Salmos 51:1-5 La misericordia de Dios

La Misericordia de Dios en este Salmo de David

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenidopor puro en tu juicio”.

Dios entreno a David mientras pastoreaba ovejas

David era un hombre de Dios, de niño había sido formado por El, mientras cuidaba las ovejas de su padre, Dios lo había entrenado.

Se había convertido en un guerrero y luego en el segundo rey de Israel, era músico y amaba cantar y adorar a Dios, pero, era humano y como humano, tenía debilidades.

Algunas personas podrían creer que David no podría haber pecado así, pero, se la biblia nos cuenta que en cierta ocasión vio a una mujer hermosa bañándose, la deseo y se acostó con ella.

No conforme con eso, él sabe que esta mujer es casada, por lo cual utilizando sus influencias, manda al esposo al frente de batalla y muere, o sea, tenía todo planeado para poder quedarse con aquella mujer.

Dios es misericordioso.

Hasta que el arrepentimiento llego, David sabía que Dios es grande en misericordia.

Este salmo lo compone en medio de su sincero pedido de misericordia de Dios para su vida y la de su familia.

El pecado nos aleja de Dios, y hace que perdamos bendiciones que Él tiene para nuestras vidas, pero cuando nosotros pecamos no las alcanzamos o abrimos puertas para que las cosas vayan mal.

David sabía esto, y cuando cae en sí mismo, acerca de su pecado, compone este salmo que es un cantico de arrepentimiento y reconocimiento de pecado.

Es que reconocer es el primer paso para poder llegar al perdón.

Dios es movido a misericordia cuando nos presentamos delante de Él reconociendo nuestras faltas, sin justificarnos y cuando reconocemos que solo Él puede limpiarnos y rescatarnos.

No hay pecado que Dios no pueda perdonar, y no importa lo sucio que puedas sentirte o lo terrible que puedas haber hecho, si te acercas con verdadero corazón arrepentido, Él no te rechazara, la misericordia de Dios es grande.

Acercate a su misericordia.

El pecado de David también fue grande, aunque no podemos medir el pecado, pecado es pecado siempre, grande o pequeño, pero, a veces tendemos a creer y el enemigo nos convence que lo que hemos hecho es demasiado grave como para recibir misericordia o perdón.

Y si eso tienes en tu cabeza, Dios te dice, “Yo quiero y puedo perdonarte” no importa lo que hayas hecho.

La misericordia de Dios es grande y no hay nada que tú puedas hacer, que genere que Él te amé menos.

Quien podría haber pensado que un hombre como David podría haber hecho semejante cosa?

El que mato un gigante con una honda confiado en que Dios estaba con El, el que tocaba su música y el rey endemoniado se calmaba, el que servía a Dios con amor desde siempre.

Conclusión:

Es que todos luchamos cada día de nuestra vida contra el pecado, y Dios lo sabe.

Por eso Jesús vino, a vencer el pecado por nosotros. Tenemos un modelo a seguir.

Todos luchamos, y si caemos, Dios nos levanta si realmente hay arrepentimiento en tu corazón.

No olvides que Dios ve tu corazón y su palabra dice que El pesa los corazones, en otras palabras, reconoce perfectamente a alguien que se arrepiente con sinceridad y lucha para no caer, y reconoce a quien peca indiscriminadamente.

Si nos acercamos a Él como David lo hizo, arrepentidos, no hay pecado que Dios no pueda perdonar por terrible que sea.

Reconócelo en todos tus caminos, confiésale tu pecado y tus luchas y en medio de tu debilidad deja que Él sea tu fortaleza.

La misericordia de Dios te abraza hoy.

Articulos Relacionados:

Zacarías 4:6. Luchamos con su Espíritu

Luchamos con su Espíritu y Zacarías nos lo expresa así:  Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Los seres humanos nos encontramos cada día librando batallas de diversa índole, en cada área de nuestra vida, trabajo o familia.

Los creyentes y quienes hemos aceptado al Señor como nuestro Dios y salvador, muchas veces nos olvidamos este principio que debe estar grabado en nosotros.

Cuando batallamos en nuestras fuerzas, solemos sentirnos agotados o agobiados.

El Espíritu Santo nos guía.

Pero Dios es experto en hacernos recordar que no podemos ganar con nuestras fuerzas, que quien pelea nuestras batallas es El, a través del Espíritu Santo.

Debemos aprender a depender más de su dirección y de su Espíritu, Él nos guía a hablar lo que debemos cuando no sabemos que decir.

O cuando no sabemos cómo resolver determinadas situaciones, es el Espíritu Santo el que te guiara.

Miremos nuestro interior.

Examina hoy tu diario caminar, y pregúntate algo tan sencillo como ¿estoy peleando yo mis batallas o le doy lugar al Señor?

Recuerda que si estas hoy peleando por ganar a tus hijos o esposo/a para Cristo y lo haces en tus fuerzas, te desgastaras en el proceso.

