Job 1:20-21. Dios es bueno.

Dios es bueno en todo tiempo, en tiempos de abundancia o escases, en tiempos de bonanza o en tormentas, El nunca deja de ser bueno.

20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,

21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

Contexto.

Déjame ponerte por encima en contexto para que entiendas este versículo, Job era un hombre  recto, quien amaba a Dios, y era fiel.

Pero un día, cuenta la biblia que Satanás toca sus riquezas, y pierde todo, y no solo eso, sus hijos mueren, todo aquello que podría decirse que representaba su estabilidad económica y emocional desaparece.

Más la biblia nos cuenta que Job, se postro en tierra y adoro! y no dejo de alabar al Señor, porque por encima de todo lo perdido, Job sabía que Dios es bueno en todo tiempo.

Lo adoramos en todo tiempo, momento o circunstancia porque El es bueno.

No adoramos según el momento.

La alabanza y la adoración a nuestro Dios, no se la damos solo cuando las cosas van bien, porque es muy fácil alabar a Dios en los momentos buenos, la verdadera ofrenda de alabanza y adoración es cuando las cosas se ponen mal y tú adoras al rey de reyes.

Más adelante la esposa de Job le recrimina que adora a Dios aun cuando no le ha quedado nada, pero él le contesta, entonces solo recibiremos lo bueno, pero lo malo no?

A pesar de lo que estás viviendo Dios sigue siendo bueno.

Lo que estás viviendo no es tu final, es solo un obstáculo en el camino, este que relatamos no fue el final de Job, y no será el tuyo.

Si lees la biblia de tapa a tapa veras que ninguno de los grandes siervos de Dios la pasaron siempre bien, hubo todo tipo de momentos, desde Abraham, Jacob, Job, David hasta el mismo Jesús, pero hay una promesa que es la que alumbra nuestra vida.

En Juan 16:33 Jesús nos ha dicho: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Significa que los buenos y los malos momentos serán algo que no es posible no pasar, todos viviremos estas cosas porque estamos en un mundo lleno de muchas cosas, pero la victoria es de aquellos que confiamos en nuestro salvador.

Tu final será bueno, porque Dios es bueno, y no importa cuánto el Diablo amenaza ni todo lo que quiera cacarear, la última palabra le pertenece a quien es el principio y fin, al alfa y la omega.

El final es de quien te dice a través de Isaías 41:13, “no temas, yo te ayudo” y punto.

Ese punto significa que creemos que declaramos que nuestra confianza no está puesta en lo que dice alguien, ni nuestra mirada no está enfocada en lo que vemos sino en el que nos ha pasado de muerte a vida.

Aun lo muerto, vive.

Cuando mandaron a llamar a Jesús, porque Lázaro agonizaba, Jesús no salió corriendo, sino que se tomó su tiempo, Lázaro y su familia pasaron por ese momento duro.

No es que Jesús les ahorro pasar por allí, porque la vida misma no es así, todos pasaremos por ese tipo de momentos, y ellos no eran la excepción, pero, la voluntad de Dios era que Lázaro viviera a pesar de lo que la muerte misma dijera.

Porque el único dueño de la vida de Lázaro era el Señor, y el dueño de tu vida es El.

No hay nada que se resista a la voz del Señor, ni aun la misma muerte, clama y confia en El, porque toda puerta se abre por fe!.

Cuando Jesús llega a la escena se encuentra a una Marta y a María, angustiadas, y era lógico, su hermano había muerto, pero, Jesús les “yo soy la resurrección y la vida”.

Juan 11:43, Jesús se para frente a la tumba de Lázaro y dice:

 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera!

44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Yo no sé qué es lo que está pasando en tu vida, quizá perdiste a alguien, o tu familia está mal, o económicamente estas mal, pero, Dios es bueno, y conoce tu dolor.

Rinde tu corazón a Él, agradécele aun en tiempos adversos, porque nada toca más el corazón del Señor que un hijo agradecido aun en tiempos de dificultad.

Adórale porque se lo merece.

Él puede cambiar con una sola palabra todo a tu alrededor, pero Dios moldeara tu carácter a través de lo que vives, El sacara la mejor versión de ti si te dejas enseñar y en vez de enojarte por lo que te toca, le pides aprender de lo que vives.

Y no solo te enseñara sino que te acompañara y fortalecerá en el proceso.

Daniel no fue librado de ir al foso de los leones, pero si fue protegido que ninguno de ellos lo tocara.

Sadrac, Mesac y AbegNego pasaron por el horno de fuego, pero ahí estuvo el Señor con ellos, salieron y ni siquiera olían a humo.

El secreto es que entiendas que a los que Dios aman, todo les ayuda a bien.

Tu fe será fortalecida en medio de la tormenta, y si en medio de ella le buscas el amor de Dios te abrazara tan fuerte como nunca te han abrazado.

Cree y veras la gloria de Dios.

El actúa de maneras que ni tu comprensión ni la mía podrían imaginar, él nos mantiene en el desierto, y ni un solo cabello cae de nuestra cabeza sin que Dios lo sepa dice la palabra.

Por tanto no desfallezcas, fortalécete y declara la bondad de Dios, porque Él te ama, y es bueno.

No te dejara caer.

Conclusión:

Si estas débil, ponte sobre tus rodillas y búscalo, fortalécete en El, y no prestes oído a lo que el enemigo dice de ti, más bien, oye lo que Dios tiene que decir de ti.

Porque Él no te dejara caído, te levantara, porque es bueno, porque te ama en todo tiempo, te ama cuando le das la espalda y cuando lo ves de frente.

Jamás ha dejado de amarte ni dejara de hacerlo, siempre esta con los brazos abiertos para recibirte, aun cuando somos infieles, Él es fiel.

Si nunca lo has recibido te invito a hacerlo hoy, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en El, perdóname y límpiame de todo pecado y ayúdame a conocer tu corazón y tu bondad, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Éxodo 4:1-4. Que tienes en tu mano?

Que es lo que tienes en tu mano, tú que me estás leyendo y no me refiero a lo que sostienes, sino a lo que tienes en tu haber y que puedes usar para bendición tuya y de los que te rodean y a veces no vemos.

4  Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.

Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.

Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.

Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano.

No se cual es tu desafio, pero si se que todos tenemos algo que podemos usar para generar el milagro, pon tu fe en marcha y usala como la llave que abre todas las puertas.

Dios usa hasta lo insignificante.

Una vara puede convertirse en un arma en las manos de un hijo de Dios, y no precisamente para golpear a nadie, sino más bien para generar el milagro, lo que tú ves como insignificante, Dios lo mira como herramienta.

Y por supuesto esto que te digo es un símbolo de aquellas cosas que tú sabes hacer o en las cuales te destacas pero no les das la debida atención.

Moisés tenía un desafío y era liberar a su pueblo de Faraón, pero por un lado, debía convencer a Faraón de dejarlos ir, y no sabía cómo hacerlo, y de algún modo ese pueblo debía ver que podían confiar.

Entonces es cuando Moisés le dice al Señor, en un lenguaje más coloquial le dice “como hago!!”.

Tienes necesidad de algo que no puedes alcanzar aun?.

Quizá estas luchando económicamente y no logras levantar cabeza, o tantas otras cosas que nos pueden estar pasando, en pandemia puedes haberte quedado sin trabajo, pero seguro eres hábil en algo.

A veces las crisis son una oportunidad para algo mejor, algo que no harías o usarías habitualmente, pero cuando Dios permite una prueba, siempre, nos da la salida, el tema es que nuestra vista se alargue.

Mira las herramientas que tienes delante de ti, quiza sean como la de esta imagen o quiza muy distintas, pero en eso que te destacas, eso usara Dios para llevarte mas alla.

Observa tu vida y haz una lista de cosas que sean tu fuerte, y tus debilidades y preséntaselas a Dios, y de seguro encontraras allí la vara que usaras para salir adelante.

Quizá descubras una fortaleza en ti, un amor y una habilidad a la que no le prestas atención y que puede ser la vara que Dios use en tu favor.

La realidad que intimida.

Un poco más adelante en la historia de Moisés lo encontramos, que pudo sacar a su pueblo, pero, en determinado momento de su camino, se encuentra con un obstáculo más grande de lo imaginable, un mar.

Un mar que intimida, nada es más grande que eso, y ese mar puede ser el símbolo de lo que hoy tienes por delante que crees que no puedes traspasar.

Y por supuesto, Moisés hizo lo que muchos haríamos, decirle a Dios en nuestras palabras seria “y ahora qué hago?, aquí sí que nos acaban! así a veces nos acercamos a Dios.

Pero, el Señor le dijo, porque clamas a mi así?, que tienes en tu mano?

