Jeremías 18:3-4. Vasijas nuevas.

Vasijas nuevas, eso somos en las manos de nuestro Dios, pero para hacer una vasija nueva, hay que comenzar desde cero.

Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.

Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

El deshace todo lo viejo, nos moldea hasta hacernos de nuevo.

En alguna otra oportunidad hemos visto este pasaje visto desde otra perspectiva, pero, hoy Dios ha hablado a mi corazón y me ha mostrado otra cara de esta verdad y de cómo Él trabaja en cada uno de nosotros.

Todos tenemos un llamado del Señor para llevar su palabra, y seguramente anhelamos ser usados en distintas áreas.

Pero venimos al Señor con un montón de vicios, costumbres y modismos que no sirven para el reino de Dios y que es necesario que sean cambiados.

El proceso nos lleva al siguiente nivel.

Para encontrar esa madurez en el Señor, esa madurez que nos lleva a ese siguiente nivel, que es el servicio.

Todos debemos ser pasados por el fuego, y sometidos a procesos en donde aprendemos, y sobre todo somos moldeados.

Somos instrumentos de Dios, pero seremos usados por El en el momento, como, donde y cuando Dios decide que estamos prontos para llevar a cabo su voluntad.

Y es en su tiempo y luego de tratar con nosotros, donde lo que El tenía preparado para nosotros se da cumplimiento.

Muchas veces ese proceso puede ser largo, y todo comienza con un encuentro.

No fue hasta que Moisés, tuvo un encuentro con Dios en forma de aquella zarza ardiente de la que nos cuenta la biblia en Éxodo, que Moisés tuvo clara cuál era su misión y recibió el toque y la instrucción necesaria para poder hacer lo que Dios quería que el hiciera.

Somos como vasijas viejas, que seran convertidas en nuevas.

Algunos venimos a Cristo, y creemos de cierto modo, que tenemos la capacidad o los conocimientos para servir al Señor, y podemos tener la mejor disposición.

Pero, en el reino de Dios todo funciona distinto.

No es por conocimiento sino por cuan rendido esta tu corazón al poder y la gloria de Dios.

Porque no eres tú el que hace la obra, sino El.

Nunca es nuestra obra, es la obra del Señor, no son nuestras habilidades, sino las de Él, y no es cuan carismáticos somos lo que produce el fruto, sino cuánto hay de Cristo en nuestra vida lo que produce un mover del Espíritu Santo que hace que las personas oigan lo que tienes para decir.

Cuando el proceso termina, la vasija queda lista y como nueva.

Cuando el Señor te llama, quebrara todo lo que traes, tus costumbres, tus modos, y todas aquellas cosas que sean un obstáculo para que su gloria brille.

Y ese es el proceso duro, ese proceso de quiebre y en el que todo lo que éramos se cae, todo lo sucio que había en nosotros, sale.

Y de pronto nace en nosotros una nueva versión, del modo que Él nos ve y nos ha soñado.

Quizá estas en medio de ese proceso, o te sientes estancado, pregúntate si eso no significara que estas en medio de un proceso de Dios en el que seguramente Él va a romper tus estructuras.

El te enseñara a no ser sabio en tu propia opinión y a oír cual es la opinión de Dios, y nacerá en ti una nueva criatura con una personalidad similar a la del Señor.

Conclusión:

Tu eres la arcilla en las manos de Dios, y el no está apurado, quizá sientas que la vida se te va, que estas grande, que has perdido tiempo, y estas ansioso por hacer cosas para el Señor.

Pero Él no tiene apuro, te moldeara y serás como arcilla en las manos del alfarero, hasta que, la obra sea tal y como Dios la ha pensado.

Si quieres servir a Dios, aprovecha ese desierto en el que Él te moldea para llevarte al siguiente nivel.

Él no se ha olvidado de ti, ni te ha desechado, simplemente está obrando en ti.

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Jeremías 29:11-14 Dios tiene promesas para ti.

Dios tiene promesas para ti en este año que ha comenzado, no importa lo que oigas a tu alrededor o lo mal que pueda estar todo a tu alrededor.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

La promesa vino en momento de cautiverio.

Este es un pasaje muy conocido entre los cristianos, y una promesa que la conocemos de memoria aquellos que somos parte del cuerpo de Cristo, o de una iglesia.

Pero cuantas veces no nos hemos puesto a pensar en qué contexto esta promesa vino para su pueblo, este pueblo que estaba cautivo en Babilonia y que estaba pasando tan mal.

En medio de la oscuridad la palabra de Dios y sus promesas brillan y el futuro esta en sus manos.

En medio de tanta oscuridad Dios le da a Jeremías una promesa para su pueblo, y cuantas veces como a este pueblo, nos pasa con todo lo que vemos hoy día, viviendo en medio de una pandemia mundial, cuantas veces pensamos “donde esta Dios que no ve o no interviene”.

Es que El si ve, y sabe perfectamente lo que está sucediendo, pero, así como nos ha dicho que Él no nos evita pasar por los desiertos, también nos ha dicho que pasara con nosotros.

Dicho de otra forma, nada de lo que sucede a tu alrededor, o quizá lo que te sucede a ti o a tus seres queridos será un estado en el que te quedaras, vas a pasar por este tiempo difícil, pero pasaras al otro lado, porque Dios tiene pensamientos de paz y de esperanza para ti.

El desea bendecirnos.

El desea darnos un futuro mejor, que esté presente en el cual estamos, y no importa cuán grave sea el problema, nosotros no vemos la salida, pero, Él tiene todas las puertas abiertas.

Esta promesa fue dada a un pueblo en un contexto de crisis, de exilio, de cautividad y esta promesa es dada a tu vida por Dios en este  momento en el que quizá no la estés pasando tan bien.

Cree en sus promesas, buscalo con fé, y pasaras el obstaculo y la dificultad de su mano.

