1 Samuel 15:22-23. La desobediencia.

La desobediencia de Saúl, lo lleva a perder el reinado, y podemos aprender mucho acerca de este pasaje y de esta experiencia de Saúl.

22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

23 Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

Dios bendice la obediencia, ofrendas con desobediencia no sirven.

La obediencia para el Señor es más importante que cualquier ofrenda, Dios no bendice nuestras intenciones, bendice nuestra obediencia en todas las cosas.

Esto me hace acordar a Cain y la ofrenda que le llevo a DIos, y Dios no la acepto, porque su corazon no estaba recto.

Recuerda que Dios ama tu vida, pero bendice la obediencia y no nuestras intenciones, por lo cual si eres desobediente no puedes recibir de El, pero si le eres obediente le estas demostrando tu amor, porque lo que amamos, obedecemos y respetamos.

Si decimos que lo amamos y que lo adoramos pero no lo obedecemos es lo mismo que no amarlo realmente, porque lo que amamos obedecemos.

Este es un principio que todos debemos aprender a fuego, y es lo primero que tenemos que asimilar como hijos de Dios, cuando abrimos el corazón a Jesús no actuamos en independencia con El, sino que nos volvemos dependientes del Espíritu Santo.

Si tú actúas, como te parece, como tu razón te dicta, o como tu corazón te hace sentir y no como Dios te dice, estamos en un problema y esta actitud hay que revertirla.

A Saul la desobediencia le costo perder su reino, no pierdas tus bendiciones.

Saúl desobedeció, y le costó su reinado, Dios ya había decidido desecharlo, y fue muy fuerte este veredicto, pero lo cierto es que Dios nos pone en un lugar de autoridad pero si ve que en ese lugar de autoridad actuamos como nos parece y no como Él nos dice, pues estamos en desobediencia y no somos confiables para guiar un pueblo.

Esto es lo que paso con Saúl, El Señor le dijo que luchara contra los Amalecitas, y no debía quedarse con nada, y que no dejara a nadie con vida, pero Saúl, dejo al rey con vida y se quedó con lo mejor de su ganado y con todo lo de valor.

No era lo que Dios le dijo que debía hacer, Saúl hizo lo que le pareció, y con lo mejor que se había llevado, le ofreció a Dios holocaustos y ofrendas.

Vale decir, que de algún modo quiso congraciarse con el Señor, pienso que Saúl, sabía que había desobedecido, pero habrá pensado, le doy ofrendas de todo esto al Señor y entonces esto pasara desapercibido.

Y cuantas veces esta situación no nos describe a nosotros?, cuantas veces nosotros desobedecemos y luego vamos a Dios con un montón de excusas y argumentos para validar lo que hicimos y hasta minimizar nuestros pecados?.

Muchas verdad?, Lo hacemos habitualmente.

Y cuidado con esto, porque si bien nosotros vivimos en el tiempo de la gracia de Dios, no nos equivoquemos pensando que como vivimos en este tiempo entonces todo nos es perdonado y Dios pasa por alto la desobediencia, porque esto no es así.

La obediencia trae bendición.

Si tú quieres bendición, pero estas siendo desobediente a la palabra de Dios, en cualquier concepto o cualquier “pequeño detalle” no podemos ser bendecidos.

Dios conoce nuestra condición de humanos, la entiende y nos tiene una infinita paciencia, pero si somos obstinados desobedeciendo en aquellas cosas que sabemos que no debemos hacer, no importa si es pequeño o grande lo que esté haciendo, es desobediencia igual.

Dios bendecira tu obediencia siempre, grabate a fuego, que Dios benndice tu obediencia y no tus intenciones, busca su direccion en la palabra y siguela al pie de la letra, tienes su direccion clara a traves de ella y a traves de su Espiritu Santo.

Él es bueno para perdonar si nos arrepentimos, pero que no se nos haga costumbre esto de “hago lo que quiero y luego pido perdón, total El me perdona”, porque Dios conoce nuestro corazón y nuestras intenciones dice la palabra, y si, nos perdonara, pero no podemos disfrutar de sus bendiciones si actuamos así.

No podemos “mojarle la oreja al Señor”, como dice el dicho, porque El escudriña nuestro corazón y pensamientos, Saúl quiso hacer como que nada había pasado, y dijo, esto lo hago y luego le doy ofrenda, pero para Dios la mejor de nuestras ofrendas es nuestra obediencia.

Es que la obediencia a Dios marca cuanto le amamos.

Te ha pasado de que te duele el corazón luego de que te das cuenta que has pecado en algo?

Es que cuando conocemos el sacrificio tan grande que Jesús hizo por nosotros, y de que ese sacrificio fue para llevarse el pecado, y que fuéramos perdonados, entonces comprendemos que cuando obstinadamente peco, es como una muestra de que no me importa ese sacrificio.

Y cuando caemos en cuenta de esto, entonces reaccionamos, pero si reaccionamos, por favor, ya no lo repitamos.

Recordemos que Jesús, perdono a María Magdalena de su pecado, y le dijo, “tranquila, ni yo te condeno, vete y no peques más”.

No le abramos la puerta al enemigo con la desobediencia, porque esta nos hace caer en maldición.

Saúl perdió su reinado, por avaricia, porque actuó como le pareció y no como Dios le dijo que actuara.

Tú quizá eres un líder, o eres jefe, o pastor incluso, cuidado, porque tú te guías por la palabra de Dios, y si por esas casualidades estas enseñando de acuerdo a tu parecer y tú parecer no está de acuerdo al parecer de Dios que está escrito en la palabra entonces es desobediencia.

Tengamos mucho cuidado con esto, y en todos los órdenes y ámbitos de la vida, respetemos nuestras autoridades, y respetemos su palabra, porque la bendición que tus estas pidiendo está estrictamente enlazada a la obediencia que le tienes al Señor.

Cuando le obedeces le muestras el respeto y la dependencia.

Los cristianos estamos sujetos al Espíritu Santo que el Señor envió al ascender al cielo, y ese mismo Espíritu fue el que guio a Jesús en la tierra, y el que lo levanto de la muerte.

Dimensionas el Espíritu que tienes contigo?

