Al igual que Jacob, muchos venimos acostumbrados a pelear por todo en la vida, pero es hora de quebrar el corazon, y dejar actuar a Dios,humillar nuestro corazon y quebrar el orgullo para que recibamos lo que Dios tiene para nosotros.
Cuando nuestro orgullo y nuestro corazon esta de rodillas, entonces el Señor pone nuestra alma de pie.