No significa que no debemos clamar a Él, porque siempre debemos acudir al Señor, pero, lo que Dios le estaba diciendo es: Moisés ya te dije como pasar, sigues sin verlo, usa lo que tienes en la mano, por fe, lo imposible será posible.

Éxodo 14:14-16: 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Si yo hubiera sido Moisés, creo que mi cara hubiera sido reflejo de mi pensamiento, y este hubiera sido: “es broma que con esta vara voy a abrir un mar”.

Pero no era la vara, era la fe y la confianza en un Dios poderoso, como herramienta usada para alcanzar lo que Dios tenia para ellos, y del mismo modo es con nosotros.

Si tienes por delante un obstáculo que sientes como un mar tan grande que es imposible sortearlo, recuerda que eres hijo del Dios que hace posible lo imposible, y que es el dueño de ese mar, por tanto, recurre a Él.

Pregúntale que puedes hacer con lo que tienes en la mano, para prosperar, para salir adelante, para sacar a tu familia a flote, no temas, si tú eres fiel a Él, el Señor no te soltara de la mano.

Escribe tus sueños, tus fortalezas y tus debilidades, y presentate ante el Señor, dile, esto soy, esto tengo, pero en ti soy mas que vencedor.

Vivir el cristianismo como un estilo de vida.

A veces pensamos que ser cristiano es solo ir a la iglesia, de vez en cuando hablarle a alguien del Señor, leer la biblia y orar.

Pero es mucho más, es poner la fe en acción, es todos los días vivir en lo sobrenatural de Dios, y un constante ejercicio de la fe.

Por eso dice Santiago en el nuevo testamento, que la fe sin obras es muerta.

No somos salvos por obras, pero la fe si debe tener obras, ponla en ejercicio, que no sea solo algo que dices tener, sino que la pongas a trabajar, tienes una vara en tu mano que quizá no estas usando.

Usa esa vara, y Dios te respaldara, esa habilidad que no veías, esa fortaleza a la que nunca le diste importancia, son regalos que Dios nos da a cada uno con los cuales podemos sorprendernos.

Conclusión:

Si estás pasando por un momento difícil, un momento en el cual no ves la salida, quizá lo que no estás viendo es lo que tienes en tu mano.

Y lo que sea que simbolice esa vara, ponlo delante de Dios, que El abrirá camino.

Aquel niño que tenía dos panes y cinco peses los presento delante de Jesús, y a él no se le paso por la cabeza el razonamiento de que “son 5 mil personas, no hará nada con esto”.

Él le presento al Señor esos dos panes y cinco peses sabiendo que el Señor haría lo imposible, es la fe de un niño, y esa debe ser nuestra fe, creerle a nuestro Padre sin dudas.

Busca la dirección de Dios para tu vida y Él te guiara a verdes pastos como el mejor de los pastores.

Si nunca le has abierto tu corazón a Jesús, te invito a hacerlo hoy, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él, perdóname y límpiame y hazme una nueva persona, ayúdame a conocerte más cada día, en el nombre de Jesús, Amen.

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Salmos 27:1. A quien temeremos?

A quien temeremos si el Señor es quien nos guarda y nos defiende?, ese es el tema de este artículo y con el que quiero que meditemos juntos.

27  Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
    Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

De quien o a que le tienes temor en esta etapa de tu vida?.

Muchas veces no nos damos cuenta, y nos olvidamos el Dios grande y fuerte que tenemos, y muy comúnmente le tememos a situaciones, o personas o aún hay quienes le temen a lo desconocido, y eso sucede cuando no nos damos cuenta aun de quienes somos en Cristo.

En este Salmo que es precioso, David cantaba acerca de su confianza en Dios, te invito a leerlo completo en tu biblia, hablaba acerca de que cuando se había visto cercado Dios lo protegía.

Nosotros en nuestra vida diaria nos vemos cercados comúnmente, en diferentes áreas, en la económica algunos, cercados por las deudas, a veces olvidando que Dios es nuestro proveedor si nosotros somos obedientes a su palabra.

Cuantas cosas vienen a intentar amedrentarnos y llenarnos de temor.

Muchas cosas vendran a meternos miedo, pero, 1 Juan 4:4 dice: «Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo».

A veces estamos cercados por el temor a ver a nuestros hijos en pecado, o que pierdan su salvación, o quizá temor a una enfermedad, o a la soledad.

Tantas cosas pueden estar queriendo hacerte temer, incluso miedo a lo que no conocemos, a lo que no se puede ver, situaciones a veces podríamos decir “sobrenaturales” que nos infunden temor.

Pero hoy tengo una buena noticia para ti.

Dios es más grande que todo eso, fuerte, poderoso, invencible, y Jesús en la cruz del calvario nos dio la victoria, por tanto, si has entregado tu corazón a Jesús, tu puedes poner todo eso bajo tus pies en el nombre de Jesús y saber que tu Padre celestial te guarda si clamas a Él.

Pero para saber y confiar hay que conocerlo, si tú eres de los creyentes que pocas veces ora, o que pocas veces lee la palabra, que no oyes tampoco palabra de Dios, o que directamente aun no conoces en profundidad quien es Dios o como se manifiesta no puedes confiar.

Porque confiamos en aquello que conocemos, David conocía a su Señor, sabia en quien creía y que no lo soltaba de la mano, viniera la situación que viniera, la atravesaba con el Señor.

1 Juan 4:4 dice: Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.

Tomemos conciencia que el Espíritu Santo esta en nosotros, en aquellos que hemos recibido y declarado que Jesús es nuestro Señor y lo hemos recibido, y si aún no lo has hecho hoy es el día.

Más grande es el que habita dentro de nosotros que cualquier  situación u oscuridad que pueda amenazarnos.

Filipenses 1:21 dice Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Esto decía Pablo, el también había conocido a Jesús, y sabía que nada era mayor que El, fuera lo que fuera, en este versículo te está hablando un hombre que escribía esto aún desde la cárcel.

Pablo era un Apóstol, un hombre redimido y perdonado por el Señor, que dedicaba su vida a llevar el evangelio, y en este trayecto, había sido apedreado, golpeado, encarcelado, su vida no era fácil, pero sus fuerzas venían de su fe en Jesús.

Hay que conocer su palabra para confiar, Oseas 4:6 dice: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento». No seas de esos, preparate, lee, ora, fortalecete en tu Dios.

El miedo se va cuando lo conocemos.

Una vez que realmente comienzas a conocer a Dios en su plenitud, comienzas a amarlo y abres los ojos a que lo que vivimos en esta tierra es pasajero, pero, hay una gloria mayor a su lado, por tanto ya no hay miedo.

Los que le temían a la muerte, dejan de temerle porque sabemos que cuando cerremos los ojos aquí los abriremos en el cielo, sea cual fuera el temor que nos agobiaba comenzamos a verlo en su real dimensión.

El enemigo desde niños nos mete miedo, en las noches, a la oscuridad, lo vemos quizá en nuestros hijos, por eso es tan importante darles a ellos a conocer que Dios tienen y como El los defiende y guarda.

No significa esto que no nos pasara nada malo.

Estamos en el mundo, caminamos en esta tierra, y en esta tierra suceden cosas, porque el que gobierna el mundo es enemigo de los creyentes, pero, sabemos que quizá pueda en alguna cosa hacernos tambalear, pero jamás caer.

Y si te caes, tienes un Dios bueno, que te levanta, fortalece y no te suelta.

Te diré algo de parte del Señor porque lo he sentido en mi espíritu.

No temas del diablo, más bien recuerda que él debe tener temor de ti.

El salmo 91:5-7 dice:

No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,

Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.

Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.

Nada nos debe dar temor.

No sirve que dejes tu biblia abierta en el salmo 91, sirve que lo conozcas para que puedas confiar en Él y darte cuenta que el enemigo es un perro que ladra pero que se debe arrodillar delante del Señor.

Conclusión:

Comienza a conocer la dimensión de tu Dios, para mirar en perspectiva tus problemas y darte cuenta que no hay ningún dolor que pueda llegar a tu vida que Dios no pueda sanar.

Lo unico que necesitas es mirar al cielo, abrir tu corazon y recibir de El.

Si aún no conoces en profundidad al Dios del que te hablo o jamás le abriste el corazón a Jesús, puedes hacerlo hoy con una simple oración conmigo.

Dile “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en mí y límpiame de todo pecado, perdóname y enséñame a conocerte, pongo mi vida en tus manos, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Hechos 1:8. El espíritu Santo.

El espíritu Santo, hemos hablado de él en otros artículos, pero estamos viviendo en un tiempo en el que más que nunca lo necesitamos y es momento de buscarlo.

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Es cuando El está presente.

