Biblia, Versículos

Marcos 2:21-24. Deshecha lo viejo.

Deshecha lo viejo, no podemos recibir nada nuevo si aún estamos abrazando las cosas viejas.

21 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; de otra manera, el mismo remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.

22 Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

Que es un odre.

Los odres eran los recipientes hechos en cuero, y allí se colocaba el vino, o también el agua, y cuando alguien vertía el vino en un odre viejo, que ya había perdido elasticidad y estaba desgastado, había peligro de que el vino se derramara.

Los fariseos o los religiosos, son como odres viejos que no estaban aptos para recibir lo nuevo de Jesús, el nuevo pacto que Dios estaba estableciendo con el ser humano a través de Jesús.

Pero estaban tan endurecidos y estructurados que lo nuevo no tenía espacio en ellos, no lo podían recibir.

Y cuantas veces nosotros estamos como esos odres viejos, entumecidos, duros, y con el alma cansada, lo que tu abrazas de tu pasado, esos dolores, heridas o rencores solo te estancaran y no podrás recibir lo bueno y nuevo que Dios tiene para ti.

Tal como esta imagen, Dios ira profundo, y sacara para afuera, todo lo impuro y lo que te detiene y obstaculiza, sacara lo que deba cambiar.

Necesitamos cambiar y convertirnos en una nueva criatura.

Muchas veces duele soltar cosas que sabemos que nos dañan, puede ser que una relación abusiva te haya lastimado, o quizá los golpes de la vida te hayan dejado a la defensiva o incluso hayas levantado un muro a tu alrededor, pero debemos soltar todo eso para recibir del Señor.

Para que el Señor pueda construir, la mayoría de las veces el ser humano necesita ser deconstruido.

Significa que todo aquello con lo que venimos, deseos, costumbres, formas, debe ser cambiado, el Señor nos acepta tal y como estamos cuando llegamos a Él, pero eso no significa que nos dejara así, trabajara con nosotros y en nosotros y nos procesara hasta sacarnos brillo.

Romanos 12:2 dice No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Las personas religiosas por lo general son rígidas, tienen costumbres o ritos, hacen de tal o cual manera, pero Dios ha cambiado todo aquello, nosotros ya no vivimos en el antiguo testamento, vivimos en el nuevo pacto establecido a través de Jesús.

Jesús no era estructurado.

Él era un Rabino que llamaba la atención, porque entraba donde nadie lo hacía, donde ningún religioso pisaría él iba, tenía un espíritu flexible y moldeable.

Y para que nosotros podamos recibir las bendiciones y los propósitos que Dios tiene para nosotros, debemos aprender a ser moldeables.

Seamos masa moldeable en las manos del Señor.

Muchas veces quizá nos duela, hay cosas que serán removidas, y tu dirás, “pero esto no es lo que esperaba!”, quizá le hayas pedido bendición para tu matrimonio y de pronto una crisis ha llegado y tú le dices, “Señor yo te pedí que me unas a mi esposo/a, que es lo que pasa”?

Pasa que Dios removerá todo lo escondido, lo que no debe estar en tu vida, tienes que hacerle lugar a lo bueno en ese matrimonio, y a lo que viene del cielo, y para eso, todo eso con lo que vienes, todas las maneras y cosas a las que estamos acostumbrados serán removidas.

Procesos necesarios.

Si estas en un proceso como este, siéntete feliz y acércate más a tu Señor, porque significa que El está tratando con tu vida, vuélvete una persona que el Señor como buen alfarero que es pueda modelar y formar.

Cuando vamos a dar a luz, y las mujeres lo sabemos, experimentamos dolor, pero detrás de ese dolor viene una gran bendición, así es en oportunidades el proceso de las bendiciones de Dios cuando hay cosas que están obstruyéndote el paso.

El hara esto exactamente,separara lo bueno de lo que no debe estar en tu vida, dejate procesar por Dios, y preparate para recibir en tu vida su bendicion y el cumplimiento de sus propositos, pero para eso, debes permitirle procesarte y transformarte en alguien mas parecido a El.

El quitara todo aquello que te limite, que te frene, y tendrás que perdonar quizá a quien no sientes de hacerlo, pero el perdón es un proceso necesario que no se siente pero se decide.

Conclusión:

Todo lo que viene nuevo podremos recibirlo si nuestro odre, que es nuestra vida está preparada para recibirlo.

Imagínate que recibas algo fuera de tiempo, algo que quizá no puedas apreciar o cuidar, pronto lo perderías, como esos odres viejos recibiendo vino nuevo que pronto comienza a derramarse y desperdiciarse.

Nada de lo que Dios te dé, se ira de tu vida si sabes darle gracias al que te lo ha dado, y lo que Dios te dé siempre será para bendición de tu vida y de los que te rodeen.

Si hoy tú dices, tengo que cambiar, tengo que cambiar este odre y convertirlo en un odre nuevo, necesito decirte que solo no podrás hacerlo, pero que si lo haces guiado por el Espíritu Santo, los frutos del amor y del carácter de Dios, comenzaran a notarse en tu vida y lo que hagas prosperara.

Si no conoces aun al Señor y nunca le has abierto el corazón a Cristo, te invito a hacerlo en este día, dile conmigo:

“Señor Jesús, gracias por tu amor, perdóname, límpiame y recíbeme como tu hijo/a y hazme una nueva persona, cambia mi odre viejo, por un odre nuevo que pueda permanecer en ti siempre, en el nombre de Jesús, Amen”.

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