Zacarías 4:6. Luchamos con su Espíritu

Luchamos con su Espíritu y Zacarías nos lo expresa así:  Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Los seres humanos nos encontramos cada día librando batallas de diversa índole, en cada área de nuestra vida, trabajo o familia.

Los creyentes y quienes hemos aceptado al Señor como nuestro Dios y salvador, muchas veces nos olvidamos este principio que debe estar grabado en nosotros.

Cuando batallamos en nuestras fuerzas, solemos sentirnos agotados o agobiados.

El Espíritu Santo nos guía.

Pero Dios es experto en hacernos recordar que no podemos ganar con nuestras fuerzas, que quien pelea nuestras batallas es El, a través del Espíritu Santo.

Debemos aprender a depender más de su dirección y de su Espíritu, Él nos guía a hablar lo que debemos cuando no sabemos que decir.

O cuando no sabemos cómo resolver determinadas situaciones, es el Espíritu Santo el que te guiara.

Miremos nuestro interior.

Examina hoy tu diario caminar, y pregúntate algo tan sencillo como ¿estoy peleando yo mis batallas o le doy lugar al Señor?

Recuerda que si estas hoy peleando por ganar a tus hijos o esposo/a para Cristo y lo haces en tus fuerzas, te desgastaras en el proceso.

No ganaras batallas, por tus grandes dones o habilidades, o por lo guapo o guapa que eres, o por lo inteligente que puedas ser ni por tus bienes.

Nada de eso tiene ningún valor si lo comparamos con el Dios de los ejércitos que tenemos de nuestro lado.

Las batallas de un creyente las peleamos en el espíritu y a través del Espíritu Santo,luchamos con su espíritu.

Cuantas veces nos olvidamos que tenemos un Dios grande y maravilloso, y ahí nos encontramos en la vida, batallando y quejándonos del cansancio que tenemos o de que las cosas no salen como esperamos.

Si te encuentras en el proceso de servir a Dios y estas predicando o liderando, examina como lo estás haciendo y recuerda que luchamos con su espíritu.

Busca a traves de su palabra llenarte de su espíritu.

No es en nuestra fuerza, es con su fuerza, no es en la carne, es en el espíritu.

Si realmente quieres ganar almas para Cristo, llénate de Él, y pelea de la mano del Espíritu Santo.

Aprende a oír su voz y a dejarte guiar y direccionar.

Él te dará instrucciones específicas y abrirá camino donde no lo hay.

Anímate a confiar ciegamente en el Dios que abre el mar en dos para que su pueblo pase al otro lado, anímate a confiar en el Dios que alimenta a su pueblo en un desierto por cuarenta años.

Conclusión:

Deja que El pelee por ti y te establezca como un siervo/a y use tu vida a favor de aquellos que aún no lo conocen, pero para eso tienes que aprender a usar la fe y ponerla por obra.

Confiar ciegamente, como lo hace un niño con su padre.

Luchamos con Su Espíritu, el mismo Espíritu que levanto a Jesús de entre los muertos es el que tú y yo tenemos con nosotros cada día.

Artículos Relacionados:

2 Corintios 3:14-18 Donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad.

Donde está el espíritu de Dios allí hay libertad, en este capítulo de 2 de Corintios nos muestra como ese velo que no nos permite ver, solo el Espíritu Santo es capaz de hacerlo a un lado.

“14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.

15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.

El Espíritu nos da libertad

17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”

      

Cuando el Espíritu Santo desciende hay libertad

Hay muchas oportunidades en las que la biblia habla acerca del velo, por ejemplo Moisés decía que se ponía un velo luego de estar en la presencia de Dios.

También en el nuevo testamento con la muerte de Jesús, dice que el velo del templo se rasgó, hay varios pasajes donde se nombra el velo, pero hoy hablamos acerca de lo que es el velo espiritual.

El velo espiritual es lo que les impide a aquellos que tienen el corazón endurecido y el entendimiento embotado poder oír y ver.

A traves de Jesus el velo cayo

Por eso dice que aunque leen, les queda el mismo velo, no pueden ver o entender, pero que por causa de Cristo es quitado. Es que solo a través de Jesús ese velo se rasga y cae.

En el verso 16 nos da la promesa y la tranquilidad de que cuando se conviertan al Señor, ese velo se quitara.

Hay Procesos.

Quizá hoy estés orando por algún familiar, por tus hijos o cónyuge, y a lo mejor les hablas y no quieren nada, o no te oyen, hay personas que ni siquiera nos dejan hablarles acerca de nuestro Señor.

Y nos preguntamos porque, o como algo que yo leo en la palabra de Dios lo puedo entender y quizá el mismo texto si se lo lees a alguien que aún no ha sido convertido no lo puede comprender.

Es que lo primero es convertirse, y para convertirse hay que nacer de nuevo, son procesos que van juntos.