Como seres humanos estamos expuestos a la debilidad, al desánimo, y tantas cosas que nos afectan cuando en vez de fijar nuestros ojos en Jesús, lo hacemos en las situaciones.

Si quieres pasar de la debilidad y el desanimo a un estado de fortaleza, busca al Señor y deja que el Espiritu Santo te llene de poder, porque no es con tus fuerzas, sino con las de El.

Pero en este pasaje nos deja muy claro como es el proceso de pasar de un estado de debilidad a uno de fortaleza, y no es yendo al gimnasio, ni tampoco tomando energizantes, a pesar de que todo eso también este bien, es buscando el poder que viene del cielo.

El desea habitar en nosotros.

1 Corintios 3:16 dice ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Nuestra victoria en ciertas áreas de la vida, no depende de cuan fuerte somos, sino de cuanto estemos conectados con el Espíritu Santo, que está ahí para guiarnos, corregirnos y darnos fortaleza.

Somos templo del Espíritu Santo y a veces no nos damos cuenta de lo que esto significa, y nos ensuciamos o lo ignoramos, en otras palabras no tomamos la real dimensión de lo que significa que su Espíritu habite dentro de nosotros, como lo hizo en Jesús.

Es una promesa cumplida.

La promesa de Jesús antes de ascender al cielo, fue no dejarnos solos, fue darnos esta promesa de que cuando el Espíritu Santo descendiera sobre nosotros entonces tendríamos poder para ser testigos de lo que Él es.

No es con tus fuerzas,, en tu humanidad no podrias, pero con las de El, no hay gigante que te derrote u obstaculo que te frene.

Si estas débil, si sientes que no puedes, que estás cansado o agotado, y más en este tiempo de pandemia que de algún modo nos ha afectado a todos, deja de mirar la circunstancia o lo que te rodea, más bien, busca al Espíritu Santo.

Hace poco escuche a un pastor al que sigo, decir algo muy sabio que me hizo despertar a esta realidad que todos conocemos, pero a veces no la vivimos en su totalidad.

Lo oí decir que exponerse al Espíritu Santo, a pesar de a veces no sentirlo o no tener ganas va a generar un efecto en nosotros positivo, porque es como exponerse al sol en un día nublado.

Quizá veas que no hay sol y creas que no te quemara, pero al final del día veras que si te quemo.

Así mismo es la relación con el Espíritu Santo, aunque creas que nada pasa, veras que si lo buscas, vendrá.

Te propongo que te pongas la meta de buscarlo todos los días, un rato, alaba, ora y lee la palabra, busca un momento del día en el que puedas apartar un rato para esto.

Y veras al cabo de unos días, si el cielo no se abre y la fortaleza y el poder de Dios no generan un cambio en tu vida.

A lo mejor no lo veras enseguida, pero el cambio vendrá.

El enemigo batalla para que no oremos, para que no busquemos la llenura del Espíritu Santo, porque sabe que cuando comenzamos a tener comunión con El, todas sus obras caen por tierra.

No te dejes robar más, no dejes que robe tu paz, tu ánimo, ponte firme y comienza a utilizar las armas espirituales que el Señor te ha dejado y debes comenzar buscando al Espíritu santo.

Te invito, y te desafio, a que te hagas un plan diario de busqueda de su fuego y su poder a traves de su palabra, de oracion y de alabanza, y veras el resultado de ese pequeño rato expuesto a su Espiritu Santo, animate y decidete, pruebalo!.

Es tiempo de llenarnos.

El momento ha llegado en el cual, hay que mirar para el cielo, no mires las cosas que te rodean porque en tu humanidad sentirás desanimo, pero si buscas esa relación vertical con Dios, todas las relaciones horizontales con quienes tienes alrededor cambiaran.

Como busco esa llenura?

Como te dije un poco más arriba, ármate un plan de lectura de la biblia, aunque sea un rato pequeño por día, comienza a hablar con Dios, cuéntale de ti, no es que Él no lo sepa, pero anhela oírlo de tu boca.

Canta, declara con tu boca victoria sobre tu vida, y alabarlo es darle gracias por anticipado y poner a Dios en el lugar que le corresponde por encima de cualquier cosa.

Aunque tu carne no sienta ganas, sujétala, y en el ejercicio diario de esta actividad te será más fácil cada día, como cuando comenzamos a ir al gimnasio.

Costará al principio, pero veras un cambio en tu carácter, en tu ánimo y en todas tus cosas cuando el Espíritu Santo comienza a obrar en ti, cuando aprendas a oírlo y a obedecerlo.

Conclusión:

Ha llegado la hora en que la iglesia se ponga en marcha, y como decía Pablo, se baste en la gracia y en la fortaleza que viene del Señor.

El Apóstol Pablo era débil también, pero el Señor fue claro, “Pablo no es con tus fuerzas, sino con las mías”.

Hay cosas que tú y yo no podemos lograr solos, no cambiaremos a nadie, y a lo mejor no lograremos que oigan lo que decimos, pero si buscamos al que todo lo puede, lo que hagamos prosperara.

Y si nunca le has abierto el corazón a Jesús, te invito a hacerlo conmigo ahora, y darle la oportunidad de habitar en ti, y de que poco a poco vaya transformando tu vida para bien, mediante su Espíritu Santo.

Dile conmigo, “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él y perdona mis faltas, cámbiame y lléname de tu Espíritu Santo, y si estuve frio, hazme arder en tu presencia, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Isaías 41:8-10. Volver a Jesús.

Volver a Jesús, tiene por título este artículo, que está basado ni más ni menos que en mi testimonio con el Señor, un testimonio que espero que sea de bendición para tu vida y si has pasado por algo similar puedas volver a Jesús.

Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.

Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.

10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Promesas de Dios.

Ora y busca al Dios que te ama y esta dispuesto a recibirte hoy y cada dia , sin importar tu condicion o lo que hayas hecho, el te ama.

Todos, sin excepciones, en algún momento recibimos una palabra de parte de Dios, una promesa que marcara nuestra vida y nunca la olvidaremos.

A veces es una promesa que se cumplirá enseguida, otras, pueden ser promesas que se harán realidad en otro tiempo.

Yo recibí esta palabra en Isaías a la edad 15 años, cuando en un viaje a Argentina recibí a Cristo, al irme a vivir con mi padre, ya que mis papas se divorciaron a mi corta edad de 3 años.

Mi infancia no fue fácil, mis padres rehicieron sus vidas, cada uno armo su propia familia, y yo quede en medio de esas dos familias sin saber cuál realmente era la mía, cual era mi lugar, un lugar que no encontraba y en su lugar había rechazo.

El rechazo.

Y seguramente tu que me estás leyendo alguna vez hayas sufrido rechazo, y el mismo marca nuestra vida, nuestro comportamiento y por consecuencia todas nuestras relaciones.

Por tanto si estas en una situación como esa, y jamás has sentido el abrazo, la seguridad que te da tener tu lugar y la protección que todo niño merece tener, hay salida y sanidad para esa herida.

En la vida muchas cosas marcan nuestra forma de ser, el tiempo se nos hace eterno y a veces malgastamos nuestra vida lejos de Dios, pero, El nos sana cuando le buscamos de corazon y nos devuelve todo lo que podamos haber perdido en el camino.

No me explayare demasiado en ese tiempo de mi vida, pero si cabe contar que fue muy complicada, un padrastro que no me quería y un padre que se había ido lejos con su nueva familia, de modo que fui a vivir con una tía.

Darte hoy mi testimonio es alentarte a que no importa cuál es tu situación, hay esperanza en Cristo, y este pasaje de Isaías se cumplió en mi vida, más adelante en la lectura lo veras, así como también las promesas de Dios se cumplirán en ti.

Conocer a Jesús en medio de un corto tiempo de viaje en Argentina, marco mi vida y mi destino, porque aunque no me afirme y en mi inmadurez no entendí mucho, si pase a ser una hija de Dios y por fin había un padre para mí.

Hay un Padre para ti.

No sé cómo fue tu infancia, si has crecido sin papa, o puede ser sin mama, no eres huérfano si le abres tu corazón a Jesús, estarás más abrigado que nunca entre los brazos poderosos de un Padre que jamás abandona.

Nosotros somos infieles, El no, nosotros nos alejamos, pero El jamás se aleja.

Pasaron los años, comence a servir en una iglesia pero sin sanidad en mi corazón, deseosa de una familia que jamás había tenido así que apure los tiempos y no me  deje guiar por Dios y me case con alguien que no estaba en los planes de Dios para mí.

Es que a veces podemos ir a una iglesia, y aun servir pero, sin estar realmente sanos, sin rendir rincones oscuros en nuestro corazón.

