Mira mi corazón Señor, escudriña y cámbiame, porque eso hará que tu propósito se cumpla sobre mi vida, sus propósitos en tu vida se cumplirán venga lo que venga pero antes, Dios trabajara en ti, si lo permites.
27 Más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Esta carta es considerada por muchos una de las cartas más importantes del Apóstol Pablo, la escribe luego de muchos años de predicar el evangelio de salvación y dirige esta carta a la iglesia en Roma que se encuentra perseguida.
Dios conoce nuestro corazón más que nadie.
El Señor escudriña los corazones, busque el significado de la palabra y encontré que significa indagar o buscar meticulosamente en algo.
Esto entonces nos está diciendo, que con lupa el Señor mira nuestro corazón, podemos esconder o camuflar lo que somos quizá delante de las demás personas.
Pero no podemos escondernos de nuestro Dios que mira hasta lo más íntimo y lo que no le mostramos a nadie.
Ante El estamos desnudos y lo bueno o lo malo de nosotros Él lo conoce, todo está al descubierto delante del Señor.
Entonces no hay otro modo de acercarnos al Señor que no sea con la humildad por delante reconociendo lo débiles que somos y lo necesitados de su misericordia y favor estamos.
Todo te será para bien.
Dice este pasaje que todo lo que viene a nuestra vida es para bien, no hay nada que venga a nuestra vida, por duro que sea que al final no sea usado por el Señor, para bendecirte o para bendecir a otros a través de ti.
Hay un propósito que tiene el Señor para con cada uno de nosotros.
No se que edad tienes, ni cuanto has vivido y quizá hoy te sientes estancado y me dices, “yo pase por mucho y no sé si Dios aún tiene algo para mí”.
Este pasaje te dice claramente, que todos los que somos llamados por Dios tenemos un propósito para nuestra vida, dado por El.
Por lo tanto, lo que venga a nosotros o por lo que hayamos pasado servirá para bien.
Todo tiene un tiempo, y quizá tu creas, como yo lo creí en algún momento, y aun hoy a veces lucho con eso, que el tiempo ya paso para ti, o que ya es tarde para hacer algunas cosas, créeme que Dios es el dueño de los recursos, y no deshecha a nadie.
Quizá en algún momento torciste los planes de Dios para tu vida a través de la desobediencia, quizá pueda haber sucedido, como en mi caso, que pase más de la mitad de mi vida lejos de Él.
Pero siempre nuestro Padre nos recibe con brazos abiertos, y saca una oportunidad de donde no hay ninguna.
Comienza a buscar una relación con El.
La relación con nuestro Señor y con su Espíritu Santo debe ser diaria, así como con aquellos con los que vivimos.
Del mismo modo el Señor desea establecer una relación donde pueda trabajar en tu corazón, y cambiar aquellas cosas que estorban al cumplimiento de su propósito.
Muchas veces hay muchas cosas en nuestro corazón y carácter que deben ser cambiadas antes de que Dios pueda usarnos.
Y ese tiempo en el que el Señor se dedica a examinar, escudriñar nuestro corazón es el momento en el que estamos siendo preparados por Dios.
No te adelantes ni te desanimes.
Dile como David le decía en el Salmo 139:23-24:
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
Él es nuestra antorcha, quien ilumina nuestra vida y en nuestra diaria relación con el Espíritu Santo, transforma lo que fue un carácter mal usado, en una forma de ser parecido a Jesús.
Porque comenzamos a parecernos de aquellos de quienes nos rodeamos frecuentemente.
Si tú te acercas más y más al corazón de Jesús, y comienzas a conocerlo y a buscarlo fervientemente, comenzaras a adoptar sus maneras, a amar lo que El ama, y a mirar como El mira.
Y como mira el Señor?
Del mismo modo que un día te miro y me miro, con misericordia y paciencia, así como estábamos, y quizá tú me estás leyendo y piensas que no eres digno de su mirada, y que estas muy lejos de ser como Él es.
Pero hoy el Señor te está diciendo, deja que escudriñe tu corazón, mira, El no hará nada que tu no desees que El haga, su deseo es bendecir y usar tu vida.
El te creo con un propósito y desea cumplirlo, pero a veces retrasamos esa voluntad en nuestra vida cuando nos abrazamos a todo aquello que nos estorba y deberíamos soltar.
Conclusión:
Si tú quieres bendición en tu vida, El desea bendecirte, y ten presente que los propósitos de Dios para cada uno de nosotros, son excelentes y son lo mejor que nos puede tocar en la vida.
Pero para que eso llegue, hay que dejarse guiar por el Espíritu Santo, y buscarlo fervientemente.
Si nunca le entregaste tu corazón al Señor te invito a hacerlo hoy, y si estabas lejos de Él, y hoy reconoces que lejos nada bueno puedes obtener, ven a Él, Jesús te espera con brazos abiertos.
Dile conmigo: “Señor Jesús, perdóname, límpiame y cambia mi corazón, trata con mi vida y acéptame como tu hijo/a, ayúdame a aprender a caminar con la vista fija en ti, en el nombre de Jesús, Amen”.