1 Juan 1:7-9. Si estamos en El.

Si estamos con El y verdaderamente tenemos comunión con El, entonces no podemos andar en tinieblas.

Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad

pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Dios es “a su manera”.

Hay muchos creyentes que han oído y recibido el amor de Dios, pero aún tienen un paso que les falta en medio de ese caminar y es el hecho de entender que seguir al Señor no podemos hacerlo a nuestra manera, sino que hay una sola manera de hacerlo y es a la suya.

De nada nos vale ir los domingos a la iglesia si luego, el resto de la semana nos empapamos más del mundo que de sus cosas, y eso no significa apartarnos de todo y hacer una comunidad apartada, ya que el Señor nos dijo que nosotros “estamos en el mundo, pero no somos del mundo”.

Habra una lucha con nosotros mismos, entre nuestra vieja personalidad y deseos y lo que somos cuando El es quien reina en nuestra vida. El sacara lo mejor de ti.

Significa que andaremos, trabajaremos, y haremos todo lo venga a nuestra mano para hacer, pero, sin enredarnos en lo que no nos conviene, pero, hay creyentes que aún no han entendido este principio, y siguen en pos de sus deseos.

Y ese es el punto donde por más que digamos que tenemos a Cristo, si aún nos tira y nos seducen las cosas del mundo estamos en falta delante de Él.

Todos tenemos pecado.

Hay una realidad y es que todos somos pecadores, la biblia dice que, no hay justo ni aun uno, eso significa que por más que busquemos esa comunión perfecta, y que hagamos todo tal y como el Padre desea, siempre habrá pecado en nosotros, pero, la diferencia es que hacemos con eso.

Una cosa es decidir pecar sin que nos importe la verdad que seguimos y sin que nos duela el corazón cuando le fallamos, y otra muy distinta es que nuestro corazón se aflija y luchemos en contra del pecado con el cual nacemos.

Una cosa es que luches y otra es que lo aceptes.

Si tu buscas al Señor, y lo primero al despertarte es ponerte en sus manos, y lo último antes de acostarte es buscar su rostro, te será cada vez más fácil ser sensible a la voz del Espíritu Santo.

No hay otra forma de que puedas luchar contra el pecado y contra tus propios deseos sino es a través del Espíritu Santo, con quien puedes y debes tener una relación, porque es Dios mismo.

Muchas veces me ha pasado de enojarme y en el proceso de maduración he comprendido que enojarme es natural, pero que hago con mi enojo?

Como frenamos nuestras reacciones para parecerme mas a Cristo.

Enojarse no es pecado, Jesús también se enojó, pero el punto es como actúas en medio de tu enojo, y cuánto dura tu enojo.

Te cuento una situación personal a grandes rasgos a modo de ejemplo, una mañana estaba sumamente enojada por una situación que estaba viviendo a nivel personal, y que me preocupaba, el enojo era justo, y había razones, y le pregunte al Señor, que hago con esto?

La respuesta del Espíritu Santo, no se tardó, porque cuando comienzas a fomentar la relación con El, aprendes a oírlo, y su respuesta fue, yo no te diré que hacer, pero, te pregunto, como actuarias tú en tu carnalidad, cual sería tu reacción normal? Cuando te respondas, haz lo contrario.

Dejar de pecar duele también pero debemos matar de «hambre» la carnalidad.

Quizá te duela dejar de pecar, y debas de tragarte lo que desearías decir o hacer, pero para ser y parecernos a nuestro Señor, no podemos conservar esas cosas que son parte de nuestro carácter insano, conservaremos y mejoraremos lo bueno, pero lo que no edifique será aquello con lo que Dios tratara contigo.

Acercate a la cruz y dile al Señor que te ayude a parecerte mas a El cada dia.

No significa que sea fácil, pero un hijo de Dios lucha contra el mundo, las tinieblas, contra sus propios deseos y reacciones pecaminosas y cuesta.

Conclusión:

Una cosa es segura, si tu estas luchando contra todo aquello con lo cual sabes que fallas, y vas al Señor con tus debilidades, le pides perdón por ellas, o aun por tus rebeldías hoy aceptando que las tienes de corazón sinceramente, Él es bueno para perdonar, te perdona y te limpia.

El conoce tu corazón, sabe cuándo hay dentro de tu corazón arrepentimiento genuino.

Si leemos la historia de Judas podríamos pensar que se arrepintió, pero Judas no se arrepintió sino que sintió remordimiento por la consecuencia que había generado su actitud pero no hubo un pedido de perdón sincero.

Por lo cual, cuando te arrepientes, el acto seguido es pedir perdón, y así en todos los órdenes de la vida, si ofendes pides perdón, y si ofendes a Dios corres a pedirle perdón.

Vive una vida cristiana genuina, es un verdadero hijo de Dios, vale la pena serlo y experimentarlo.

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Romanos 1:17. Dios se mueve por tu fe.

Dios se mueve por tu fe, y no por tu necesidad, y ese es un detalle que tenemos que tener muy claro para saber cómo funciona el mover de Dios a favor de sus hijos, y por consiguiente que puedas alcanzar tus bendiciones.

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”

El quiere que alcances la bendicion de los justos.

Tendemos a pensar, cuando estamos en necesidad que Dios se compadecerá de nosotros, y efectivamente, Dios es un Dios de amor, compasivo y misericordioso, pero, si tu no crees realmente en El y en todo lo que El desea para ti, no puedes alcanzar la bendición.

El esta interesado en ti.

Dios esta tan interesado en hacerte crecer en la fe, y en afirmarte y madurarte en su  camino, como en que recibas las bendiciones que necesitas y deseas.

Él no tiene problemas con darte todo aquello que desees o que necesites, pero, si no tienes fe no puedes recibirlas.