Por eso es tan importante abrir el corazón hasta en los más pequeños detalles, y dejar que Dios se meta más profundo, sin reservas.

Para resumir lo que vino después, hubo abusos, el tenía problemas con el alcohol, yo claramente me aleje del Señor, y vino el divorcio.

Pasaron casi 20 años para que junto a dos hijos y un montón de pérdidas materiales, y con más heridas emocionales, pudiera volver a Jesús.

Volver a Jesús, depende de una decisión.

Un día tuve que decidir, si continuaba por mi propio camino, luchando sin descanso sin que nada me saliera y buscando llenar mi vacío con alguien a mi lado, o, recordaba aquella palabra que un día había impactado mi corazón y abrí mi corazón.

Solo puedo decirte que obviamente decidí volver a Jesús, y desde ese momento hasta acá, fue un proceso de sanar heridas, perdonar, perdonarme, reprogramar mi cabeza y mis costumbres y conocer en profundidad a aquel que te dice  “no temas yo te ayudo”.

No importa cuan lejos te hayas ido, alli Dios te alcanza y espera que decidas volver, solo tienes que dar un paso y decir si.

Todos tenemos un momento donde debemos reaccionar y decirle si a Dios y en ese momento Él te regresa al punto de salida y tienes una nueva oportunidad.

El hijo prodigo de Lucas 15:11-32, léelo en tu biblia, dice que hubo en momento donde el “volvió en sí”, o sea que reacciono y recordó lo que tenía junto a su padre.

“De tierras lejanas te llame”.

Cuál es la tierra en la que estas, y desde donde el Señor te está llamando?

Cuando a los 15 años coincidió que estaba en Argentina, yo vivo en Uruguay, y recibí esta palabra, creí que se trataba de esto, pero no, porque a veces las tierras lejanas no son físicas, sino espirituales.

Yo estaba muy lejos de Dios, muy lejos de quien me había hecho hija, de quien me había escogido y tenía propósitos para mí, pero el Señor jamás te olvida, nunca te deshecha.

Puede pasar años, en mi caso, casi 20, cuanto tiempo hace que quizá ignoras a Dios?

O a lo mejor estas yendo a una iglesia local, pero, hay heridas sin sanar en tu corazón porque a pesar de congregarte hay cosas que aún no has entregado.

Hoy mi corazón esta restaurado, mi relación vertical con Dios está sana y mi relación horizontal con aquellos que me rodean está sana.

El hace nuevas todas las cosas, así como lo hizo conmigo quiere hacerlo contigo, no seas indiferente a su llamado.

Si alguna vez abriste tu corazón y te hiciste su hijo/a, Dios no te deshecho por lejos que te hayas ido y por muy terrible que sean hoy tus pecados.

El hombre condena, pero Dios perdona y restaura.

Dios está en el negocio de recibirte siempre, y de sacar tu mejor versión, estas a un paso de eso, solo depende de una decisión.

Por supuesto que hay un momento de inflexión donde no podemos continuar en el mismo sendero, porque la obra de Dios puede hacerse presente en tu vida cuando decides ya no caminar por donde caminabas sino que te das vuelta.

Arrepentirse es eso, pegar la vuelta.

Date la vuelta, todos hemos sido hijos pródigos en algún momento, todos hemos fallado, en mayor o menor medida, el Apóstol Pedro lo hizo, David lo hizo, y tantos otros personajes en la biblia pero, todos en algún instante decidieron arrepentirse.

Hay promesas para ti.

Dios te dice, yo no te he desechado, no temas, acércate porque estoy dispuesto a ayudarte.

Si oyes la voz de Dios llamandote ahora, y respondes, la palabra que ha dicho para tu vida se cumplira porque Dios no es hombre para prometer y no cumplir, nosotros fallamos, El no.

Vuelve , porque no hay mejor lugar para ti y para los tuyos, vuelve a su regazo, a su proteccion y busca su voz, El es el buen pastor, y sus ovejas oyen su voz dice la palabra.

Conclusión:

Isaías 41:8 en adelante se hizo carne en mi vida, y es mi oración que se haga carne en la tuya, el Señor desea ayudarte, sostenerte, atraerte con sus cuerdas de amor, desde esas lejanas tierras por dónde has transitado.

Hay oportunidades en Jesús, El murió por cada uno de nosotros, derramo su sangre para limpiar todos nuestros pecados, Jesús no es un lindo cuento, Él es nuestro salvador.

Cuando Jesús entra, hay sanidad, no solo física, sino sobre todo interior, tus heridas son curadas, y si nunca te sentiste amado, Él te ama.

No importa como estés, así como estas, te recibe, te ha guardado aun sin que lo supieras y te sacara adelante, porque nosotros en nuestra humanidad no podemos, pero El Dios que todo lo puede lo hará.

Vuelve a Jesús, no hay mejor lugar, no te dejes robar más la paz, la salvación y la bendición de una vida limpia y sana, toma tu decisión.

Abre tu corazón, si nunca lo hiciste te invito a hacerlo juntos, y si te has alejado, es tu momento de restauración.

Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, perdona mis pecados, acéptame como tu hijo/a, y si te falle, perdóname Señor y ayúdame, busco tu rostro, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Romanos 12:1-2. Rincones oscuros.

Rincones oscuros es el título que le puse a este artículo, podría haberse llamado renovar nuestra mente, pero creo que para hacer esto, primero debemos detectar cosas que nos tienen atados y no vemos.

12  Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Que es un rincón oscuro?.

Nos referimos a aquellas cosas que no vemos porque se encuentran escondidas, es como cuando limpiamos en nuestro hogar por donde vemos, y a simple vista se encuentra limpio, pero, si movemos muebles veremos que hay suciedad.

Y mover muebles a veces cuesta, se produce un desgaste físico, cansancio, pero cuando lo hacemos es cuando podemos llegar a lugares donde no podríamos llegar.

Para llegar a limpiar bien, no basta solo con pasar la aspiradora, hay que correr muebles y llegar a esos sitios donde a simple vista no se puede ver.

Renovar la mente.

Cuando la biblia habla de renovar la mente, se está refiriendo a aquellas cosas con las cuales venimos, eso que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida y que son para nosotros normales pero que no por ser normales están bien.

Muchas veces pensamos que estar en Cristo y ser un buen cristiano se trata solo de bueno, no adulterar, no robar, ir a la iglesia, orar o leer la biblia.

Y de hecho es mucho más que eso, por eso en este pasaje de romanos, Pablo habla acerca de esta renovación de entendimiento, otra versión lo traduce como “dejen que les cambie la manera de pensar”.

A medida que vamos caminando en el camino del Señor, y vamos creciendo en madurez, no podemos dejar de pedirle al Espíritu Santo que saque a luz esas cosas que nos estancan.

Hay muchas cosas con las que venimos que se nos han pegado de quienes no conocen a Cristo, y quizá es con lo que convivimos aun sin darnos cuenta.

Quiza hay heridas del pasado que te han hecho adquirir un comportamiento que en algunas areas te traen problemas y necesitas dejar que la luz de Dios llegue, y puedas ser confrontado para sanar.

Todo aquel a quien Dios ama, corrige, es importante que oremos cada día, para que el Espíritu Santo nos indique que cosas de nuestra vida obstaculizan la comunión con Dios.

Quizá hoy cuando lees esto, comiences a sentir cierta incomodidad y está bien que la sientas, porque el Señor te ama, es tu Padre, y no te dejara con esas cosas con las que llegaste, sino que sacara la mejor versión de ti en El.

Voluntad perfecta.

Eso es lo que logramos cuando dejamos que el Espíritu Santo, saque como dice el dicho, “los trapitos al sol” y comience a trabajar en tu corazón y en tu mente.

Cuantos de nosotros aun diciéndonos cristianos, batallamos con pensamientos o sentimientos que sabemos que no son buenos, pero, como los hemos normalizado tanto creemos que no hacen mella en nuestra relación con Dios y con los demas, con aquellos que nos rodean, y no es así, afectan y mucho.

Si te sientes estancado, quiza es momento que hables con el Espiritu Santo, y que le pidas que te ayude a ver esas cosas invisibles que trancan tu crecimiento.

Si no corres los muebles, la suciedad estará allí y no se ira, de la misma manera si no te esfuerzas por ver en qué áreas aun Dios tiene que trabajar estarás trancado, entre lo que debes hacer  y no haces.

Cuando el Espíritu Santo te empieza a llamar la atención, en pensamientos o sentimientos, maneras de actuar, cosas que no deberían estar, es porque quiere que alcances ese nivel en el que puedas alcanzar la perfecta voluntad de Dios en tu vida.

La perfecta y agradable voluntad de Dios, es la que nos hace gozar de su bendición a pesar de las luchas.