Sería bueno que lo hicieras, porque el Espíritu de Dios mora en ti y quiere guiarte tal y como lo hizo con Jesús, por eso, no hagas caso omiso de su dirección, porque aquellos que somos hijos de Dios, vivimos en dependencia de Él.

Y si hoy has detectado que aun en pequeñas cosas te haces el distraído y haces lo que te parece, pídele perdón y ayuda al Señor.

Busquemos su direccion y su guia a traves de la palabra y seamos obeidientes, no perdamos nuestras bendiciones.

Y si hay cosas con las que aun luchas, y no puedes con una debilidad, si aún hay algún pecado que te esclaviza, porque todo lo que nos genera la sensación de que no podemos dejar de hacerlo, aun sabiendo que es pecado, nos está esclavizando, y Dios nos llamó a libertad, si ese es tu caso, dobla tus rodillas y clama por ayuda porque de cierto esa ayuda vendrá.

Conclusión:

Que no nos ocurra como a Saúl, no hay ofrenda que tape ni disimule la desobediencia que es lo mismo que el pecado, no hay nada más valioso que le puedas ofrecer al Señor que tu obediencia, porque ella es la prueba de tu confianza en Dios.

Si jamás le abriste el corazón a Dios te invito a hacerlo hoy, dile conmigo: “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona y límpiame de pecado, ayúdame a vencerlo, y enseñoréate de mi vida, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Lucas 19:1-10. Jesús vino por los perdidos.

Jesús vino por los perdidos, los enfermos son los que tienen necesidad de médicos, no los sanos, El vino a rescatar a todos aquellos que se encuentran perdidos, aun al más pecador de pecadores.

19  Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.

Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de

Estatura.

Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

Cuando hay necesidad de Jesus, buscamos abrirnos paso para verlo y oirlo.

Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Jesús había entrado en Jericó, esa ciudad que muchos años antes, había sido conquistada de manera sobrenatural, todos recordaremos que fue tomada al sonido de las trompetas, tal y como el Señor había ordenado, en este tiempo de Jesús, viene de paso a visitarla y en el camino encontramos a Zaqueo.

Este hombre, pecador, y para nada querido por el pueblo, ya que era una persona que se aprovechaba de la gente, y les cobraba en ocasiones más de lo que correspondía, se había hecho rico, la realidad era que si alguien hubiera dicho, que este hombre terminaría cenando con Jesús, no lo hubiera creído nadie.

Hay momentos en los que tenemos que buscar a Jesus desesperadamente, sorteando cualquier obstaculo, Zaqueo se subio a un arbol con tal de verlo, cual es el arbol al que te debes subir tu?, buscalo porque El esta deseando encontrarse contigo, solo espera un paso tuyo, y El hara el resto.

Cuenta la biblia que Zaqueo era de baja estatura, él quería ver a Jesús, había mucho entusiasmo y algarabía por la entrada de Jesús en Jericó, y él no se lo quería perder, pero para poder verlo, tuvo que atravesar esa multitud y tuvo que encontrar la forma para poder lograrlo, y su manera fue subiéndose a un árbol.

A veces deberás subirte a “un árbol” y buscar ese encuentro.

Muchas veces en la vida nos encontramos luchando incluso con nuestros propios argumentos, con nuestra incredulidad, o con las voces de personas a nuestro alrededor dando cada una su punto de vista, o recomendándonos esto o aquello, pero de nosotros depende llegar a Jesús.

El está ahí pasando por tu camino, y abierto para cenar contigo si tú buscas y deseas verlo y conocerlo cara a cara.

Hoy día no podríamos sentar a Jesús físicamente en nuestra mesa, pero si en nuestro corazón, y te doy testimonio que cuando Él se sienta en el trono de tu corazón, realmente tu vida da un vuelco.

La vida de Zaqueo dio un vuelco de hecho, Jesús paso por debajo de aquel árbol, y lo miro, y le dijo por el nombre “Zaqueo, baja porque hoy ceno contigo”.

Las personas alrededor comenzaron a murmurar, porque los religiosos no podían comprender que un Rabino pudiera sentarse a comer con un pecador como él.

Pero Jesús rompía esquemas.

Jesús, cenaba con pecadores, charlaba y perdonaba a las prostitutas, tocaba a los leprosos, y no tenía problema en mezclarse en medio de aquellos que no eran “santos”, porque Jesús no era un religioso, Jesús era el hijo de Dios hecho carne y vino a buscar a los perdidos.

El no vino a buscar a los que ya están bien encaminados, sino a aquellos que dan tumbos en la vida sin saber qué rumbo seguir, el que está enfermo es quien necesita un médico.

Jesus esta con sus brazos abiertos, para recibir a todo aquel que lo buscque de corazon, no importa ni tu condicion ni tu pecado, El vino a rescatar lo que se habia perdido, vino por ti y por mi, y en esta semana santa mira al cielo, y pidele que entre a tu vida.

Por eso si tú eres un líder, un pastor, si estas en un lugar de liderazgo, que tu iglesia esta abierta para todo aquel que necesite una palabra de parte del Señor, no importan su ropa, ni su aspecto, ni su pecado, importa que se acerque a Jesús.

Luego de esa cena y esa charla con el Señor, Zaqueo toma la decisión de devolver multiplicado a todo aquel que hubiera estafado, y me imagino a la gente atónita ante esto.

Cuando Jesús toca la vida de alguien, esa vida, cambia, Él es el Dios de oportunidades, y si tú oyes lo que tiene para decirte y le crees tu vida puede cambiar también.

Zaqueo tomo una decisión que imagino no ha de haber sido fácil, porque devolver multiplicado, le implicaría en cierta medida un perjuicio, pero se traza un camino para convertir su vida.

Y ese sería el principio, no estaba dándolo todo, sino que devolvería lo justo, pero lo importante es que estaba tomando una decisión.

Y todo depende de que lo decidas.

Hoy también quizá tengas que tomar una decisión, y para tomarla, primero oye lo que el Señor te está diciendo, y luego pon manos a la obra, decídete a caminar rectamente y en todo lo que hagas serás prosperado y apoyado.

Conclusión:

Es tiempo de buscar a Jesús, de oír su voz, de invitarlo a tu vida y darte vuelta en algunas cosas que no están bien en tu vida, decídete a seguir a Jesús.