He descubierto a lo largo de los años, que muchas veces decimos que tenemos fe, y que creemos que Dios puede darnos esto o aquello, pero realmente hay duda en nuestro corazón, y que lo que sale por nuestra boca no siempre es lo que realmente tenemos en nuestro interior.

Conoce profundamente al autor y consumador de la fe para poder creerle.

Solo cuando lo conocemos más profundamente, y cuando entendemos que debemos tener una relación con El, para conocer su personalidad y las cosas que Él quiere darnos y las que no, es que alcanzamos ese nivel de confianza que solo viene a nuestra vida a través de conocerlo.

Cuando tú conoces más íntimamente a tu pareja, y conoces su carácter, sabes que cosas no le gustan o si le gustan, que cosas te podrá decir que si, o que regalo puedes darle y conoces como llegarle.

Busca una relacion diaria y todo lo que necesites lo recibiras.

Pues con Dios es tan sencillo como eso, si no lo conoces íntimamente, mediante oración diaria, lectura de la palabra, mediante la búsqueda incesante de comunión con El, para que su carácter se te impregne.

Si no haces todas estas cosas, seguramente tú digas que te has entregado al Señor, pero, te falta conocerlo más.

Así que no quieras pasar de grado sin aprobar los primeros, todos pasamos por procesos donde nuestro carácter es probado y moldeado, pero para pasar por esos procesos y alcanzar las bendiciones debemos ser dóciles.

No hay nada raro que debas hacer, simplemente lo que antes te detalle, es la clave para recibir del Señor y que tu fe aumente, cuando lo conoces, comienzas a confiar a tal punto que todas las cosas que necesitas a diario las pones delante del Señor, y sabes que esa promesa se cumplirá y que ningún justo tendrá falta de ningún bien.

Conoce mas profundamente al Dios en el que tienes que creer, para poder recibir la bendicion prometida para todos los justos.

Dejas de estar preocupado, o con esas cosas que te quitan el sueño cuando aprendes a tener esta relación de confianza con El, y cuando sabes que no vives tu vida solo, sino que tu dependes de tu Padre, que no eres huérfano, sino que todo lo que como hijo necesites tu Padre que te ama, te lo brindara.

Necesitas relacionarte con Dios primero, para recibir todas las cosas.

Cuando la relación con Dios, es diaria y permanente, la paz del Señor te inunda, y sabes, porque conoces el Dios que tenemos, que todo lo que sea justo  y necesario El no dejara que te falte.

Hay puntos que debes conocer que son importantes en tu búsqueda del Señor, la obediencia, y el sometimiento a su voluntad por ejemplo es algo que no puedes dejar para un costado, si eres desobediente a lo que sabes que Él te está pidiendo, pues sencillamente el Señor dejara que estés en el desierto hasta que permitas que su perfecta voluntad reine en tu vida.

Las mejores cosas de la vida vienen por fe.

Cuando lo conoces, cuando lees la palabra de Dios, la fe viene, porque la fe viene por el oír de la palabra de Dios, y porque?  Porque como te dije antes, cuando conoces a alguien, confías más.

Por eso es tan importante tu relación con Dios, porque sin ella, no puedes alcanzar bendiciones, la mano de Dios en tu vida se moverá, no por tu necesidad sino por tu fe.

Conclusión:

Si tu hoy confiesas que no tienes suficiente fe, que quizá dices que la tienes pero no es así, o que quizá tu fe está depositada en otro lugar, en tus propias capacidades, o en tu trabajo o en otros “dioses”, vuélvete de esos caminos, y comienza a caminar en el único camino que te llevara a la bendición y sobre todo a la salvación, y ese camino es Jesús.

Romanos 10:10-11 dice 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

El unico camino que te lleva a la bendicion de su presencia es Jesus.

No busques otros caminos, porque tropezaras una y otra vez, busca el camino que te lleva al lugar correcto, busca conocerlo más cada día, y si has pecado o no tienes suficiente fe, ora ahora, pídele perdón, y pídele que te enseñe a conocerlo más, y practica la búsqueda diaria de su presencia, y el Señor te mostrara su gloria porque El no rechaza a quien de corazón lo busca.

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Juan 21:1-12. Cuando Jesús va por ti.

Cuando Jesús va por ti, así he decidido titular este artículo, donde vemos a Jesús en un rol tan paternal y fraterno que no hace más que reafirmar el gran amor con el que Él nos mira.

21  Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.

Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los discípulos no sabían que era Jesús.

Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.

Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.

Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.

Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.

Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.

A veces solo necesitamos acercarnos al fuego del Señor, y El hara el resto, el Señor busca un encuentro contigo y calentar tu alma con su Espiritu Santo.

10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.

11 Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió.

Jesus les salio al encuentro.

Para ubicarnos en la historia, ya Jesús había muerto el día viernes en el madero, y el corazón de los discípulos debe haberse entristecido, todos estaban cabizbajos, y cada uno de ellos estaba haciendo sus propios planes.

Me imagino que se sintieron solos, no sabrían bien que debían hacer ahora, porque todo había cambiado en una noche y el que los guiaba ya no estaba, no imaginaban que esa mañana Jesús iría a buscarlos.

Si te has caido, El quiere levantarte.

Es muy propio del ser humano cuando algo nos decepciona o sentimos que hemos perdido algo o a alguien, ir a hacer lo más conocido, lo que nos hace sentir un poco más seguros y ellos estaban en esa situación.

El puede restaurarte.

Quizá tú te has decepcionado, o has pensado que todo estaba perdido que ahora debes buscar cómo salir adelante y que nadie te puede ayudar ahora.

Pues todo eso, no es más que una mentira del enemigo que a través del temor y de la inseguridad que nos puede llegar a generar algo o una situación desconocida nos intenta engañar.

Jesús fue por ellos, y cuando se dan cuenta que aquel que les dijo que nuevamente echaran la red era Jesús, Pedro es el primero que salta al agua.