No ganaras batallas, por tus grandes dones o habilidades, o por lo guapo o guapa que eres, o por lo inteligente que puedas ser ni por tus bienes.

Nada de eso tiene ningún valor si lo comparamos con el Dios de los ejércitos que tenemos de nuestro lado.

Las batallas de un creyente las peleamos en el espíritu y a través del Espíritu Santo,luchamos con su espíritu.

Cuantas veces nos olvidamos que tenemos un Dios grande y maravilloso, y ahí nos encontramos en la vida, batallando y quejándonos del cansancio que tenemos o de que las cosas no salen como esperamos.

Si te encuentras en el proceso de servir a Dios y estas predicando o liderando, examina como lo estás haciendo y recuerda que luchamos con su espíritu.

Busca a traves de su palabra llenarte de su espíritu.

No es en nuestra fuerza, es con su fuerza, no es en la carne, es en el espíritu.

Si realmente quieres ganar almas para Cristo, llénate de Él, y pelea de la mano del Espíritu Santo.

Aprende a oír su voz y a dejarte guiar y direccionar.

Él te dará instrucciones específicas y abrirá camino donde no lo hay.

Anímate a confiar ciegamente en el Dios que abre el mar en dos para que su pueblo pase al otro lado, anímate a confiar en el Dios que alimenta a su pueblo en un desierto por cuarenta años.

Conclusión:

Deja que El pelee por ti y te establezca como un siervo/a y use tu vida a favor de aquellos que aún no lo conocen, pero para eso tienes que aprender a usar la fe y ponerla por obra.

Confiar ciegamente, como lo hace un niño con su padre.

Luchamos con Su Espíritu, el mismo Espíritu que levanto a Jesús de entre los muertos es el que tú y yo tenemos con nosotros cada día.

Artículos Relacionados:

Salmos 34:18-19 El está cerca de ti.

El está cerca de ti, en todo momento, este Salmo nos dice  “18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu”

19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.

Que tremenda declaración, esta que nos alienta a seguir.

David era un gran hombre de Dios, que no siempre la paso bien, desde niño fue entrenado por El Señor, aun en la soledad del campo mientras pastoreaba ovejas.

El sabía muy bien que en todo momento Dios estaba con él, en momentos de alegría o de conflictos.

Busca su presencia.

Es el mismo que sabía que si tenía que pelear con algún gigante, la presencia de Dios iría con él.

No sabemos ni entenderemos porque a veces Dios nos deja pasar situaciones dolorosas y a veces inexplicables, quizá hasta nos preguntemos en más de una ocasión, que enseñanza puedo sacar de este dolor?

Pero lo cierto es que no siempre El Señor nos saca de todos las angustias, muchas veces las atravesamos, y son parte de la vida.

Jesús mismo padeció injustamente por nosotros, y el Padre vio sufrir y morir a su hijo amado de un modo terrible, pero sabía que detrás de esa aparente derrota, venia una victoria que daría vida para todo aquel que se acercara a Jesús

Busca conocer mas a Dios.

 No busques entender, busca aceptar su voluntad y conócelo, porque si lo conoces en profundidad, sabrás que nunca atravesaras algo solo.

El acompaño a su pueblo Israel en el desierto durante cuarenta años, y los alimento cada día de esos años.

Si conoces su amor, si entiendes la magnitud de su amor por ti, entonces mientras estés atravesando el desierto podrás declarar “El señor está conmigo”

El está cerca de tí.

El está cerca de ti, no se duerme el que te guarda como dice el Salmo 121:4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá, el que guarda a Israel.

El está cercano a los quebrantados de corazón, no a un pueblo rebelde y soberbio.

Y eso es algo que tienes que entender y hacer parte de tu conocimiento acerca de Él, quebranta tu corazón en su presencia.

La compasión y la misericordia del Señor es para todos, pero se hace manifiesta con aquellos que derraman su alma delante de Él, con aquellos que lo reconocen en todos sus caminos.

Hazte dependiente de Él, no en algunas cosas, sino en todas.

Su promesa no es solo que esta cerca de quienes estén quebrantados ante El, sino que de todas las aflicciones nos librara.

Quizá tú me digas, “pero yo estoy quebrantado y busco su voluntad pero igual atravieso miles de injusticias”.

Podrás atravesarlas, pero la victoria el Señor te la dará, te fortalecerá y dará sabiduría para que salgas con la frente en alto de todo lo que venga a tu vida.

Conclusión:

Abraza la promesa de Dios, aleja de ti la rebeldía o el orgullo, y quebrántate ante tu Padre que cercano esta de ti y tus necesidades.

Es tiempo de buscar su rostro, tiempo de clamar incesantemente y confiar que El está cerca de nosotros.

Ahí donde tú estas, ora, busca y llénate de Él y Dios te librara de todas tus aflicciones.