Cuando tomas la decisión, Jesús te respalda, no importa lo que hayas hecho en el pasado, ni tampoco cuantas personas te acusen, cuando Él te perdona, eres limpio.

En la cruz y a través de su sangre somos limpios de todo pecado, Zaqueo lo busco con hambre espiritual, y Jesús lo sacio.

Si crees que lo que has hecho es imperdonable, o que nadie te volverá a mirar nunca, hay esperanza en Cristo para ti, pide perdón, acércate, ábrete paso en medio de tantas voces y en medio de tus pensamientos.

Busca el rostro del Señor que hoy está aquí para decirte, “si te arrepientes te perdono”.

Te invito a abrirle tu corazón si nunca lo has hecho, o si hace tiempo que estas lejos de Él, dile conmigo:

“Señor Jesús, me arrepiento de mis pecados, límpiame y perdóname y ayúdame a hacer las cosas distintas en mi vida, te entrego mi corazón, cámbiame y ayúdame, en el nombre de Jesús, Amen”.

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1 Juan 1:7-9. Si estamos en El.

Si estamos con El y verdaderamente tenemos comunión con El, entonces no podemos andar en tinieblas.

Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad

pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Dios es “a su manera”.

Hay muchos creyentes que han oído y recibido el amor de Dios, pero aún tienen un paso que les falta en medio de ese caminar y es el hecho de entender que seguir al Señor no podemos hacerlo a nuestra manera, sino que hay una sola manera de hacerlo y es a la suya.

De nada nos vale ir los domingos a la iglesia si luego, el resto de la semana nos empapamos más del mundo que de sus cosas, y eso no significa apartarnos de todo y hacer una comunidad apartada, ya que el Señor nos dijo que nosotros “estamos en el mundo, pero no somos del mundo”.

Habra una lucha con nosotros mismos, entre nuestra vieja personalidad y deseos y lo que somos cuando El es quien reina en nuestra vida. El sacara lo mejor de ti.

Significa que andaremos, trabajaremos, y haremos todo lo venga a nuestra mano para hacer, pero, sin enredarnos en lo que no nos conviene, pero, hay creyentes que aún no han entendido este principio, y siguen en pos de sus deseos.

Y ese es el punto donde por más que digamos que tenemos a Cristo, si aún nos tira y nos seducen las cosas del mundo estamos en falta delante de Él.

Todos tenemos pecado.

Hay una realidad y es que todos somos pecadores, la biblia dice que, no hay justo ni aun uno, eso significa que por más que busquemos esa comunión perfecta, y que hagamos todo tal y como el Padre desea, siempre habrá pecado en nosotros, pero, la diferencia es que hacemos con eso.

Una cosa es decidir pecar sin que nos importe la verdad que seguimos y sin que nos duela el corazón cuando le fallamos, y otra muy distinta es que nuestro corazón se aflija y luchemos en contra del pecado con el cual nacemos.

Una cosa es que luches y otra es que lo aceptes.

Si tu buscas al Señor, y lo primero al despertarte es ponerte en sus manos, y lo último antes de acostarte es buscar su rostro, te será cada vez más fácil ser sensible a la voz del Espíritu Santo.

No hay otra forma de que puedas luchar contra el pecado y contra tus propios deseos sino es a través del Espíritu Santo, con quien puedes y debes tener una relación, porque es Dios mismo.

Muchas veces me ha pasado de enojarme y en el proceso de maduración he comprendido que enojarme es natural, pero que hago con mi enojo?

Como frenamos nuestras reacciones para parecerme mas a Cristo.

Enojarse no es pecado, Jesús también se enojó, pero el punto es como actúas en medio de tu enojo, y cuánto dura tu enojo.

Te cuento una situación personal a grandes rasgos a modo de ejemplo, una mañana estaba sumamente enojada por una situación que estaba viviendo a nivel personal, y que me preocupaba, el enojo era justo, y había razones, y le pregunte al Señor, que hago con esto?

La respuesta del Espíritu Santo, no se tardó, porque cuando comienzas a fomentar la relación con El, aprendes a oírlo, y su respuesta fue, yo no te diré que hacer, pero, te pregunto, como actuarias tú en tu carnalidad, cual sería tu reacción normal? Cuando te respondas, haz lo contrario.

Dejar de pecar duele también pero debemos matar de «hambre» la carnalidad.

Quizá te duela dejar de pecar, y debas de tragarte lo que desearías decir o hacer, pero para ser y parecernos a nuestro Señor, no podemos conservar esas cosas que son parte de nuestro carácter insano, conservaremos y mejoraremos lo bueno, pero lo que no edifique será aquello con lo que Dios tratara contigo.

Acercate a la cruz y dile al Señor que te ayude a parecerte mas a El cada dia.

No significa que sea fácil, pero un hijo de Dios lucha contra el mundo, las tinieblas, contra sus propios deseos y reacciones pecaminosas y cuesta.

Conclusión:

Una cosa es segura, si tu estas luchando contra todo aquello con lo cual sabes que fallas, y vas al Señor con tus debilidades, le pides perdón por ellas, o aun por tus rebeldías hoy aceptando que las tienes de corazón sinceramente, Él es bueno para perdonar, te perdona y te limpia.

El conoce tu corazón, sabe cuándo hay dentro de tu corazón arrepentimiento genuino.

Si leemos la historia de Judas podríamos pensar que se arrepintió, pero Judas no se arrepintió sino que sintió remordimiento por la consecuencia que había generado su actitud pero no hubo un pedido de perdón sincero.

Por lo cual, cuando te arrepientes, el acto seguido es pedir perdón, y así en todos los órdenes de la vida, si ofendes pides perdón, y si ofendes a Dios corres a pedirle perdón.

Vive una vida cristiana genuina, es un verdadero hijo de Dios, vale la pena serlo y experimentarlo.

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Isaías 53:10-12. La ofrenda perfecta.

La ofrenda perfecta, el chivo expiatorio de cada uno de nosotros, aquel que llevo sobre si el peso de todos nuestros pecados y transgresiones y nos dio la libertad, se llama Jesús.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

El nos justifico.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

El derramo su vida hasta la muerte, en favor de toda la humanidad.

Que significa cuando la biblia habla de expiación?