Lo que estás pasando no es el final, el final es el que tiene Dios para ti, lo que está por delante es mejor que todo lo que esta atrás, lo que tienes delante es un futuro lleno de esperanza y paz en Dios.

Pero para encontrar, tienes que buscar, y buscar bien, buscar a Dios.

Muchas veces Dios nos incomoda con algo, con el fin de que nos movamos, Dios no quiere que te quedes en la cautividad o en el letargo, sino que quiere movilizarte por lo cual muchas veces te incomodara para que busques más de Él, y para que te sometas a Él, a fin de poder bendecirte.

Dios tiene intenciones y planes con tu vida, estas en sus pensamientos, Dios se acuerda de ti.

El no olvida tus necesidades, ni tampoco ninguna de tus peticiones, nada está fuera de su control así como nada de lo que sucede esta fuera de su rango visual.

Conclusión:

El Señor te ve, y te oye, pero, si tú necesitas de Él, debes buscarlo, y es entonces, y solo entonces cuando se hará presente y te abrazara como solo un padre amoroso puede hacerlo.

Nuestro Dios tiene planes increíbles con nosotros, que no alcanzamos a imaginar, pero, a veces por miedo, no los llegamos a alcanzar, porque no confiamos lo suficiente y entonces abortamos procesos de Dios, o los enlentecemos.

No te demores en clamar al Señor si te encuentras en dificultad, porque es una promesa para nuestras vidas el hecho de que si lo llamamos, El acudirá a nuestro llamado.

Clama a mí y yo te responderé” dice Jeremías 33:3.

Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos, búscalo y se dejara encontrar por ti.

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Mateo 7:1 -6. Mírate a ti mismo primero.

Mírate a ti mismo primero que a tu prójimo, eso es básicamente lo que Jesús enseña en este pasaje.

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Que es el juicio?

Juzgar en griego significa “Krino”, la verdadera traducción de esta palabra griega es distinguir o decidir.

Aunque parezca un poco duro este pasaje, o parezca que el Señor nos está dando un tirón de orejas, lo que el Señor aquí expresa es puro amor, amor hacia todos y cada uno sin condiciones, y lo que nos enseña es una regla básica para que no caigamos en una trampa para nosotros mismos.

No seamos rapidos en emitir juicio.

Todos los días nosotros de cierto modo juzgamos cuando distinguimos que es bueno y que es malo, según la palabra de Dios, que es el verdadero filtro para identificar entre lo bueno o lo malo y eso de cierta manera eso es juzgar, ya que cuando distinguimos entonces inmediatamente decidimos si hacemos o no aquello que estamos observando.

Lo que Jesús nos está enseñando es que antes de emitir un juicio acerca de alguien más, lo hagamos sobre nosotros mismos, sobre nuestras actitudes, pecados o costumbres, que quizá veamos como buenas pero si las pasamos por el filtro de Dios, pues no serían en ocasiones tan buenas.

La palabra de Dios es nuestro filtro para saber lo que es bueno y lo qu eno lo es.

Cuando miramos a otros solemos ser muy severos, y estructurados, pero no es lo mismo cuando nos miramos interiormente, y si logramos ver esto, entonces el amor y la empatía por nuestro prójimo prevalecerían, y no seriamos tan rápidos en emitir juicios.

No juzgues, mas bien, restaura.

Una persona que juzga rápidamente, suele ser una persona que no está pensando en restaurar sino en castigar, que son conceptos totalmente distintos.

Hay incluso líderes cristianos, muy rápidos en disciplinar, tomar medidas o emitir juicios sobre aquellos que tienen a su cargo, sin pensar que una palabra mal dicha o un mal sentimiento generado en el otro puede ser la herramienta que el enemigo este esperando para alejar a aquella persona del Señor.

Cuando Jesús corrige lo hace con un amor, que aun en la reprensión, uno se siente amado y bendecido, como cuando un padre corrige a un hijo, sabemos que puede haber disciplina pero va encarada a la restitución y a la formación, pero jamás al juicio.

El ser humano es muy rápido para juzgar al otro, pero muy lento para decidir dedicarle tiempo a la formación y crecimiento de un hermano.

Pero “Dios es lento para la ira y grande en misericordia” como dice el Salmo 103:8.

Antes de mirar y levantar tu dedo o tu voz contra alguien más, seas quien seas, mira si tu vida está en orden, y sobre todo mira tus frutos, los frutos del Espíritu en ti.

La unica balanza justa es la del Señor.

Haz con los demás, como quieres que hagan contigo, ejerce la misma misericordia, no seas sabio en tu propia opinión como dice la palabra de Dios, aunque seas un Pastor, tú necesitas tener la misericordia del Señor en tu vida y para con otros.

Porque solo el amor atrae a las personas al Señor, jamás el juicio.

Miremos cada uno nuestro interior, observemos la cantidad de cosas que todos los días tenemos que arreglar en nosotros mismos, y es una lucha diaria contra nuestros deseos y concupiscencias.

Y la misma lucha tiene los seres humanos en todo el mundo desde todos los tiempos.

Romanos 7:19 dice “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”

El mismo Apóstol Pablo decía, que aquellas cosas que no quería hacer, eran las cosas que hacía, lo que decía era que él también tenía una lucha constante consigo mismo, una lucha con su carne, por su condición de humano.

Quizá tu no cometas un pecado que a las leguas se ve que es pecado, pero quizá tienes luchas con tu carácter y con tus modos, y déjame decirte que los frutos del Espíritu Santo son los que se deben ver en tu vida.

Que nos está diciendo hoy el Señor?

Nos está diciendo, ya no se juzguen, mírense cada uno a sí mismo, y si ves algo malo en otro, entonces ayúdalo a vencer, luego que hayas enderezado tu conducta preocúpate por la restauración del otro.