Y si para alcanzarla te toca ser confrontado por el Espíritu Santo, bendita sea esa confrontación.

Tus cambios en esos detalles del comportamiento aprendido en el mundo, serán los que harán que los que te rodeen comienzan a ver que algo ha sucedido contigo.

Que si antes contestabas mal, ahora tus modos son amigables y amables aun frente al ataque, verán que si antes eras desordenado en tus finanzas o en tu madurez ahora eres alguien que se esfuerza y sabe decir no cuando debe decirlo.

Esos rincones oscuros, son los que el enemigo usa para tenerte aun encadenado, pero, Dios es luz.

Cuando la luz del Señor llega, se ve el polvo, se ve lo sucio, por muy escondido que este, y nunca El dejara que eso quede así.

Ser cristiano e hijo de Dios, significa mucho más que ir a la iglesia, si tú te congregas pero tu vida es un desorden en la intimidad, hay algo que no has entendido.

Cambia tu mente.

Nuestra mente viene llena de cosas, pensamientos y experiencias acumuladas que nos generan comportamientos en el diario vivir, y algunos de esos comportamientos hay que cambiarlos pero para eso ,hay que renovar lo que hay en nuestra cabezita.

Entiende este principio, así como sabemos que para recibir tenemos que dar primero, del mismo modo para llegar a crecer en el camino del Señor es necesario pasar por el proceso de la renovación de nuestra mente.

No significa lavarnos el cerebro, como dirían algunos, significa despojarnos de esas cosas con las que nos han programado y nos han hecho egoístas, celosos, etc. etc. etc.

Es necesario que permitas que aquellas heridas que te marcaron un destino, sean sanadas y que seas renovado para ahora mirar la vida y el futuro a traves de una mente sana y limpia.

Dios hace todo nuevo.

Si alguna vez buscaste alguien que te hiciera sentir nuevo, llegaste al lugar exacto, no hay nadie que pueda estar en la presencia del Señor y que entregue su corazón en verdad que no sea renovado.

El saca de ti la mejor versión, si antes eras mal hablado, Dios cambiara tu lenguaje, si antes eras malhumorado o contestador, Dios te da mansedumbre.

Si antes eras áspero con los que te rodeaban, Él te dará de su suavidad, porque ser blando en las respuestas y en los tratos no significa no tener autoridad, muy por el contrario.

Si antes eras desconfiado porque te cubriste con una coraza por las heridas de la desilucion, cuando Dios te adopta puedes caminar confiado y aprender a confiar nuevamente en los demas, entregale esa decepcion y una nueva historia sera escrita en tu vida.

Conclusión:

Ponte a pensar en todos esos rincones oscuros de tu vida, donde precisas la luz de Cristo que alumbre y saque afuera todo lo que ensucia tu alma y te tranca en el crecimiento.

Te invito a tener un momento de charla con Dios, y a permitirle al Espiritu Santo que escudriñe tu corazon y tu mente.

Pídele al Espíritu Santo que te ayude a ver esas cosas donde hay que deshacer las obras del enemigo, y hacerlas de nuevo, no siempre será fácil, y seguramente alguna vez fallaras, pero abogado tenemos en el cielo, y no estás solo en el proceso.

Si nunca le abriste el corazón a Jesús, te invito a hacerlo hoy conmigo mediante una sencilla oración y comenzar de nuevo con El, dejando atrás el pasado y permitiéndole que te ayude a recomenzar tu vida, mejor y distinto.

Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en mi vida, cámbiame y restáurame, límpiame, me pongo en tus manos, y a partir de hoy me declaro tu hijo/a, en el nombre de Jesús, Amen.

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Números 11:4-6. Un día a la vez.

Un día a la vez es como Dios nos provee y como Él nos alista para cada una de nuestras batallas, porque vivimos por fe.

Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron! Quién nos diera a comer carne!

Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;

y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

Israel habia sido libre, y Dios les habia abierto un camino, pero no lo veian, no dudemos que si Dios nos saca de la esclavitud, es para alcanzar la promesa de la tierra prometida.

Contexto.

Estamos viendo en este pasaje al pueblo de Israel, que había sido liberado de la esclavitud de Egipto, siendo guiados por Moisés y acompañados por la presencia de Dios.

Esta gente había visto milagros delante de sus ojos, vieron el mar abriéndose para darles paso y llegar a una nueva vida y una nueva tierra, habían visto cómo sus enemigos cayeron derrotados y tragados por ese mar por el que ellos habían cruzado en seco.

Mientras estaban en ese desierto, Dios no los dejaba morir de hambre sino que les proveía cada día del Mana, que los mantenía alimentados.

A veces aunque vemos milagros sucediendo delante de nuestros ojos, no los identificamos o valoramos lo suficiente como para tener una confianza permanente que si Dios lo hizo antes, lo hará mañana.

El desierto no es permanente.

Cuando atraviesas un desierto, y puede haber muchas clases de “desierto”, pero todos pasamos por uno, quizá varias veces en la vida, tienes que saber que ese no es un lugar de permanencia, sino de paso.

Dios no hará que te plantes una huerta en el desierto, porque no planea dejarte a vivir allí, sino que te proveerá lo necesario para cada día, para que subsistas, porque no estas allí para quedarte sino en una transición.

Que pases del desierto a un mejor lugar de permanencia, será con la rapidez con la que te dejes tratar por el Señor en tus rincones oscuros y en aquellas áreas donde estas flojo.

Este pueblo, había sido rescatado, y solventado, aun en el desierto pero comenzaron a oír a personas que estaban entre ellos pero no valoraban lo que había sucedido.

Se habían acostumbrado tanto a ser esclavos que hasta añoraban algunas cosas del pasado.

Querían la libertad pero no el proceso que los llevaba a ella.

A quien estás oyendo?, esa es mi pregunta para ti, a quien oyes cuando estas en el proceso de desierto?.

De aquello de lo que alimentes tu alma será lo que marque tu comportamiento y pensamiento.

La libertad y la bendicion son alcanzadas luego de procesos, pero caminar ese camino tomado de la mano del Señor es lo mejor que nos puede pasar.

Este duro pueblo, decía “añoramos el pescado, los pepinos que comíamos de balde”, sobre todo de balde diría yo, esa expresión significa algo así como gratis.

Ellos no comían todo eso gratis, trabajaban de sol a sol, siendo maltratados y humillados.

Y ahora que tenían?, estaban libres, en camino a una tierra prometida, pero atravesando el desierto inevitable donde eran sustentados por la mano misma de Dios, que todas las mañanas dejaba caer mana del cielo, dicen que el mana sabia a miel.

Pero, no les gustaba, añoraban lo de atrás, y no vamos a profundizar en  eso, pero por encima te diré que muchas veces nosotros nos encontramos añorando el pasado del que fuimos rescatados.

Y  hasta a veces acariciamos internamente ciertas cosas de atrás y hoy es el dia en que debemos reaccionar.

Un día a la vez de la mano del Señor.

Dios les estaba proveyendo para cada día, no para que llenaran bodegas y se instalaran cómodamente, sino para un día a la vez, porque de allí irían a otro lugar, pero, no lo entendían.

Y Dios sigue haciendo esto hoy día, como experiencia personal puedo contarte que muchas veces siento que el dinero no alcanza, y había comenzado como en una queja, igual que el pueblo de Israel sin darme cuenta.

Hasta que el Espíritu Santo hablo, y te comparto aquello de lo que he aprendido y recibido.

Primero, si hemos visto a nuestro Dios sacarnos de pozos más profundos y lo hemos visto sanar nuestro corazón y proveernos aquello que necesitábamos sin hacer nada nosotros, porque dudamos?

Si Dios lo hizo antes, lo hara hoy y mañana, confia.

Lo conocemos cuando vemos su obra.

Dios me saco de la oscuridad y abrió mis ojos y oídos y me dio una libertad que no tenía antes, un gozo que no tenía.

Vivía en la amargura y en los escases, había perdido techo y no me alcanzaba para pagar las cuentas.

Pero, Dios obro y hay un techo, que no construí sobre mi cabeza y una provisión que no sabia como tener, pero la necesitaba y no falta el alimento, entonces, porque la queja?

Y eso es algo que me gustaría dejarte pensando hoy.

Son varias preguntas a hacernos, si hemos visto obrar a Dios en muchas áreas antes, porque creemos que hoy no hará el milagro, porque nos olvidamos tan fácil de cuan agradecidos tenemos que estar.

Nuestro Dios nos enseña a vivir cada día por fe.

Algo me di cuenta en este tiempo, y es que si Dios me da todo de una sola vez, muy fácil puedo acostumbrarme a la bendición y dejar de valorarla.

Acércate al trono cada día.