Significa que toda culpa o pecado es eliminado a través de algo o alguien, en este caso, de Cristo.

En el antiguo testamento el pueblo judío hacia expiación a través de sacrificios y distintos rituales en la celebración, conocida como Yom Kippur.

Ese es el día mas santo en las fiestas judías, el día de pedir perdón, día de expiación, día donde en aquel entonces Aarón entraba al tabernáculo a ofrecer sacrificio y holocausto, y debía hacerse de una manera determinada por Dios.

En el libro de Levítico podemos leer todas las instrucciones que Dios les da acerca de todo lo que debían hacer y cómo.

Dia de Expiacion “Yom Kippur”.

Es aun hoy, una de las fiestas más sagradas e importantes para los Israelitas, llevaban dos machos cabríos, echaban suertes para ver cuál era el que sería sacrificado.

Y al otro el sacerdote imponía sus manos sobre su cabeza, confesaba los pecados de su pueblo, pedía perdon y lo soltaba en el desierto donde el salía corriendo cargando con los pecados del pueblo.

Habían distintos rituales, además del recién mencionado, como por ejemplo que el sacerdote debía “lavarse antes ponerse los vestidos de sacerdote”.

Todo esto reflejaba la necesidad tan grande en los seres humanos de ser limpios del pecado.

En este tiempo estaban bajo la ley y todas estas cosas les daban la posibilidad de ser perdonados, limpios santificados para estar en presencia del Señor.

Jesus fue la ofrenda perfecta que nos dio la libertad y el perdón.

Pero todo esto cambio cuando de una vez y por todas, Jesús vino a la tierra y fue dado en sacrificio como la ofrenda perfecta, y a través de Él ya no se necesitó hacer más ofrendas.

A traves de jesus, ya todo estaba cumplido y el velo que separaba a Dios de los hombres había sido quitado.

Todos estos rituales, de expiación, y de limpieza, los Israelitas debían hacerlo una vez al año, y al año siguiente todo debía hacerse nuevamente.

Jesús cambio todo eso, y con su sacrificio y el cumplimiento de la palaba de Dios, y al pronunciar en la cruz del calvario las palabras “consumado es”.

Todo había quedado pago, la ofrenda necesaria para el perdón de la humanidad, de todos aquellos que lo recibieran ya estaba hecho.

Ya no se necesitan mas de aquellas ofrendas, ya que El se ofrendo a si mismo. Dios se proveyo la ofrenda perfecta, El mismo.

Esos dos machos cabríos que eran ofrecidos, en uno su sangre se rociaba sobre el arca, y eso apaciguaba el enojo de Dios.

El otro macho cabrío que era soltado al desierto cargaba con todos los pecados del pueblo donde eran olvidados, por un año.

El cargo con nuestros pecados.

Pero Jesús cargo con todos los pecados de la humanidad, y la gracia de Dios descendió, no solo por un año, sino por todos los tiempos.

Porque todos, tienen la posibilidad de ser perdonados, limpiados y salvados por el sacrificio de Jesús en la cruz.

Jesús, Dios mismo, porque cuando Él dice lo que hay que solucionar, también provee la solución.

Dios proveyó la solución para la humanidad, dándose a sí mismo, por amor a cada uno de nosotros, para que ya no tuvieras que sacrificar nada ni sacrificarte a ti mismo

Él lo hizo por ti.

Donde podríamos encontrar un amor más grande?

Es que no hay otro amor que supere al del autor y consumador de la vida, que se ofrendo a sí mismo, para que tus deudas fueran pagadas.

Ya no estamos bajo la ley, ahora estamos bajo la gracia de Dios Padre por este sacrificio.

Cabe agregar a modo de información que el pueblo judío, aun hoy continúan celebrando el día de la expiación, o día de Yom Kippur, entre los meses de setiembre u octubre dependiendo del dia que cae según el calendario.

En este día de celebracion Israelita es un dia donde la mayor parte del tiempo oran, están en las sinagogas y ayunan, sigue siendo un día sagrado para ellos.

Conclusión:

Hoy tú puedes decidir que esa ofrenda perfecta de Cristo Jesús, limpie tu corazón y restaure tu vida y te alinee con la mente y la voluntad del Señor.

No hay otro lugar donde puedas ir para conseguir el perdón y la restauración fuera de Él.

Si nunca recibiste al Señor en tu corazón, te invito a hacerlo hoy, a través de una simple oración, dile conmigo “Señor Jesús, límpiame de todo pecado, perdóname y enséñame a conocerte, pongo mi vida en tus manos, gracias por tu sacrificio y por tu amor por mí. Amen”

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Mateo 7:1 -6. Mírate a ti mismo primero.

Mírate a ti mismo primero que a tu prójimo, eso es básicamente lo que Jesús enseña en este pasaje.

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Que es el juicio?

Juzgar en griego significa “Krino”, la verdadera traducción de esta palabra griega es distinguir o decidir.

Aunque parezca un poco duro este pasaje, o parezca que el Señor nos está dando un tirón de orejas, lo que el Señor aquí expresa es puro amor, amor hacia todos y cada uno sin condiciones, y lo que nos enseña es una regla básica para que no caigamos en una trampa para nosotros mismos.

No seamos rapidos en emitir juicio.

Todos los días nosotros de cierto modo juzgamos cuando distinguimos que es bueno y que es malo, según la palabra de Dios, que es el verdadero filtro para identificar entre lo bueno o lo malo y eso de cierta manera eso es juzgar, ya que cuando distinguimos entonces inmediatamente decidimos si hacemos o no aquello que estamos observando.

Lo que Jesús nos está enseñando es que antes de emitir un juicio acerca de alguien más, lo hagamos sobre nosotros mismos, sobre nuestras actitudes, pecados o costumbres, que quizá veamos como buenas pero si las pasamos por el filtro de Dios, pues no serían en ocasiones tan buenas.

La palabra de Dios es nuestro filtro para saber lo que es bueno y lo qu eno lo es.

Cuando miramos a otros solemos ser muy severos, y estructurados, pero no es lo mismo cuando nos miramos interiormente, y si logramos ver esto, entonces el amor y la empatía por nuestro prójimo prevalecerían, y no seriamos tan rápidos en emitir juicios.

No juzgues, mas bien, restaura.