No emitamos juicios, más bien, seamos como el Señor es, misericordioso y lento para la ira, solo a Él le corresponde juzgar, a nosotros nos corresponde predicar, ayudar y guiar.

Esto no significa que no puedas llamarle la atención a alguien a quien ves yendo por el mal camino, claro que puedes, y debes, pero, recuerda que cuando lo hagas, uno de los frutos del Espíritu Santo es el amor y la paciencia, llegaras mucho más rápido a su corazón.

Conclusión:

No hay corazón duro que no se ablande ante el amor de Dios, seamos un instrumento de amor, y no de juicio para este mundo injusto y oremos por aquellos que aún no conocen la verdad de Jesús y que la palabra sea regada.

El amor de Jesús es algo que siempre impacta mi vida cada vez que leo lo que decía, y aun cuando oro y el Espíritu Santo habla a mi vida, todos los días, Él nos corrige y nos endereza.

Oremos para que ese amor que está en el Señor, sea el que sobreabunde en nosotros para que podamos alcanzar a aquellos que jamás sintieron ese amor.

Y si estás leyendo esto, y quizá algún día te alejaste del Señor por alguna herida producida por la palabra o los dichos de alguien que sin la dirección de Dios te lastimo, perdona, y pide perdón y ponte a cuentas con el Señor, porque tu salvación y tu relación con Dios no pueden ponerse en riesgo.

Acércate a tu Padre Dios que te abre los brazos, te abraza, limpia y restaura.

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Éxodo 33:14-20. Hacia la libertad.

Hacia la libertad es donde nos guía el Señor siempre, porque su mayor deseo es que vivamos en libertad, para eso envio a Jesus, a morir en la cruz por nosotros, para ser salvos y libres, sin la presencia de Dios nada podemos hacer.

14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16 ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

Si Dios te ha prometido que pasaras en seco y te dara libertad, El lo hara.

Vamos a leer este pasaje hasta aquí, puedes seguir la lectura en tu biblia, pero, ahora juntos hagamos una breve reseña acerca de esto que estamos viendo.

Israel era un pueblo que había sido sacado de Egipto por Dios , a través de Moises, muchas veces en nuestra vida de cristianos nos referimos a Egipto como el pasado del que Dios nos libro, y esta es la razon.

Egipto era sinónimo de esclavitud, pero Dios los guío a la libertad.

Egipto para Israel significo años de esclavitud, trabajos duros y fuertes castigos, hasta que Moises de la mano del Señor los guía en un Exodo hacia la libertad.

En ese trayecto son perseguidos por el Faraon y su ejercito, quienes perecen en las aguas del Mar Rojo, por el que Israel atraviesa en seco al haber sido sus aguas divididas para que el pueblo de Dios pasara.

Este es el contexto en el que encontramos a Moises en un dialogo con el Señor, el cual les ha dado la promesa de llegar a la tierra prometida, a la tierra que fluye leche y miel, pero, de que sirve entrar en un lugar de abundancia si la presencia de Dios no va contigo?.

De esta forma la biblia nos  describe este hecho y nos cuenta que Moises le dice al Señor,  “no ire sino vas conmigo”.

Solo en su presencia podemos tener paz.

Es que solo la presencia de Dios nos da descanso, solo cuando sabemos que Dios esta en medio de nuestro desierto es que podemos respirar con un alivio que proviene del saber que no peleamos solos.

Yo encuentro a este pueblo de Israel en medio de un proceso en el cual muchos de nosotros estuvimos o quizá algunos aun están, de hecho este pueblo fue sustentado con Mana del cielo en su tiempo en el desierto.

Que significa y que era el Maná.

Mana significa “que es eso”, una expresión que salio al ver ese alimento que Dios les daba todos los días, El Señor no les daba otras cosas, sino lo estrictamente necesario para vivir, y esto es algo en lo que quiero detenerme por un momento.

El no les daba otros manjares, les daba Mana que era una especie de pan con sabor a Miel y  que cuenta la biblia que los Israelitas se las ingeniaban para darle otros sabores.

El Señor les daba este alimento todos los días, no les envio un contenedor con comida, ni les ordeno plantar o algo similar, porque el desierto es temporal.

No es el deseo del Señor que te quedes en el desierto, este pueblo terco y duro de comprender se tuvo que quedar 40 años, pero ese no era el deseo del Señor, sino que quería que saliera mucho antes de allí, y ese es parte del mensaje de hoy, no te quedes mucho mas en el desierto.

Busca el aprendizaje y aprovecha el proceso, porque mientras atravesamos el desierto de la adversidad estamos aprendiendo y conociendo como actua Dios a nuestro favor.

El te dara lo necesario para que nada te falte en el proceso.

El te dara lo necesario para cada dia, no te dara para que te instales allí, sino que será el alimento necesario diario que tu deberas salir a buscar todos los días, para que puedas resistir y pasar por ese proceso que te llevara al siguiente nivel en las promesas que Dios haya hecho a tu vida.

Moises le dijo Señor ven conmigo, acompañame en esta transición, y Dios le prometio acompañarlo y estar con el.

Por su misericordia tenemos libertad, y alcanzamos sus promesas.

El versículo 19 el Señor promete que todo el bien, toda su bendición ira delante de ti, por misericordia, no porque lo merezcamos, sino por misericordia.

Yo no se como esta tu vida hoy, pero si has salido de algún Egipto, seguramente estes transitando en un éxodo hacia las promesas de Dios para tu vida.

Hay un proceso que atravesar siempre.

Pero en ese camino, encontraras muchas cosas que a veces te tentaran a abandonar las cosas de Dios, o te llegara el hastio de ese sustento diario porque asi somos los seres humanos, siempre queremos todo y ya.

Pero todo tiene un proceso, y todos lo vivimos, por lo cual, aprende a vivir tomado de su mano, confiar en que en medio del desierto, El esta contigo, y nunca comienzes una nueva historia si el Señor no va contigo.