Promesa de Dios para tu vida.

Articulos Relacionados:

2 Corintios 6:14-16 “Yugo desigual”

Yugo desigual, muchas veces leemos este pasaje y la aplicamos solo para lo que tiene que ver con el matrimonio pero es aplicable para otras circunstancias de la vida, leamos el pasaje, y desarrollemos para poder entender lo que Dios tiene para decirnos.

14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el  incrédulo?

16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
    Habitaré y andaré entre ellos,
    Y seré su Dios,
    Y ellos serán mi pueblo.

Que significa el concepto de “yugo disigual”?

El yugo era un objeto de madera que se utilizaba antiguamente para sujetar a los animales al arado para que cumplieran su función y mantenerlos sujetos.

El yugo mantiene al animal sujeto al otro para trabajar

Entendiendo esto como base, comprendemos mejor lo que significa unirnos en yugo desigual, o en otras palabras, atarnos o sujetarnos a alguien que no comparte nuestra fe, nuestras creencias o valores.

Es un mensaje importante que estaría muy bueno que nuestros jóvenes pudieran entender el significado y la importancia de encontrar a alguien con quien compartir la vida que sea alguien que esté en el mismo sentir que nosotros y con nuestra fe.

Ese es el fundamento o los cimientos para que cualquier relación funcione.

Lamentablemente muchos, entre los cuales me incluyo hemos desobedecido y en nuestra rebelde juventud creíamos que esto era algo que posterior a establecernos como pareja podíamos solucionar, decíamos algo como “luego le predico y lo convierto a Jesús”.

Ten cuidado si piensas eso, porque la realidad nos ha mostrado a todos aquellos que hemos actuado así, que eso no es así, y nos ha ido mal.

Busca en su palabra, su voluntad.

Es que es un principio de Dios, y no podemos ir contra los principios que ya están establecidos.

Busca la voluntad de Dios para tu vida.

Si tu estas anhelando una pareja, casarte y tener hijos, y eres un hijo o una hija de Dios, busca su voluntad, ora, ponte de acuerdo con quienes te lideran, tus padres, tus pastores o líderes y busca la dirección del Señor.

Él quiere lo mejor para tu vida, y tiene un plan y un propósito con cada uno de nosotros, y con nuestra desobediencia y rebeldía o con una mala decisión podemos perder aquello que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros.

Dios es un Dios de oportunidades y si te has equivocado en el pasado, el escribe una historia nueva en tu vida en cuanto vuelves tu mirada a Él, y entiendes que solo en su voluntad encontraras paz y felicidad para tu vida.

Las emociones o el estado de enamoramiento muchas veces nos hacen perder de vista el objetivo real, y nos nubla la vista para poder ver como Cristo ve.

Necesitamos sabiduría.

Pídele sabiduría y dominio propio al Espíritu Santo, muchas veces el enemigo te presentara una gama de opciones tentadoras, y tu dirás “es bueno/a, bella y parece una gran persona”.

No olvides que si no tiene a Cristo, el envase podrá ser muy bonito y en apariencia su forma de ser también, pero, no comparte y seguramente no compartirá tu objetivo de seguir a Jesús.

Luego vemos familias separadas, hijos sin conocer a Dios, y personas tristes o solitarias, pero la buena noticia es que siempre el Padre nos recibe y para Él no es imposible nada, El borra tus errores si los tuviste y escribe una historia nueva para ti.

Pon tu mirada en las cosas del cielo, y busca la voluntad de Dios para tu vida, y El cumplirá el propósito que tiene contigo.

Pon tu mirada en las cosas del cielo.

Aquel o aquella que viene de parte de Dios te respetara, y no te presionara en ninguna manera, incluso en tu área sexual, algo que hoy por hoy es un común denominador, por aquello de “probar antes”.

Cuida tu cuerpo que es templo del Espíritu Santo, y guárdate para aquella persona que Dios tiene para ti, seas hombre o mujer, eres morada de Dios, respétate y hazte respetar, guárdate, esta no es una costumbre antigua, es una costumbre sana y ejemplar.

Conclusión:

Guarda tu corazón de desviarse, guarda tu cuerpo y guarda tu mente, y Dios te guiara, fortalecerá y lo que vendrá será mejor que lo que podrías tener si te apuras.

Atiende a la palabra de Dios, atiende a los consejos de aquellos que de algún modo hemos errado en el pasado y aquellos que te lideran que quieren que puedas alcanzar la bendición en tu vida futuro.

No te unas en yugo desigual, busca alguien con tu misma fe y tu vida será llevada al propósito y bendición que esta reservada para tu vida.

Articulos Relacionados:

Marcos 5:25-34 La Fe de una mujer.

La fe de una mujer que toca a Jesús entre una multitud es parte de la historia del caminar de Cristo en la tierra y que nos deja una gran enseñanza.

“25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,

26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.

28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.