Una persona que juzga rápidamente, suele ser una persona que no está pensando en restaurar sino en castigar, que son conceptos totalmente distintos.

Hay incluso líderes cristianos, muy rápidos en disciplinar, tomar medidas o emitir juicios sobre aquellos que tienen a su cargo, sin pensar que una palabra mal dicha o un mal sentimiento generado en el otro puede ser la herramienta que el enemigo este esperando para alejar a aquella persona del Señor.

Cuando Jesús corrige lo hace con un amor, que aun en la reprensión, uno se siente amado y bendecido, como cuando un padre corrige a un hijo, sabemos que puede haber disciplina pero va encarada a la restitución y a la formación, pero jamás al juicio.

El ser humano es muy rápido para juzgar al otro, pero muy lento para decidir dedicarle tiempo a la formación y crecimiento de un hermano.

Pero “Dios es lento para la ira y grande en misericordia” como dice el Salmo 103:8.

Antes de mirar y levantar tu dedo o tu voz contra alguien más, seas quien seas, mira si tu vida está en orden, y sobre todo mira tus frutos, los frutos del Espíritu en ti.

La unica balanza justa es la del Señor.

Haz con los demás, como quieres que hagan contigo, ejerce la misma misericordia, no seas sabio en tu propia opinión como dice la palabra de Dios, aunque seas un Pastor, tú necesitas tener la misericordia del Señor en tu vida y para con otros.

Porque solo el amor atrae a las personas al Señor, jamás el juicio.

Miremos cada uno nuestro interior, observemos la cantidad de cosas que todos los días tenemos que arreglar en nosotros mismos, y es una lucha diaria contra nuestros deseos y concupiscencias.

Y la misma lucha tiene los seres humanos en todo el mundo desde todos los tiempos.

Romanos 7:19 dice “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”

El mismo Apóstol Pablo decía, que aquellas cosas que no quería hacer, eran las cosas que hacía, lo que decía era que él también tenía una lucha constante consigo mismo, una lucha con su carne, por su condición de humano.

Quizá tu no cometas un pecado que a las leguas se ve que es pecado, pero quizá tienes luchas con tu carácter y con tus modos, y déjame decirte que los frutos del Espíritu Santo son los que se deben ver en tu vida.

Que nos está diciendo hoy el Señor?

Nos está diciendo, ya no se juzguen, mírense cada uno a sí mismo, y si ves algo malo en otro, entonces ayúdalo a vencer, luego que hayas enderezado tu conducta preocúpate por la restauración del otro.

No emitamos juicios, más bien, seamos como el Señor es, misericordioso y lento para la ira, solo a Él le corresponde juzgar, a nosotros nos corresponde predicar, ayudar y guiar.

Esto no significa que no puedas llamarle la atención a alguien a quien ves yendo por el mal camino, claro que puedes, y debes, pero, recuerda que cuando lo hagas, uno de los frutos del Espíritu Santo es el amor y la paciencia, llegaras mucho más rápido a su corazón.

Conclusión:

No hay corazón duro que no se ablande ante el amor de Dios, seamos un instrumento de amor, y no de juicio para este mundo injusto y oremos por aquellos que aún no conocen la verdad de Jesús y que la palabra sea regada.

El amor de Jesús es algo que siempre impacta mi vida cada vez que leo lo que decía, y aun cuando oro y el Espíritu Santo habla a mi vida, todos los días, Él nos corrige y nos endereza.

Oremos para que ese amor que está en el Señor, sea el que sobreabunde en nosotros para que podamos alcanzar a aquellos que jamás sintieron ese amor.

Y si estás leyendo esto, y quizá algún día te alejaste del Señor por alguna herida producida por la palabra o los dichos de alguien que sin la dirección de Dios te lastimo, perdona, y pide perdón y ponte a cuentas con el Señor, porque tu salvación y tu relación con Dios no pueden ponerse en riesgo.

Acércate a tu Padre Dios que te abre los brazos, te abraza, limpia y restaura.

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Apocalipsis 2:4-5 Nuestro Primer amor.

Nuestro primer amor, no me refiero a ese amor de adolescente, ni al amor que sentimos cuando nos enamoramos de alguien, sino al amor con que la biblia se refiere, a quien debe ser nuestro Primer gran amor, el Señor.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

Para permanecer, en ese primer amor, debemos, enfocarnos, «puestos los ojos en Jesús» dice la palabra de Dios.

Y en que me ayuda tener los ojos puestos en Jesús? En no desenfocarme de lo realmente importante, y en que me ayuda a no olvidar que Él es el autor y consumador de la fe, y quien me da vida real y abundante.

Dale a Dios tiempo de oracion, y busca una relacion con El.

Esto de que el hombre, hablando genéricamente, desenfoque su vista del Señor,  sucede desde Génesis, cuando Adán y Eva fueron creados, su alegría primaria, era el Señor, y su mirada estaba enfocada en El, pero el enemigo les mostro el árbol de donde no debían comer, y dice en Génesis, que entonces «vieron» que el árbol era bueno, y vieron que estaban desnudos.

Es que nunca habían visto esto a pesar de que estaba delante suyo, porque sus ojos estaban puestos en Dios.

Cuando desenfocamos la vista de Jesús como nos dice su palabra, entonces ponemos nuestra atención y otras cosas nos comienzan a distraer, a tal punto que el primer amor cambia de lugar.

El primer amor es Dios y adorar su nombre, ese es el primer amor de alguien que ha tenido un encuentro con el Señor.

No es casualidad que el primer mandamiento es “amaras a Dios por sobre todas las cosas”, y  la primer línea del Padre nuestro, es Padre nuestro que estas en el cielo santificado sea tu nombre, es alabar su nombre por sobre todo y ante todo.

Se vuelve tan fácil amar al Señor cuando realmente vamos conociendo más de Él, y nos damos cuenta, cuan cerca esta, y todo lo que a diario hace por nosotros.

Cuanto te amo el Padre, que fue capaz de enviar a su hijo a morir en una cruz por ti, y por mí, como no amar a ese Dios tan bueno y misericordioso.

Misericordia, esa palabra que hoy en día, no abunda, cuán grande es la misericordia de Dios por nosotros, que a pesar de nuestros defectos, a pesar de nuestros errores nos continúa dando oportunidades y nos pastorea con paciencia y amor infinito.