Conclusión:

La presencia de Dios en nuestras vidas es la lámpara que alumbra nuestro caminar, tu puedes ir solo a cualquier lugar, pero iras en penumbras si su presencia no te acompaña.

Aprendamos a depender de Dios cada dia, y buscar esa relación diaria con El.

Hemos sido creados, no para vivir en una religiosidad sino para vivir buscando y adorando la presencia viva de Dios.

Cuando comprendemos que los procesos, y los desiertos son los que nos llevan a la tierra prometida, entonces es cuando nos quejamos menos, y cuando menos tiempo nos lleva alcanzar las promesas.

Dios no es un mito, es un Dios vivo, que te ve y te oye, habla con el y busca esa presencia del Señor, y alcanza sus promesas y esa tierra prometida que Dios tiene para ti de su mano.

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Éxodo 14:19-22 El abre camino donde no lo hay.

El abre camino donde no lo hay, y nos sorprende cuando menos lo esperamos.

19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

El abre caminos en donde no los hay.

22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

En el corazón del Señor estaba el deseo de salvar a su pueblo, de sacarlo de la esclavitud de Egipto, su pueblo que luego de que José los hubiera acogido, en aquel periodo de  hambre y escases, y cuando las autoridades cambian, terminan siendo esclavizados en esa tierra, y sometidos.

Dios levanto a Moisés para guiar a su pueblo a conseguir la libertad que tanto deseaban y se manifestó en todo tiempo y abrió paso a su pueblo en medio del desierto, donde los sustento y mostro su misericordia.

Esta historia nos cuenta como de pronto el pueblo se encontraba, entre el ejército del Faraón en pleno, y el mar delante, y llego un punto en el que no es difícil imaginar que por momentos debían sentir que todo estaba perdido.

El abre caminos donde no los hay.

Pero Dios es el creador de todo lo que podemos ver y aun de lo que no vemos, y el Mar se dividió en dos, para que su pueblo pasara seco.

No hay mar que Él no pueda enfrentar, El no evitara que pases por determinadas situaciones, sino que te acompañara a enfrentarlas y vencerlas.

El Señor podría haber destruido al ejército del Faraón con solo decirlo, sin embargo, precisaba que su pueblo confiara y viera con sus ojos algo que jamás podrían haber siquiera imaginado, un mar dividido en dos.

Si Él es capaz de lograr algo así, crees tú que no obrara en tu favor?

No hay problema grande para El, porque Él es más grande que cualquier obstáculo que tengas delante de ti.

El Señor está contigo, y su mano no se ha cansado, nosotros nos cansamos y perdemos de vista a veces el Dios poderoso que tenemos de nuestro lado, pero Él no te pierde de vista.

Cuando tú clamas a Dios, en su gran misericordia el Señor se pone delante de ti y alumbra en medio de toda oscuridad.

Te invito a leer en tu biblia la historia de cómo Dios rescato a su pueblo y como los acompaño en todo ese proceso.

Cuando Dios promete, Dios cumple, este pueblo que paso a través del Mar Rojo y que vio perecer detrás de sí, a ese ejército entero del Faraón que los perseguía, más adelante en la historia comenzó a quejarse por lo que Dios les daba de comer cada día, se quejaban por el agua, y por el desierto.

No estaban mirando la libertad hacia la que caminaba, sino que miraban lo que dejaban atrás, y algunos hasta llegaban a desear volver atrás.

Confíale tu camino a El.

No permitas que las circunstancias opaquen la bendición de Dios sobre tu vida, mira cada bendición que recibes como algo inmerecido, y no te olvides que no hay un mejor lugar en el que puedas estar más que en los brazos del Señor.

Conclusión:

Él es el Padre amoroso, que no nos abandona, si tienes temor, entrégaselo a Él, si estas en tristeza, o crees que estás viviendo una situación que no tiene escapatoria, lee este pasaje y si puedes leer la historia entera.

Él es el mismo, ayer, hoy y por siempre, no se cansa, no se agota, y es el Padre que tiene los brazos abiertos para ti hoy y te invita a entregarle el corazón.

Si nunca lo has hecho dile conmigo al Señor, “Señor abro mi corazón a ti, perdona mis pecados, y entra en mi vida, hazme una nueva criatura y enséñame a depender de ti, en el nombre de Jesús. Amen.

Si has hecho esta oración, confía y cree que el Señor te guiara y te guardara hoy y siempre.

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Números 11: 4-7. Porque quieres retroceder?

Porque quieres retroceder? Muchas veces el retroceso en la vida de un creyente, llega a raíz de recordar cosas que había atrás, pero teniendo una memoria selectiva, como ser humano tendemos a traer a la memoria aquellas cosas que disfrutábamos, y tendemos a caer en la costumbre de las bendiciones, al punto de dejar de verlas.

Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: !!Quién nos diera a comer carne!

Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;

y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.

Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.

A veces como si miraramos el atrás en un espejo, miramos nuestro pasado con deseos, pero Dios nos empuja hacia delante.

Israel habia sido liberado de Egipto, y de la esclavitud y de pronto, luego del mana que cada día Dios les proveía en medio del desierto, quisieron volver atrás.

Porque quieres retroceder a veces?

A veces esta bueno el ejercicio de recordar todo lo que nos sucedia atrás, en Egipto no solo comían carne, porque Israel estaba recordando la comida, pero no hacían el ejercicio de recordar los golpes,y los trabajos a los que eran sometidos como esclavos.

Pero, lo que ellos anhelaban era lo conocido, y eso es lo que nos sucede a veces a nosotros, hay personas que los cambios los desestabilizan, a veces hay cosas que extrañamos de nuestro pasado, o vienen a nuestra memoria cosas de la infancia, fragancias, amigos, o aquellas cosas que nos eran conocidas, la conocida zona de confort.