Cuando entregamos el corazón al Señor, nacemos de nuevo, y somos procesados por Dios en este proceso de conversión, de volver de nuestros caminos.

Convertirse es eso, es volverse, es darse vuelta, es un comenzar de nuevo, luego de ese nuevo nacimiento  y comenzar a aprender a vivir en dependencia absoluta de nuestro Dios.

Cuando Dios entra el Espiritu te hace libre

Y es en ese momento, cuando nacemos de nuevo, y nos convertimos que el velo cae.

Lo que antes no veíamos, ahora lo vemos, lo que antes no queríamos hacer, ahora corremos a hacerlo, si nos costaba orar, ahora deseamos estar en la presencia del Señor

Esto es porque lo hemos experimentado y conocido de un modo que jamás lo habíamos conocido.

Es que donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad, y esa libertad la vas a sentir.

Él es quien te hace libre de tus adicciones, de las cadenas de opresión, o de lo que el enemigo por años te ha convencido de que tú eras, Dios te da la libertad.

El te procesará hasta verse reflejado en tí.

Y Dios va a trabajar en ti, y lo hará de tal modo, que como si estuvieras mirándote en un espejo, veras la obra de Dios terminada en ti, y Él se podrá ver en ese reflejo.

El velo cae,y eres verdaderamente libre

El Espíritu Santo, quitara el velo, te dará la libertad y te procesara, para convertirte en imagen de Dios en la tierra.

Somos hechos a imagen y semejanza de Dios, no existe otro ser creado por Dios, que la biblia nos indique que haya sido creado a su imagen y semejanza, solo el ser humano.

Y tu podrás decirme, como puede ser entonces que haya tanta maldad en el mundo y como es que hay tanta gente mala.

Yo debo responderte que ese es el producto del pecado en la vida de nosotros, y ya nacemos con la herencia de pecado, por más bellos que seamos como bebes, nacemos en pecado.

Pero El no planeo eso para nosotros, sino que en sus planes siempre estuvo nuestra bendición.

Y a pesar de nuestra desobediencia y nuestro pecado, el envió a Jesús para acercarnos de nuevo y darnos la posibilidad de ser aquello para lo que fuimos creados.

Conclusión:

Si te sientes atado a algún pecado, o a tu carácter, o estas orando por algún ser amado y aun no has podido vencer, no te desanimes, Dios está obrando.

Deja que tu corazón sea tratado por El, el velo cae, el Espíritu Santo obra.

Donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad, y el día llegara para ti y para tus seres queridos, que como en un espejo, podrás ver el reflejo de Dios en tu vida.

Artículos relacionados:

Ezequiel 37:1-14 El da vida a los huesos secos

El da vida a los huesos secos, nuestro espíritu está seco y vacío, pero El sopla vida en nosotros y de esto se trata esta historia, léela conmigo..

El valle de los huesos secos

37  La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.

Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.

Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.

Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.

Él da vida a los huesos secos

Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.

Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.

Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.

Lo que esta muerto vivira

10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.

11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.

12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel.

13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío.

14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

Promesa en medio de la prueba mas dura

Esto fue escrito por el profeta Ezequiel en un tiempo posterior a la muerte del rey Josías, año en el que Israel se ve sometida por Egipto, y Babilonia, y va perdiendo todo poco a poco, una Israel sometida y llena de violencia e injusticia, en ese contexto fue esta profecía.

Es un momento terrible, han perdido no solo la independencia, sino sus templos la base de sus creencias y todo lo que era valioso para ellos, vale decir que se encontraban en una crisis terrible.

No nos hemos encontrado muchas veces en esas crisis donde sentimos que no nos queda nada?

La soledad y la tristeza a veces nos embarga, pero su amor te consolará

Ezequiel era uno de los profetas mayores, que siempre había sido reconocido por la forma en la que podía oír la voz de Dios, y como transmitía su palabra.

Pero, en un momento así, traía una palabra profética con una promesa de restauración muy fuerte.

Nosotros hoy día estamos en una sociedad violenta, donde cada vez más vemos la injusticia y la ausencia de paz en las personas.

Cada día nos encontramos con personas adictas intentando encontrar en ese mundo un poco de paz que obviamente no solo no la encuentran sino que se hunden.

Él quiere darte vida y consolar tu dolor.

Personas con una amargura en sus corazones, tristezas y heridas emocionales que los estancan y solo el Espíritu de Dios es capaz de dar una nueva vida a estas personas.

Vemos ahora en estos tiempos que vivimos esta pandemia mundial donde además de todo lo que vivíamos ha llegado para recordarnos cuan frágiles somos como seres humanos y nos ha sometido a distancias que agravan aún más la soledad ya existente en mucha gente.

Puedes estar lejos de algún ser amado, quiza se fue, o se enfermo, y no puedes abrazarlo, pero Dios consuela tu corazón y te dice yo soplo aliento de vida en tí.

Hay una buena noticia, hay una salida, y esa salida está en la palabra de Dios y a través de su Espíritu Santo.

