Salmos 36. La misericordia de Dios.

La misericordia de Dios es infinita y alcanza a todos los que buscan su rostro.

36  La iniquidad del impío me dice al corazón:
    No hay temor de Dios delante  de sus ojos.

Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos,
De que su iniquidad no será hallada y aborrecida.

Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;
Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.

Medita maldad sobre su cama;
Está en camino no bueno,

El mal no aborrece.

Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia,
Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.

Tu justicia es como los montes de Dios,
Tus juicios, abismo grande.
Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.

!!Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!

Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias.

Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu luz veremos la luz.

10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,
Y tu justicia a los rectos de corazón.

En El estamos resguardados.

Este es un Salmo escrito por David, siervo de Dios, en el que David se refugia cada día y en cada momento de su vida.

Hay una comparación entre el hombre recto y el injusto, el que aborrece el camino del Señor y anda en los caminos de su corazón.

Lamentablemente vemos muchas personas, que no sienten temor ni respeto por Dios, que abiertamente lo desafían, y se rigen por sus decisiones soberbias y no buscan la dirección de Dios en sus vidas.

La biblia dice que hay caminos que conducen a la muerte aunque a simple vista los veamos como buenos.

Hay gente que rige su vida por sus designios sin tener temor de Dios y vemos como uno de los reflejos de la ausencia de Dios en sus vidas es la falta de paz, personas que ni cuando se acuestan en su cama pueden descansar con tranquilidad.

Ese es el reflejo de la falta de Dios en una vida, su forma de hablar, de expresarse, de andar por la vida, su relacionamiento con los demás, y ni en la soledad de su intimidad dejan de maquinar maldades.

Quien no tiene a Dios en su vida no puede tener paz ni rectitud.

Pero David nos presenta el contraste también de lo que es un verdadero hombre de Dios.

Las alas de Dios amparan a sus hijos y los protege, esto es lo que muchos no conocen, la protección del Señor en la vida de aquellos que si temen a Dios, pero no con un temor asociado al miedo, sino con un temor asociado al respeto de saber frente a quien están.

La misericordia de Dios es algo que el mundo no conoce porque no tiene el suficiente interés de conocer, porque les falta temor de Él y porque nacemos con pecado, la única forma de renunciar a esa vieja naturaleza es la rendición y el pedido perdón, para de ese modo recibir el abrazo de nuestro padre.

David dice, que en su presencia está el manantial de vida, que es en su luz cuando vemos realmente la luz de la libertad y de la vida que Él tiene para ofrecernos.

Vive bajo sus poderosas alas, afirma tus pies bajo su sombra.

Conclusión:

Afirma tus pies y tu vida misma bajo la sombra del omnipotente porque esta promesa de abrazo bajo sus alas, de misericordia eterna y de provisión como manantial de vida también es para ti y para todo aquel que venga a Él con un corazón sencillo y arrepentido.

Deshecha la soberbia de tu corazón y la creencia de que todo lo sabes, y aprende de quien tiene mucho para enseñarte, de ese Dios que no dudo ni por un instante en entregar a su hijo en sacrificio por ti.

Así de grande es su amor, y así de grande es la misericordia de Dios para tu vida.

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Salmos 51:1-15 Señor cambia nuestro corazón.

Señor cambia nuestro corazón, esa es nuestra oración, así como lo fue la de David, miles de años atrás.

1  Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.

Cambia Señor nuestros corazones.

Podemos decir que esta es una oración de un pecador que ha admitido su pecado, y se ha arrepentido de corazón, este salmo de David es ni más ni menos que eso, una oración elevada al cielo.

Cuando nos entregamos al Señor, y realmente tenemos un deseo genuino de seguirlo y agradarlo, Dios trabaja en nosotros y cambia nuestro corazón, porque cuando El entra en la vida de una persona, esa persona no queda igual.

Todos hemos pecado, y eso es así, el único que no peco jamás fue Jesús, pero todos nosotros hemos nacido con la semilla del pecado en nuestro interior.

El pecado ya está impregnado en nosotros desde que nacemos, y no es lo que nos rodea lo que nos contamina sino lo que tenemos en nuestro interior.

Jesús nos decía en Mateo 7:18.

“No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”

David decía en este salmo, que en pecado había sido concebido, reconocía que él era pecador, hay una historia detrás de este salmo, y es la historia de un David que a pesar de ser un gran hombre de Dios, fue tentado y cayó en pecado con una mujer y una serie de situaciones que se sucedieron luego de ese pecado.

Quizá tu estés leyendo esto y pensaras en que David era un salmista, era el mismo que había matado a Goliat, y al mismo que Dios había levantado como rey, pero si, es el mismo David que había pecado contra Dios he intentado de algún modo ocultar su pecado, hasta, que reconoció delante del Señor su falta.

Es que para que cualquier restauración se pueda dar, el primer paso es reconocer nuestra condición.

Viene a mi mente que para que un alcohólico, o drogadicto puedan salir de ese pozo de adicciones, siempre el primer paso es el reconocimiento de su problema, así mismo en todos los órdenes y o situaciones que sean para analizar acerca de nuestra vida, siempre es necesario primero reconocer en que fallamos.