Dios me quiere todos los días a los pies de su trono, en dependencia absoluta, y eso solo ocurre si lo que necesito es diario y si aprendo que cuando pido, recibo.

Hay personas que si Dios les da todo fácilmente se olvidan y como el pueblo de Israel se alejan rápido, y sabes qué? :

El Señor prioriza tu comunión con El y tu salvacion por encima de cualquier otra cosa.

“Nada vemos sino este mana”.

Tremenda esta frase, es como despectiva, de pronto, el milagro que ocurría cada mañana, se convertía en “este mana”.

Imagínate es como si tu dijeras, quiero caviar pero todos los días tengo “este pollo” y te faltaría agregarle “cochino”.

Un tono bien despectivo para referirse a ese milagro con el que Dios los despertaba, dejándoles para cada uno, sin faltar para nadie su desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Valoremos la bendición.

Un alimento por el que no trabajaban ni sembraban, pero recogían, y aun así, no agradecían.

Si lo leemos comprendiendo esto, pensamos inmediatamente que pueblo desagradecido y hasta nos enojamos con ellos un poco.

Pero no podemos hacerlo, porque nosotros hacemos lo mismo, nos olvidamos fácil muchas cosas que Él nos da, y comenzamos a acostumbrarnos sin recordar que nada merecemos pero, El de favor nos da.

Salmo 100:4 dice “Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre”.

Solo llegamos al corazón de Dios, con acciones de gracias, entonces el agradecimiento abre las puertas, agradezcamos cada cosa que tenemos y eliminemos la queja de nuestro vocabulario.

Dejemos de decir que somos pobres cuando tenemos un Padre rico y proveedor.

Acercate a El, y conoce lo que el dice y piensa y anhela para ti a traves de su palabra, para que veas cuan bueno es el Señor.

Ya dejemos de decir que no tenemos esto o aquello y más bien ocupémonos de ir a su trono cada día a pedir lo que necesitamos y El proveerá.

Y te dará lo necesario dice la biblia para que nada te falte.

Él quiere darte en abundancia como dice la palabra, claro que si, pero, para llegar a esa tierra prometida, es necesario que aprendas el principio de dependencia y agradecimiento diario.

Conclusión:

Si estas pidiendo prosperidad, aprende primero a depender y creer en El, sin lugar a la duda.

Porque si Dios te rescato en el pasado de Egipto, cree que no será para dejarte en el desierto, sino para llevarte a un lugar mejor.

Cuando te quejas, te alejas de la bendición, porque es la muestra de que aun debes estar un poco más en ese desierto de aprendizaje.

Si hoy estas reconociéndote en estas líneas, ponte a cuentas con Dios, pídele perdón por no valorar su amor, y provisión diaria y confía, porque Él te ama y te enseñara como todo buen Padre a su hijo.

Sus brazos están abiertos para ti, y cuando hay brazos abiertos hay todo.

Y si nunca lo has conocido es un buen momento, dile conmigo:

“Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él, te entrego mi vida y voluntad, cambia mi destino, y si me he alejado, perdóname y acércame más a ti, anota mi nombre en el libro de la vida, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Salmos 34:7-8. Él nos defiende.

Él nos defiende, ese es el mensaje que traigo para ti en este artículo, a través de este pasaje del Salmo 34.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.

Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.

Resiste el temor, confía en El.

Aunque a veces vienen momentos que nos asustan, nuestra confianza esta en El, no temas, El no te dejara.

Es muy claro y directo el Señor cuando nos dice que a nada debemos temer, porque Él nos defiende, Él es bueno, y cuando lo conocemos sabemos que podemos dejarnos caer en sus brazos.

Quiero ilustrarte esto con una experiencia personal, una noche me sentía intranquila, pocas veces me tocaba estar sola en la casa en la noche, y por alguna razón no estaba descansando bien.

A cuantos de nosotros nos ha pasado algo por el estilo, creo que a todos en mayor o menor medida alguna vez sentimos como cierto temor que nos invade, ya sea a la soledad, a la oscuridad o tantas cosas que vienen a nuestra mente cuando estamos un poco vulnerables.

Pero, el Espíritu Santo, nunca duerme, y siempre nos habla, y trajo a mi mente esa palabra que me alentó y me dio la seguridad de que no hay nada a lo que yo deba temer porque aunque creo que estoy sola, en realidad no lo estoy.

Él nunca nos deja.

El Señor como poderoso gigante y el mejor de los padres, siempre esta y nunca nos deja, Él siempre sabe lo que nos sucede, pensamos o sentimos y cuando lo llamamos se hace presente.

Pero hay un principio que no puedes desconocer.

Cuando tú te sometes a Dios primeramente, dice la palabra que es entonces cuando puedes resistir al enemigo y huira de ti.

Santiago 4:7 dice Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Y como la palabra jamás se contradice, tanto este pasaje del Salmo, como acabamos leer en Santiago 4, siempre el secreto es primero estar bajo la cobertura del Señor.

Y como estamos bajo la cobertura?

Sometiéndonos diariamente al Señor, reconociéndolo en todas las áreas de nuestra vida, y que nuestro temor sea El.

Reconocelo en todos tus caminos, que El sea tu temor, por encima de cualquier cosa, estas escondido en su mano.

Si tienes temor de Dios, entonces ahí estas cumpliendo este principio.

Que es temer a Dios?.

No significa tenerle miedo, ni tampoco hacer cosas o seguirlo por miedo a ningún tipo de juicio, eso no es temer a Dios, y son acciones que realmente no tienen ningún beneficio.

Cuando la palabra de Dios habla acerca de tener temor de Dios, no habla de miedo, está hablando de respeto, se refiere al lugar y la posición en la que tengo a Dios en mi vida.

Se refiere al lugar que ocupa en mi corazón y mente, por esta causa y porque Él es lo primero para mí, dependo de El en todo.

Y entonces sé que estoy esculpido en su mano, que mi vida es suya, y no me soltara jamás.

Dios todo lo ve.

Sé que nunca me voy de su vista, y que nada de lo que me suceda le es ajeno.

Nuestra vida está escondida en El, conoce todos nuestros movimientos y nada de lo que me pasa se le sale de control, entonces podemos saber que nuestra vida, solo nos la da, y nos la quita El.

El enemigo no tiene poder sobre aquellos hijos de Dios que tenemos al Señor en primer lugar.

Ningún temor puede quitarte el sueño, si tienes a Dios de tu lado y te pones diariamente debajo de su cobertura, echa fuera el temor.

Del cielo viene nuestro socorro, nuestro pronto auxilio en toda situacion.

Somos humanos.

Todos tenemos momentos en nuestra humanidad en los cuales el temor nos ronda y el enemigo aprovecha a querer meternos miedo, nos ronda, pero no puede tocarnos.

Hay situaciones o viejos temores que quizá siempre nos molestaron, cosas o debilidades que por momentos pueden venir a molestarnos.

Por ejemplo, de niña me asustaba la oscuridad, aun hoy no me gusta, pero sé que mayor es el que está conmigo que el que está en el mundo.

Quiza sientes que eres muy pequeño frente a una situacion tan grande y temible, pero, recuerda, mayor es el que esta contigo que el que esta contra ti.

Un conocido pastor diría, “el ángel de Dios acampa alrededor de los que le temen y los defiende” y agregaría “y se acabó”.

No hay lugar a dudas.

La palabra es clara, y las promesas de Dios son fieles, Él no dice una cosa y hace otra como los seres humanos.

Si hoy te sientes temeroso de cosas que vienen a tu mente, o a situaciones de las que no sabes cómo salir, quizá estas sin trabajo, o a lo mejor durante la pandemia has perdido seres amados y no sabes cómo seguir adelante.

Yo te animo a que confíes en ese Dios maravilloso del que te hablo y que te ama profundamente, como nunca nadie te ha amado.

Conclusión:

Si hoy estas en alguna encrucijada en la vida y decides que tu temor principal sea El, y que el único Dios al que adoraras sea El, te puedo asegurar que tu historia cambiara.

Todos los que hoy le gritamos al mundo que la única salida es Jesús, somos personas que en algún momento también vivíamos empujados por nuestras emociones humanas y también sabemos lo que es vivir situaciones de desesperanza.

Pero un día decidimos seguir a Cristo y conocer a ese Dios del que alguna vez oímos hablar, pero no un Dios que cuelga en una cruz, sino en ese que estuvo en esa cruz pero se levantó, tuvo la victoria y esa victoria también es nuestra por El.

Si nunca lo hiciste entrégale tu corazón a Jesús, y permítele obrar un cambio en tu vida, dale una oportunidad a quien te está llamando por tu nombre hoy.

