Zacarías 4:5-7. Es con su Espíritu.

Es con su Espíritu, y no con nuestras fuerzas.

Y el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: No, señor mío.

Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella.

No podemos hacer con nuestras fuerzas, lo que hay que hacer con su Espiritu.

Pongámonos en contexto de quien era Zorobabel y cuál era la tarea que tenía por delante, Zorobabel, era un gobernante sobre Jerusalén, luego de que el pueblo saliera de Babilonia, y es a quien dios le encarga la tarea de reconstruir el templo que se encuentra devastado.

Y de pronto mira hacia su alrededor y se encuentra no sabiendo cómo hacer la obra que tenía por delante, esta palabra vino de parte del Señor en ese preciso momento.

La obra de Dios sea cual fuere, no puede ser hecha por la fuerza humana, sino por el poder del Espíritu Santo de Dios, tu puedes hablar muy bien, o cantar muy lindo, pero, si no tienes al Espíritu Santo en tu vida, los frutos de tu trabajo serán en vano.

Nada de lo que hagamos con nuestras fuerzas o lo que intentemos hacer desde nuestra carnalidad tendrá la calidad y la belleza que puede tener si lo hacemos con la guía del Señor y con sus fuerzas.

La obra es del Señor a traves del Espiritu Santo.

Para permanecer, necesitas al Espíritu Santo, para hacer lo que sea, necesitas al Espíritu Santo.

2 Corintios 10:4-5 dice porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,

derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

No se pelea con un ejército humano, ni con armas humanas o físicas, sino que peleamos la buena batalla con armas espirituales porque nuestra lucha es espiritual, por eso todo lo que hacemos si queremos tener éxito debemos hacerlo de la mano del Espíritu Santo.

Ser dependientes de El.

Si hay algo que debemos ejercitar es nuestra dependencia del Señor, en todo, no somos seres independientes de Dios, sino dependientes de Él.

Esta palabra dada a Zacarías, viene en un tiempo de desánimo, de no saber cómo hacer para que la obra fuera completada, y es que cuando estamos buscando hacer algo en nuestras propias fuerzas, seguramente el cansancio físico y sobre todo emocional nos va a embargar pronto.

Hay cosas que no podemos hacer solos, hay personas que buscan hasta servir a Dios con sus fuerzas, o por emociones, pero, en la primer fuerte prueba se caen porque su fundamento no está bien plantado.

Busquemos esos cimientos que nos hacen permanecer de pie ante todo lo que emprendamos.

No hay nada que el Señor te mande a hacer, que no puedas lograr.

Si Él te ha mandado y te ha dado alguna inquietud acerca de lo que sea, si te ha mandado Él te respaldara.

El Dios que te ordena, es el Dios que respalda, porque nunca nos mandara a hacer algo que previamente Él ya tenga la forma y la solución.

Si hay algo que Dios te ha dicho que tienes que hacer, y estas dejándolo para después, recuerda que Dios bendice la obediencia y no las intenciones, y recuerda que nada podrás hacer si no tienes una relación cercana con el Espíritu Santo.

Se trata de relación.

Solo aquellos que están llenos del Señor, y que han rendido su voluntad y su vida, son aquellos en los que el Espíritu Santo puede obrar, Dios jamás te obligara ni te invadirá, sino que esperara que tu decidas dejar que El reine en tu vida.

Y solo cuando tengas una relación fluida con el Señor, será que entonces podrás llegar a las metas y sueños que tengas en la vida.

Conclusión:

Busca una relación con el Espíritu Santo que te lleve a nuevos niveles y a los nuevos escenarios que Dios tiene planeado para ti.

El te ha escogido, busca una relacion con El y llenate de su Espiritu Santo y tendras la victoria.

Quizá creas que eres pequeño, como Gedeón, o que no sabes hablar, como creía Moisés, pero Dios no busca personas perfectas, El busca personas rendidas.

Rendidas a su poder y su amor, personas que busquen su presencia de día y de noche, y con su Espíritu Santo llegaran en victoria a donde Dios ha prometido llevarlos.

Si tú nunca le entregaste tu corazón a Cristo, te invito a hacerlo, dile conmigo “Señor Jesús, perdona mis pecados, límpiame, y hazme tu hijo/a, te rindo mi voluntad y mi vida, lléname con tu Espíritu Santo, en el nombre de Jesús. Amen”.

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Lucas 4:16-2. El año de la gracia del Señor.

El año de la gracia del Señor, hemos comenzado hace poco más de un mes, un nuevo año, luego de un 2020 muy diferente a otros años, donde todas las cosas que acostumbrábamos hacer fueron cambiadas, y donde el ser humano vio lo pequeño y lo frágil que es.