Era necesaria la restauración.

Había un tema aun entre Jesús y Pedro, ese mismo Pedro que un par de días antes había negado a Jesús por temor, ese mismo Pedro que lloro amargamente al darse cuenta que le había fallado a su Señor, es el que primero corre a su presencia y se tira al agua desesperado para poder llegar a la orilla junto a Él.

Jesús los espero y los intercepto en su camino, los espero con esa fogata y proveyó el desayuno, cuanto amor vemos en Jesús, no solo por ese desayuno sino porque El sabía que necesitaban ser restaurados.

Y no solo los restauro a través de ese mensaje que no solo fue con las palabras sino con ese acto de amor de proveer para ellos aquel desayuno y esa pesca que fue tremenda, cuando Dios restaura, también bendice.

Conclusión:

Si tú no estás  bien con Dios hoy, por la razón que sea, quizá pecaste y te alejaste del Señor, quizá las muchas ocupaciones te han distraído al punto de que has olvidado tu primer amor, ponte hoy a cuentas con El.

Si tú te pones a cuentas con El, todo lo que estaba mal, Él lo pondrá en su lugar, y junto con la restauración de tu corazón, vendrá la bendición.

Pero todo esto depende de ti, Pedro corrió a sus  brazos y sus discípulos cargaron con todo y también corrieron a la presencia del Señor, y eso fue lo que necesitaban para que su corazón fuera consolado y restaurado.

Dejate tocar por su presencia y restaurar con su amor.

Se sensible a la presencia de Dios, y si hoy no sientes que estas bien con El, ponte sobre tus rodillas, y acércate a tu Padre que te espera de brazos abiertos.

Dios jamás rechaza a quien corre a sus brazos, sea lo que sea que hayas hecho, su capacidad de perdón y de amor, no tiene límites, El siempre está esperando por ti.

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Marcos 3:13-15 Cuando El nos llama.

Cuando Él nos llama, no solo nuestra vida cambia por completo por el encuentro con Jesús y el impacto que eso causa en nuestro interior, sino que nuestro llamado viene acompañado del deseo del Señor de que sigamos sus pasos.

13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.

14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,

15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios.

Jesús te llama.

Él es nuestro sostén, aquel a quien podemos clamar cuando estamos en necesidad o en tristeza, el que fue enviado para ser un nuevo pacto de Dios con nosotros.

Cuál es el llamado de Dios para mi vida es una pregunta que la mayoría de los cristianos nos hacemos, queremos saber cuál es nuestro lugar dentro del cuerpo de Cristo y o cual es el don que Él ha puesto en nosotros.

El te ha llamado y se ha acercado a ti, y a traves de Jesus eres un hijo de Dios.

Y más allá de que eso es cierto, y todos tenemos, puestas por Dios, distintas habilidades, todos deberíamos tener muy claro cuál es la misión encomendada por el Señor y que es lo que desea que hagamos.

Las mismas cosas que El hizo.

Pues no es ni más ni menos que lo mismo que El hizo, el verso 15 lo dice muy claro, y si tú eras uno de los que hasta hoy no sabías que era lo que Dios quiere que hagas, pues memorízate este versículo y hazlo carne en ti.

Predicar, sanar enfermedades y echar fuera demonios, las mismas cosas que Jesús hizo cuando estaba en la tierra son las mismas cosas que a través del Espíritu Santo, tú puedes hacer, no con tu autoridad, no con tu habilidad o carisma, sino con su Espíritu y en su nombre.

Por supuesto que además de esto, todos tenemos dones, y seguramente los descubrirás y podrás usar tus habilidades para poder llevar a cabo esa tarea encomendada por el Señor, mejor y más excelentemente.

La iglesia somos cada uno de nosotros.

La iglesia de Jesucristo, es más que un edificio, somos cada uno de nosotros, los que conformamos el cuerpo de Cristo que es la iglesia, y aquellos que no conocen de la palabra y del amor de Dios, no podrán oír la voz del Señor si novan a ese edificio, pero si la recibirán si la iglesia sale de esas 4 paredes y desparrama la palabra por donde quiera que pasan.

Tu y yo somos la boca de Dios en la tierra, y Él nos capacita, fortalece y enseña para hacer lo que tenemos que hacer como hijos de Dios, llevar las buenas noticias o en otras palabras, y que significa lo mismo, predicar el evangelio.

Tu puedes ser un gran predicador, pero, comienza en tu casa, con los tuyos, con tus amigos, compañeros y vecinos y con todos aquellos que veas en necesidad, se la mano de Dios llevando consuelo a los que están en tristeza y que de pronto nadie mira.

Hazlo tú.

No esperes que otro lo haga, ve tú mismo, y comparte de lo que Dios ha hecho contigo, es tan sencillo como eso, cuéntales a aquellos que no tienen esperanza, que hay un Dios de amor que los espera con los brazos abiertos.

No hay llamados mejores que otros, todos tenemos el mismo espíritu y todos tenemos el mismo Padre, y eres hijo del Rey de reyes y Señor de Señores.

Ve a El cada dia y El usara tu vida para lllevar luz en medio de la oscuridad.

Él ha prometido que las mismas cosas que El hizo cuando estaba en la tierra son las mismas que nosotros haríamos, porque es su deseo que este mundo reciba libertad y que su luz pueda alumbrar en la oscuridad.

Quizá creas que no estas capacitado, o que no conoces lo suficiente, mira, Jesús fue el Rabino que rompió con todos los esquemas y doctrinas religiosas en su tiempo y aun hoy lo sigue haciendo.

Conclusión:

La no busca al más experimentado, busca al más rendido a Él, a quien tenga un corazón sensible a su voz.