Dile conmigo, “Señor Jesús, te entrego mi corazón y mi vida, entra en ella y cámbiame, ayúdame a conocerte más y guía mis pasos, anota mi nombre en el libro de la vida, en el nombre de Jesús, Amen”.

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Mateo 16:24-25. Toma tu cruz.

Toma tu cruz, y sigue a Jesús, de eso estaremos hablando en este artículo, pero vamos a leer juntos este pasaje donde Jesús es muy claro acerca de lo que tenemos que hacer para seguirlo.

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.

Algunos conceptos.

Todos los cristianos entendemos enseguida de que se trata, porque se ha vuelto casi un “dicho popular”, eso de “la cruz que me toco”.

Sabemos que no es literal, al único que realmente le toco cargar un pesado madero y dar su vida en él, fue a Jesús.

Pero, cuando nos referimos a esto, estamos hablando de aceptar aquellas cosas con las que lidiamos y entregar nuestra vida al Señor de forma completa.

Tomar la cruz significa rendir mi voluntad y caminar detras de mi Señor, aunque en mi humanidad yo haria otra cosa, no sigo mi voluntad ni mis deseos sino sigo a mi Maestro y decido rendirme a EL.

Que es entrega completa?

Significa ni más ni menos que rendimos nuestro corazón y voluntad a Jesús, y decidimos seguir sus pisadas, quizá en nuestra humanidad haríamos las cosas diferentes, pero como sigo a Jesús, voy por donde Él va.

Quizá en el proceso de mi cruz me toque perdonar, quizá me toque cuidar a quien no me cuido, o consolar a quien me lastimo alguna vez.

Seguramente hay quien no me quiere bien, pero en vez de en mi humanidad orar para “que un rayo los parta o Dios haga justicia” orare para que Dios les tenga misericordia.

Y no se trata de ser los tontos del barrio, sino los hijos de Dios, marcados y sellados con la sangre de Jesús, que no se comportan como el mundo lo haría, sino como su maestro lo hace.

Estos son simplemente algunos ejemplos de que es llevar tu cruz, el concepto se entiende en sí mismo y es una rendición total del corazón.

Si das tu vida, la ganaras.

Este concepto debe quedar muy claro, no estamos hablando de dar la vida en el sentido de “morir o vivir”, estamos hablando de un modo de vivir distinto al que llevaríamos sin Jesus.

Cuando Jesús se refirió a esto, lo que quiso decir fue, si tú te empeñas en vivir tu vida a tu manera, no llegaras a buen fin, porque perderás la salvación que vino a darte.

Pero si lo aceptas en tu corazón y sigues sus pasos, negándote a dar otros pasos que en tu humanidad darías, entonces, ganaras una vida y una bendición para tu vida que es la que El vino a regalarte.

Tomar la cruz y seguirlo, no siempre es facil, pero el final de ese camino es vida, y en el proceso, El te fortalece, no hay nada mejor que seguirlo.

Tomar la cruz, cuesta.

Muchas veces nos tocara hacer cosas que no son fáciles, o que no nos gustan tanto, pero, son las que como hijos de Dios debemos hacer.

Pesa, no es fácil cargarla, a Jesús le peso, y mucho, cayó varias veces porque le pesaba y estaba debilitado por tantos golpes, pero, se levantaba y continuaba.

Tu cruz te pesara, hay cosas que te van a costar hacerlas, te va a costar bendecir a quien te maldijo alguna vez, te costara perdonar, pero el perdón no es algo que se siente, sino que se decide, decido perdonar y soltar.

Pero cuando finalmente lo haces, cuanto alivio viene a tu vida, pero no quiero hoy hablarte del perdón sino de cuánto cuesta, pero podemos y debemos hacerlo.

Te pesara seguramente aceptar que a veces vas a vivir cosas que no son justas, lo que vivió Jesús tampoco lo fue, pero lo acepto.

Cuesta, pero a los pies de esa cruz, esta nuestra ayuda y nuestra fortaleza.

Somos una raza caída.

Pertenecemos a una humanidad caída, el pecado reina, y los que seguimos a Jesús somos mirados como “raros” porque es muy raro que alguien vaya por la vida bendiciendo y no maldiciendo.

Inevitablemente vendrán a tu vida situaciones dolorosas, quizá alguna enfermedad o situación y tu dirás “porque a mí”.

Confía en quien vino a darte una nueva oportunidad.

No estamos libres de “entrar al foso de los leones”, como le sucedió a Daniel, de lo que si estamos seguros es, de que El entra con nosotros y que si hace falta, les cierra la boca.

Vendran situaciones temibles, pero, no estas solo, El esta contigo.

Sígueme.

Muchos vienen a Jesús, y le dicen “Jesús que lindo eres, lo que hiciste” o lloran porque ven la película, pero, cuando leen cosas como esta dicen, no, yo no puedo, no soy Jesús para hacer todo eso.

Déjame decirte, que si quieres disfrutar del regalo de la redención y salvación que Jesús logro para ti en esa cruz, debes cargar con la tuya e inevitablemente seguir sus pisadas.

Cuesta, si, quizá caemos más de una vez, porque como te dije antes, pesa, muchas veces no vamos a querer cargar esa cruz y diremos “está muy pesada”.

Entonces alguien vendrá en nuestro socorro, porque el Señor es misericordioso y jamás te pedirá algo que sepa que no puedes hacer, y si te pide algo que sabe que te pesara, te enviara ayuda.

Jesús tuvo ayuda, Simón de Cirene apareció, y cuando Jesús ya no lograba cargarla, Simón lo ayudo y la cargo con El.

El Señor pondrá gente en tu camino que te hara la carga mas ligera.

Quiza tu vida no ha sido justa o estas criando hijos sola/o u otras situaciones que pueden agobiarte, pero si lo estas viviendo es porque puedes, y en lo que no puedas ten por seguro que vendrá ayuda.

Siempre me conmueve pensar en esto, imagino el intercambio de miradas, el abrazo sin querer que hubo entre ellos en ese momento y la conexión que se produjo entre ese ser humano que al principio no quería tocar ese madero, y Jesús, el Hijo de Dios.

Como no ayudarlo en aquel momento? Que honor el de Simón.

Mirándolo desde este tiempo, sabemos que todos nosotros éramos merecedores de esa cruz, pero El no, sin embargo esa cruz fue el medio que El uso para clavar allí nuestro pecado y que pudiéramos ser libres por su sangre.

Siempre el Señor pondra a alguien que te ayude a ponerte de pie, y a sostenerte cuando estes debil.

No importa las veces que caigas, levántate.

Levántate, así de simple, si te debilitaste y caíste, si pecaste, si no lograste seguirlo porque tu humanidad fue más fuerte, estamos en el periodo de la gracia, su perdón está allí para ti, y su misericordia se renueva cada día.

No es una misericordia que se termina, dice que se renueva todos los días, por lo cual, recíbela y ten la seguridad que el Señor te comprende y te anima a seguir.

Tú puedes.

No estás solo, la palabra de Dios dice, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, la cruz que te haya tocado cargar puede ser pesada, a veces te costara llevarla pero el Señor está contigo.

Si no la aceptas, o reniegas de ella, no puedes ser su discípulo.

Así de simple y de duro también, por todos murió Jesús, pero no todos lo aceptan y no todos quieren vivir como Él quiere que lo hagamos.

Pero si quieres que tu alma y tu espíritu cobren esa vida nueva que el Señor vino a regalarte y que El cumpla el propósito y el plan que tiene para ti, debes tomar esa cruz y caminar hacia delante.

No te quedes, a lo mejor piensas que no estas capacitado, pero, Él te capacitara mientras vayas caminando.

Conclusión:

Ser un hijo de Dios, aceptar a Cristo en el corazón no nos asegura una vida sin problemas, nos asegura que habrá ayuda en el camino mientras vamos cargando con todo lo que venga  a nuestra vida.

Tomar la cruz es rendir mi vida a aquel que dio la suya por mí, para romper las cadenas que me mantenían esclava y darme libertad.

Ahora eres libre por el sacrificio de Jesus, y en tu libertad puedes optar, pero yo que tu, opto por el mejor de los caminos, seguir a quien te regalo esa oportunidad de ser libre.

Y en esa libertad que me dio, me dice, sígueme, acepta el reto que tengo para ti, y sígueme que yo te fortaleceré en el camino y te enviare la ayuda necesaria.

Si te caes, levántate, si te debilitas, fortalécete en El, ora, búscalo a diario, no estás solo.

Y si no has aceptado a Jesús como tu Señor aun, hazlo hoy conmigo mediante una sencilla oración que hará que pases de ser una creación de Dios, a hijo de Dios.