“Señor cambia nuestro corazón”.

El Señor es tan bueno, que trata con nosotros en lo secreto, David decía, “tu amas la verdad en lo íntimo”, es que solo te hace falta en la intimidad, hablar  con Él, reconocerle, es en momentos de intimidad con El, que le pedimos “Señor cambia nuestro corazón”.

David le pide que lo limpie con Hisopo, y que es esto? El hisopo hacía referencia a una planta que aun hoy nace en Palestina, y que tenía entre otros usos, el uso de la purificación, y es esto lo que David implora, purifica mi corazón, cámbiame, límpiame y seré mas blanco que la nieve.

Dios tiene la potestad y el amor para limpiarte, perdonarte y darte un nuevo corazón.

El cambia nuestro corazón, quita nuestro pecado, y no vuelve a mirarlo, se olvida de lo que una vez hicimos y nos da una nueva vida en El.

Si Él te ha limpiado, no mires hacia atrás, ya no vuelvas a mirar lo que fuiste, a menos que sea para dar testimonio de lo que ha hecho en ti, Él ha borrado y cambiado tu corazón y ha renovado tu espíritu y ha puesto Su Espíritu Santo dentro de ti.

Muchas son las veces que en la biblia leemos acerca del gozo, es que el gozo es algo que el enemigo siempre quiere robarnos, es que cuando te roba el gozo, tu caes en desanimo, y poco a poco va robándote la fe. No lo permitas.

Su Santo Espiritu viene sobre nosotros.

Si ese es tu estado hoy, si las circunstancias que nos rodean o lo que pueda estar afectando tu vida, te está robando el gozo, aférrate al Espíritu Santo, y pídele al Señor que mude tu corazón y renueve tu Espíritu.

Enfócate en el Señor, cada día al levantarte y al acostarte, que Él sea lo primero y lo último de tu día.

Él es misericordioso, bueno, y desea abrazarte y limpiarte, no importa cuán grande haya sido tu pecado, Él es más grande que ese pecado.

Conclusión:

Si estás leyendo esto, entonces decídete a darte la vuelta del camino equivocado, y tomate del Espíritu Santo, dobla tus rodillas delante de Él, reconócelo en todos tus caminos, y sobre todo, reconoce tus debilidades delante de Él y Él te sostendrá.

Dile conmigo, “Señor, límpiame de pecado, perdóname, te reconozco como mi Señor y mi Salvador, cambia mi corazón  y renueva mi espíritu y hazme  una nueva criatura en Ti” Amen.

Si has hecho esta oración, y como David has reconocido tu falta y tu necesidad de un cambio real en tu vida, no dudes, Dios ha escuchado y en este tiempo se manifestara a tu vida, si lo buscas todos los días y confías en El.

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Feliz Navidad con Jesús.

Este artículo es un poco distinto a los demás, en esta oportunidad, quiero comenzar aprovechando para agradecerte el estar con nosotros, visitarnos diariamente y es nuestro deseo que puedas aprender más de la palabra de Dios, que puedas entenderla, desmenuzarla y hacerla carne en tu vida.

Hoy, en este día tan especial, quiero recordarte que para disfrutar de la Navidad en todo su esplendor, es necesario que busques al Señor de la Navidad, al verdadero y único Dios que puede cambiar tu vida en cuestión de segundos tras una oración sincera.

Sientate a contemplar el cielo y busca esta noche a tu Señor, El es el motivo de la Navidad.

Muchas personas hoy estarán festejando la Navidad alrededor del mundo, y como hemos venido hablando, para algunos significa regalos, árbol de Navidad, Santa Claus y comida.

Festeja la verdadera Navidad.

Pero para aquellos que hemos de verdad creído quien es Jesús y lo que Él ha hecho al venir a esta tierra en forma humana y todo lo que hizo por nosotros, la Navidad es el cumpleaños de Jesús, y aunque no es exacta la fecha de su nacimiento, es el día en el que lo festejamos y recordamos, es un día de alabanza y adoración al único digno de recibirla.

Yo no sé cómo pasas tu hoy, quizá solo, quizá incluso te sientas triste porque no puedes estar rodeado de afectos, o a lo mejor por el contrario, pasas rodeado de personas, pero, sea cual fuere tu situación, si alzas tus ojos al cielo, y entiendes el verdadero significado de esta noche, la forma en la que festejaras hoy la Navidad, cambiara.

Dale al Señor la alabanza y la adoración, dale a Jesús el control de tu vida y tu corazón si nunca lo has hecho.

La palabra de Dios dice en Filipenses 2: 10-11

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Todo lo que hizo Jesús, provoco que la historia como se venía contando hasta ese momento cambiara, y lo que el enemigo había planeado para destruirnos, Jesús lo cambio, Él nos dio la esperanza, nos abrió el camino al Padre, y ante su nombre se dobla hoy toda rodilla, en los cielos, la tierra y debajo de la tierra.