16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo[a] entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.

17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;

A poner en libertad a los oprimidos;

19 A predicar el año agradable del Señor.

20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Y Jesus hablo.

Ese sábado, Jesús entro a la sinagoga como todos los sábados se hacía, y paso adelante a leer una de las escrituras, se le dio para leer el rollo donde leyó este pasaje de Isaías ante la mirada atenta y atónita de todos los presentes.

Casi puedo imaginar esa escena, el silencio reinante mientras Jesús, ese al que habían visto crecer en esa ciudad, a quien conocían como el hijo de José, el carpintero, leía este pasaje con un tono sin igual y desde un lugar que hasta ahora nadie lo había hecho, me los imagino siguiéndolo con la mirada.

En este pasaje, Jesus se describe a si mismo.

La biblia nos cuenta que termino de leer, enrollo el libro, se lo dio a quien estaba ministrando con una humildad inigualable, y se sentó, y es en el momento que pronuncia estas palabras que seguramente hicieron escandalizar a algunos y sorprenderse para bien a otros.

Ese momento donde les anuncia, “hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros”.

En otras palabras les dijo, que el Espíritu Santo estaba sobre El, y que había sido enviado para dar vista a los ciegos, consolar, dar libertad y sobre todo a predicar el año agradable del Señor.

Ellos sabían que solo el Mesías podía hacer todo esto, pero ellos veían a Jesús, y lo asociaban a aquel niño hijo de José, no podían entender esto que hoy se les revelaba.

Me imagino las expresiones en sus rostros y lo que muchos habrán pensado, algunos debían haberse escandalizado, pero otros, sorprendido para bien.

La humildad del Señor es algo que nos tiene que ser de ejemplo, Él no se quedó en el altar, dando un amplio sermón, sino que obedientemente leyó, entrego el rollo a quien correspondía y si, hizo esta declaración necesaria, desde su humilde lugar.

El hijo de Dios, grande y humilde.

Varias enseñanzas podemos sacar de sus actitudes, además de darnos cuenta de que una vez que el Espíritu Santo esta en dominio, lo siguiente que viene, es la posibilidad de dar y recibir libertad, consuelo, sanidad y buenas noticias, pero además de esto, la actitud de Jesús me habla a las leguas de cómo es un verdadero siervo de Dios.

El que era el hijo de Dios, de quien Isaías estaba hablando en estas escrituras y el hacedor de todas estas cosas es el mismo que respeta  la autoridad de quien ministra esta reunión en esa sinagoga, permanece en sujeción y vuelve a su silla humilde.

Autoridad bien ejercida.

Es que quien sabe que tiene la autoridad no necesita decirlo, ni tampoco mostrarlo, su presencia se siente y el respeto nace, si tu estas sirviendo al Señor, recuerda que es precisamente esa tu misión, el servicio, a Dios y a aquellos a quienes el Señor te ha confiado, se humilde y manso y aprende a cuidar a quienes están a tu lado.

Estamos en este año 2021, confiando en que luego de tantos golpes recibidos a nivel mundial el pasado año, el Señor está obrando y lo que viene, será un mover del Espíritu Santo tal, que los ciegos recibirán vista, los enfermos sanaran, los cautivos serán liberados, y la palabra correrá por todos los rincones de la tierra.

Jesús vino a la tierra con una misión.

Su misión era la descripta en ese pasaje, Jesús vino a darnos libertad a través de su padecimiento, el padeció para que nosotros hoy estemos en libertad.

Usa la libertad que has recibido para bendecir a otros.

Ha llegado la hora de buscar a Dios con todo el corazon, y creer que este es el año de su gracia y su favor.

El año de la gracia de Dios sobre toda la humanidad, comenzaba aquel día, en aquel instante en el que de la boca de Jesús, declaraba que hoy se había cumplido todo esto delante de ellos.

Conclusión:

Este año que tienes por delante, es un año en donde la gracia de Dios te alcanzara, y veremos el mover del Espíritu Santo, quizá como nunca antes en este tiempo, tenemos una nueva oportunidad para aferrarnos a su palabra y confiar en que nada de lo que venga esta fuera de su control.

Si ya tienes a Jesús en tu corazón, este año busca crecer de su mano, y si nunca le diste tu corazón, te invito a hacerlo a través de una simple oración.

Dile conmigo, “Señor Jesús, perdóname y límpiame de todo pecado, haz de mí una nueva persona y guárdame, bendíceme a mí y a los míos, soy a partir de hoy, tu hijo/a, en el nombre de Jesús. Amen.