Dile conmigo “Señor Jesús, te abro mi corazón, entra en él  y anota mi nombre en el libro de la vida, ayúdame a seguirte y a llevar mi cruz, en el nombre de Jesús, Amen”

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Marcos 5:2-17. Una historia que contarte.

Una historia que contarte, ese es el título que elegí para contarte acerca de este pasaje muy conocido por todos, pero que quizá siempre lo hemos visto como un milagro de liberación, y de cuanto poder tenia Jesús sobre los demonios.

Pero es más que eso, es la historia de un mundo al revés.

Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.

Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, más las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.

Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.

Hasta los demonios lo reconocen.

Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.

Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.

Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.

Habia llegado la luz para ese hombre que estaba cautivo y vivia en tinieblas, asi como hoy Dios te dice, ha llegado una buena noticia para tu vida.

Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.

10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.

11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.

12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.

Dios siempre nos libera.

13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido.

15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.

16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.

17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.

Entendiendo la situación que tenemos aquí.

Aquí vemos a Jesús junto a sus discípulos, y lo primero que ven al llegar a la orilla es un hombre en un estado horrible, la gente intentaba atar con grilletes y cadenas y las despedazaba.

En pocas palabras era como “el loco del pueblo”, al que evidentemente le tenían miedo.

A veces en vez de correr hacia El, corremos en direccion contraria.

De pronto llega Jesús, y hace todo lo que ellos no pudieron hacer por este hombre, ya que de algún modo por miedo o para que no los molestara más intentaban ayudarlo, su modo era atarlo quizá para evitar que se lastimara o también asustara a la gente.

Pero Jesús en una sola palabra lo deja libre física y espiritualmente.

En un solo instante le da la libertad y la gente va llegando a ver lo que estaba pasando, al verlo vestido, y en su sano juicio, cuál es la actitud de la gente?

“Jesús vete de aquí, tenemos miedo de ti” en otra versión la traducción dice “vete y déjanos en paz”.

En vez de agradecerle y sentirse aliviados tuvieron más temor de ver a este ser libre de lo que temían antes entonces le dicen a Jesús que se vaya y los deje tranquilos.

Igual que al día de hoy cuando algunos predicamos.

Te dije antes que te contaría una historia, y es la historia que sucede hoy en día, en nuestro tiempo, en el tiempo del mundo al revés.

Muchas veces tratan de ayudarte a resolver determinados conflictos y hay una oferta de distintas modalidades, tendencias para llevarte a una mejoría en ciertas situaciones que no puedes resolver.

Y eso no está mal, está bien, pero, sucede que de pronto ven a alguien que conoce a Jesús, y se rinde a Él, y entonces el Señor hace un milagro.

Si le abres tu corazon, no siempre te entenderan, pero, una paz que jamas has sentido llegara a tu vida, aun en la peor de las situaciones.

Entonces la gente alrededor comienza a ver un cambio de vida, de carácter y ánimo, pero en vez de alegrarse dicen cosas como “en que estará metido” o “se metió en religión”…

El ser humano confunde muy rápido religión con Jesús.

Los prejuicios y las ideas de este mundo al revés, hacen que nos asuste más seguir a Jesús y aceptarlo en nuestro corazón, que ir a probar diferentes cosas que nos ofrecen.

La mayoría sigue a las masas.

Hay una rama de la psicología que sigue y estudia el comportamiento de las masas, estos investigan porque la gente que prefiere seguir a las masas lo hacen sin cuestionarse si están bien, o mal.

Ten por seguro que los que decidimos seguir a Cristo, no estamos dentro de ese grupo, porque antes de un encuentro con Jesús tuvo que haber un quiebre de estructuras y estereotipos mentales con los cuales hemos ido creciendo.

Por lo general quien llega a Jesús, no lo hace sin antes cuestionar o dudar, porque es muy normal en el ser humano cuestionar todo aquello que no logra ver con sus ojos, por eso es que el hombre sigue la tendencia de las masas que no siguen a Cristo lamentablemente.

Rompe tus estructuras mentales.

Deja de decirle a lo malo, bueno, y a lo bueno, malo.

No te hablo de religión, ni doctrina, te hablo de aceptar a Jesús en tu corazón y  entender que Él te ofrece una paz que aún no logras tener y de seguro no lograras tener sin Él.

Deja de buscar en los demás, y mira lo que hay en tu corazón, quita los argumentos y justificaciones, ríndete a Él, y se libre, porque sanar el alma, nos libera.

Juan 8:36 «Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres».

Porque al igual que estas personas prefieres las cadenas que te atan y buscas ver si de alguna otra forma te puedes liberar sin oír a Jesús?

Somos liberados cuando aceptamos, y abrimos el corazón.

Solo cuando logre aceptar mis culpas y debilidades, perdone y abrí el corazón, logre salir del estanque en el que estaba atada y halle una paz duradera.

Puedes golpear muchas puertas, y buscar la paz en otros lugares pero no te durara mucho, porque la biblia, que es ni más ni menos que la palabra de Dios, nos ha dicho que solo hay un camino y ese es Jesús.

Nada es más seguro en esta vida, que moriremos algún día y mi pregunta para ti hoy es, cuando ese día llegue y cierres tus ojos aquí, sabes donde los abrirás?.

No tienes temor de equivocarte y que ese error te lleve a una eternidad sin Cristo?

Busca hoy a Jesús, porque hoy está al alcance de una oración sencilla y sincera.

Él dijo, el que me busca me encuentra, el que llama se le abrirá.

Porque le tienes tanto temor a abrir tu corazón a Jesús y prefieres seguir por caminos inciertos, cayendo una y otra vez sin encontrar esperanza para tu vida?

Hoy día te miran raro si aceptas a Cristo, pero te aplauden si llamas a los ángeles por ejemplo, o te aplauden si haces rituales extraños para lograr un poco de paz, que por cierto, además deberás pagar por esos rituales.

Valora a Jesús.

Jesús abrió los brazos en esa cruz para ser clavado allí, y de algún modo es un símbolo porque El continua con los brazos abiertos para ti, su sacrificio nos dio una oportunidad de redención y de salvación para todo aquel que lo acepte y lo invoque.

El mundo defiende lo indefendible, hablar de Jesús en una institución educativa es terrible, pero hablar de todo lo que atenta contra la vida o la familia tal y como la conocemos es casi visto como súper cool.

Jesus te dice «sigueme».

Es el mundo al revés.

Hoy te invito a examinarte y ver si vas con las masas o si vas en contra de las masas pero con el más grande de tu lado, con el que venció la muerte, porque a Él nadie le quito la vida, El la dio.

El dejo muy claro en Juan 10:18:

18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.

Por ti, y por mí, lo hizo por cada uno de nosotros.

Ser un seguidor de Jesús no está de moda, pero si lo está contaminar las mentes de nuestros jóvenes con doctrinas inventadas por hombres y mujeres que intentan hacer algo con sus vidas.

El suicidio hoy es un flagelo mundial y la depresión está a la orden del día, y que estamos haciendo para frenar esto?

Muchos buscan encajar en un mundo errado, niños sin amor, personas que sienten tanto rechazo que buscan ser otra cosa que no son, y así podríamos seguir describiendo tantas cosas que suceden.

Pero hay una buena noticia, Jesús te ama.

Jesús te ama.

Te acepta tal y como eres, y no tienes que hacer nada, no hay nada que Él te vaya a pedir a cambio, solo que le des tu corazón, que lo confieses como tu Señor y que a través de ti, tus futuras generaciones sean bendecidas, y eso también es una promesa.

No te aferres a tus cadenas invisibles, rompe la ideología y los prejuicios que te han inculcado y decide ser de los “raros” que siguen a Jesús, y no a las masas que no saben qué hacer con su dolor.

Esta gente en este pasaje dijo, déjanos en paz!!! No queremos oírte!!

Igual que alguna vez todos le respondimos a quienes nos hablaron del amor de Jesús.

Conclusión:

Puedes mantenerte en “yo me quedo así, yendo para allá”, o darte la vuelta.

Sabes que arrepentirnos al pecado, significa eso?, darnos la vuelta.

Juan el bautista gritaba que se arrepintieran, y hoy somos miles de miles los que gritamos que acepten a Jesús.

Toma su mano, El jamas te soltara:

Él no es religión, tu vida cambiara no porque alguien te imponga una doctrina, sino porque cuando Jesús entra, hay una revolución en el corazón y la relación será personal entre Él y tú.

No te salvas por ir a una iglesia, te salvas por conocerlo a Él y aceptarlo.

Dile conmigo: “Señor, te acepto en mi vida y corazón, entra en él, y ayúdame a conocerte, anota mi nombre en el libro de la vida y guíame a partir de hoy como tu hijo, en el nombre de Jesús, Amen”.

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