Cuando María fue a dar a luz a Jesús, no había espacio para ella en la posada, por lo que tuvieron que ir a tener a Jesús en una especie de establo, en un pesebre, rodeado de animales, quizá si quien le dijo a María y José, que no había espacio para ellos, hubiera sabido a quien se lo decía, Jesús hubiera nacido en otro lugar, pero, le toco nacer allí, pero la luz y el control de Dios estaba sobre El, fuera donde fuera.

Confiesa a Jesús como tu Señor en esta noche, y mientras hoy algunos tiran fuegos artificiales, sin saber que festejan, tomate unos segundos para mirar al cielo y sentir la presencia del Señor.

Esa presencia que renueva, cambia, fortalece, El no mira lo que has hecho ni lo que tienes, ni aun que cualidades tengas o te faltan, El anhela tu corazón y anhela que esta noche le adores.

Adoremos al Señor en espíritu y en verdad, a quien iremos en nuestra angustia?, quien llenara nuestro corazón vacío? O nos fortalecerá cuando estamos débiles?.

Nadie más que El, nadie más que nuestro Señor.

Yo agradezco la obra maravillosa de Dios en mi vida, y agradezco cada día su presencia que me acompaña, y aun en mis debilidades, Él se manifiesta.

Y de eso te comparto, y oro para que puedas comprender realmente en esta hora que Jesús nació hace ya más de dos mil años y partió la historia en dos, y hoy ese nacimiento es el que celebramos los cristianos.

Jesús es el regalo de Dios para cada uno de nosotros.

Si nunca recibiste a Jesús en tu corazón te invito a hacerlo conmigo ahora, dile “Señor Jesús, perdona mis pecados, cambia mi vida, entra en mi corazón y recíbeme, enséñame a vivir de acuerdo a tu palabra, en el nombre de Jesús. Amen.

Conclusión:

Si has orado con fe, creyendo que El escucha todas nuestras oraciones, siempre, y crees en El, ten la seguridad que te ha recibido como su hijo, y que no hay padre más maravilloso, tierno y justo que Él.

Celebrar la Navidad está directamente relacionado con dejar o no reinar a Jesús en mi corazón y en mi casa.

Te deseamos que esta Navidad brille en tu corazón, que toda tristeza se vaya por la luz de Jesús y el consuelo que Él te trae, te deseo que sientas su abrazo ahora, y ten la seguridad que no estás solo, ahí donde estas, El está contigo.

Feliz Navidad!!!

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Mateo 2: 2-11 La estrella de Belén.

La estrella de Belén, que guio a estos sabios a Jesús, es la misma que se deja ver una vez más en este 2020, y tengo la sensación que no es casualidad, en este año tan difícil para la humanidad, esa estrella, que sabemos que no es otra cosa más que la conjunción de dos planetas, se deja ver, inmensa y potente, y nos guía a mirar al cielo, porque es de allí, de donde viene nuestro socorro.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.

Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;

y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Esa estrella en el cielo, los guio al Mesías, mira tu al cielo ya que de ahi viene tu socorro.

En alguna otra oportunidad hablamos acerca de este pasaje y vimos quienes eran estos personajes que hoy día, son un mito, y no eran otra cosa que sabios que siguieron la ruta de esa estrella y pudieron llegar hasta donde estaba Jesús recién nacido, y adoraron a su rey dándole lo mejor que tenían.

Belén, esa pequeña ciudad, albergo al Señor de Señores y Rey de reyes, nacido como un pequeño niño encomendado a María, una joven virgen con un corazón lleno de Dios, y que acepto con obediencia la tarea de ser la madre del hijo de Dios, y encomendado a José, un hombre íntegro que recibió a María y la apoyo en esta tarea que tenía por delante.

Estos sabios, conocían de estrellas, quizá no podían saber lo que hoy sabemos acerca del sistema solar, pero sabían medir muy bien ciertos acontecimientos y eran guiados por las estrellas de manera sobrenatural, y en esta oportunidad un astro en el cielo los guiaba hacia el Mesías.

Ellos siguieron esa estrella, que simbolizaba el nacimiento de Cristo, el hijo del Dios, hoy día cuando hacemos el árbol de Navidad ponemos esa estrella en la cima de nuestro árbol, en recuerdo de lo que significo esa estrella.

Déjate tu guiar, como estos Sabios o Magos lo hicieron, quizá no sea una estrella la que te guie hacia Él, quizá sea la oración de alguien en tu favor, o a lo mejor, sea el mismo Señor que te busca y con su amor y misericordia te está mostrando el camino hacia Él.

En esta Navidad, que la luz de esa estrella de Belén este iluminando tú camino, o lo que es mejor, que la luz de Cristo alumbre tu vida.

No vivas esta Navidad como una fecha más en el calendario, ni como un día donde te juntas a comer e intercambiar regalos, ofrécele a Dios lo mejor que tienes que es tu corazón.

Deja que la luz de Jesús brille en tu vida, y cambie esa tristeza en alegría, que cambie tu corazón herido, por un corazón sano, permite que la luz en esta noche ilumine tu vida.

