotros.

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Efesios 6:12-17. Ejercito de Dios

Ejercito de Dios, eso somos, y aquellos que somos llamados a su camino somos soldados de Cristo.

12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,

15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”

La mejor armadura es la de su palabra

Somos el ejército de Dios, eso somos tu y yo.

Para ganar en medio de una guerrahay que saber cuál es nuestro enemigo y prepararse para dar batalla.

El apóstol Pablo nos enseña a través de esta carta a la iglesia de Éfeso, como debemos batallar y cuál es el verdadero enemigo de nuestras vidas.

Tu enemigo no es tu familia, ni tu esposo o esposa, ni tus hijos, y tampoco tus compañeros de trabajo.

Nuestros verdaderos enemigos son espirituales, y nuestra lucha no es contra carne o sangre sino que nuestra lucha es espiritual.

Las batallas espirituales se ganan en el espíritu.

Pero tenemos buenas noticias, la victoria fue ganada por Cristo en la cruz del Calvario, solo debemos alcanzar la bendición para nuestra vida.

Santiago 4:7 dice” Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.

Son 2 pasos, que nos dice Santiago que es muy importante, Someterse a Dios, y luego de eso, resistir al diablo. Y la consecuencia de estas dos acciones, será que huira de nosotros.

Es palabra de Dios, es instrucción para nuestra vida.

Así como nos levantamos a la mañana, desayunamos y nos vestimos, del mismo modo, no podemos salir a la calle sin habernos llenado y vestido de la armadura de Dios.

La armadura de Dios no es una armadura como la que usaban los antiguos soldados, sino que se está refiriendo a la armadura de la fe y su palabra.

La Palabra de Dios es la Espada del Espíritu

Cuando nos vestimos con toda la armadura de Dios, nos tomamos de la verdad, de la justicia, nos tomamos del evangelio, ponemos el escudo de la fe por delante, y tomamos Su palabra que es la espada del espíritu, entonces, no hay hueste espiritual que pueda hacernos frente.

Pelee sus batallas en el espíritu y no con su carne.

El creyente pelea primero de rodillas, y se levanta con la autoridad de Cristo sobre su vida, que le da el poder para vencer cualquier embate del enemigo.

Si hay miseria en tu hogar, si hay contienda o división, si hay tristeza o si te sientes abatido, vístete con la armadura de Dios y toma autoridad en el nombre de Jesús.

No pelees con tus fuerzas porque pronto te cansaras, pelea en el espíritu y Dios es quien ganara la batalla por ti.

Esta es una promesa de Dios para su pueblo. Él es Jehová de los ejércitos, y nosotros somos su ejército en la tierra.

Un soldado no se la pasa durmiendo, y muchas veces las cosas no son fáciles, pero un soldado da pelea.

Que el enemigo no te encuentre dormido, sino despierto en el espíritu y peleando la buena batalla.

Que bendición saber que peleamos una batalla que ya fue ganada, el enemigo alardea de poder pisotearnos pero, si tomamos conciencia de que la victoria nos pertenece y aprendemos a pelear con las armas espirituales que tenemos, la victoria ya la tenemos.

Conclusión:

Echa fuera el temor, la división en tu casa o la apatía.

Levántate y vístete con la armadura que es tuya, y derrota a tu enemigo.

Cuando el ve que te pones de rodillas y buscas la presencia del Dios vivo, cuando ve que te sometes a su Señorío y lo resistes no le queda otra más que huir de ti.

Es promesa de Dios para tu vida.

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Jonás 2 Navegando por aguas contrarias. Parte 2

Navegando por aguas contrarias a las que Dios quería que naveguemos nos lleva a vivir tormentas y ser muchas veces “tragados por grandes peces”

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

y dijo:
    Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
    Desde el seno del Seol clamé,
    Y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,
Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Más aún veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
El alga se enredó a mi cabeza.

Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.

9Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;
Pagaré lo que prometí.
La salvación es de Jehová.  

10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

En la primer parte vimos acerca de cómo se desencadena esto en la vida de Jonás, como Dios levanta esta tormenta, los marineros se asustan, cuando se dan cuenta de que esto es producto de la desobediencia de Jonás a Dios y este va a parar al mar, allí es tragado por un gran pez donde estuvo 3 días y 3 noches.