Cuando el Espíritu Santo viene te revive y te consuela

Hay algo que tenemos que tener presente, Dios lo manda a Ezequiel a ir a profetizarle a un pueblo desesperado y hundido, y Ezequiel tuvo que acercarse y hacerlo.

Así como los que hemos conocido a Jesús hoy tenemos que llevar la palabra a esas personas que aunque están vivas, interiormente están muertas.

Busca comunión con Él.

Pero para llevar la palabra y transmitirla hay que tener una comunión y una relación con el Espíritu Santo que es quien da la vida y quien nos da a nosotros la palabra exacta para cada uno.

Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros, y donde hay muerte, Él puede dar vida.

Si andas por la vida sintiendote que no te queda otra, óyeme, hay una esperanza y se llama Jesucristo.

El puede cambiar tu tristeza en alegría, tu soledad en abrazos, y tu muerte espriritual en vida eterna.

Jesucristo, que colgó y murió en una cruz por ti, y que cuando tú lo aceptas en tu corazón, El entra, y junto con El, el Espíritu Santo te vivifica, y lo que estuvo muerto, ahora vive.

Conclusión:

Es una promesa para nuestras vidas y para todos aquellos que se acercan a Él con un corazón quebrantado.

No importa en qué condición estés, quizá sea en la peor condición, o en la tristeza mas profunda, pero Él te levantara, soplara vida en tus huesos secos y te pondrá de pie.

El da vida a los huesos secos, porque todo aquel que está en Cristo no morirá jamás, quizá tu cuerpo un día muera pero tu alma vivirá para siempre en su gloria.

Es promesa de Dios para tu vida.

Artículos relacionados:

Romanos 12:1-2 Deberes cristianos

Deberes Cristianos, instrucciones que Pablo nos ha dejado.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Esta es la carta que el apóstol Pablo escribe a los romanos, a la iglesia que está creciendo y aprendiendo a caminar en Dios, y deja en esta hermosa carta una serie de instrucciones, y deberes cristianos, hoy nos abocaremos a estos dos versículos.

Antes de conocer a Cristo, nuestros cuerpos estaban llenos de pecado y no nos importaba usarlo mal.

Pero cuando nos hemos entregado al Señor, nuestro cuerpo pasa a ser de Él, por lo cual nos insta a presentarlo como un sacrificio vivo y santo.

Hay un pasaje que podemos enlazar a esto que estamos hablando y está en 1 Corintios 6: 19 que dice “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

En el antiguo testamento se hacían sacrificios muertos, pero a partir de Cristo hay un sacrificio vivo, que fue El, quien fue a la cruz en obediencia a su Padre, pero venció y resucito.

Cuando hemos conocido la verdad, esta nos hizo libres, y nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo y sacrificio vivo para Él.

El espíritu Santo renueva nuestra mente y nuestra vida.

Somos instrumentos de Dios en la tierra, somos su boca y sus manos.

Mientras que Jesús camino en la tierra solo unos pocos tenían el privilegio de verlo, tocarlo y sentirlo, pero al ascender a los cielos, y enviar su Espíritu, ahora Jesús mismo vive en cada uno de los que le amamos.

Pablo nos dice cuáles son los deberes cristianos pero también nos instruye en la renovación de nuestra mente.

El Espíritu Santo nos renueva

Cuando nos convertimos realmente y de corazón, nos damos cuenta que sufrimos una especie de metamorfosis, y que no podemos reconocernos muchas veces a nosotros mismos.

Ahora somos capaces de hacer cosas que antes no hubiéramos hecho, pensamos de modo distinto y rechazamos cosas que antes nos seducían.

Incluso los demás al oírnos o ver nuestras actitudes y pensamientos, notan que ya no somos lo que fuimos. Dios saca la mejor versión de nosotros.

Es que cuando Dios entra, transforma, esa es una señal muy fuerte de que usted está caminando rectamente y si aún no lo logra , ore, pida y el Espíritu Santo está listo para redargüir y hacerle ver que cosas debe renovar y o sacar de su mente.

Por ultimo Pablo nos habla acerca de la voluntad, déjeme decirle que si usted quiere vencer el pecado o cambiar algunas actitudes con  su propias fuerzas, fracasara, porque lo cierto es que somos débiles.

Conclusión:

Pero la palabra dice que Dios se perfecciona en nuestra debilidad, por lo tanto si usted le entrega su voluntad al Señor, y le dice con sinceridad “no puedo con mi fuerza y mi voluntad pero busco la tuya”, usted vera como El hará la obra y lo que usted no lograba vencer, lo hará.

Tenemos un Dios experto en retos difíciles, un Dios para el que nada es imposible y tenga la seguridad que si le ha entregado su vida, Él tiene un propósito para usted.

Si santificamos nuestro cuerpo y renovamos nuestra mente esa voluntad agradable y perfecta se verá manifiesta en nosotros.

Salir de la versión móvil