Sus discípulos eran pescadores, que seguramente no habían pasado por las distintas etapas de estudio de la palabra de Dios, por las que todos los judíos en aquel entonces pasaban, se dedicaban a pescar, seguramente siguiendo el negocio familiar, porque no habían estudiado lo suficiente.

Pero fueron sensibles a la voz de Jesús, y acudieron a Él en cuanto los llamo.

Responde al llamado de tu Señor, dile Señor aquí estoy.

Si nunca entregaste tu corazón a Jesús, te invito a hacerlo hoy, dile conmigo “Señor Jesús, te pido perdón por mis pecados, límpiame y anota mi nombre en el libro de la vida eterna, bendíceme y a través de mi bendice a los míos, en el nombre de Jesús. Amen”.

Si has hecho esta oración, busca cada día conocer más y más de Él, y se sensible a la voz del Espíritu Santo porque Él te ha llamado.

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Éxodo 3: 3-6 Todo comienza con un encuentro.

Todo comienza con un encuentro con Dios siempre, mientras tú no tengas un encuentro con Dios, difícilmente tu caminar en el camino del Señor será firme, es muy necesario ese encuentro porque es el que nos centra.

3  Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.

Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.

Dios hara y usara lo que sea necesario para captar tu atencion, y te saldra al encuentro.

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.

Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Como estaba Moisés.

Y ahí encontramos a Moisés, un hombre que había sido educado en los mejores lugares de Egipto y criado como un egipcio con todos los beneficios y comodidades, había sentido ya el llamado de Dios, y en un altercado intentando defender a un esclavo, mato a un soldado y le toco huir para salvar su vida.

Se casa, y se encuentra durante los próximos años trabajando y lo vemos pastoreando las ovejas de su suegro, cuando en medio del desierto, ve una zarza encendida en fuego.

En medio de tu noche, El te iluminara, rinde a El tu corazon.

Las zarzas podríamos decir que es un arbusto, una planta seca, que se enciende con el mismo calor del desierto, y fácil y rápidamente se consumen porque están secas, pero lo llamativo para Moisés de esta zarza es que ese fuego no se consume.

Y hay varias cosas que podemos sacar de este pasaje, por ejemplo, Dios no necesita nada sofisticado para poder captar tu atención, y puede atravesarse en tu camino de cualquier forma que El desee, pero siempre cuando el Señor está interesado en alguien, en algún momento ese encuentro se producirá.

Vayas donde vayas Él te saldrá al encuentro.

Quizá puedas ir y venir por tus propios caminos o deseos, quizá hasta quieras huir de la presencia de Dios, porque hay una lucha entre tu espíritu y tu carne, pero lo cierto es que el Señor te saldrá al encuentro, y cuando eso suceda todo a tu alrededor se esfumara y tu atención se centrara en El.

El apóstol Pablo era un perseguidor de cristianos pero, cuando menos lo esperaba, el Señor lo intercepto, y ese encuentro produjo un cambio en su corazón y en su mente que lo cambio todo.

Nuestra seguridad viene de Él.

El Señor le dice a Moisés, “quítate los zapatos”, y que podemos entender con esto? Podemos entenderlo como que era un lugar santo y como una señal de respeto, pero, también podemos ir un poco más allá, cuando estamos calzados nos sentimos protegidos contra lo que podamos pisar y nos sentimos seguros, pero, en este momento, la seguridad de Moisés, venia del Señor.

Conoce de su palabra y aferrate a sus promesas.

Cuando tenemos un verdadero encuentro con Dios, ya no es nuestra seguridad aquellas cosas a las que antes nos aferrábamos, quizá el trabajo o tu cuenta bancaria o tu familia lo que te hacía sentir seguro, pero, cuando Dios llega, todo eso pasa a ser un regalo de Dios y tu seguridad viene del cielo.

Busca el encuentro con Dios.

El está deseoso de encontrarse contigo, y no dudes que lo hará, porque Él no es un Dios sordo, sino que está atento a aquellos que lo buscan de corazón y jamás dejara de contestar cuando clamamos a Él.

No siempre veras la respuesta de Dios en todas tus peticiones, pero aun cuando hace silencio Dios te hablara.

Conclusión:

Nuestra verdadera relación con Dios, comienza con un encuentro con El, y créeme que cuando realmente experimentamos al Señor en nuestra vida, no hay nada que pueda compararse a esa paz que viene del cielo.

Si nunca has entregado tu corazón a Jesús, te invito a hacerlo ahora y a experimentar conocer a ese Dios amoroso y maravilloso que espera por ti.

Dile conmigo “Señor Jesús, perdona y límpiame de todo pecado, quiero tener un encuentro contigo hoy, anota mi nombre en el libro de la vida, te entrego mi corazón, y te pido que me uses como un canal de bendición para los míos, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Mateo 4:18-22. Jesús te dice, sígueme.

Jesús te dice, sígueme, esta palabra tan significativa y que cuando un Rabino le decía a un judío, que lo siguiera, estos consideraban que tenían un honor por encima de otros y era motivo de orgullo para sus familias.

18 Andando Jesús junto al mar de Galilea

, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.

20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.

Dios no busca a los mas capacitados, sino a los mas rendidos a El.

21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.

22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.

Dios desea usar nuestras vidas para llevar su palabra.

Todos aquellos que hemos recibido a Jesús, no ha sido casual, todos tenemos un llamado de nuestro Señor, y de algún modo u otro, en algún momento deseamos ser usados por Dios y encontrar un lugar donde servirlo.

En el tiempo de Jesús, quienes tenían un llamado para ser discípulos de un rabino eran quienes pasaban distintas etapas de estudio de La Tora, que básicamente son los primeros 5 libros de la Biblia o lo que conocemos como el Pentateuco.

Pongámonos en contexto de la época.

