1 Samuel 16:10-13. Dios escoge lo que nadie miraría.

Dios escoge lo que nadie miraría, David era tan menospreciado, que ni siquiera su familia lo había tenido en cuenta, pero, Dios sí.

 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

Entonces llamó Isaí a Abonada, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová.

Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.

10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.

11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.

12 Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.

El menor de una familia, el pastorcito joven, es, fue elegido por Dios.

13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Rama.

Pongámonos en contexto acerca de lo que pasaba en aquel momento, en este tiempo Saúl se encontraba reinando, y Dios había hablado a Samuel a su corazón, Saúl no estaba ya a esas alturas respaldado por el Señor, tanto así, que Dios había decidido levantar otro rey en su lugar.

Dios había dado la orden a Samuel de ir en busca de quien Él había decidido seria el próximo rey.

Cuando es Dios que elige, no se equivoca.

El pueblo se había provisto en su momento de un Rey, Saúl, pero ahora luego del comportamiento del mismo, Dios se iba a proveer Rey para su pueblo.

Y Samuel sale con esta misión, y comienzan a desfilar delante de él los hijos de Isaí, el papa de David, cada uno de los hijos mayores pasó por la vista de Samuel, pero Dios fue muy claro con Samuel, no era por la apariencia, ni por lo alto ni esbelto, Dios no mira como nosotros.

David era invisible a ojos de los suyos.

Y fue ahí cuando él le pregunta a Isaí, estos son todos tus hijos? Y él le dice, queda el más pequeño, pero el solo pastorea ovejas, y Samuel le dice, pues que venga porque aquí nadie come ni se mueve hasta que no llegue.

Podemos notar fácilmente el cuadro que tenemos delante, y cuantos podemos identificarnos con este cuadro, un papa que quizá nos vea como de menos, o quizá no te ha sucedido con tu familia pero si con tu relacionamiento social.

El papa de Isaí, lo veía como de menos, no cabía en su cabeza que “el pastorcillo” pudiera tener ninguna chance, es que podemos saber si leemos la historia que David apenas rondaría los 16 años, era de complexión muy delgado, rubio y pequeño.

El Señor no mira lo que el mundo mira.

Dios no mira como el mundo mira, si alguna vez tú piensas que para ti no puede haber nada, que no podrás llegar a ninguna meta, que no sirves para nada, que no eres todo lo esbelto que este mundo demanda que debes ser.

Atiende la voz de Dios hoy, que te está diciendo, “yo no miro como el mundo mira, y si yo te llamo y yo te he elegido, nadie se puede interponer”.

Dios escoge a los que nadie mira, pero que en lo secreto lo buscan, para levantarlos y ungirlos.

El mundo elije por conocimientos, por sabiduría, por condiciones, pero Dios elije a aquellos a los que unge con su Espíritu Santo.

En el verso 13 dice que Samuel lo ungió con aceite, y que inmediatamente el Espíritu de Dios vino sobre él.

Hubo un tiempo, si seguimos leyendo la historia, veremos todo lo que David paso desde ese momento hasta llegar al trono, no se dio de un día para el otro, comenzó un proceso donde Dios comenzó a pulir a David.

Dios escoge, lo que le mundo no escogería.

Tu puedes ser el menos visible, el menos capacitado/a o el/la menos agraciado/a, pero Dios está mirando tu corazón, Dios escoge casi siempre lo que nadie elegiría, porque no eres tu quien hará la obra sino El, y esa es su manera de mostrar su poder y su gloria.

1 Corintios 1:27-29 dice “27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;

28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,

29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.

Al Señor le encanta avergonzar a aquellos que se sienten sabios y que en su soberbia creen que con sus fuerzas pueden hacerlo todo, y no le dan lugar a Dios en sus vidas, sino que ellos mismos se ponen en lugar de dios.

Conclusión:

Lo menospreciado por el mundo, lo que como David, era lo más pequeño, tanto que ni su familia creía en él, así como quizá no crean en ti.

Dios tiene fe, cree que tú vas a hacer su obra mediante tu obediencia a él, por lo cual, si Dios cree en ti, porque tú no le crees a Él?

Si Dios te ha llamado, te capacitara para que hagas la obra para la cual te está llamando, te limpiara y te llevara a otros niveles en Dios.

Pero no olvides que el proceso es necesario, Dios entreno a David para llegar a ser el rey más recordado, y del que posteriormente descendería el propio Jesús, pero tuvo que ser procesado por Dios mediante diversas pruebas.

Permanece en el proceso, cree que si Dios te ha llamado, Él te capacitara.