Suelta esa zona de confort y lánzate a lo nuevo de Dios.

Eso es algo así, como lo que Israel está viviendo, quizá haya cosas que no quieren repetir, pero anhelaban algunas cosas de lo conocido.

 Hay personas que quieren salir de relaciones abusivas o como se dice hoy en día “toxicas”, pero, por temor a lo desconocido prefieren soportar y seguir en el mismo circulo, porque todo lo que uno no conoce y lo que puede suceder a veces da más miedo lo que no se conoce a lo malo ya conocido como dice el dicho.

Por eso de un modo equivocado, muchas veces preferimos quedarnos en aquel lugar de dolor o frustración, y algo de eso le paso a Israel.

Porque Israel entonces quería regresar a Egipto, cuando tenían todo y Dios les suplía el alimento día y noche a través de ese Mana que caía del cielo, es porque había un patrón de conducta en sus vidas que los habían encajonado en quedarse en aquello que los había esclavizado pero que les era conocido.

Mira hacia adelante

Y así estamos muchos a veces o hemos estado, hoy Dios te está llamando a atreverte, y si para ser libre debes irte al desierto, como Israel, Dios te está llamando a hacer algo nuevo con tu vida y a por primera vez en tu vida, actuar por fe, creer en que si Dios te ha prometido, él no te desamparara.

Israel cada día tenia Mana del cielo, que dice la biblia que sabía a miel, y en cierto punto dice que ellos querían otra cosa, ese milagro que caía del cielo, buscaba salvarles la vida día a día, pero , se aburrieron.

El Mana venia al pueblo dia a dia, para alimentarlos, pero, el pueblo se acostumbro y dejo de verlo como bendicion.

Hoy en plena pandemia, muchos se aburren y están hastiados como Israel lo estuvo, estamos cansados del encierro, de hacer cada día lo mismo, pero, el Mana era un milagro, y no lo veían.

A veces dejamos de ver el milagro, de cómo Dios nos ha librado, no te olvides de donde te ha sacado el Señor, no te acostumbres al milagro, no te acostumbres a la provisión al punto de que dejes de ver lo grande que hace el Señor cada día.

Valora cada día, lo que Dios ha hecho por ti, busca el milagro todos los días.

Recuerdo que cuando el Señor me rescato, cada bendición era un agradecimiento, y las lágrimas saltaban de mis ojos viendo la mano del Señor moviéndose en mi favor, pero también supe vivir la costumbre de la bendición, hasta que Dios abrió mis ojos y me llamo la atención y es un ejercicio diario ver cada bendición como un milagro no merecido.

Regresemos a esos días en los que nos sorprendíamos de las cosas, que te dabas cuenta que eran bendiciones de Dios, por tenerlo en tu vida.

Cuando la costumbre de la bendición llega a los corazones, dejamos de ser sensibles a lo que El hace por nosotros.

No te acostumbres y pierdas perspectiva del favor de Dios.

Israel se había acostumbrado a la provisión, y de pronto hasta se hastiaron de cada día siempre lo mismo, es que cuando adquirimos la rutina entre el Mana y lo de todos los días, entonces de pronto comenzamos a anhelar incluso sin darnos cuenta, cosas de atrás.

Los encierros nos hacen anhelar lo que no tenemos, las rutinas a veces nos hacen caer en esa monotonía que mentalmente, nos llevan a tener deseos del pasado.

Muchas veces hemos salido de Egipto, pero hay cosas que aún están grabadas en nuestro interior, mensajes que Egipto tatuó en nosotros en la infancia, y no sabemos conectar con el futuro, y no creemos en nuestra capacidad, y nos quedamos en lo conocido, en aquello que nos convencieron de niños, que no íbamos a llegar a nada.

Nosotros somos hijos de Dios, somos hijos del rey de reyes, y todo aquello con lo que Egipto nos tatuó, Él lo ha enterrado.

Conclusión:

No traigas a Egipto de nuevo a tu vida, tu eres lo que Dios te dice que eres, tu eres bendito, y el Mana que cada día Dios te da en forma de alimento, de trabajo, familia o bendiciones de cualquier tipo, que no te hastié, que no te acostumbres a eso, recuerda de donde caíste, porque lo de atrás te esclaviza.

Mira hacia adelante, y confia en El, el futuro esta en sus manos.

Aprendamos a relacionarnos mejor, usemos este tiempo para aprender a vivir la vida que Él tiene nosotros, Él tiene una vida en libertad para nosotros, y eso se logra en un proceso de cambio que comienza en el desierto.

Donde buscas saciar tu necesidad?

Este es un año de renuevo, ábrete a la posibilidad de que Dios obre en ti y agradece cada día su bendición.

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Apocalipsis 2:4-5 Nuestro Primer amor.

Nuestro primer amor, no me refiero a ese amor de adolescente, ni al amor que sentimos cuando nos enamoramos de alguien, sino al amor con que la biblia se refiere, a quien debe ser nuestro Primer gran amor, el Señor.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

Para permanecer, en ese primer amor, debemos, enfocarnos, «puestos los ojos en Jesús» dice la palabra de Dios.

Y en que me ayuda tener los ojos puestos en Jesús? En no desenfocarme de lo realmente importante, y en que me ayuda a no olvidar que Él es el autor y consumador de la fe, y quien me da vida real y abundante.

Dale a Dios tiempo de oracion, y busca una relacion con El.

Esto de que el hombre, hablando genéricamente, desenfoque su vista del Señor,  sucede desde Génesis, cuando Adán y Eva fueron creados, su alegría primaria, era el Señor, y su mirada estaba enfocada en El, pero el enemigo les mostro el árbol de donde no debían comer, y dice en Génesis, que entonces «vieron» que el árbol era bueno, y vieron que estaban desnudos.