Tenían diferentes etapas y comenzaban estos estudios de muy niños, donde en distintas etapas, básicamente llegaba un momento donde debían aprenderse casi de memoria estos libros, luego, llegada determinada edad, quienes habían pasado los 3 niveles y podían elegir un Rabino a quien seguir.

Este Rabino les ponía diferentes pruebas a esos posibles discípulos, y solo quienes las pasaban oían la tan ansiada palabra “sígueme”, y desde ahí ellos imitaban y aprendían todo lo que su Rabino hacía, y por supuesto se iban con él, quien pasaba a ser todo para ellos, eran bendecidos por sus familias ya que esto era un gran honor.

Pero para que todo esto pasara estas personas debían estar calificadas, no cualquiera accedía a esto, pero, llego Jesús.

Jesús desafío la religiosidad, marco la diferencia.

Y Jesús, no era un Rabino como muchos, era El Rabino, quien había venido a marcar una enorme diferencia, y desde el primer momento, podemos verla.

El salió a buscar a sus discípulos, a lugares y gente que ningún otro Rabino hubiera llamado, es que Dios no busca ni mira cuanta capacidad tienes, sino, cuan moldeable puedes ser en sus manos.

Dios mira de un modo que el ser humano jamás mirara.

Jesús desafiaba todo lo que la religiosidad establecía, por eso cuando alguien califica a un cristiano como religioso, está muy lejos de la verdad, ya que los cristianos no somos religiosos, somos hijos de Dios.

El es quien te da lo necesario y te procesa para convertirte en aquello que soño para ti.

Cuando Jesús vio a Pedro, (Simón), y a Andrés, les dijo que lo siguieran, y ellos no dudaron, entendieron que tenían adelante a un Rabino, y no dudaron, se fueron tras El, sabían que esta era una oportunidad para la que quizá no habían calificado con otros rabinos, pero, estaban frente a alguien más grande y lo intuyeron de forma inmediata.

Jesús no escogió a Pedro, ni a Andrés, ni a ninguno de sus discípulos porque fueran perfectos, sino porque veía en ellos el potencial para formar a un hijo de Dios que llevara su palabra, Dios no te ha llamado a ti por tus capacidades sino porque cree en ti, aun más de lo que tú crees en El.

Si nadie ha creído en ti, pues el Señor, si cree.

Quizá crees que tienes mucho para cambiar, y de eso no hay duda, pero, para eso el Señor trabajara en tu corazón, solo basta con que le des el espacio y dejes que el alfarero trabaje con tu vida.

Todo lo que has pasado atrás, te sirve claro como experiencia, y quizá algo de todo eso Dios lo usara para poder ayudar a otros, pero, lo primero que el Señor hará, será romper con todo lo que vienes de atrás, y quebrantara aquellas cosas que hay que cambiar de ti, para hacer una persona conforme al corazón de Dios, y de acuerdo a como te ha soñado.

Si el Señor cree en ti, porque tú no crees en ti mismo?

A lo mejor piensas que tienes defectos, que no eres digno, mira, los siervos de los que predicamos, ninguno de ellos fue perfecto, Moisés se adelantó en alguna oportunidad y mato a un soldado y eso le trajo problemas.

David fue el rey escogido por Dios, pero peco con una mujer, mando a matar a su esposo para quedarse con ella, Pedro era impulsivo y hasta negó a Jesús, Tomas tenía problemas con su incredulidad, Pablo mandaba a matar a los cristianos, en fin, hay muchos ejemplos en la biblia que podríamos enumerar, pero, todos eran conscientes de su dependencia de Dios.

Buscalo cada dia en oracion y lectura de su palabra.

Todos ellos, a pesar de sus errores, los que te nombre y los que no nombro, todos, traían sus errores a los pies de Dios, y recibieron la restauración, las segundas oportunidades que el Señor siempre nos da, y eran vasos moldeables.

Conclusión:

Déjate moldear por el Señor, no es por tu capacidad ni por tu clase social o por cuanto sabes de la biblia, es por cuan entregado esta tu corazón.

Y quizá muchas veces debas doblar tus rodillas, pedirle perdón, y rogar para que cambie aquello en lo que fallas, pero, no dudes que si Él te ha llamado, es porque tú puedes hacer aquello para lo que has nacido.

Entrega al Señor tu camino, confía en El y El hará.

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1 Samuel 18:6-15. Mantener tu mano en el arpa.

Mantener tu mano en el arpa y continuar adorando mientras nos agravian, solo se logra cuando la presencia de Dios está contigo, y estas siendo enseñado y  preparado por Dios.

Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.

Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
    Saúl hirió a sus miles,
    Y David a sus diez miles.

Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano.

Saul tenia su mano en la lanza, pero David la tenia en su arpa, se mantenia adorando.

11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.

12 Más Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl;

Saul planeaba formas de deshacerse de David, pero Dios estaba con el.

13 por lo cual Saúl lo alejó de sí, y le hizo jefe de mil; y salía y entraba delante del pueblo.

14 Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.

15 Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.

Yendo un poco más atrás en la historia, en el mismo momento en el que Saúl, a causa de sus rebeliones y su corazón que desagrado al Señor, pierde la presencia de Dios, David la recibe en cuanto Samuel lo unge como rey.

Los teólogos afirman que desde que Samuel lo ungió hasta que efectivamente David reino, hubo un proceso que duro aproximadamente 15 años.

Dios lo ungió pero le llevo años prepararse para asumir el llamado para su vida.

El corazón de David fue sometido a un proceso de quebrantamiento, para modelar el corazón de un futuro rey conforme al corazón de Dios.

Dios puede darte una promesa que tenga que ver con lo que Él quiere hacer a través de tu vida, pero toma mucho tiempo para adquirir la capacidad de sostener la responsabilidad que ese llamado conlleva, y no estamos hablando de estudios teológicos, sino a los procesos por los que Dios nos pasara para moldear nuestro carácter y nuestro corazón.