La fe trae a tu vida el milagro.

La fe mueve la mano de Dios a tu favor.

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?

31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

32 Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.

33 Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.

34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”

Venia Jesús de liberar un endemoniado y de predicar del otro lado del mar de Galilea, y al llegar al otro lado luego de navegar, hay una gran multitud esperándolo.

Es que las noticias corren rápido, y Jesús es en todas partes conocido por los milagros que hacía, por el amor que entregaba y muchísimas personas querían ver y tocar al maestro.

La fe viene por oir la palabra de Dios, oye y lée

Entre ellos había una mujer, luchando con una enfermedad por años, que para aquella época la mantenía aislada y mal anímicamente ya que había visitado médicos y nadie había podido ayudarla.

Lee con atención la historia, y mira como ella fue sana, pero principalmente que cosas hizo para recibir su milagro.

Ella fue a Jesús, lo busco, entre la multitud, no le importó esperar, abrirse paso, busco desesperadamente llegar a Él.

Me pongo a pensar y si había una gran multitud, era porque todos buscaban milagros, pero no todos los recibían, quizá no tengamos registros de todos, solo tenemos algunos, como el de esta mujer.

También creo que es porque muchos buscan a Jesús pero realmente no tienen lo que es necesario para recibir de Él, y es nada más ni nada menos que Fe.

Conquistas la victoria cuando pones en marcha tu Fe.

Todos lo tocaban, era imposible que no lo hicieran, y de pronto Él dice “quien me toco? a lo que sus discípulos, me imagino que hasta con sonrisas le dijeron maestro todos te están tocando.

Pero Jesús les dijo, no, alguien me toco con fe, porque poder salió de Mi.

Es que la fe, mueve, si o si, el poder de Dios en tu vida.

En ese momento ella se adelantó y asumió que ella había sido, se postro delante de Él, y me imagino a Jesús con su amor y su misericordia infinita consolando a esta mujer y le dice tu fe te ha hecho salva y sana.

O sea que no solo fue sanada, sino que ha sido salvada.

Acerquémonos a Jesús con esa fe, que genera el poder de Dios en nuestras vidas, conoce al Señor en estas historias, mira cómo se mueve, como habla y como esta de interesado en nosotros.

Amor demostrado en esa cruz

Es que su amor es tan grande que El busca que tú lo busques, porque quiere bendecir tu vida, sanarte y salvarte.

Quizá hayas buscado tu milagro en otros lugares, en médicos, psicólogos o tarot o vaya a saber dónde has ido en busca de ayuda.

Esto no quiere decir que no debamos ir al médico, todo lo contrario, los médicos están puestos por Dios para ayudarnos y debemos seguir sus instrucciones y ser obedientes en nuestros tratamientos, pero a la misma vez sabemos que tenemos el medico de los médicos.

Conclusión:

Así que busca tocar el manto de Jesús, esta mujer sabía que no hacía falta que Jesús le impusiera manos, ni siquiera que tuvieran una charla, ella sabía que con solo tocarlo bastaba.

A veces pensamos que si no hablamos con un pastor, o que si el pastor ora entonces recibiré más rápido, pero esto es un error, lo único que tenemos que hacer es acercarnos y tocar el manto del  Señor con fe, en oración.

Él nos oye, a cada uno de nosotros, y sabe cuándo hay fe en nuestros corazones.

Por la fe de una mujer, en este caso recibió su bendición, lucha por tu bendición a través de tu fe en El.

Arrebata tu bendición para tu vida, acércate al dador de la vida, al alfa y la omega, el principio y el fin.

Dobla tus rodillas, humíllate bajo la poderosa mano de Dios, toca su manto y recibe tu milagro.

Artículos Relacionados:

1 Samuel 17:41-47 Siendo entrenados por Dios.

Siendo entrenados por Dios es la mejor manera de pelear todas nuestras batallas, confiados que tenemos el mejor de los maestros. David lo tuvo.

41 Y el filisteo venía andando y acercándose a David, y su escudero delante de él.

42 Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer.

43 Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.

44 Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.

David sabia quien lo respaldaba.

45 Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.

46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

47 Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

Cuando leemos este pasaje podemos imaginarnos a un David, jovencito, de mediano porte y de hermoso parecer según se nos cuenta, y podemos imaginar a un Goliat que ya su aspecto intimidaba.

Dios nos entrena para enfrentar todos los retos.

Como es que este pequeño joven se había atrevido a ofrecerse a ir a pelear con este filisteo que prometía derrotar a quien se pusiera adelante?

Que me responderías si te preguntara cual es el gigante que tienes delante de ti hoy que te intimida y al que crees que no puedes vencer?

Si leemos la historia completa de cómo David derrota a Goliat, vemos que antes de este enfrentamiento él debe ir y convencer al rey Saúl, que le permita enfrentarse a él.

Siendo entrenados por Dios.