Es que nunca habían visto esto a pesar de que estaba delante suyo, porque sus ojos estaban puestos en Dios.

Cuando desenfocamos la vista de Jesús como nos dice su palabra, entonces ponemos nuestra atención y otras cosas nos comienzan a distraer, a tal punto que el primer amor cambia de lugar.

El primer amor es Dios y adorar su nombre, ese es el primer amor de alguien que ha tenido un encuentro con el Señor.

No es casualidad que el primer mandamiento es “amaras a Dios por sobre todas las cosas”, y  la primer línea del Padre nuestro, es Padre nuestro que estas en el cielo santificado sea tu nombre, es alabar su nombre por sobre todo y ante todo.

Se vuelve tan fácil amar al Señor cuando realmente vamos conociendo más de Él, y nos damos cuenta, cuan cerca esta, y todo lo que a diario hace por nosotros.

Cuanto te amo el Padre, que fue capaz de enviar a su hijo a morir en una cruz por ti, y por mí, como no amar a ese Dios tan bueno y misericordioso.

Misericordia, esa palabra que hoy en día, no abunda, cuán grande es la misericordia de Dios por nosotros, que a pesar de nuestros defectos, a pesar de nuestros errores nos continúa dando oportunidades y nos pastorea con paciencia y amor infinito.

Si el ser humano aprendiera y tomara ejemplo de esa misericordia, un mundo muy distinto tendríamos, habría menos guerras, menos hambre y menos violencia, menos familias destruidas, menos niños abortados o maltratados y menos personas en depresión.

Porque no adoptamos la conducta de hijos de Dios, y nos alineamos a su carácter?

Amemos al Señor con todo nuestro corazón, y si estás leyendo esto, y de algún modo no sabes cómo hacerlo, es fácil, conócelo!.

El está aquí para ti, este pasaje de apocalipsis nos dice, que el Señor tiene una cosa en  contra y es que ha visto que muchos han dejado ese primer amor.

Cuando conocemos al Señor por lo general, nos toma un hambre por conocer más de Él, oír palabra, y viene un deseo de compartir a todos lo que hemos conocido.

No te distraigas.

Pero sucede muchas veces que las distracciones u obligaciones del mundo, pueden ocasionar que nuestra mirada se salga de lugar y que hasta sin darnos cuenta pongamos en el lugar donde está el Señor, otros “amores”.

Hoy es momento de buscar a Dios, este es el año donde Él nos favorecerá, donde se glorificara en todos aquellos que enfoquemos nuestra mirada y  nuestra confianza solo en El.

Si te habías alejado del Señor, vuelve a practicar aquellas cosas que hacías al principio de tu conversión, aunque tu carne no quiera, aunque te cueste al principio.

Dale a Dios un rato todos los días, al comenzar el día, cuando todo está en silencio, levántate, y habla con El, como con un amigo, cuéntale de ti, y deja que esa relación vaya en aumento.

Lee la palabra y llenate de su presencia.

Lee la palabra, ayúdate para conocerlo más, toma como un habito leer todos los días, comienza con un libro especifico de la biblia y acompaña con esta lectura tu tiempo de oración.

Vuelve a hacer aquellas cosas que hacías cuando conociste al Señor, y si nunca lo has conocido y si no sabes lo que es amar a Dios por sobre todo, conoce a aquel que dio su vida por ti, y paso por todos los dolores, traiciones, y escarnios que no merecía porque se puso en nuestro lugar, y pago el precio por todos nosotros.

Conclusión:

Cuando entiendes que nada de lo que tenemos es por merecerlo, y cuando comprendemos que hemos sido comprados a precio de sangre y que nos rescató para darnos libertad es tan fácil amarlo y ponerlo por sobre todas las cosas.

Y te cuento algo más, si tú pones a Dios como tu primer amor, todas las demás cosas en tu vida y relaciones mejoraran, porque El bendecirá todo lo tuyo y tendrás sus promesas para ti y los tuyos.

Si nunca recibiste al Señor como tu Dios, te invito a hacerlo hoy conmigo, dile “Señor, gracias por lo que hiciste por mí, perdona todos mis pecados, y recíbeme como tu hijo/a, y hazme una nueva criatura, y enséñame a amarte y obedecerte. En el nombre de Jesús. Amen.”

Dale a Dios tu primer amor, y el primer lugar en tu vida y todas las demás cosas serán benditos.

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Hebreos 12:14-16. Sana nuestro interior.

Sana nuestro interior Señor, y ayudanos a alejar la amargura y la falta de perdón, la raíz de amargura nace de la semilla del enojo, que da lugar al rencor y crece en nosotros una raíz de la que el Señor nos advierte.

“14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminado”

El nos conoce.

Somos humanos, y el Señor conoce nuestro carácter, conoce nuestras debilidades y también sabe que nuestra reacción ante las ofensas suelen ser grandes, y que esto es algo a tratar en nuestras vidas.

El apóstol nos exhorta a estar en paz con todos, será que esto significa que no puedo enojarme o que es pecado enojarse? La respuesta es no.

El nos conoce, y si El nos ha perdonado y se sacrifico por nosotros, perdonemos como el Señor nos perdono a nosotros.

El enojo no es pecado, pero quedarte con ese enojo y que el haga nido en tu corazón si lo es, la palabra de Dios dice en Efesios 4:26:

”26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,

 27 ni deis lugar al diablo”.

Por tanto puedes enojarte, y muchas veces tendrás razones para hacerlo, y el Señor comprende, El mismo se enojó también en alguna oportunidad, pero, no peco, porque ese enojo así como vino, se fue.

Y si alguien te ha ofendido, debes soltar ese enojo que lo único que hace es ensuciar tu interior, si el sol se pone sobre tu enojo, y tú te quedas con ese sentimiento albergado en tu corazón, estarás abriendo una puerta al enemigo para que entre y haga estragos.