Dios se toma mucho tiempo formandonos.

Él no te pondrá en un lugar en poco tiempo, para exponerte a que tu carácter no pueda sostenerse, y que te lleve a caer simple y sencillamente porque te ama.

Quizá entre el llamado y la promesa acerca de sus propósitos contigo, haya un gran tiempo en el medio, donde comenzaras tu preparación hasta tu graduación espiritual.

Yo pensé durante algún tiempo, que cosas que había vivido antes de entregarle al Señor mi corazón, eran mi preparación, pero, el Espíritu Santo me hizo notar, que todo lo vivido antes fue una consecuencia de mi pecado.

Pero, que entre en el proceso de Dios desde el momento en el que realmente abrí mi corazón a Él, y es entonces, cuando entre en el proceso de quebrantar todo lo viejo con lo que vengo, y todo debe ser hecho nuevo y conforme al corazón de Dios.

El Señor mismo fue formado en la tierra.

Jesús mismo fue preparado, durante 30 años, y ejerció 3 de ministerio, los 3 años más intensos de su vida, cuando fue el tiempo, Él lo dio a conocer.

David, al igual que nosotros fue formado durante esos años a través del quebranto, y modelado, paso por todo tipo de injusticias, de las cuales Dios no lo libro de vivirlas, sino que las uso, para enseñarle.

Saúl se encontraba lleno de ira, celos y envidia de David, en este pasaje, estas mujeres y sus cantos lo encendieron aún más, y a tal punto que planeaba matar a David, en un arrebato le tira con la lanza intentando matarlo.

Que pasaba por el corazón de David y que pasaría por el tuyo?

Saúl representaba una autoridad sobre David, a pesar de ser una autoridad injusta, él lo reconocía como autoridad, es que quien no sabe estar bajo autoridad y respetarla, no puede ejercerla jamás.

Cuidado de no mal interpretar lo que es estar bajo autoridad, una cosa es someterse a la autoridad y respetarla, y otra es dejarse oprimir, son cosas distintas, más adelante veremos que David llego un punto en el que huyo y se alejó de Saúl.

Pero en esta oportunidad lo vemos con una lucha interna, entre, el tomar esa lanza y empuñarla nuevamente y matar a Saúl, o en mantener su mano en su arpa y continuar tocando.

En medio de lo que pueda haber alrededor, mantener nuestra mano en el arpa, como lo hizo David y mantenernos adorando a Dios, es lo que nos hace diferentes e hijos de Dios conformes a su corazon.

Y es la lucha a la que estamos todos los días sometidos nosotros, entre contestar o responder del mismo modo con el que el mundo nos trata, o comportarnos a la medida de Dios.

Como respondes?

Si tú has entregado tu corazón a Dios, tu eres su hijo, y todos tenemos un llamado y un propósito para nuestras vidas, y si tú te dejas moldear por el Padre, entonces hay muchas cosas que vendrán a tu vida, y de las que Él no te librara de pasarlas por mucho que ores.

Conclusión:

Ora más bien, para que puedas aprender aquello que el Padre está queriendo enseñarte y déjalo moldear tu corazón y hacerlo un corazón conforme al corazón de Dios.

Nuestros Saules, son nuestras iras, los deseos de venganza, a veces lo más difícil que tenemos que hacer, al igual que le sucedió a David, es no pelear por nosotros, y dejar que Dios pelee, confiando ciegamente en que nada se escapa de su control.

Adora en medio de tus Saules, y dejate formar por Dios.

Toma la mejor decisión, como lo hizo David, y en medio de la injusticia adora, en medio de la tempestad, adora, no saques tu mano del arpa, no levantes tu mano para hacer lo que tu creerías en tu humanidad que es justo, sino que mantén tu comunión con el Señor, y no hagas nada que te aleje de la presencia de Dios.

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Santiago 4:5-7. Someterse para resistir.

Someterse para resistir, esa es la clave para poder alcanzar la victoria, y es necesario que entendamos bien de que estamos hablando para poder comprender el término y la acción mejor.

 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?

Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

En las cosas de Dios, todo funciona distinto que en el mundo, donde en el común denominador reina la rebeldía y la desobediencia.

Dios bendice tu obediencia y no tus intenciones.

Tú puedes tener las mejores intenciones de seguir a Dios, de hacer bien las cosas, pero puede suceder que en el camino, te distraigas, o sin darte cuenta antepongas tus deseos a los deseos de Dios.

Definamos que significa la palabra Someterse, puede tener otras interpretaciones, pero, la que más se ajusta a lo que el Señor se refiere es que  “someterse es ponerse bajo la autoridad o el dominio”

Cuando nos sometemos, nos ponemos bajo la proteccion de nuestro Padre.

Como hijos de Dios nos sometemos bajo el dominio y la autoridad de nuestro Dios, que es un Dios celoso dice la biblia y que nos cela, no con un celo malo, sino con un celo amoroso con el que nos anhela y no nos comparte con ningún otro “mal llamado dios”.

Santiago nos está dando una clara instrucción acerca de cómo funciona la autoridad y para tener autoridad hay que someterse a ella, si tú quieres tener autoridad sobre tu enemigo espiritual, debes primero saber someterte a la autoridad.

La obediencia, va de la mano de someterse al Señor.

Si estas en desobediencia, y podemos entender por desobediencia, cuando Dios nos da una instrucción, o sabemos que hay algo que no debemos hacer y lo hacemos, pero también podemos caer en desobediencia cuando sabemos hacer lo bueno y tampoco lo hacemos.

Si el Espíritu Santo te está inquietando a congregarte, quizá a hablarle de su amor a tal o cual persona, o si estas molesto con alguien y tú sabes que el deseo del Señor es que vivamos  y hagamos la paz, cualesquiera sean nuestros motivos, también entonces estamos en desobediencia.