Allí David le expone que él se ha dedicado desde siempre a cuidar las ovejas de su padre, y que por las noches cuando los leones, o los osos han querido llevarse a alguna de sus ovejas, el mismo las ha rescatado de sus fauces y ha acabado con estas fieras con sus propias manos.

Es que cuando Dios quiere prepararnos para gigantes grandes, primero nos va entrenando con pruebas de menor porte.

El Señor había preparado a David en esas noches, así como nos prepara a cada uno de nosotros para pelear contra nuestros gigantes, en la enseñanza de la vida diaria cuando nos encontramos librando batallas cotidianas.

Pero David no peleaba solo, y no peleaba en sus fuerzas. Dios peleaba por él.

A lo largo de la vida todos pasamos por diferentes pruebas en las cuales, cuando peleamos solos terminamos cansados o heridos, pero cuando peleamos en el espíritu, la victoria es nuestra.

David le dijo “tu vienes a mí con espada y jabalina, pero yo vengo a ti en nombre de Jehová de los ejércitos, la batalla es de Él y Él te entregara en mi mano”

El sabía que así como había derrotado a las fieras del campo, del mismo modo Dios estaba delante de él como un escudo y derrotaría al enemigo.

La palabra de Dios,espada del espíritu.

Si tú te encuentras delante de un gigante, toma la armadura de la fe, y pon al Señor como escudo, ora, y Dios te librara de la mano del enemigo.

No pelees solo, ve a la batalla de la mano de tu Dios.

Conclusión:

Tenemos un guía que nos enseña y nos entrena y es el Espíritu Santo, aprende a oírlo.

El Espíritu Santo es quien nos va guiando día a día y en cada prueba que se nos presenta, si aprendemos a oírlo, como lo hacen los jugadores de un equipo de futbol que oyen y se dejan guiar por su entrenador, del mismo modo nosotros tenemos al mejor.

Y corremos con una gran ventaja, Cristo ya conquisto la victoria para nosotros, o sea que solo tenemos que arrebatarla, vamos a la batalla sabiendo de antemano que ya está ganada para nosotros.

Artículos Relacionados:

Éxodo 16:2-15 Dios nos provee cada día.

Dios nos provee y eso es algo que veremos en este pasaje de Éxodo.

2” Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;

y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

El no nos abandona a nuestra suerte.

Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.

Mas en el sexto día prepararán para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.

Entonces dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto

En el desierto Dios provee

Israel había salido de la esclavitud de Egipto siguiendo a Moisés quien los estaba guiando hacia una tierra nueva,  habían visto delante de ellos el poder de Dios abriendo el Mar por donde pudieron pasar.

Y llegaron al desierto donde a veces todos llegamos en momentos de transición y cambios, donde a veces la incertidumbre de lo que tenemos adelante nos hace tambalear.

Vivimos momentos mundiales a través de esta pandemia del Covid, que nos plantan en un lugar de cambios, donde todo como lo vivíamos antes ya no puede ser igual y tenemos por delante una nueva normalidad.

Así se encontraba Israel, en un momento de cambio, donde acababan de ser libres de la tiranía y la esclavitud de Egipto, pero aun así la queja venía a ellos.

No vuelvas atrás.

De pronto se encontraron añorando lo de atrás, porque lo veían más seguro a pesar de la libertad obtenida.

Y cuantas veces como cristianos, en este camino donde aprendemos a andar por fe y no por vista, nos hemos desanimado y hemos dicho “si yo volviera a hacer aquello que hacía antes, entonces ganaría dinero o tendría alguna seguridad”

Pero hay seguridades que son falsas seguridades y solo nos suplen el momento y luego nos dejan un vacío imposible de llenar.

Dios nos provee.

La misericordia de Dios es tan grande, a pesar de nuestras quejas o de nuestras fallas Él nos entiende y siempre Dios nos provee.

En el caso de Israel, mientras ese pueblo estaba en ese desierto, Moisés fue a hablar con El Señor como siempre lo hacía, y Dios le dice que iba a proveer alimento del cielo cada día.

Y así lo hizo por cuarenta años mientras ellos habitaron ese desierto.

Creo que si el corazón de Israel hubiera sido más dócil y enseñable, hubieran salido de allí mucho tiempo antes, pero aun así, en su gran misericordia Dios les provee para cada día su alimento a través del Maná.

Mana es una palabra que viene de la expresión de los Israelitas cuando se levantan esa mañana y ven luego de que la capa de roció se evaporara, ese alimento del cielo y ellos utilizan la palabra “Man Hu” que significa “que es esto?”.

Dios provee, nunca te faltará lo que necesites.

Durante esos cuarenta años Dios les provee y dice que cada día ellos debían salir y recoger su alimento, te invito a leer el capítulo completo en tu biblia, pero esto era algo de cada día, por lo que no podían acumular para que no se pudriera.