Este pasaje nos cuenta de cómo estos sabios oyeron a Herodes y elegantemente salieron de delante de Él, y buscaron el camino hacia Jesús, la estrella iba delante guiándolos.

Ellos siguieron esa estrella, en pos de adorar al Señor, sigue tú la luz del Señor iluminando tu camino a través de su palabra y adora a Jesucristo el Rey.

Conclusión:

El vino a este mundo por ti y por mí, por amor a la humanidad, Dios se hizo hombre.

Esta nochebuena, busca la luz de Jesús en medio de tanta oscuridad.

Abre tus ojos y mira al cielo, y mientras todos festejen, habla con Dios, Él tiene los oídos atentos a tu voz, si lo buscas, vendrá a ti, porque nadie que clama a Él se va con las manos vacías.

No hay nada más bello que su presencia, mira al cielo y la luz del Señor vendrá sobre tu vida.

Feliz Navidad.

Feliz Navidad con Jesus.

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Efesios 2:8-14 Por gracia somos salvos

Por gracia somos salvos, y por gracia tenemos acceso al trono del Padre.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

no por obras, para que nadie se gloríe.

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Reconciliación por medio de la cruz

11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.

12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,

Es a traves de Jesús por medio de la fé.

La salvación es por gracia, es un inmerecido obsequio que nos fue dado por Dios, sin pedirnos nada a cambio para salvarnos, es un auténtico regalo del cielo.

No somos salvos por las obras que podamos hacer, de nada podemos jactarnos, porque nada de lo que hagamos puede salvarnos.

Todo lo que tenemos hoy nos fue dado por el Señor, y la posibilidad de ser salvos es el regalo de Jesús a través de la cruz.

Dice este pasaje que somos hechura de Dios, que a través de Jesús hemos sido apartados para su obra, y para los propósitos que Él tiene para cada uno de nosotros.

Si tú te has entregado a Jesús, y le sigues fielmente puedes tener la seguridad de que tu nombre ha sido escrito en el libro de la vida y que tu nombre esta esculpido en la palma de la mano de nuestro Padre.

Nuestro Padre tiene nuestro nombre en su mano y siempre nos levantará.

No debes dudar de que tu salvación ha llegado, porque aunque no lo merecieras, Él te llamo de tinieblas a la luz admirable de Jesús.

Por más obras buenas, o por más “buenos” que nosotros creamos que somos, nada de eso nos abre la posibilidad de llegar al cielo.

Solo la obra de Jesús, y la gracia divina que nos fue dada a través de Él, nos da esa chance.

En otro tiempo caminábamos en nuestros propios caminos, y no teníamos esperanza, ni fe, quizá algunos ni siquiera creíamos que podríamos sobrevivir en esta tierra ya que no encontrábamos la salida.

Pero Dios es tan misericordioso que con su amor nos atrae, su paz nos inunda y nos da la certeza de que hemos pasado de muerte a vida.

Si aún dudas acerca del amor infinito que Dios siente por ti, o si piensas que no vales lo suficiente o que no estás capacitado, mira la cruz.

Es en ese lugar que fuiste redimido y todo lo que antes era oscuro se ilumina para ti.

Quizá la soledad, el temor y la sensación de dolor en tu pecho te agobiaban, pero tienes un Dios que por gracia te ha salvado, y que te ama tanto que sana tus heridas.

Dios te consuela en tu tristeza y te dice, no temas Yo estoy contigo.

Cuando te sientas desfallecer, mira la cruz, levanta tus ojos al cielo, porque la palabra de Dios dice, que de ahí viene nuestro socorro.

Si Él nos amó tanto como para saber que por gracia somos salvos, no crees que en lo que pueda estar pasando en tu vida hoy, Él puede intervenir?

Conclusión:

Levántate y fortalécete porque ha venido tu luz, y la gracia de Dios te ha salvado.

No hay tinieblas que puedan frenar a un hijo de Dios, no hay mentira de Satanás, que pueda convencerte de que pierdes el regalo precioso de la gracia a través de Jesús.

Él nos amó tanto, que en esa cruz pensó en cada uno de nosotros, y hoy está aquí para limpiar tus lágrimas, levantar tu ánimo, restaurar tu corazón y aliviar tu dolor.

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Lucas 1:26-2:35. La verdadera Navidad.

La verdadera Navidad en Jesús, tu disfrutaras de la verdadera esencia de Navidad cuando entiendes quién es Jesús, y que significo su nacimiento.

 Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.

30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.

31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;

33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.

35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Esta es la verdadera historia de la Navidad, y esta es la historia que quiero contarte hoy, y llevarte a conocer a ese Jesús que nació en un pesebre humilde, porque si sigues leyendo la historia en tu biblia veras que no había lugar para ellos en la posada, y nació ahí, rodeado de animales, pero con la luz del cielo sobre El.

Jesús es el centro y la razón de la Navidad.