Dios mando al pez a depositar en tierra a Jonas, en un lugar seguro

Huir de los propósitos de Dios y del llamamiento que tenemos cada uno de nosotros, nos expone a quedarnos en medio de la mar sin disfrutar de la bendición que nuestro Padre tiene para nosotros.

No todas las tormentas son del enemigo, a veces Dios permite que pasemos por turbulencias, y en ocasiones cuando la terquedad es muy grande y la rebeldía es un hueso duro de roer en nuestra vida, entonces hay un gran pez esperándonos, que tarde o temprano nos depositara donde Dios quiere que vayamos.

Una experiencia personal que te puedo compartir en comparación a la vida de Jonás, fue que cuando joven hui de la presencia de Dios, me fui en mi propia opinión me case y me fue mal, aun así no volví a Dios sino que seguí en mis propios caminos.

Y al igual que Jonás no queriendo predicarle a Nínive, me aleje de tal modo que ni quería cruzarme con ningún miembro de la iglesia para que no me hablaran.

Aun en un tiempo de mi vida luego de conocer y haber servido a Dios me encontré consultando el tarot y cosas que son contrarias al Señor, buscando a Dioses ajenos para no rendirme y volver al único y verdadero Dios.

Cuantos de ustedes que están leyendo pueden estar viviendo algo así?

Si estás navegando por aguas contrarias Dios te atraerá a las suyas.

Dios te llevará a sus aguas

Cuando eres un llamado y un escogido de Dios, no importa el pecado que cometas ni cuán lejos te vayas, El usara las tormentas que sean necesarias, y los peces que sean necesarios para que rindas tu corazón.

Jonás en el vientre de ese pez, cuando ya no veía la luz ni la salida, cuando ya se creía perdido para siempre, rindió su corazón y clamo y si lees con atención veras a un Jonás rendido a los pies de Dios, reconociendo su error, y prometiéndole cambiar su vida, y se encontró con la misericordia y amor de Dios.

Dice que inmediatamente mando el Señor al pez que lo deposite en tierra.

Y me llama la atención hasta ese detalle, no lo mando a que abriera la boca y lo sacara en medio del mar, sino que lo depositara en la seguridad.

Ese es nuestro Dios, ese que cuando tú te rindes ante El y reconoces, “Señor te desobedecí, Señor me equivoque, recíbeme por favor”, cuando tú dices algo así desde el fondo de tu corazón con sinceridad El Señor te rescata.

Acude a tu llamado y su misericordia y amor te abraza.

El trato del Señor para con Jonás comenzó en la barriga de ese pez, lo hizo tambalear en medio de la tormenta y cerro su trato con su corazón en medio de esa oscuridad.

Hace tantos años ya Dios había tocado mi vida y un buen día me encontré en desobediencia, pero es que la rebeldía es algo que no se había ido de mi vida, y contra ella siempre deberé luchar al igual que tú.

Atravesé tormentas, y me identifico con Jonás dentro del vientre de ese pez, lugar donde tuve que parar, no porque Dios me castigara, sino porque todos los días de mi vida me dio oportunidades para regresar sin tanto daño.

Pero así me recibió el Señor, herida y golpeada, pero Dios sano mis heridas, así como quiere hoy sanar las tuyas.

Dios limpia heridas, te restaura y vuelve a encaminarte.

Navegando en aguas contrarias a las que Dios tiene para ti, solo te encontraras con un gran pez, y ojala seas sensible a la palabra y te evites todo eso, pero, si estas en esa situación hoy día, Él es misericordioso y sea como sea va a traerte de regreso a sus brazos.

Dobla tus rodillas y tu voluntad delante de Dios

Conclusión:

Si estas lejos de Dios, o con tu corazón en rebeldía, doblégate, humíllate bajo la poderosa mano de Dios y Él te bendecirá, sanara tus heridas y volverás a casa de Papa.

Los propósitos de Dios para tu vida son sí y amen, el llamado no se quita de tu vida, si eres un escogido de Dios, sea donde sea que estés o vayas, El hará lo necesario para atraerte.

No porque Dios sea un Dios caprichoso, sino porque es un Dios amoroso, que como todo padre quiere lo mejor para sus hijos y si hay algo a lo que Él te dice “no”, será para tu bien.

A veces Dios permite tormentas y peces, pero son para que si estamos navegando por aguas contrarias, podamos volver a tomar el rumbo que tenía para nosotros.

No navegues por aguas contrarias, vuélvete a los propósitos de Dios para ti.

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