Y podríamos relacionar esto con lo que todos los días debemos nosotros estar buscando de Dios, su búsqueda es para cada día, todos los días acércate al trono de la gracia para buscar su presencia y su favor.

Dios nos provee en toda circunstancia, El no abandona a sus hijos a su suerte.

Su enorme misericordia nos abraza y nos da la seguridad basada en la confianza y en la fe hacia Él.

El ejercicio de la Fe es algo diario, como cristianos debemos aprender a revestirnos del escudo de la fe.

Como dice Efesios 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”.

Conclusión:

Si te encuentras atravesando un desierto toma el escudo de la fe, y no temas, cree porque El mismo Dios que alimento a su pueblo en ese desierto.

Es el mismo Dios, que abrió el mar en dos, y es el mismo que hoy está vivo y aquí para ayudarte.

Dios nos sostiene de nuestra mano derecha dice su palabra, e imagínate que Su mano es poderosa y tiene el mismo poder ayer, hoy y por los siglos.

No temas al cambio, que no te tiente el enemigo con volver atrás, la bendición esta delante de ti, no detrás.

A pesar de lo que vean tus ojos o te diga el enemigo, pelea la buena batalla y déjate enseñar por Dios en el desierto y cree que en ese desierto, El está contigo.

Artículos Relacionados:

Efesios 6:12-17. Ejercito de Dios

Ejercito de Dios, eso somos, y aquellos que somos llamados a su camino somos soldados de Cristo.

12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,

15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”

La mejor armadura es la de su palabra

Somos el ejército de Dios, eso somos tu y yo.

Para ganar en medio de una guerrahay que saber cuál es nuestro enemigo y prepararse para dar batalla.

El apóstol Pablo nos enseña a través de esta carta a la iglesia de Éfeso, como debemos batallar y cuál es el verdadero enemigo de nuestras vidas.

Tu enemigo no es tu familia, ni tu esposo o esposa, ni tus hijos, y tampoco tus compañeros de trabajo.

Nuestros verdaderos enemigos son espirituales, y nuestra lucha no es contra carne o sangre sino que nuestra lucha es espiritual.

Las batallas espirituales se ganan en el espíritu.

Pero tenemos buenas noticias, la victoria fue ganada por Cristo en la cruz del Calvario, solo debemos alcanzar la bendición para nuestra vida.

Santiago 4:7 dice” Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.

Son 2 pasos, que nos dice Santiago que es muy importante, Someterse a Dios, y luego de eso, resistir al diablo. Y la consecuencia de estas dos acciones, será que huira de nosotros.

Es palabra de Dios, es instrucción para nuestra vida.

Así como nos levantamos a la mañana, desayunamos y nos vestimos, del mismo modo, no podemos salir a la calle sin habernos llenado y vestido de la armadura de Dios.

La armadura de Dios no es una armadura como la que usaban los antiguos soldados, sino que se está refiriendo a la armadura de la fe y su palabra.

La Palabra de Dios es la Espada del Espíritu

Cuando nos vestimos con toda la armadura de Dios, nos tomamos de la verdad, de la justicia, nos tomamos del evangelio, ponemos el escudo de la fe por delante, y tomamos Su palabra que es la espada del espíritu, entonces, no hay hueste espiritual que pueda hacernos frente.

Pelee sus batallas en el espíritu y no con su carne.

El creyente pelea primero de rodillas, y se levanta con la autoridad de Cristo sobre su vida, que le da el poder para vencer cualquier embate del enemigo.

Si hay miseria en tu hogar, si hay contienda o división, si hay tristeza o si te sientes abatido, vístete con la armadura de Dios y toma autoridad en el nombre de Jesús.

No pelees con tus fuerzas porque pronto te cansaras, pelea en el espíritu y Dios es quien ganara la batalla por ti.

Esta es una promesa de Dios para su pueblo. Él es Jehová de los ejércitos, y nosotros somos su ejército en la tierra.

Un soldado no se la pasa durmiendo, y muchas veces las cosas no son fáciles, pero un soldado da pelea.

Que el enemigo no te encuentre dormido, sino despierto en el espíritu y peleando la buena batalla.

Que bendición saber que peleamos una batalla que ya fue ganada, el enemigo alardea de poder pisotearnos pero, si tomamos conciencia de que la victoria nos pertenece y aprendemos a pelear con las armas espirituales que tenemos, la victoria ya la tenemos.

Conclusión:

Echa fuera el temor, la división en tu casa o la apatía.

Levántate y vístete con la armadura que es tuya, y derrota a tu enemigo.

Cuando el ve que te pones de rodillas y buscas la presencia del Dios vivo, cuando ve que te sometes a su Señorío y lo resistes no le queda otra más que huir de ti.

Es promesa de Dios para tu vida.

Artículos Relacionados:

2 Corintios 9:7 Dios ama al dador alegre

Dios ama al dador alegre, este es un tema muy delicado para algunas personas, y hoy hablaremos de esto y de cómo Dios bendice a quienes dan con alegría en el corazón.

Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

Una de las tantas descripciones que podemos hacer acerca de nuestro Dios, es que es un Dios generoso, Él no es un Dios de pobreza sino de abundancia.

Cuando El bendice a su pueblo lo hace con abundancia y su amor se expresa también por medio de su generosidad.

Esa cualidad es una de las cualidades de Cristo que se nos deben impregnar, pero, si ofrendamos, o diezmamos o damos algo con un corazón triste o desde la queja, esa ofrenda no subirá como olor grato a nuestro Dios.

El mira el corazón de sus hijos, y dice su palabra que Dios no es deudor de nadie, por lo cual, una promesa para nosotros la encontramos en Filipenses 4:19 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”

En otras palabras, confiar en Dios es también confiarle nuestras finanzas y saber que El suplirá todo lo que nos falte, y que nos cuidara como un buen padre cuida de sus hijos.

Dios ama al dador alegre, cuando des, hazlo con gozo.

Pero lo que des, dalo con un corazón gozoso, porque Dios ama al dador alegre, y lo bendice, recuerda que nada puedes esconder delante de Él, ya que El ve tu corazón y sabe lo que estas sintiendo.

Hay quienes no entienden el principio tan importante que es el dar. Dar al prójimo, dar al Señor nuestras ofrendas y diezmos, hay muchos que no entienden ya que creen que El no necesita de nuestro dinero.

Y es verdad, El no necesita de nuestro dinero, pero sí de nuestra obediencia, pero los que están en necesidad si necesitan de lo que tú puedas dar.

Si Dios ve tu corazón generoso y lleno de amor, te bendecirá doblemente.

Si fuéramos a escribir acerca de la cantidad de testimonios que existen acerca de la fidelidad de Dios en cuanto a lo económico no nos alcanzarían los libros.

Cuando El ve un hijo obediente, que da aunque piense que no le alcanzara para lo suyo, Dios provee.

Todo lo que hagas, y todo lo que des, hazlo con alegría

Es que tenemos un Señor generoso, que a la hora de dar no escatimo ni a su propio hijo, que lo dio para morir en la cruz del calvario por cada uno de nosotros.

Así de generoso es Dios, que no mira tú error, sino que mira tú lucha por ser cada vez más parecido a Él.

Dios te invita a dar, con generosidad y alegría, graba este versículo en la mente y en el corazón “Dios ama al dador alegre”.

Entrega tu ofrenda para aquel hermano que está en necesidad, o tus ofrendas para la obra del Señor, con un corazón lleno de gozo, sabiendo que tu Padre te está mirando y alegraras tanto su corazón que querrá darte más a ti.

Los que somos padres, no nos ponemos felices cuando vemos a un hijo comportándose generoso? No es algo que constantemente les enseñamos a nuestros hijos?

Y la otra pregunta seria, no nos ponemos felices como padres de poder darles y que nada les falte?

Así es nuestro Padre para con nosotros.

Él se alegra de poder bendecirnos, jamás pensara, “aquí viene este hijo a pedirme de nuevo” todo lo contrario, se alegra de oír tus necesidades y como buen padre evaluara para darte lo mejor, pero recuerda que de cómo des a los demás, recibirás también.

Sacúdete el temor y la pesadez a la hora de dar, y lo que des, hazlo en forma privada.

Mateo 6:3-4 dice Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Conclusión:

No dudes que Dios te recompensara, y bendecirá tu vida, y no dejara que nada te falte.

Así como alimento a su pueblo en el desierto por cuarenta años con mana del cielo, así vendrá tu sustento cada día de tu vida.

No le temas a lo que el enemigo te diga, créele al que dio todo por ti, Él no es un Dios escaso sino un Dios de abundancia.

Y así como dio a su Hijo por nosotros, así también nos dará todas las cosas que nos faltan.

Como dice su palabra en Filipenses 4:19 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Comparte y da con un corazón alegre y Dios en su eterno amor por nosotros, te dará mucho más abundantemente de lo que hoy tienes.

Artículos Relacionados:

Jonás 2 Navegando por aguas contrarias. Parte 2

Navegando por aguas contrarias a las que Dios quería que naveguemos nos lleva a vivir tormentas y ser muchas veces “tragados por grandes peces”

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez,

y dijo:
    Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó;
    Desde el seno del Seol clamé,
    Y mi voz oíste.

Me echaste a lo profundo, en medio de los mares,
Y me rodeó la corriente;
Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos;

Más aún veré tu santo templo.

Las aguas me rodearon hasta el alma,
Rodeóme el abismo;
El alga se enredó a mi cabeza.

Descendí a los cimientos de los montes;
La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre;
Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.

Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová,
Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo.

Los que siguen vanidades ilusorias,
Su misericordia abandonan.

9Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios;
Pagaré lo que prometí.
La salvación es de Jehová.  