Hoy día las personas están pensando en la Navidad como ese día donde cenan en familia, y dan regalos, pero a muchos les falta saber que festejan.

Que te falta?

Que te falta hoy para esperar esa noche mágica que es la Navidad, quizá hayas ya salido a hacer tus compras, tus regalos, la comida y todos los preparativos para  festejar esa noche, pero, la pregunta hoy es, sabes que es lo que se festeja?

Hoy día, suena mucho la Navidad relacionada a Papa Noel, o Santa Claus como lo llaman en algunos países, y no está mal, los niños esperan sus regalos ansiosamente y no entraremos en ninguna polémica hoy acerca de este personaje, ya que no es el tema.

También la Navidad está relacionada al árbol de Navidad, las luces, los adornos, y todo eso que hace de la Navidad una bonita noche.

Regalos, luces, arbol, bellisimas costumbres, pero no olvides la razón.

Y está bien, todo eso nos habla de la Navidad, y es disfrutable, pero, que nada de esto nos haga olvidar el verdadero significado de esa noche, no sustituyas las costumbres o los mitos por el verdadero festejo.

Hay una historia que es necesario contar, y conocer de la Navidad, que comenzó con una mujer muy joven a la que un ángel visito y le comunico que habría de concebir al hijo de Dios.

Es una historia que cambio la historia del mundo, fue tanto el amor de Dios por el ser humano, que envió a su hijo a nacer como cualquier otro niño y a cumplir la misión de ser nuestro Salvador.

Si tu miras la historia desde una óptica analítica posiblemente no la entiendas, la salvación es por Fe a través de Jesús, y no hay otro modo, mira la historia y solo debes creer para que esa noche tenga el verdadero significado.

Esta es la historia poderosa de la Navidad que no debes olvidar, sea cual sea tu circunstancia, y sea cual sea la forma o la cantidad de cosas que tengas esa noche para festejar.

Jesús, el más humilde de los reyes nació en un pesebre, y su nacimiento nos da una luz en medio de la oscuridad.

“Esa estrella de Belén”, dicho en lenguaje popular sin entrar en tecnicismos, que en este año 2020 se dejó ver una vez más luego de 800 años, en este año tan especial, marcado por una pandemia, la estrella que guio a aquellos reyes hasta el lugar donde había nacido nuestro Señor, en un año con mucho dolor y tristeza, la luz de Dios se deja ver y no es casualidad.

Puedes tenerlo todo esa noche, pero, que te falta?

Si en tu corazón hay tristeza, dolor, angustia y si no encuentras la esperanza o la alegría en nada, quizá tu pesebre esta vacío.

Como está tu corazón? Tienes al Señor en El?

Solo hay un modo de saber si ese Dios está en tu vida, y la señal de que Jesús habita en tu vida, es que la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, está en tu corazón a pesar de lo que sea que estés viviendo, si esto no es así, debes mirar al cielo con tu corazón hoy.

El centro y la razón de esta historia es Jesús.

Juan 3: 16 dice 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Ese niño que ha nacido en Belén, en aquel pesebre humilde, es el hijo de Dios, que vino por ti, nació, murió y resucito por ti y por mí.

Si crees que no tienes nada para festejar, no estas entendiendo el verdadero festejo.

El mundo está en oscuridad, estamos rodeados de violencia, de muerte y pecado, pero, El vino a traer luz y esperanza a un mundo perdido.

La Navidad, Jesús, es un regalo de Dios Padre al ser humano, un regalo bien dado es aquel que quien lo da, busca lo mejor para aquel que lo recibe.

Y el regalo del Señor fue, una luz de esperanza y un Salvador, en el que si crees en El, no te perderás y tendrás la vida que Dios quiere para ti, no rechaces el regalo del Señor.

No se trata de argumentos, que puedes tener muchos, no es por fuerza humana que se sale de algunas circunstancias.

No es por intelecto, porque por mucho que estudies y tengas, o quieras buscar explicaciones científicas, hay cosas que solo alcanzaras si dejas entrar a tu corazón a ese Rey que nació y por el cual cada año el mundo festeja la Navidad.

Esa noche Jesús partió la historia del mundo en dos, y hay un antes de Cristo, y después de Cristo, así de importante.

Entonces, contéstate hoy esa pregunta, esta Jesús en el pesebre de tu corazón realmente? Si no buscas y le preguntas cada día si lo que haces, es realmente lo que Él quiere para ti, si no tienes su paz, entonces tu pesebre esta vacío y hoy Jesús golpea la puerta de tu corazón y te dice, “déjame entrar”.

No sigas en tinieblas, ven a Jesús, abre tu corazón a Él, ahí donde estas, cierra tus ojos y dile “Señor abro mi corazón a ti, entra a mi vida, perdóname, límpiame, cambia mi vida, hazme una nueva persona, me entrego a ti. Amen”.

Es mi deseo que esta Navidad, Jesús brille en tu vida, y que su paz reine en ti, sea lo que sea que estés pasando.

Feliz Navidad con Jesus en tu corazón, festeja su cumpleaños.