Si el ser humano aprendiera y tomara ejemplo de esa misericordia, un mundo muy distinto tendríamos, habría menos guerras, menos hambre y menos violencia, menos familias destruidas, menos niños abortados o maltratados y menos personas en depresión.

Porque no adoptamos la conducta de hijos de Dios, y nos alineamos a su carácter?

Amemos al Señor con todo nuestro corazón, y si estás leyendo esto, y de algún modo no sabes cómo hacerlo, es fácil, conócelo!.

El está aquí para ti, este pasaje de apocalipsis nos dice, que el Señor tiene una cosa en  contra y es que ha visto que muchos han dejado ese primer amor.

Cuando conocemos al Señor por lo general, nos toma un hambre por conocer más de Él, oír palabra, y viene un deseo de compartir a todos lo que hemos conocido.

No te distraigas.

Pero sucede muchas veces que las distracciones u obligaciones del mundo, pueden ocasionar que nuestra mirada se salga de lugar y que hasta sin darnos cuenta pongamos en el lugar donde está el Señor, otros “amores”.

Hoy es momento de buscar a Dios, este es el año donde Él nos favorecerá, donde se glorificara en todos aquellos que enfoquemos nuestra mirada y  nuestra confianza solo en El.

Si te habías alejado del Señor, vuelve a practicar aquellas cosas que hacías al principio de tu conversión, aunque tu carne no quiera, aunque te cueste al principio.

Dale a Dios un rato todos los días, al comenzar el día, cuando todo está en silencio, levántate, y habla con El, como con un amigo, cuéntale de ti, y deja que esa relación vaya en aumento.

Lee la palabra y llenate de su presencia.

Lee la palabra, ayúdate para conocerlo más, toma como un habito leer todos los días, comienza con un libro especifico de la biblia y acompaña con esta lectura tu tiempo de oración.

Vuelve a hacer aquellas cosas que hacías cuando conociste al Señor, y si nunca lo has conocido y si no sabes lo que es amar a Dios por sobre todo, conoce a aquel que dio su vida por ti, y paso por todos los dolores, traiciones, y escarnios que no merecía porque se puso en nuestro lugar, y pago el precio por todos nosotros.

Conclusión:

Cuando entiendes que nada de lo que tenemos es por merecerlo, y cuando comprendemos que hemos sido comprados a precio de sangre y que nos rescató para darnos libertad es tan fácil amarlo y ponerlo por sobre todas las cosas.

Y te cuento algo más, si tú pones a Dios como tu primer amor, todas las demás cosas en tu vida y relaciones mejoraran, porque El bendecirá todo lo tuyo y tendrás sus promesas para ti y los tuyos.

Si nunca recibiste al Señor como tu Dios, te invito a hacerlo hoy conmigo, dile “Señor, gracias por lo que hiciste por mí, perdona todos mis pecados, y recíbeme como tu hijo/a, y hazme una nueva criatura, y enséñame a amarte y obedecerte. En el nombre de Jesús. Amen.”

Dale a Dios tu primer amor, y el primer lugar en tu vida y todas las demás cosas serán benditos.

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Efesios 4:26-28 Que tu enojo no dure.

Que tu enojo no dure, eso es lo que en pocas palabras nos está diciendo este pasaje y eso es lo que tenemos que aprender en nuestra vida para no abrir la puerta al enemigo.

“26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

27 ni deis lugar al diablo”.

El Apóstol San Pablo está siendo muy claro en lo que tiene que ver a este aspecto de nuestra humanidad, que Dios entiende perfectamente.

Sujeta tu carácter a la imagen y voluntad de Dios.

Hemos sido hechos a imagen y semejanza de nuestro Dios, por lo cual, Él sabe y conoce nuestro carácter, y nosotros tenemos que aprender que no está mal enojarse, todos, nos enojamos y no es pecado, pero si es pecado si ese enojo dura más de un día, por eso antes que el sol se ponga hay que sacar eso de nuestro corazón.

Puedes enojarte, pero no dejes que el dia termine con ese sentimiento en tu corazón.

Otro punto importante para diferenciar que el enojo no llegue a un punto de pecado, es como lo manifestamos, cuando nosotros tenemos al Espíritu Santo definiendo el caminar de nuestra vida los frutos del mismo se van a ver, por lo cual si el enojo lo manifiestas con insultos y golpes allí si estas pecando.

El carácter es un sello en cada uno de nosotros, vale decir que todos tenemos algo que nos diferencia de otros, y el carácter es eso, todos somos diferentes, pero los creyentes tenemos una gran similitud y es la conciencia de Cristo en nosotros y el deseo de ser luz en medio de las tinieblas por lo cual, nuestro testimonio es nuestra carta de presentación.

Tú eres la imagen de Dios en la tierra y su testimonio.

Por lo cual tu carácter y tus reacciones son tu carta de presentación ante el mundo, por eso Dios quiere trabajar en ti y en ocasiones se presentaran circunstancias que pondrán a prueba nuestra paciencia y nuestras reacciones.

Es en esos momentos donde el amor de Padre se  manifestara y hará lo que cualquier padre haría, educarte, confrontarte con esas cosas que no dominas aun y Él quiere que lo logres, ya que uno de los frutos del Espíritu Santo es el dominio propio.

Decide perdonar, y unete en un mismo espíritu.

Recuerda que el carácter fuerte no lo tiene aquel que grita o insulta, sino aquel quien es firme en sus convicciones y alcanza la madurez para dominar el carácter y someterlo a Cristo.

Conservar un enojo le da lugar al diablo, a través del rencor que se genera al decidir conservar un enojo. Y eso mi querido lector es pecado, y no es un pecado que dañe al otro, a quien odias, sino que te dañara a ti mismo, porque te alejara de la presencia de Dios y le abres una puerta al enemigo para hacer estragos en tu vida.

De modo que si estas en una situación como la que te describo, rinde tu corazón al Señor, perdonar no se siente, se decide.

Tienes que decidir perdonar, aunque no lo sientas, hazlo por obediencia y Dios te sanara, romperá la atadura y la fortaleza del enemigo caerá.