Que pasa cuando no me someto?

Hace poco vi una ilustración acerca de lo que sucede cuando entendemos el misterio tan grande que es el sometimiento a nuestro Dios que me impacto y tratare de hacértelo comprender.

Jesús se sometió a su Padre, en Getsemaní doblo sus rodillas, literalmente dice la biblia que sudaba gotas de sangre, por la presión tan grande a la cual estaba siendo sometido.

 El acepto la carga y acepto tomar la copa en nuestro lugar, y  por este sometimiento a la obediencia al Padre dice la biblia que fue exaltado hasta lo sumo, y que delante de El hoy día se dobla toda rodilla de lo que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, pero, primero paso por el acto del sometimiento y la obediencia.

Cuando nosotros estamos en algún tipo de desobediencia y rebeldía, entonces nos quedamos fuera de la cobertura del Padre, por lo tanto cuando reprendemos al diablo, seguramente estará en la capacidad de darnos un buen golpe, y ahí es cuando vemos cristianos golpeados por el enemigo.

Por eso es muy importante tener claro este concepto ya que es la clave para nuestra victoria.

Cuando estamos en obediencia y sometimiento, cuando hay comunión diaria con el Señor, entonces cuando reprendemos al enemigo nos encontramos bajo las alas de nuestro Padre, y es El, quien responde por nosotros.

Esa es nuestra manera de resistir y de vencer, el grande y poderoso, esta de nuestro lado, y cuando estamos bajo sus alas, no hay un solo golpe que el enemigo pueda darnos y solo le quedara huir de ti.

Que es resistir?, la palabra significa, oponerse con fuerza a algo.

Y esto es muy importante, en lo que refiere a nuestra vida íntima con Dios y nuestra obediencia, todo va de la mano.

Que debemos resistir? Resistir nuestras pasiones y o malos deseos que se oponen con una comunión sana con el Espíritu Santo, no con nuestras fuerzas, sino mediante la fuerza que tenemos en Cristo Jesús.

Resiste todo lo que venga a tu vida que quiera alejarte del Señor y sacarte de su cobertura.

Significa que nos tenemos que oponer a ceder ante los deseos de la carne que se oponen a los del Espíritu y que el enemigo seguramente pondrá delante de ti una gama de tentaciones en las cuales quiere que caigas.

Por lo cual son dos conceptos que debes aprender a aplicar todos los días en tu vida, someterte y resistir, sométete todos los días al Señor y a su voluntad, y resiste los deseos de tu carne, o dicho de otro modo, debes oponerte a lo que sabes que te sacara de la cobertura del Padre.

Si estas bajo sus alas, no hay tempestad que te tire, porque El te ayuda a resistir.

Dios te cubre y estas bajo su cobertura cuando estas en obediencia y sometimiento a Él, pueden venir los vientos y las tempestades, y puedes tener problemas, porque en ningún lugar dice que no los tendremos, pero, debajo de Papa, El pelea por nosotros.

Conclusión:

Si hoy te encuentras mirándote a ti mismo y no sabes si todo está bien entre el Señor y tú, entonces dobla tus rodillas y ponte a cuentas con tu Padre, que tiene los brazos abiertos deseosos que te cubras bajo sus poderosas alas.

Sométete, Resiste, y tendrás la victoria.

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1 Corintios 12:12-14. Somos uno en el Señor.

Somos uno en el Señor, a pesar de nuestras diferencias, hay algo que nos une.

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.

Que tenemos en común los cristianos?

No se trata de una amistad, sino que tenemos vínculos más fuertes que las afinidades, porque a pesar de nuestras diferencias somos un solo cuerpo.

Lo que tenemos en común es el saber que Jesús ha venido por todos nosotros y nos ha dado la salvación y perdón de pecados.

Juntos y a pesar de nuestras diferencias, de nacion, raza, o pensamientos,a traves del Espiritu Santo, somos uno en el Señor, somos la iglesia, el cuerpo de Cristo.

Pablo habla acerca de la comunión, una vez que conocemos a Jesús, envía el Señor al Espíritu Santo a nuestra vida, y esto es lo que hace que no perdamos la comunión con Jesús y con nuestros hermanos.

El amor se muestra en la preocupación de los unos por los otros.

Pastorear o guiar a otros en el camino del Señor, no es otra cosa más que cuidar a las personas, pero no ahogarlas, sino cuidarlas.

A veces creemos que  el liderazgo es obligar a las personas a hacer lo que nosotros creemos que está bien, o pretender que hagan las cosas a nuestra manera, pero, no es así, sino que es guiar con amor y respeto, y cuidarlos respetando a los demás.

Jesús es el buen pastor, tomemos ejemplo de su liderazgo.

Cuanto tenemos que aprender aquellos que servimos a Dios, no podemos exigir que el otro piense y haga como lo que le decimos por el hecho de saber que es lo mejor, sino que nuestra función es orar y ministrar para que el otro comprenda que es lo mejor para su vida.

No mires las diferencias y no demos lugar a la division, miremos lo que nos une.

Oremos por madurez en el servicio, cual es el fruto de Dios y cuál es el resultado de nuestros propios pensamientos.

A todos se nos dio el mismo Espíritu.

El Espíritu Santo es lo que ha unido a la iglesia, a pesar de las diferencias, podemos tener distinta raza, distinta nacionalidad o costumbres, pero tenemos un mismo Espíritu que nos une y nos hace pertenecer al cuerpo de Cristo.

Siéntete parte de ese cuerpo, aunque creas que aún no estas apto para servir, si Dios te ha llamado, Él te capacitara para que también tú puedas traer a otros al Señor.

Si tú has recibido el Espíritu Santo, los frutos se verán en tus maneras de hablar, en tus formas, y sobre todo en el amor con el que te acercas a tus hermanos en el Señor y a aquellos que aún no conocen la verdad que libera, restaura y da vida abundante.