Con Jesús en el corazón entonces si podrás decir, “Feliz Navidad”.

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Hebreos 11:1-6 Que es la fe.

Que es la fe?

11  Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

La fe es la certeza de los que se espera, y la conviccion de lo que no se ve.

Este ingrediente en la vida de todo aquel creyente que busca el favor de Dios es indispensable.

Sin fe, nada podemos recibir, si no creemos en aquel a quien nos hemos acercado no podemos recibir nada de Él.

La fe no es una esperanza de que quizá todo mejore, ni tampoco ponerle ondas positivas a nuestra vida o pensamientos positivos para “atraer” lo bueno, no es una simple creencia.

La fe es tener la certeza de que lo que hemos pedido y estamos esperando vendrá, y que la convicción que lo que aún no vemos en el terreno físico lo veremos llegado el momento indicado.

Es aquella convicción tal que no cabe en ti ninguna duda, y esa es la actitud que mueve la mano de Dios, cuando El ve un hijo o una hija con tal convicción no puede dejar de obrar.

Hay cosas que no vemos visiblemente, y Dios es una de esas cosas, no podemos verlo y no podemos oír su voz audible, pero sabemos que El está, y podemos oír su voz en nuestro interior, y cuando Dios nos habla sabemos identificar que es El.

Si tú tienes una relación diaria con el Señor, aprendes a conocerlo y conoces su voz.

Mateo 21:22 dice “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”

La falta de fe, impide que podamos recibir aquello que necesitamos, pero la fe puesta en marcha abre la ventana del cielo para nosotros.

Si creemos, llegaremos a la meta y cumpliremos nuestros sueños.

Jesús hacia milagros y en más de una ocasión destacaba la fe de aquellos que se acercaban en busca de una bendición o necesidad y claramente les decía, 2 “por tu fe eres sano”, o  “por tu fe eres salvo”.

Si crees recibiras.

Si tú dices creer en Dios, pero no crees que Dios pueda obrar en una circunstancia de la vida, entonces en realidad no crees en El, porque quien en El cree, cree que poderoso, misericordioso es para darnos todo aquello que necesitamos.

Y lo más bello de esto, es que Él quiere bendecirnos, quiere darnos, no es un Dios que escatima bendiciones, ni es un Dios que se moleste por lo que le pides, como todo buen padre, desea oír tus necesidades y que le expreses tus necesidades y sobre todo, que confíes.

Conclusión:

Confía en aquel que te creo, en aquel que dio su vida por ti, en el que te ha prometido que el cielo y la tierra pasaran pero sus palabras permanecerán.

Dice este pasaje, que sin fe es imposible agradar a Dios, no puedes recibir nada sin en tu corazón hay duda.

No sé cuál es tu necesidad hoy, pero sea cual sea El sigue siendo el mismo, ayer, hoy y por los siglos, sigue teniendo su oído atento a nuestro clamor, sigue teniendo el mismo poder, nada ha cambiado para El.

Por lo cual, quien se acerca a Él con un corazón rendido y con fe, recibirá todo aquello que le sea necesario.

Cree y veras la gloria de Dios en tu vida.

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Mateo 2:1-16. Los Reyes Magos que lo adoraron.

Los reyes magos que lo adoraron, estos personajes que hoy en día, se los suele evocar y son sinónimos de regalos para los niños, pero quienes eran realmente y que papel jugaron en la vida de Jesús? Pues sencillamente fueron guiados hasta donde Jesús había nacido, y sabiendo quien era, fueron a adorarlo.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,

diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:

Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará[
a] a mi pueblo Israel.

Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;

y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

Los reyes magos fueron guiados hasta el salvador.

10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Estos reyes eran por lo que cuenta la historia, líderes en Mesopotamia, cerca de la ciudad de Babilonia, seguramente por lo que deducen los estudiosos, estos habrían sido astrónomos y o estudiosos de las estrellas, y supieron reconocer a la estrella que los guio hasta el lugar donde había nacido el Mesías.

Hoy día no nos guiamos por las estrellas, como en aquel entonces, pero, en el libro de génesis 1:14la biblia dice que fueron creadas para que sirvieran de señales, y para marcar estaciones de días y años.

La verdadera Navidad es festejar a Jesus.

Cuando ellos vieron esta estrella, emprendieron el viaje, y al llegar a Jerusalén y preguntar por el Mesías, se armó un gran alboroto, tanto, que el rey Herodes se puso muy nervioso por este rey de los judíos que estos anunciaban que había nacido.

Más adelante en la historia, veremos que tanto fue el nerviosismo de Herodes que luego de que los reyes magos se le desaparecen y no regresan para informarle donde estaba el Mesías y rey nacido, manda a matar a todos los niños varones menores a dos años para asegurarse de que no pudiera levantarse.

Pero…Dios siempre va un paso más adelante.

Y guardo a su hijo, tanta fue la protección de Dios para con Jesús y para con María y José, que los guio, y abasteció para que nada les faltase.