Que tu enojo no dure, te garantizara estar en libertad, y que el enemigo no tenga lugar en tu vida, recuerda si te vas a dormir con ese sentir en tu corazón, el darás lugar al enemigo.

Si estás leyendo esto, quizá el Espíritu Santo pueda estar mostrándote que hay algún enojo en tu corazón, algún tema no resuelto, alguien a quien no has perdonado.

Mira, el hecho de que conserves ese enojo, aunque tu tengas la razón en la cuestión en sí misma, lo que genera es una raíz de amargura, y le da lugar al rencor o al odio en tu corazón, y eso es darle lugar al diablo en tu vida.

Conclusión:

Decide perdonar, quita el enojo de tu corazón, es tu decisión, si no puedes, pídele ayuda al Señor, y recuerda que así como Dios te perdona, y no se enoja contigo más allá de breves momentos, así mismo nosotros debemos hacer, pon tu cuestión en las manos de Él, y deja que El obre en la cuestión, tu, se obediente.

El enemigo busca que nosotros quedemos estancados en el enojo porque es una forma en la que las puertas a él se abren y solo cuando estamos en pecado o desobediencia es cuando puede tocarnos, por esto mismo, se más astuto y pon tus causas en las manos de tu Padre amoroso.

Cuida tu vida espiritual, deshecha el enojo, y aprende a tener una dependencia de Él, en todo sentido y en todas las causas de tu vida, porque El pelea por ti.

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Números 6:24-27 La bendición más bella

24 Jehová te bendiga, y te guarde;

25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;

26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

Las palabras que usamos a diario bendicen o maldicen, muy frecuentemente no nos damos cuenta de ello, pero sabemos que Dios todo lo hizo por la palabra.

En este caso Dios a través de la boca de Moisés está instruyendo a Aarón acerca de cómo bendecir a los hijos de Israel.

Que significa la palabra bendición?, pues es la expresión benigna acerca de una persona, es bien decir de alguien, es el deseo de que todo lo bueno lo alcance.

A mi criterio esta es una de las oraciones más bellas, ya que expresan todo lo que hay en el corazón de Dios para con sus hijos y su deseo de poder brillar en nosotros.

Dios anhela bendecirnos

Debemos como cristianos aprender a usar bien las palabras, y hacer un examen de nosotros mismos acerca de cómo nos referimos a aquellos que están a nuestro alrededor, ya que el modo como los tratamos, puede bendecirlos o maldecirlos o incluso hasta alejarlos de Dios.

Leer esta bella oración en la que se expresa todo lo que Dios desea para nosotros me hace pensar en quienes somos nosotros, para mal usar nuestras palabras y hablar lo que no edifica.

Alimenta bien tu espíritu

Con que nos alimentamos a diario y lo que hay en nuestro interior es lo que saldrá por nuestra boca. Por eso debemos estar muy atentos a aquello que leemos, vemos o incluso en qué tipo de charlas participamos.

Que hermoso es leer que Dios desea hacer resplandecer su rostro sobre nosotros, y tener su misericordia para nuestras vidas.

En un mundo que tan fácilmente condena y deshecha, Dios te abraza a través de su misericordia y desea para ti, que su bien te alcance y que su rostro brille en ti.

Moisés dijo estas palabras a Aarón, pero lo bello es saber, que esas palabras salieron de la boca de Dios y de su corazón, como mensaje y deseo para su pueblo.

El quiere brillar en tí

Que belleza de deseo que tiene Dios para tu vida, El anhela que su luz brille sobre ti y si estas en oscuridad Su luz la disipa, porque no hay oscuridad que pueda, ante el rostro resplandeciente del Señor.

Dios desea bendecirnos más que nada, y la mayor bendición que podemos tener, es tener con nosotros su presencia.

Conclusión:

Si la presencia de Dios ha tocado tu vida, si has sentido su consuelo, tu vida no puede ser igual, porque lo que Dios toca, lo renueva.

Si piensas que la vida que te ha tocado es difícil, si no entiendes algunas cosas o quizá sientes que la vida no ha sido justa contigo, hay alguien que te ama, y que desea cambiar tu lamento en baile, secar tus lágrimas y darte ese amor de Padre como solo Él puede hacerlo.

Busca su rostro y El resplandecerá sobre ti.

Déjame bendecirte en este momento de parte del Señor.

Que Dios te bendiga en tu entrada y en tu salida, que Dios haga resplandecer su rostro sobre ti, y te de paz…

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Lucas 15:25 Como esta tu corazón realmente?

Como esta tu corazón realmente? Leamos este pasaje de Lucas en el que veremos el corazón del hermano del hijo pródigo.

Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;

26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.

Su reacción

28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.

29 Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.

30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.

32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado

Nuestro padre es amoroso

Muchas veces leemos la parábola del hijo prodigo y nos enfocamos en la historia de aquel muchacho que se alejó de su padre, malgasto sus bienes, y finalmente regresa destruido y golpeado por la vida.

Regresa buscando el perdón de su padre y vemos como el padre en su infinito amor lo recibe, cura las heridas, lo viste con ropas nuevas y hace fiesta por él.

En otra oportunidad analizaremos desde esa perspectiva esta parábola, pero hoy quiero abocarme a ver al hermano de este hijo prodigo y el sentimiento que le provoca su regreso.

Como esta su corazón realmente

Vemos cómo reacciona frente a la actitud del padre y notamos como esta su corazón realmente.

Este joven era un joven que obedecía a su padre siempre, trabajaba incesantemente, nunca le generaba problemas y cuidaba de los bienes y negocios de su padre.

Pero al ver que su padre mataba el animal más grande para hacer fiesta por aquel, que a su entender era alguien que no lo merecía, se enoja, se resiente y no quiere participar de aquella fiesta.

Su padre sale a intentar convencerlo, a razonar con él, le expone las razones por las que hay motivos de festejo, pero él no logra verlo.

Su corazón está cerrado en el legalismo, y comienza a comparar sus actitudes, frente a las de su hermano, en reproche a su padre.

A veces no nos damos cuenta…

Cuantas veces podemos llegar a encontrarnos a nosotros mismos trabajando en la obra incesantemente y de pronto vemos que alguien que no ha hecho tanto como nosotros, accede a un sitio más alto que el nuestro.