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Lucas 4:16-2. El año de la gracia del Señor.

El año de la gracia del Señor, hemos comenzado hace poco más de un mes, un nuevo año, luego de un 2020 muy diferente a otros años, donde todas las cosas que acostumbrábamos hacer fueron cambiadas, y donde el ser humano vio lo pequeño y lo frágil que es.

16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo[a] entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.

17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

19 A predicar el año agradable del Señor.

20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Y Jesus hablo.

Ese sábado, Jesús entro a la sinagoga como todos los sábados se hacía, y paso adelante a leer una de las escrituras, se le dio para leer el rollo donde leyó este pasaje de Isaías ante la mirada atenta y atónita de todos los presentes.

Casi puedo imaginar esa escena, el silencio reinante mientras Jesús, ese al que habían visto crecer en esa ciudad, a quien conocían como el hijo de José, el carpintero, leía este pasaje con un tono sin igual y desde un lugar que hasta ahora nadie lo había hecho, me los imagino siguiéndolo con la mirada.

En este pasaje, Jesus se describe a si mismo.

La biblia nos cuenta que termino de leer, enrollo el libro, se lo dio a quien estaba ministrando con una humildad inigualable, y se sentó, y es en el momento que pronuncia estas palabras que seguramente hicieron escandalizar a algunos y sorprenderse para bien a otros.

Ese momento donde les anuncia, “hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros”.

En otras palabras les dijo, que el Espíritu Santo estaba sobre El, y que había sido enviado para dar vista a los ciegos, consolar, dar libertad y sobre todo a predicar el año agradable del Señor.

Ellos sabían que solo el Mesías podía hacer todo esto, pero ellos veían a Jesús, y lo asociaban a aquel niño hijo de José, no podían entender esto que hoy se les revelaba.

Me imagino las expresiones en sus rostros y lo que muchos habrán pensado, algunos debían haberse escandalizado, pero otros, sorprendido para bien.

La humildad del Señor es algo que nos tiene que ser de ejemplo, Él no se quedó en el altar, dando un amplio sermón, sino que obedientemente leyó, entrego el rollo a quien correspondía y si, hizo esta declaración necesaria, desde su humilde lugar.

El hijo de Dios, grande y humilde.

Varias enseñanzas podemos sacar de sus actitudes, además de darnos cuenta de que una vez que el Espíritu Santo esta en dominio, lo siguiente que viene, es la posibilidad de dar y recibir libertad, consuelo, sanidad y buenas noticias, pero además de esto, la actitud de Jesús me habla a las leguas de cómo es un verdadero siervo de Dios.

El que era el hijo de Dios, de quien Isaías estaba hablando en estas escrituras y el hacedor de todas estas cosas es el mismo que respeta  la autoridad de quien ministra esta reunión en esa sinagoga, permanece en sujeción y vuelve a su silla humilde.

Autoridad bien ejercida.

Es que quien sabe que tiene la autoridad no necesita decirlo, ni tampoco mostrarlo, su presencia se siente y el respeto nace, si tu estas sirviendo al Señor, recuerda que es precisamente esa tu misión, el servicio, a Dios y a aquellos a quienes el Señor te ha confiado, se humilde y manso y aprende a cuidar a quienes están a tu lado.

Estamos en este año 2021, confiando en que luego de tantos golpes recibidos a nivel mundial el pasado año, el Señor está obrando y lo que viene, será un mover del Espíritu Santo tal, que los ciegos recibirán vista, los enfermos sanaran, los cautivos serán liberados, y la palabra correrá por todos los rincones de la tierra.

Jesús vino a la tierra con una misión.

Su misión era la descripta en ese pasaje, Jesús vino a darnos libertad a través de su padecimiento, el padeció para que nosotros hoy estemos en libertad.

Usa la libertad que has recibido para bendecir a otros.

Ha llegado la hora de buscar a Dios con todo el corazon, y creer que este es el año de su gracia y su favor.

El año de la gracia de Dios sobre toda la humanidad, comenzaba aquel día, en aquel instante en el que de la boca de Jesús, declaraba que hoy se había cumplido todo esto delante de ellos.

Conclusión:

Este año que tienes por delante, es un año en donde la gracia de Dios te alcanzara, y veremos el mover del Espíritu Santo, quizá como nunca antes en este tiempo, tenemos una nueva oportunidad para aferrarnos a su palabra y confiar en que nada de lo que venga esta fuera de su control.

Si ya tienes a Jesús en tu corazón, este año busca crecer de su mano, y si nunca le diste tu corazón, te invito a hacerlo a través de una simple oración.