Quizá tú me digas, yo creo en Dios, pero no creo en las iglesias, o que no quieres congregarte, Dios te está diciendo, que a pesar de todas las diferencias que podamos tener, pertenecemos a ese cuerpo de Cristo, y necesitas encontrar un lugar donde estar en comunión, para fortalecerte y poder crecer.

Recuerda que somos uno en el Señor a través de su Espíritu.

No hemos sido creados para estar aislados o en soledad, si bien hay momentos privados necesarios, usando el buen sentido común, del mismo modo y por el hecho de que no fuimos creados para la soledad absoluta es bueno que encontremos un lugar donde oír la palabra de Dios y compartir con otros.

Conclusión:

No busques la iglesia perfecta y no mires las diferencias, más bien, busca solamente una iglesia donde la palabra de Dios sea predicada, recuerda que siempre tendrás desacuerdos, porque somos muchos miembros, y a todo Dios nos regaló nuestras maravillosas personalidades, y todos somos únicos.

Él se goza en vernos juntos, a pesar de nuestras diferencias, con lo que nos une y tenemos en común, que es el Espíritu Santo.

Si nunca has recibido a Cristo en tu corazón, te invito a hacerlo hoy, dile conmigo, “Señor Jesús, perdona mis pecados, recíbeme como tu hija/o, hazme una nueva criatura y lléname de tu Espíritu Santo, en el nombre de Jesús. Amen.”

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Zacarías 4:5-7. Es con su Espíritu.

Es con su Espíritu, y no con nuestras fuerzas.

Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.

Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.

No podemos hacer con nuestras fuerzas, lo que hay que hacer con su Espiritu.

Pongámonos en contexto de quien era Zorobabel y cuál era la tarea que tenía por delante, Zorobabel, era un gobernante sobre Jerusalén, luego de que el pueblo saliera de Babilonia, y es a quien dios le encarga la tarea de reconstruir el templo que se encuentra devastado.

Y de pronto mira hacia su alrededor y se encuentra no sabiendo cómo hacer la obra que tenía por delante, esta palabra vino de parte del Señor en ese preciso momento.

La obra de Dios sea cual fuere, no puede ser hecha por la fuerza humana, sino por el poder del Espíritu Santo de Dios, tu puedes hablar muy bien, o cantar muy lindo, pero, si no tienes al Espíritu Santo en tu vida, los frutos de tu trabajo serán en vano.

Nada de lo que hagamos con nuestras fuerzas o lo que intentemos hacer desde nuestra carnalidad tendrá la calidad y la belleza que puede tener si lo hacemos con la guía del Señor y con sus fuerzas.

La obra es del Señor a traves del Espiritu Santo.

Para permanecer, necesitas al Espíritu Santo, para hacer lo que sea, necesitas al Espíritu Santo.

2 Corintios 10:4-5 dice porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

No se pelea con un ejército humano, ni con armas humanas o físicas, sino que peleamos la buena batalla con armas espirituales porque nuestra lucha es espiritual, por eso todo lo que hacemos si queremos tener éxito debemos hacerlo de la mano del Espíritu Santo.

Ser dependientes de El.

Si hay algo que debemos ejercitar es nuestra dependencia del Señor, en todo, no somos seres independientes de Dios, sino dependientes de Él.

Esta palabra dada a Zacarías, viene en un tiempo de desánimo, de no saber cómo hacer para que la obra fuera completada, y es que cuando estamos buscando hacer algo en nuestras propias fuerzas, seguramente el cansancio físico y sobre todo emocional nos va a embargar pronto.

Hay cosas que no podemos hacer solos, hay personas que buscan hasta servir a Dios con sus fuerzas, o por emociones, pero, en la primer fuerte prueba se caen porque su fundamento no está bien plantado.

Busquemos esos cimientos que nos hacen permanecer de pie ante todo lo que emprendamos.

No hay nada que el Señor te mande a hacer, que no puedas lograr.

Si Él te ha mandado y te ha dado alguna inquietud acerca de lo que sea, si te ha mandado Él te respaldara.

El Dios que te ordena, es el Dios que respalda, porque nunca nos mandara a hacer algo que previamente Él ya tenga la forma y la solución.

Si hay algo que Dios te ha dicho que tienes que hacer, y estas dejándolo para después, recuerda que Dios bendice la obediencia y no las intenciones, y recuerda que nada podrás hacer si no tienes una relación cercana con el Espíritu Santo.

Se trata de relación.

Solo aquellos que están llenos del Señor, y que han rendido su voluntad y su vida, son aquellos en los que el Espíritu Santo puede obrar, Dios jamás te obligara ni te invadirá, sino que esperara que tu decidas dejar que El reine en tu vida.

Y solo cuando tengas una relación fluida con el Señor, será que entonces podrás llegar a las metas y sueños que tengas en la vida.

Conclusión:

Busca una relación con el Espíritu Santo que te lleve a nuevos niveles y a los nuevos escenarios que Dios tiene planeado para ti.

El te ha escogido, busca una relacion con El y llenate de su Espiritu Santo y tendras la victoria.

Quizá creas que eres pequeño, como Gedeón, o que no sabes hablar, como creía Moisés, pero Dios no busca personas perfectas, El busca personas rendidas.

Rendidas a su poder y su amor, personas que busquen su presencia de día y de noche, y con su Espíritu Santo llegaran en victoria a donde Dios ha prometido llevarlos.

Si tú nunca le entregaste tu corazón a Cristo, te invito a hacerlo, dile conmigo “Señor Jesús, perdona mis pecados, límpiame, y hazme tu hijo/a, te rindo mi voluntad y mi vida, lléname con tu Espíritu Santo, en el nombre de Jesús. Amen”.

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