Esto no solo sucede en la iglesia sino en todos los ámbitos.

Hay obediencia que es basada en el temor o en la búsqueda de un favor, por lo cual ese tipo de obediencia no sirve ya que a la primera decepción, la reacción de aquella persona será resentirse o enojarse.

Realmente examinate y piensa como esta tu corazon realmente.

La obediencia que nos hace sentir bendecidos es la obediencia basada en el amor, en que todo lo que hacemos lo hacemos por y para Cristo y por amor de su nombre.

Busca tener su corazón

Es esa la clase de obediencia y cristianismo que nos hace crecer y parecernos a Jesús.

Jesús era aquel que se sentaba a charlar con cobradores de impuestos, y hasta cenaba con ellos, o charlaba con mujeres de dudosa reputación.

Es aquel que aun colgando en la cruz, por el simple hecho de ver arrepentimiento perdona al ladrón que colgaba a su lado, Jesús no vino por los santos, sino por los pecadores.

No confundas cristianismo con religiosidad, no es como te vistas, ni como hablas, ni cuanto haces, no se trata de eso, la religión no te lleva al Padre, Cristo te lleva al Padre.

Y si quieres ser un verdadero cristiano, no hace falta que te vuelvas un religioso, sino un imitador de Jesús.

No mires cuanto le da Dios al otro, cuanto le ha bendecido.

Él nos ama a todos por igual

Él es el padre perfecto que nos da el mismo amor a cada uno de nosotros, y no dejara que nada te falte y te dará conforme a sus riquezas en gloria.

Para el hijo prodigo era fácil regresar, y confesar que había errado, pero para su hermano que jamás se había ido, era difícil entender que aunque siempre había estado allí, su corazón estaba lejos.

Dios quiere quebrar la dureza del corazón, y si hoy lees esto y te das cuenta que algo de esto sucede en tu interior o que sin darte cuenta has sido religioso y metódico.

Quebranta tu corazón delante del Dios altísimo que sabe mejor que tú, lo que hay en tu interior, pídele que te muestre como esta tu corazón realmente.

Permite que te limpie y que te enseñe más de Él, para que puedas mirar del modo que Jesús mira y que el amor de Dios se pueda ver en ti.

Jesús nos llama a vivir un cristianismo que brilla en medio de la oscuridad, que no se aísla sino que camina en el mundo llevando luz.

No seas un creyente acartonado, sino uno que se goza en Cristo, que no juzga y que en vez de alejar, atrae con el amor que brota de Él.

El amor de Dios atrae

Recuerda que lo que cambia, restaura a las personas y atrae a Jesús es el amor, no el juicio ni los muchos actos religiosos.

Ten presente la última asignación de Jesús antes de la ascensión y lleva la palabra de Dios hasta lo último de la tierra, a todos los lugares del mundo, lugares buenos y aquellos lugares donde piensas que un cristiano no entraría.

Llevemos su palabra

Lo que atrae al mundo a Jesús no es que le digas que si no acepta a Jesús se ira al infierno, porque visto desde su óptica, eso no le generara nada.

Pero si le muestras el amor de Dios, en medio de un mundo carente del mismo, eso sí impacta los corazones.

Brilla en medio de la oscuridad y conviértete en un verdadero seguidor de Cristo.

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Juan 8:1-11 «Ni yo te condeno»

«Ni yo te condeno», es que El nos limpia, Mateo dice: «8  y Jesús se fue al monte de los Olivos.

Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,

le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.

Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?

Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.

Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.

E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.

Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.

10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?

11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

El que este libre de pecado tire la primera piedra

Que relato más hermoso, al leer este pasaje muchas cosas podemos aprender, además de la evidente misericordia de Jesús hacia esta mujer pecadora.

Podemos ver de qué forma tan profunda Jesús conoce el corazón del ser humano, que supo cómo iba a reaccionar la multitud ante su respuesta.

Evidentemente que ellos estaban esperando una respuesta de Jesús que les diera un motivo para poder acusarlo.

Si decía que no la condenaran, estaría faltando a la ley que decía que había que apedrear a quien fuera sorprendido en este acto, y si respondía que la mataran estaría en contra del decreto romano que les impedía a los judíos ejecutar a nadie por ellos mismos.

La Sabiduria de Jesus

Por lo cual, con una sabiduría y una calma yo diría que feroz, solo dio esa respuesta que confronto el corazón de cada uno de ellos.

Todos los que allí estaban dispuestos cuales jueces prontos para condenar, en segundos hicieron una inspección de sus vidas y la aceptación de pecado en cada uno de ellos los hizo voltearse y determinar alejarse de allí.

Imagino por un segundo lo que sería estar en los pies de aquella mujer, en el suelo, a los pies de Jesús, del Dios hecho hombre que aún no levantaba sus ojos para mirarla sino que los tenía en tierra mientras dibujaba con sus dedos, no sabemos que dibujaba, porque las escrituras no nos lo cuentan.

Que amor tan grande veo en ese momento en que los ojos de Jesús se posan en aquella mujer, que de seguro se encontraría envuelta en lágrimas y temor.

Pero esa mirada de Jesús, y sus palabras fueron todo lo que ella necesito para ser libre y amar a este Señor que acababa de darle una nueva oportunidad en la vida.

Un antes y un despues de Jesus

Creo que este encuentro de esta mujer con su salvador marco su vida, es que cuando nos encontramos con ese amor y la seguridad que nos genera estar cerquita de Él, nuestra vida y nuestro interior cambia por completo.

Sabiendo ya El la respuesta, le pregunta, donde están los que te acusaban y condenaban? ni yo te condeno, vete y no peques más…

Esa respuesta hace arder mi corazón, y espero que mientras imaginas esa escena tu corazón se desarme de amor por El.

Su mirada y su palabra la hizo sentir libre,  perdonada, amada, es que Jesús no ha venido a condenar, sino a salvar.

Jesus te perdona y te hace libre

Ella ya estaba en el piso, más profundo no podía ya caer, pero El no quería dejarla ahí, sino levantarla de ese lugar.

«Ni yo te condeno»

Creelo, El no te condena, quiere levantarte, no importa cuán sucio creas que estas, ni cuanto te acusen, él no te acusa, te perdona, limpia y restaura.

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