Estos reyes eran hombres de Dios, creyentes, y fuertes en la fe, que no dudaron en seguir la señal que vieron en el cielo de parte de Dios y allá fueron, a adorar al Dios hecho carne, lo adoraron y le ofrecieron obsequios.

Dice este pasaje que le ofrecieron lo mejor que tenían, oro, incienso y mirra.

Sabes que tú también puedes hacerle un regalo a Jesús en este día y adorarlo tal y como lo hicieron los reyes? Puedes ofrecerle tu corazón y tu adoración también.

Haz de esta navidad una navidad especial, y si nunca entendiste el verdadero significado, abre tus ojos y tus oídos a aquello que Dios quiere decirte hoy.

Las tradiciones muchas veces nos alejan de Dios y del verdadero significado de un día como el de la Navidad, donde festejamos nada más y nada menos que el cumpleaños de Jesús.

Es el único cumpleaños que se festeja en el que el principal agasajado no es El por el común denominador.

La gente está muy distraída en las tradiciones, en que comer, tomar y que van a regalar o regalarse, pero muy pocos son los que recuerdan que ese día antes de comer y tirar fuegos artificiales, nació el rey soberano y aquel que no se aferró a su trono, sino que lo dejo para nacer con un propósito, el de dar su vida para que tú y yo la tengamos en abundancia.

Conclusión:

Así que toma ejemplo de los reyes magos, y adórale, humilla tu corazón delante de Él, porque es digno, y porque con toda la humildad de la que fue capaz nació para que tú puedas ser libre.

Dios te ama, Jesús te ama, y si estás aquí leyendo esto, créeme, no es casualidad.

Mira al cielo, y sigue la señal que Dios te está dando, la luz de Jesús te alumbra hoy.

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Isaías 9:6-7 Ha nacido el Príncipe de Paz.

Ha nacido el Príncipe de paz, nuestro Señor y Salvador en Belén hace ya más de 2000 años, y marcó un antes y un después en la historia, este pasaje de Isaías cientos de años antes de Jesús, nos vuelve a hablar de su nacimiento.

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Que es la Navidad?

La Navidad es sinónimo de regalos en el común denominador en este mundo, pero, la navidad nos lleva al nacimiento de Jesús, donde su gloria y majestad se acercaron a nosotros.

Jesús fue el regalo de Dios para ti y para mi.

Dios nos hizo el mayor de los regalos ese bendito día, nos regaló a su hijo unigénito, y lo describe Isaías como “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno y Príncipe de Paz”.

Que maravillosa y exacta descripción de la persona de Jesus.

Impacta mi corazón que Jesus, el Príncipe de Paz, haya dejado su trono y la comodidad de su gloria, para venir a esta tierra como uno más, para traernos una esperanza de vida, y la salvación para cada uno de nosotros.

Si piensas que en la Navidad tiene que haber regalos, calma, pues Dios ya te hizo uno, y el más importante, porque Jesús es el mayor regalo de Dios a tu vida.

Dios no estaba en la obligación de darnos nada, puesto que nosotros fuimos creados por El, perfectos, hasta que el pecado entro a nuestras vidas por propia decisión del hombre.

Sin embargo, Dios nos amó tanto, que proveyó la Salvación para nosotros, sin que lo pidiéramos, nos regaló lo más preciado que tenía, a su hijo.

No desprecies el regalo que Él te hizo, no confundas la Navidad con una fecha cualquiera de celebración, aunque no sabemos la fecha exacta del nacimiento de nuestro Señor, los teólogos coinciden en que fue cerca de este día.

La Navidad es más que un árbol de Navidad, más que la rica comida que podamos servir o los regalos que podamos dar, no es Santa Claus, ni es fuegos artificiales tampoco, si bien, todo esto es muy disfrutable y no está mal disfrutar, no perdamos de vista el verdadero concepto en este día.

Es bueno disfrutar juntos, y esta bien, pero, no perdamos de vista lo que es la verdadera Navidad.

No sé cómo te encuentras hoy día, no sé si quizá la proximidad de estas fechas te pone triste, hay muchas personas que sienten mucha soledad en las fiestas y curiosamente son fechas en las que muchas personas se quitan la vida por la tristeza profunda de la soledad que sienten.

Si estas en tristeza o soledad, déjame decirte, que hay uno que nació por ti, que te amo tanto que te dio el regalo más grande en la historia y es Dios que te ama.

Enfóca tu mirada en aquel que te amo más de lo que nunca nadie te amara.

Tú no habías nacido en aquella época, pero estabas en el corazón del Señor y te conoce perfectamente, conoce de tus agonías, tus debilidades y tus llantos en la soledad.

Estoy aquí para decirte que mires al cielo y veas que has sido tan importante para El, que dejo su gloria por venir a la tierra por ti.

El Príncipe de Paz se ha acercado, Dios es bueno, tan bueno, que no vino a juzgar sino a rescatar.

Si no sabes que hacer, tienes un consejero, tienes un Dios fuerte que en medio de tu debilidad quiere sostenerte.

Si tan solo elevas tus ojos al cielo y le hablas, ten la seguridad que Él te oye.

