Rincones oscuros es el título que le puse a este artículo, podría haberse llamado renovar nuestra mente, pero creo que para hacer esto, primero debemos detectar cosas que nos tienen atados y no vemos.
12 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Que es un rincón oscuro?.
Nos referimos a aquellas cosas que no vemos porque se encuentran escondidas, es como cuando limpiamos en nuestro hogar por donde vemos, y a simple vista se encuentra limpio, pero, si movemos muebles veremos que hay suciedad.
Y mover muebles a veces cuesta, se produce un desgaste físico, cansancio, pero cuando lo hacemos es cuando podemos llegar a lugares donde no podríamos llegar.
Renovar la mente.
Cuando la biblia habla de renovar la mente, se está refiriendo a aquellas cosas con las cuales venimos, eso que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y que son para nosotros normales pero que no por ser normales están bien.
Muchas veces pensamos que estar en Cristo y ser un buen cristiano se trata solo de bueno, no adulterar, no robar, ir a la iglesia, orar o leer la biblia.
Y de hecho es mucho más que eso, por eso en este pasaje de romanos, Pablo habla acerca de esta renovación de entendimiento, otra versión lo traduce como “dejen que les cambie la manera de pensar”.
A medida que vamos caminando en el camino del Señor, y vamos creciendo en madurez, no podemos dejar de pedirle al Espíritu Santo que saque a luz esas cosas que nos estancan.
Hay muchas cosas con las que venimos que se nos han pegado de quienes no conocen a Cristo, y quizá es con lo que convivimos aun sin darnos cuenta.
Quiza hay heridas del pasado que te han hecho adquirir un comportamiento que en algunas areas te traen problemas y necesitas dejar que la luz de Dios llegue, y puedas ser confrontado para sanar.
Todo aquel a quien Dios ama, corrige, es importante que oremos cada día, para que el Espíritu Santo nos indique que cosas de nuestra vida obstaculizan la comunión con Dios.
Quizá hoy cuando lees esto, comiences a sentir cierta incomodidad y está bien que la sientas, porque el Señor te ama, es tu Padre, y no te dejara con esas cosas con las que llegaste, sino que sacara la mejor versión de ti en El.
Voluntad perfecta.
Eso es lo que logramos cuando dejamos que el Espíritu Santo, saque como dice el dicho, “los trapitos al sol” y comience a trabajar en tu corazón y en tu mente.
Cuantos de nosotros aun diciéndonos cristianos, batallamos con pensamientos o sentimientos que sabemos que no son buenos, pero, como los hemos normalizado tanto creemos que no hacen mella en nuestra relación con Dios y con los demas, con aquellos que nos rodean, y no es así, afectan y mucho.
Si no corres los muebles, la suciedad estará allí y no se ira, de la misma manera si no te esfuerzas por ver en qué áreas aun Dios tiene que trabajar estarás trancado, entre lo que debes hacer y no haces.
Cuando el Espíritu Santo te empieza a llamar la atención, en pensamientos o sentimientos, maneras de actuar, cosas que no deberían estar, es porque quiere que alcances ese nivel en el que puedas alcanzar la perfecta voluntad de Dios en tu vida.
La perfecta y agradable voluntad de Dios, es la que nos hace gozar de su bendición a pesar de las luchas.
Y si para alcanzarla te toca ser confrontado por el Espíritu Santo, bendita sea esa confrontación.
Tus cambios en esos detalles del comportamiento aprendido en el mundo, serán los que harán que los que te rodeen comienzan a ver que algo ha sucedido contigo.
Que si antes contestabas mal, ahora tus modos son amigables y amables aun frente al ataque, verán que si antes eras desordenado en tus finanzas o en tu madurez ahora eres alguien que se esfuerza y sabe decir no cuando debe decirlo.
Esos rincones oscuros, son los que el enemigo usa para tenerte aun encadenado, pero, Dios es luz.
Cuando la luz del Señor llega, se ve el polvo, se ve lo sucio, por muy escondido que este, y nunca El dejara que eso quede así.
Ser cristiano e hijo de Dios, significa mucho más que ir a la iglesia, si tú te congregas pero tu vida es un desorden en la intimidad, hay algo que no has entendido.
Cambia tu mente.
Entiende este principio, así como sabemos que para recibir tenemos que dar primero, del mismo modo para llegar a crecer en el camino del Señor es necesario pasar por el proceso de la renovación de nuestra mente.
No significa lavarnos el cerebro, como dirían algunos, significa despojarnos de esas cosas con las que nos han programado y nos han hecho egoístas, celosos, etc. etc. etc.
Es necesario que permitas que aquellas heridas que te marcaron un destino, sean sanadas y que seas renovado para ahora mirar la vida y el futuro a traves de una mente sana y limpia.
Dios hace todo nuevo.
Si alguna vez buscaste alguien que te hiciera sentir nuevo, llegaste al lugar exacto, no hay nadie que pueda estar en la presencia del Señor y que entregue su corazón en verdad que no sea renovado.
El saca de ti la mejor versión, si antes eras mal hablado, Dios cambiara tu lenguaje, si antes eras malhumorado o contestador, Dios te da mansedumbre.
Si antes eras áspero con los que te rodeaban, Él te dará de su suavidad, porque ser blando en las respuestas y en los tratos no significa no tener autoridad, muy por el contrario.
Si antes eras desconfiado porque te cubriste con una coraza por las heridas de la desilucion, cuando Dios te adopta puedes caminar confiado y aprender a confiar nuevamente en los demas, entregale esa decepcion y una nueva historia sera escrita en tu vida.
Conclusión:
Ponte a pensar en todos esos rincones oscuros de tu vida, donde precisas la luz de Cristo que alumbre y saque afuera todo lo que ensucia tu alma y te tranca en el crecimiento.
Pídele al Espíritu Santo que te ayude a ver esas cosas donde hay que deshacer las obras del enemigo, y hacerlas de nuevo, no siempre será fácil, y seguramente alguna vez fallaras, pero abogado tenemos en el cielo, y no estás solo en el proceso.
Si nunca le abriste el corazón a Jesús, te invito a hacerlo hoy conmigo mediante una sencilla oración y comenzar de nuevo con El, dejando atrás el pasado y permitiéndole que te ayude a recomenzar tu vida, mejor y distinto.
Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en mi vida, cámbiame y restáurame, límpiame, me pongo en tus manos, y a partir de hoy me declaro tu hijo/a, en el nombre de Jesús, Amen.