6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
Para acercarse a Dios primero es necesario creer y saber que El existe y que es real.
Nadie busca algo que no cree que puede encontrar, ni corre hacia una meta sin creer que llegara a la misma.
El deseo de buscar a Dios va acompañado de acciones y decisiones, dedicar tiempo a esa búsqueda y conocimiento leyendo su palabra y acercándose a una relación más cercana con el objeto de su fe, nos da a conocer los propósitos de Dios para nuestra vida.
La palabra nos dice claramente que sin fe, es imposible agradar a Dios, este es un principio desde el cual partir, ya que El ve tu interior y conoce cuando hay un corazón sincero, al Señor no podemos engañarlo, el ve lo que nadie puede.
No tienes que tener un título, ni ser perfecto para acercarte a Él, el único requisito para tener una relación cercana con El Señor es creerle.
Buscar a Dios es la forma en la que los creyentes nos referimos a la disposición del corazón y la determinación de conocer y hacer la voluntad de Dios.
Cuando tenemos un encuentro real con El, ya no queremos nada más, y comienza un cambio interior en el cual no hay ninguna otra cosa que nos seduzca más que su presencia.
Dios no es un Dios escaso, nos dice claramente que el recompensa abundantemente a quienes le buscan.
La búsqueda efectiva de Dios es a través del amor que Él pone en nosotros, no se trata de acercarse a Él por temor a equivocarse, o porque estamos pasando una dificultad y entonces lo buscamos o por temor al juicio.
Su palabra dice que Dios no atrae a las personas con palabras de juicio, sino cuerdas de amor. Un corazón quebrantado ante El Señor y creyendo en sus promesas es todo lo que Dios necesita para realizar un cambio en esa vida.
2 Crónicas 16: 9 dice :
9 “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él.”
El discierne las intenciones del corazón dice su palabra, recordemos y tengamos muy presente que la salvación no es por obras, sino por fe.
Tú puedes hacer muchas cosas buenas y ser muy solidario pero nada de eso te llevara al cielo.
Lo único que te dará la salvación de tu alma es que te acerques a Él con un corazón sincero y quebrantado y le declares como tu Señor y Salvador, y para esto, la fe es el ingrediente principal necesario ya que sin ella no puedes hacerlo.
De modo que si tu vida hoy no está alineada con los propósitos de Dios, si aún estas dudando y no es El quien guie cada uno de tus pasos, te invito a que dobles tus rodillas donde quiera que estés, y le rindas tu corazón y tus debilidades.
No es fácil seguir a Cristo, nadie ha dicho jamás que lo será, pero una vez que decides hacerlo, tu vida cambia y descubres que no hay mejor camino, no encontraras un amor más sincero y que llene tu alma, como el amor que Jesús tiene por ti.