No dejes que el enojo haga nido en tu corazón.

No le des lugar al diablo dice esta palabra en Efesios, es muy claro, es que el enojo y el posterior rencor, roban tu paz, esa paz que el Señor te pide que tengas y mantengas con todos, y no solo eso, hace que en tu corazón germine una raíz de amargura.

Para que una raíz crezca, es necesario que primero exista una semilla, y el enojo es esa semilla, que crece hasta transformarse y si tú quieres la paz de Dios en tu corazón y la bendición de Dios y su perdón sobre tu vida, entonces perdona.

El perdón no es algo que se siente, el perdón es algo que otorgamos por decisión.

Ninguno de nosotros siente perdonar a alguien que nos ha herido o maltratado, pero los que tenemos a Jesús en nuestro corazón y queremos seguir sus pisadas, decidimos perdonar, y quitar de nuestro interior esta raíz de amargura que nos ancla al fondo de un pozo y no nos deja crecer en nuestra vida espiritual.

Si te has equivocado, pide perdon, y quita esa carga de tu interior.

El Señor quiere que goces de una vida espiritual sana, y para eso, que estés libre de rencor, y de cualquier raíz de amargura sea completamente necesario.

Cuando tú hablas con alguien que ha experimentado el perdón sobre su vida, se nota, porque es alguien a quien no me cuesta perdonar, porque si nosotros mismos hemos recibido ese perdón del cielo, como no vamos a perdonar a nosotros.

Quizá estés leyendo esto y estés pensando, como voy a perdonar a alguien que abuso de mí, o de alguien que amo, hay cosas que son terribles, pero, tu suelta, decide perdonar, nada ganas albergando en tu corazón ese sentimiento, más bien se obediente y toma ejemplo de Jesús y toma la decisión de perdonar para ser libre.

No significa esto que todo será igual con quien te ha ofendido, sino que significa que tu guardas tu vida espiritual, y tu relación con Dios, y no olvides que la justicia viene del cielo y Dios no es deudor de nadie.

Conclusión:

El Señor sufrió traición, maltrato, e injusticia, asique Él sabe muy bien lo que sientes, pero, El que era Dios pero hecho hombre, y le dolían las cosas tanto como te duelen a ti, sin embargo Jesús oro por aquellos que lo ofendían y maltrataban y en todo momento guardo su corazón en paz.

Guarda tu corazón, cuida tu vida espiritual, no hay nada que Dios no sepa, el Señor sabe lo que sientes, lo que te han hecho o lo que has sufrido y su consuelo esta para ti, su abrazo esta hoy para ti.

Quita de tu interior la amargura, rechaza ese sentimiento que el enemigo ha sembrado en ti, y limpia tu corazón, y Dios se encargara de tu situación.

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Génesis 7:16-18. La puerta aún esta abierta.

La puerta aún esta abierta para todos aquellos que invoquen el nombre de Dios.

16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.

17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.

18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.

Las puertas aun están abiertas.

Quien no conoce, al menos por encima la historia de el arca de Noe, lo cierto es que hay una gran similitud entre aquellos días y hoy, y el Espíritu Santo hoy ha puesto en mi corazón compartir esta palabra contigo que estas leyendo hoy.

Un dia, Dios cerro las puertas y hubo juicio, pero aun hoy estan abiertas las puertas.

En aquellos días, el pecado sobre abundaba y llego un punto en el que hubo juicio de Dios sobre la tierra, muchos años antes de que el juicio se llevara a cabo, Dios le hablo a Noe, que era un varon justo como pocos, y le dijo que hiciera un arca donde entraría, el, su familia y un macho y una hembra de cada especie.

La gente que veía a Noe construyendo por años aquella nave gigante, en un lugar donde casi no llovia, donde no había mar para que flotara parecía una total locura, fueron décadas de construcción y de todo tipo de burlas, pero, la obediencia de Noé, salvo su vida y la de su familia.

Entre la orden de Dios que construyera esa arca y el cumplimiento de su juicio tuvo un intervalo de décadas y décadas, y yo me pregunto porque? Creo firmemente que la respuesta es clara, y es el tiempo en que el Señor les dio oportunidades a la humanidad para arrepentirse de sus malos caminos y volverse a El.

Lo que parecía una locura, un día se hizo real, y Dios cerro las puertas y sólo Noé, su familia y las especies que rescataron por orden de Dios se salvaron.

Hoy las puertas de la nueva Arca se encuentran todavía abiertas.

Un poco mas atrás en la historia, en Genesis 6:5 dice

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”

En el corazón del hombre dice este pasaje que solo había el deseo de hacer mal, y no puedo dejar de pensar que estamos en un periodo muy parecido.

Miramos el mundo, y por doquier vemos violencia, discriminación, atentados, y todo tipo de conflictos, las personas piensan en si mismas y en sus propios deseos y son muy pocos los que desean oir la voz de Dios.

Pero aun estamos en la ventana de gracia de nuestro Señor, el arca hoy esta abierta para todos aquellos que se quieran volver de sus malos caminos.

El mundo hoy esta pasando por una pandemia, y por todos lados vemos temor, muerte y aflicción, pero, los brazos del Señor están abiertos para ti.

Corre a los brazos del Señor.

No pierdas tiempo en correr a sus brazos, y entra al arca del camino del Señor mientras hay tiempo, porque llegara el dia en que esas puertas se cierren, pero hoy, esa puerta que Jesus abrió para nosotros sigue abierta.

Dios nos esta dando tiempo para volvernos de nuestros propios caminos y deseos y alinearnos con su palabra y con su voluntad para nuestra vida.

Jesús abrio un camino al Padre, y estas a tiempo de rendirle a El tu vida.

