Lucas 22:7-20. La ultima cena.

La ultima cena, el nuevo pacto establecido por Jesús, y la reconciliación entre Dios y los hombres a través de Él.

Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.

Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos.

Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos?

10 Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,

11 y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?

12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.

Esta imagen del cuadro de Da Vinci, refleja lo que pudo ser aquella cena de Jesus con sus amigos, en esa noche que seria la ultima todos juntos, esa cena que Jesus mismo dice que habia deseado tanto, todos necesitamos proximidad con quienes nos aman, y mas sabiendo que se venia un terrible pasaje, pero fue una cena cargada de enseñanzas y un nuevo pacto.

13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la pascua.

14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.

15 Y les dijo!Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!

16 Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.

17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;

18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.

19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.

Un nuevo pacto de Dios con los hombres a traves del sacrificio de Jesus.

Que era la pascua Judia y que festejaban y aun lo hacen en esa semana?

Pongámonos en contexto de que era lo que en esa semana se estaba festejando en Israel, y que hasta el día de hoy se festeja, ellos festejan y comen la pascua recordando cómo fueron librados de la esclavitud de Egipto por Dios, y librados de la muerte de los primogénitos a través de la sangre de un cordero.

Para esto, esa noche hace miles de años atrás, por orden del Señor debían sacrificar un cordero perfecto y sin ningún defecto, y compartirlo en una cena, y con su sangre debían marcar los linteles de su puerta, y así serian librados los primogénitos de su muerte.

Y el pueblo de Israel fue liberado por Dios de la esclavitud de la mano de Moisés y guiado por Dios mismo posteriormente.

Esto es lo que el pueblo judío festeja hasta el día de hoy, y Jesús esa noche también compartió esa cena, como tantos años antes lo había hecho, pero esa noche era diferente, porque esa noche seria la noche en la que a través de Él, otro pacto vendría a los hombres, y esa copa y ese pan tomarían otro significado.

El cordero perfecto para este nuevo pacto, es Jesús.

Jesús dice que había deseado pasar esa pascua con sus discípulos, como tantos de nosotros a veces deseamos tener momentos inolvidables con quienes amamos, Jesús sabía lo que venía a partir de esa noche, y necesitaba compartir esa cena con ellos, y enseñarles acerca de ese nuevo pacto, que quizá algunos no lo entendieron inmediatamente, pero si posteriormente.

Esa copa significaba ahora la sangre del único cordero perfecto y sin mancha, pues Dios mismo se estaba proveyendo el cordero, y era El mismo, quien pagaría a precio de sangre por tu libertad y la mía, no solo de una libertad quizá de una nación, sino que estaría pagando por tu libertad espiritual y el perdón de tus pecados.

Dios se ofreció a sí mismo en rescate por nosotros.

La raza humana esta caída y solo a través de Jesús podemos ser salvos, esa noche El marco un nuevo comienzo y compartir esa cena y aun hoy cuando los cristianos compartimos el pan y el vino, nos recordamos que a través de Jesús todo cambio y hoy tenemos perdón de pecados, estamos bajo la gracia de Dios.

En aquel tiempo, y aun hoy el pueblo judío lo hace, comparte en estos días, panes sin levadura, y en 1 Corintios 5:7 dice 7” Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”.

Jesus fue ofrecido como sacrificio, y no seria necesario ninguna otra cosa para darnos salvacion, a traves de El tenemos vida.

Pablo se refiere a la levadura como el pecado, es lo mismo que decir límpiense de pecado, para que sean nueva criaturas, porque Cristo es nuestra nueva pascua.

Esa cena deseada por Jesús, marcaba un nuevo amanecer para nosotros.

Jesús marco un nuevo comienzo aquella noche, y por su sangre hemos sido limpios de pecado, esa cena, que era una cena y un momento intimo con sus amigos y que Él lo deseo tanto, porque necesitaba ese contacto con quienes lo amaban.

Esa noche les enseño acerca de la humildad, mas adelante en otro articulo hablaremos acerca del lavado de pies, que tenia un significado en aquella época, y que luego de la cena, Jesus lavo los pies de cada uno de sus discípulos, esa noche estuvo cargada de enseñanzas.

Quiza hoy tengas que reconocer que necesitas comprender el signifiado de los días que estamos viviendo y recordando, y necesitas tomar de aquellas enseñanzas que nos llevan a la humildad y el dar la vida por el otro, si Jesus fue capaz de arrodillarse y lavar los pies, que en realidad debería ser al revés, porque conservamos tan fervientemente nuestro orgullo y nos negamos a perdonar?.