Dile conmigo, “Señor Jesús, perdóname y límpiame de todo pecado, haz de mí una nueva persona y guárdame, bendíceme a mí y a los míos, soy a partir de hoy, tu hijo/a, en el nombre de Jesús. Amen.

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Miqueas 6:6-8. Con que me presento ante el Señor?

Con que me presento ante el Señor?, esa es la pregunta que me hago hoy y que en este pasaje del libro de Miqueas nos lo responde.

 6 “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

Habra algo que podamos ofrecerle?

Este libro se encuentra en el Antiguo testamento, y esta pregunta hecha a través del profeta Miqueas encierra lo que en aquella época se tenían que responder aquellos que buscaban tener una relación con Dios y aun hoy debemos respondernos esto y entender cuál es la forma y de qué manera nos conectamos con El.

El ya lo dio todo por nosotros.

El Señor desde siempre ha instado a su pueblo a arrepentirse, a volverse a Él, a no quedarse anclado en el pasado y volver sobre sus pasos ante la primera adversidad, o a no abrazarse al pecado sino que buscar el perdón y la restauración que solo viene del cielo.

A veces pensamos que si nos acercamos a Dios tenemos que ser santos, o que si no lo somos entonces no podemos acercarnos, o incluso pensamos que tenemos que darle algo a Él, pero que darle a Dios cuando Él es el dueño de todo lo visto e invisible, y que puede tener el hombre que pueda impresionar a Dios? Pues nada.

Solo hay una cosa que al Señor le impacta y es la fe, no hay nada que mueva la mano de Dios a favor de un hijo más que la fe.

Hebreos 11:6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le buscan.”

Dios no mira lo que tienes para ofrecerle, en algún momento, en el antiguo testamento las personas ofrecían a Dios sacrificios y de este modo intentaban conquistar el corazón de Dios y recibían perdón a sus pecados.

Pero Dios hizo el sacrificio por nosotros, El soluciono y proveyó la ofrenda perfecta, que fue su propio hijo Jesús.

Si tienes dudas acerca de si Dios te ama o no, recuerda que el Padre no escatimo a su propio hijo sino que lo ofreció en sacrificio por nosotros, decidió pagar El mismo por nuestros propios pecados.

Que quiere Dios de ti?

Solo que le busques a Él, hacer justicia dice este pasaje, y no hay otra justicia más que la de su palabra, busca que la palabra de Dios ilumine tu camino, y te guie.

Él no ha escondido nada de nosotros, nos ha dicho claramente cuáles son las cosas que necesita o quiere de nosotros, simplemente que amemos hacer justicia, en otras palabras, que amemos su palabra, que nos humillemos delante de Él y solo de Él.

Adora a Dios con todo tu ser, y ofrécele tu corazón, amalo, y síguelo.

Estar de rodillas ante Dios, no ante los hombres, no te inclines delante de otro dios ni lo sustituyas por cosas que tienen vencimiento, pon a Dios en el primer lugar en tu vida.

Se realmente eficaz en tu búsqueda del Señor cada día, no hay otra cosa que Él quiera de ti, más que tu propio corazón en adoración, y como no adorar a aquel que nos pasó de muerte a vida, como no adorar a aquel que no nos dejó sucios y en nuestro mundo, sino que nos sacó del pozo en el que estábamos.

No hay nada mejor que puedas ofrecerle al Señor, más que tu adoración!

Cuando no sepas a quien recurrir, recuerda el amor tan grande que tiene el Señor por ti, y recuerda que El no mira lo que tienes o quien eres, o de que familia vienes, sino que mira tu corazón y está allí para perdonarte y restaurarte.

Conclusión:

Si nunca recibiste a Cristo en tu corazón, te invito a hacerlo, y tan solo repetir una oración conmigo que puede cambiar tu vida, no por la oración en sí misma, sino por lo que significa si la dices con fe, sabiendo que le hablas al creador de todo lo que ves.

Dile “Señor, perdona mis pecados, límpiame y recíbeme como tu hijo/a, y haz en mi tu voluntad, cambia mi vida para bien y enséñame a andar en tu camino, a partir de hoy tu eres mi Padre, en el nombre de Jesús. Amen”

Para Dios eres valioso, y lo único que El espera de ti, es que lo adores y lo sigas, conócelo, búscalo y tu vida cobrara otro sentido que jamás habías pensado.

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Feliz Navidad con Jesús.