Nuestro Padre aun espera que te inclines a El, y que le pidas perdón por tus pecados, mucha gente ve esta historia como una fabula, pero, no lo es, es una historia que salvando las diferencias de tiempo, espacio y actualidad se volverá a repetir, pero esta vez, Jesus vendrá por su iglesia, vendrá por aquellos que lo hayan aceptado como su Señor y Salvador.

Rinde tu corazón a El, no dejes para después responder a su llamado, porque una a una se están cumpliendo cada una de las profecías escritas en la palabra de Dios, y estamos viviendo tiempos de aflicción en que solo nuestro Señor puede darnos salvación y consuelo.

Entra al arca del Señor, puedes pensar que es una locura, tal como la gente pensaba acerca de Noe, puedes pensarlo, pero, recuerda que aquellos perecieron por no ceder y ser sensibles a la advertencia, no repitas aquella historia.

El Señor te ama, y te ama tanto que te da todos los días una nueva oportunidad, estas en el periodo de ventana en la que estas a tiempo de rendir tu vida a Dios.

Conclusión:

Si nunca le has entregado el corazón al Señor, te invito a hacerlo conmigo hoy a través de una sencilla oración que puede pasarte de muerte a vida si la haces de todo corazón, y si decides realmente seguir a Jesus y declararlo como tu Señor y Salvador.

Dile conmigo “Señor Jesus, te doy gracias por esta oportunidad, perdóna mis pecados, límpiame y recíbeme como tu hijo, entra a mi corazón y cámbiame, me pongo en tus manos, en el nombre de Jesus. Amen”.

Busca una iglesia local donde congregarte, y aferrate a sus promesas, el mundo esta en conflicto, pero Dios no, El es el mismo, ayer, hoy y por los siglos y esta contigo hasta el ultimo dia.

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Miqueas 6:6-8. Con que me presento ante el Señor?

Con que me presento ante el Señor?, esa es la pregunta que me hago hoy y que en este pasaje del libro de Miqueas nos lo responde.

 6 “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?

¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”.

Habra algo que podamos ofrecerle?

Este libro se encuentra en el Antiguo testamento, y esta pregunta hecha a través del profeta Miqueas encierra lo que en aquella época se tenían que responder aquellos que buscaban tener una relación con Dios y aun hoy debemos respondernos esto y entender cuál es la forma y de qué manera nos conectamos con El.

El ya lo dio todo por nosotros.

El Señor desde siempre ha instado a su pueblo a arrepentirse, a volverse a Él, a no quedarse anclado en el pasado y volver sobre sus pasos ante la primera adversidad, o a no abrazarse al pecado sino que buscar el perdón y la restauración que solo viene del cielo.

A veces pensamos que si nos acercamos a Dios tenemos que ser santos, o que si no lo somos entonces no podemos acercarnos, o incluso pensamos que tenemos que darle algo a Él, pero que darle a Dios cuando Él es el dueño de todo lo visto e invisible, y que puede tener el hombre que pueda impresionar a Dios? Pues nada.

Solo hay una cosa que al Señor le impacta y es la fe, no hay nada que mueva la mano de Dios a favor de un hijo más que la fe.

Hebreos 11:6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le buscan.”

Dios no mira lo que tienes para ofrecerle, en algún momento, en el antiguo testamento las personas ofrecían a Dios sacrificios y de este modo intentaban conquistar el corazón de Dios y recibían perdón a sus pecados.

Pero Dios hizo el sacrificio por nosotros, El soluciono y proveyó la ofrenda perfecta, que fue su propio hijo Jesús.

Si tienes dudas acerca de si Dios te ama o no, recuerda que el Padre no escatimo a su propio hijo sino que lo ofreció en sacrificio por nosotros, decidió pagar El mismo por nuestros propios pecados.

Que quiere Dios de ti?

Solo que le busques a Él, hacer justicia dice este pasaje, y no hay otra justicia más que la de su palabra, busca que la palabra de Dios ilumine tu camino, y te guie.

Él no ha escondido nada de nosotros, nos ha dicho claramente cuáles son las cosas que necesita o quiere de nosotros, simplemente que amemos hacer justicia, en otras palabras, que amemos su palabra, que nos humillemos delante de Él y solo de Él.

Adora a Dios con todo tu ser, y ofrécele tu corazón, amalo, y síguelo.

Estar de rodillas ante Dios, no ante los hombres, no te inclines delante de otro dios ni lo sustituyas por cosas que tienen vencimiento, pon a Dios en el primer lugar en tu vida.

Se realmente eficaz en tu búsqueda del Señor cada día, no hay otra cosa que Él quiera de ti, más que tu propio corazón en adoración, y como no adorar a aquel que nos pasó de muerte a vida, como no adorar a aquel que no nos dejó sucios y en nuestro mundo, sino que nos sacó del pozo en el que estábamos.

No hay nada mejor que puedas ofrecerle al Señor, más que tu adoración!

Cuando no sepas a quien recurrir, recuerda el amor tan grande que tiene el Señor por ti, y recuerda que El no mira lo que tienes o quien eres, o de que familia vienes, sino que mira tu corazón y está allí para perdonarte y restaurarte.

Conclusión:

Si nunca recibiste a Cristo en tu corazón, te invito a hacerlo, y tan solo repetir una oración conmigo que puede cambiar tu vida, no por la oración en sí misma, sino por lo que significa si la dices con fe, sabiendo que le hablas al creador de todo lo que ves.

Dile “Señor, perdona mis pecados, límpiame y recíbeme como tu hijo/a, y haz en mi tu voluntad, cambia mi vida para bien y enséñame a andar en tu camino, a partir de hoy tu eres mi Padre, en el nombre de Jesús. Amen”

Para Dios eres valioso, y lo único que El espera de ti, es que lo adores y lo sigas, conócelo, búscalo y tu vida cobrara otro sentido que jamás habías pensado.

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