10 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra.

En la primer parte vimos acerca de cómo se desencadena esto en la vida de Jonás, como Dios levanta esta tormenta, los marineros se asustan, cuando se dan cuenta de que esto es producto de la desobediencia de Jonás a Dios y este va a parar al mar, allí es tragado por un gran pez donde estuvo 3 días y 3 noches.

Dios mando al pez a depositar en tierra a Jonas, en un lugar seguro

Huir de los propósitos de Dios y del llamamiento que tenemos cada uno de nosotros, nos expone a quedarnos en medio de la mar sin disfrutar de la bendición que nuestro Padre tiene para nosotros.

No todas las tormentas son del enemigo, a veces Dios permite que pasemos por turbulencias, y en ocasiones cuando la terquedad es muy grande y la rebeldía es un hueso duro de roer en nuestra vida, entonces hay un gran pez esperándonos, que tarde o temprano nos depositara donde Dios quiere que vayamos.

Una experiencia personal que te puedo compartir en comparación a la vida de Jonás, fue que cuando joven hui de la presencia de Dios, me fui en mi propia opinión me case y me fue mal, aun así no volví a Dios sino que seguí en mis propios caminos.

Y al igual que Jonás no queriendo predicarle a Nínive, me aleje de tal modo que ni quería cruzarme con ningún miembro de la iglesia para que no me hablaran.

Aun en un tiempo de mi vida luego de conocer y haber servido a Dios me encontré consultando el tarot y cosas que son contrarias al Señor, buscando a Dioses ajenos para no rendirme y volver al único y verdadero Dios.

Cuantos de ustedes que están leyendo pueden estar viviendo algo así?

Si estás navegando por aguas contrarias Dios te atraerá a las suyas.

Dios te llevará a sus aguas

Cuando eres un llamado y un escogido de Dios, no importa el pecado que cometas ni cuán lejos te vayas, El usara las tormentas que sean necesarias, y los peces que sean necesarios para que rindas tu corazón.

Jonás en el vientre de ese pez, cuando ya no veía la luz ni la salida, cuando ya se creía perdido para siempre, rindió su corazón y clamo y si lees con atención veras a un Jonás rendido a los pies de Dios, reconociendo su error, y prometiéndole cambiar su vida, y se encontró con la misericordia y amor de Dios.

Dice que inmediatamente mando el Señor al pez que lo deposite en tierra.

Y me llama la atención hasta ese detalle, no lo mando a que abriera la boca y lo sacara en medio del mar, sino que lo depositara en la seguridad.

Ese es nuestro Dios, ese que cuando tú te rindes ante El y reconoces, “Señor te desobedecí, Señor me equivoque, recíbeme por favor”, cuando tú dices algo así desde el fondo de tu corazón con sinceridad El Señor te rescata.

Acude a tu llamado y su misericordia y amor te abraza.

El trato del Señor para con Jonás comenzó en la barriga de ese pez, lo hizo tambalear en medio de la tormenta y cerro su trato con su corazón en medio de esa oscuridad.

Hace tantos años ya Dios había tocado mi vida y un buen día me encontré en desobediencia, pero es que la rebeldía es algo que no se había ido de mi vida, y contra ella siempre deberé luchar al igual que tú.

Atravesé tormentas, y me identifico con Jonás dentro del vientre de ese pez, lugar donde tuve que parar, no porque Dios me castigara, sino porque todos los días de mi vida me dio oportunidades para regresar sin tanto daño.

Pero así me recibió el Señor, herida y golpeada, pero Dios sano mis heridas, así como quiere hoy sanar las tuyas.

Dios limpia heridas, te restaura y vuelve a encaminarte.

Navegando en aguas contrarias a las que Dios tiene para ti, solo te encontraras con un gran pez, y ojala seas sensible a la palabra y te evites todo eso, pero, si estas en esa situación hoy día, Él es misericordioso y sea como sea va a traerte de regreso a sus brazos.

Dobla tus rodillas y tu voluntad delante de Dios

Conclusión:

Si estas lejos de Dios, o con tu corazón en rebeldía, doblégate, humíllate bajo la poderosa mano de Dios y Él te bendecirá, sanara tus heridas y volverás a casa de Papa.

Los propósitos de Dios para tu vida son sí y amen, el llamado no se quita de tu vida, si eres un escogido de Dios, sea donde sea que estés o vayas, El hará lo necesario para atraerte.

No porque Dios sea un Dios caprichoso, sino porque es un Dios amoroso, que como todo padre quiere lo mejor para sus hijos y si hay algo a lo que Él te dice “no”, será para tu bien.

A veces Dios permite tormentas y peces, pero son para que si estamos navegando por aguas contrarias, podamos volver a tomar el rumbo que tenía para nosotros.

No navegues por aguas contrarias, vuélvete a los propósitos de Dios para ti.

Articulos Relacionados:

Salir de la versión móvil