Este artículo es un poco distinto a los demás, en esta oportunidad, quiero comenzar aprovechando para agradecerte el estar con nosotros, visitarnos diariamente y es nuestro deseo que puedas aprender más de la palabra de Dios, que puedas entenderla, desmenuzarla y hacerla carne en tu vida.

Hoy, en este día tan especial, quiero recordarte que para disfrutar de la Navidad en todo su esplendor, es necesario que busques al Señor de la Navidad, al verdadero y único Dios que puede cambiar tu vida en cuestión de segundos tras una oración sincera.

Sientate a contemplar el cielo y busca esta noche a tu Señor, El es el motivo de la Navidad.

Muchas personas hoy estarán festejando la Navidad alrededor del mundo, y como hemos venido hablando, para algunos significa regalos, árbol de Navidad, Santa Claus y comida.

Festeja la verdadera Navidad.

Pero para aquellos que hemos de verdad creído quien es Jesús y lo que Él ha hecho al venir a esta tierra en forma humana y todo lo que hizo por nosotros, la Navidad es el cumpleaños de Jesús, y aunque no es exacta la fecha de su nacimiento, es el día en el que lo festejamos y recordamos, es un día de alabanza y adoración al único digno de recibirla.

Yo no sé cómo pasas tu hoy, quizá solo, quizá incluso te sientas triste porque no puedes estar rodeado de afectos, o a lo mejor por el contrario, pasas rodeado de personas, pero, sea cual fuere tu situación, si alzas tus ojos al cielo, y entiendes el verdadero significado de esta noche, la forma en la que festejaras hoy la Navidad, cambiara.

Dale al Señor la alabanza y la adoración, dale a Jesús el control de tu vida y tu corazón si nunca lo has hecho.

La palabra de Dios dice en Filipenses 2: 10-11

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Todo lo que hizo Jesús, provoco que la historia como se venía contando hasta ese momento cambiara, y lo que el enemigo había planeado para destruirnos, Jesús lo cambio, Él nos dio la esperanza, nos abrió el camino al Padre, y ante su nombre se dobla hoy toda rodilla, en los cielos, la tierra y debajo de la tierra.

Cuando María fue a dar a luz a Jesús, no había espacio para ella en la posada, por lo que tuvieron que ir a tener a Jesús en una especie de establo, en un pesebre, rodeado de animales, quizá si quien le dijo a María y José, que no había espacio para ellos, hubiera sabido a quien se lo decía, Jesús hubiera nacido en otro lugar, pero, le toco nacer allí, pero la luz y el control de Dios estaba sobre El, fuera donde fuera.

Confiesa a Jesús como tu Señor en esta noche, y mientras hoy algunos tiran fuegos artificiales, sin saber que festejan, tomate unos segundos para mirar al cielo y sentir la presencia del Señor.

Esa presencia que renueva, cambia, fortalece, El no mira lo que has hecho ni lo que tienes, ni aun que cualidades tengas o te faltan, El anhela tu corazón y anhela que esta noche le adores.

Adoremos al Señor en espíritu y en verdad, a quien iremos en nuestra angustia?, quien llenara nuestro corazón vacío? O nos fortalecerá cuando estamos débiles?.

Nadie más que El, nadie más que nuestro Señor.

Yo agradezco la obra maravillosa de Dios en mi vida, y agradezco cada día su presencia que me acompaña, y aun en mis debilidades, Él se manifiesta.

Y de eso te comparto, y oro para que puedas comprender realmente en esta hora que Jesús nació hace ya más de dos mil años y partió la historia en dos, y hoy ese nacimiento es el que celebramos los cristianos.

Jesús es el regalo de Dios para cada uno de nosotros.

Si nunca recibiste a Jesús en tu corazón te invito a hacerlo conmigo ahora, dile “Señor Jesús, perdona mis pecados, cambia mi vida, entra en mi corazón y recíbeme, enséñame a vivir de acuerdo a tu palabra, en el nombre de Jesús. Amen.

Conclusión:

Si has orado con fe, creyendo que El escucha todas nuestras oraciones, siempre, y crees en El, ten la seguridad que te ha recibido como su hijo, y que no hay padre más maravilloso, tierno y justo que Él.

Celebrar la Navidad está directamente relacionado con dejar o no reinar a Jesús en mi corazón y en mi casa.

Te deseamos que esta Navidad brille en tu corazón, que toda tristeza se vaya por la luz de Jesús y el consuelo que Él te trae, te deseo que sientas su abrazo ahora, y ten la seguridad que no estás solo, ahí donde estas, El está contigo.

Feliz Navidad!!!

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