El sacrificio de Jesus como el cordero perfecto y sin mancha te dio la libertad.

Recordemos aquella cena, y traigamos a memoria lo que Jesus ha hecho por nosotros, en esa noche El necesitaba ese intimo momento con sus amados, y seria lo ultimo bueno que recordaría en los próximos días que vendrían, pero se encargo de enseñarnos todo lo que debíamos saber.

Esa cena, significo también, una enseñanza no solo para sus discípulos, sino para nosotros, marco un nuevo significado de ese festejo pascual, el sacrificio de ese cordero perfecto a través del único perfecto, el hijo del Dios viviente, Jesús.

Conclusión:

Si nunca conociste a Jesús, te invito a hacerlo, ábrele tu corazón hoy, y arrepiéntete de aquellas cosas que te han manchado, Dios quiere y puede limpiarte sea lo que sea que hayas hecho, Jesús murió por ti.

Quizá hasta hoy has vivido ignorando mucho de Él, o solo lo que aprendiste a través de la religión, pero nunca viviste a Jesús, ten presente que si hoy tienes una oportunidad es porque el pago por tu rescate, pero no para atarte a Él, sino para darte libertad.

Dile conmigo: “Señor Jesús, abro mi corazón, entra en él, y límpiame de todo pecado, hazme de nuevo Señor y enséñame a caminar como tu hijo, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Lucas 22:39-46 Jesús ora en Getsemaní

39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 

40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 

41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 

42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 

43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 

44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 

45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 

46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. 

Leer y recordar el Getsemaní, estremece el alma de todo aquel que entiende que fue allí, donde Jesús sintió una tristeza y angustia propia de su condición adoptada de hombre, ante el temor de lo que sabía que venía, era la noche más oscura y dura de su vida, sin duda, la hora había llegado.

Ese lugar que conocía bien, y que en otras ocasiones había sido cita para él y sus discípulos para aprender de la palabra y de Él, y disfrutar de su compañía, esta noche era el lugar donde puesto de rodillas oraba a su Padre en los cielos, nos cuenta este pasaje, que su sudor era como gotas de sangre, mientras le decía “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

El sabía cuál era la voluntad del Padre, sabía que no habría otra oportunidad para nosotros si no iba a la cruz y derramaba su sangre bendita, la cual nos limpia de todo pecado, nos libera de la muerte misma y nos lleva a vida eterna. 

El apóstol en San Juan 3:16 dice “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Lucas 22:39-46 Jesús ora en Getsemaní

Jesús sabía cuál era su misión, y sabía que la hora llegaba. No puedo imaginar la magnitud del dolor, que sentiría aun sabiendo que uno de los suyos habría de entregarlo. 

Dios envía un ángel a fortalecerlo en ese momento de angustia, esto fue lo único cálido y amoroso que Jesús sintió desde ahí hasta su cruz. La mano amiga y consoladora de ese ángel que conocía muy bien al que estaba fortaleciendo, el hijo del Dios viviente.

En medio de su oración nos da cuenta este pasaje que sus discípulos se durmieron habiéndoles El pedido que oraran, noto que no les pidió, que oraran por El, sino por ellos mismos, “orad para que no entréis en tentación”. 

En 1 Pedro 5:8 dice “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Era la hora de agonía de Jesús, y el momento en el que decide enfrentar lo que viene, donde recibe fuerzas de su Padre y el momento donde el enemigo sabía que esa cruz nos marcaría un antes y un después, y que a través de El recibiríamos perdón, salvación y un camino abierto al Padre.

Acércate y conoce a Jesús, el que se ofreció en sacrificio por ti, no significa que no tendrás problemas en tu vida. Deberás aceptar los Getsemaní que vengan a ti y llevar la cruz como lo hizo Jesús. El venció por nosotros y por esa victoria tenemos la posibilidad de ser perdonados y limpiados, cualquiera sea nuestro pecado. Y la promesa de la vida eterna si lo dejamos obrar y creemos en El.

Por último, si aún no lo has hecho, te invito a abrir tu corazón y con sencillas palabras recibe a Jesús como tu señor y salvador, entrégale y ríndele tu vida, y el estará contigo todos los días hasta el fin.

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