No hay nada que se escape de su vista y oído, Él es admirable y bueno, la bondad de Dios es algo que siempre ha impactado mi vida.

A pesar de todos los errores que puedas cometer, a pesar que mucha gente ni por un minuto se pone a pensar que es lo que festejan en la navidad, El permanece allí, fiel, esperando que un día, clamen a Él.

Príncipe de Paz.

Ese es Jesús, el hijo de Dios, el que no tenía por qué dejar su trono y venir a esta tierra a nacer y crecer como cualquier niño y menos, pasar por lo que paso después, pero, El vino a traer salvación y lo hizo por amor y obediencia.

Juan 14:27 dice  La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Él nos dio su paz, porque Él es el Príncipe de Paz, y ese niño que la historia nos cuenta que nació en Belén, es el adorado en el cielo y la tierra por todos aquellos que creemos en un Dios bueno que se acordó de nosotros.

Conclusión:

Si nunca has conocido quien es realmente Jesús, yo te invito a conocerlo hoy, y a que eleves tu corazón en una oración hoy y le digas, “Señor nunca te conocí realmente pero hoy te entrego mi corazón, enséñame quien eres de verdad, perdóname, límpiame y dame tu paz, a partir de hoy soy tu hijo. Amen”.

Esta Navidad deja que su paz te inunde, entrégale tus tristezas y tus necesidades, límpiate las lágrimas y deja que el Dios de amor te abraze hoy y siempre.

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Mateo 1:18-25 Un nacimiento que trae salvación y esperanza.

Un nacimiento que trae salvación y esperanza, y esa esperanza tiene nombre y es Jesús.

18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.

19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.

20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, [a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Ha nacido nuestra esperanza.

22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:

23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.

24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.

25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

Un nacimiento que trae salvación y esperanza.

El nacimiento de un bebe siempre es motivo de alegría y esperanza, y lo que en este caso el evangelio de San Mateo nos está contando es el nacimiento del Mesías, del Dios hecho hombre, de aquel que se despojó de su trono y descendió a la tierra para nacer como cualquier bebe

Vino a depender de una madre que lo cuide y amamante y a ser como uno más de nosotros hasta que fuese el tiempo indicado.

Lo que le sucede a María, para la época podía ser algo muy complicado, no estaba aún casada con José, y queda embarazada, y que difícil es explicar que alguien pueda quedar embarazada del Espíritu Santo, verdad?

Y Dios que no es ajeno a nuestros pensamientos, envía un ángel a hablar con José.

Isaías 7:14 dice 14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

El cielo descendio a la tierra en Jesus, y nos dio una luz de esperanza.

Más de 600 años antes de que Jesús naciera, el Profeta Isaías, había anunciado esto al Rey Acaz, cuando le mando el Señor a decir que enviaría una señal que sería tan alta y profunda como los cielos mismos, y es en ese momento cuando por primera vez se habla de Jesús como Emanuel, que significa “Dios con nosotros”.

El Señor tenía preparado a su propio hijo para redimirnos, El no escatimo ni a su propio hijo dice su palabra, así de profundo es el amor de Dios por nosotros.

Este es un mes en el que conmemoramos la navidad, y para muchas personas, navidad es sinónimo de regalos, comida y reuniones, pero la navidad es más que eso.

La navidad es el cumpleaños de Jesús, aunque históricamente no se sabe en que día exacto nació Jesús, se cree que fue en esta época del año, y para quienes somos cristianos esta fecha no es una festividad más.

La Navidad es el día en el que el cielo se acercó, y la salvación llego a nuestras vidas.

El Señor sorprendió a María y José, María era muy joven, llena de Dios, y fue elegida por el Señor para llevar en su vientre al hijo de Dios, y sorprendió a José, a quien eligió para que cumpliera la función de padre, aunque biológicamente no lo era.

Dios siempre te sorprenderá.

Del mismo modo el Señor te sorprende a ti, Él es experto en cambiar situaciones, en dar soluciones donde creíamos que ya no habría ninguna, y es misericordioso para darte la salida cuando no ves el camino.

Hay un camino, y es Jesús, en este mes en el que muchos se afanan y se enloquecen con compras, y corren de aquí para allá, siéntate, haz un alto en tu vida y mira el verdadero significado de la Navidad.

Nos ha nacido el Salvador, del vientre de una mujer, nació aquel día en Belén el único Rey y Señor, el mismo que dejo su trono por ti.

Conclusión:

Emanuel, Dios con nosotros, es quien está en el vientre de María, y a quien ese ángel anuncia a José, Jesús quien será como un niño más, pero que al crecer cargo con nuestros pecados e iniquidades y se dio a si mismo por cada uno de nosotros.

Pongamos de moda festejar la realidad de lo que significa la Navidad, que en latín es Nativitas, que significa Nacimiento.

Porque todo comienza con un nacimiento, la vida misma, y nuestra salvación comenzó con Jesús naciendo.

Nació nuestra esperanza, nació nuestro libertador, nació nuestro Señor y Dios.

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