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Génesis 12:1-3 Una vida de fe.

Una vida de fe, esa es la forma en la que podemos describir a quien también fue llamado el padre de la fe, estoy hablando de Abraham, su confianza en Dios, es un ejemplo para todos nosotros.

12  Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.

Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Padre de multitudes.

Abram, a quien posteriormente Dios le cambio el nombre para pasar a llamarse Abraham, que significa padre de multitudes, es un gran ejemplo de fe y confianza en el Señor, es significativo como Dios lo nombra como padre de multitudes a un hombre, al cual su esposa era estéril.

Dios le prometio multitudes a abraham que serian su descendencia.

Es que Dios llama lo que no es, como si fuese, y sus tiempos no son los nuestros.

Dice la biblia en Hebreos 11:1, “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Dios no veía aun el cumplimiento de lo que se le había prometido, pero sabía con certeza lo que le esperaba.

En este pasaje Dios le dice a Abram que se vaya y le hace una promesa, que hará de una nación grande, y sin objetar, sale guiado por Dios y sin hacer preguntas.

Cuando queremos seguir al Señor, a nada podemos estar atados, vivimos tiempos de cambios, el mundo está cambiando por los últimos acontecimientos, pero la iglesia no se queda inmóvil, necesitamos transformarnos y adaptarnos, pero jamás perder la esencia.

Cree las promesas y aférrate a ellas.

Si Dios te dice que te muevas, hazlo, confía en las promesas y en el poder de aquel que te llamo de tinieblas a luz.

Abraham fue probado como ninguno de nosotros lo fue, y se le pidió algo que jamás a ningún ser humano se le ha pedido, y fue que llevara a ese hijo por el cual tanto espero a un altar para ser sacrificado.

Que habrá pasado por el corazón de Abraham siempre me lo pregunto, pero ese mismo hombre que cuando Dios le dijo vete de tu tierra, tomo todo lo que tenía, su casa, su ganado, su esposa y salió con un rumbo solo conocido por el Señor, del mismo modo cuando se le pidió a su hijo salió con él.

Y estaba dispuesto a la obediencia al punto de sacrificar al ser que más amaba en la tierra, pero, recordaba perfectamente la promesa de Dios, y además lo conocía.

Y este es un punto importante, conocía a Dios en profundidad como a un amigo, lo conocía y le creía.

Asi como no se podian contar las estrellas, asi seria de incontable la descendencia de Abraham, esos mismos cielos que no pueden contener la gloria de Dios.

En Génesis 15:4-5 dice Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.”

Abraham sabía que su descendencia vendría de Isaac.

Esta palabra dada a Abram mucho tiempo antes de que caminara con su hijo Isaac, rumbo a aquel altar de sacrificio, era una promesa en la que el confiaba, y si Dios había prometido que como las estrella que son incontables seria su descendencia, el no sabía cómo, pero Isaac viviría.

La historia nos cuenta, que Dios no permitió que Abraham matara al niño, sino que se proveyó un cordero para el holocausto, solo estaba siendo probado a un extremo que ninguno de nosotros lo será.

Y sorprendentemente, te agrego un dato muy interesante, para que veas que ningún detalle es al azar, y que a Dios nada se le escapa, en ese mismo lugar, muchos años luego, Jesús es el cordero perfecto entregado por nosotros.

Si Dios te ha hecho una promesa, créele y aférrate a ella, muchos obstáculos pueden interponerse en tu camino, pero no mires tu dificultad, mira la promesa.

Tú tienes promesas para tu vida.

Y no hay ninguno de nosotros que podamos decir que no tenemos promesas de Dios, hay un libro lleno de ellas que es la palabra de Dios misma, léela, conócela, y hazte dueño de ellas.

Mira los cielos, en el Salmo 19:1 dice “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.

Ese Dios es el que los cielos no pueden contener y que muestran su gloria, si él ha hecho las estrellas, las galaxias, cuanto mas no puede glorificarse en tu problema.

Si estas orando por una causa y aun no ves la respuesta de Dios, cambia tu oración, pregúntale a Dios que es lo que debes aprender de lo que estás viviendo.

Conclusión:

Cuando Dios promete no se desdice, él no se contradice jamás, por eso Abraham estaba tranquilo, porque lo conocía de cerca, y sabia de la fidelidad de sus palabras.

Y ese es un punto importante, y es que la única forma en la que conocemos a Dios es acercándonos a Él y teniendo con El una relación.

Acércate al Señor, entrégale tu corazón, si nunca lo has hecho, repite conmigo esta oración que puede cambiar tu vida, “Señor, perdona y límpiame de todo pecado, recíbeme como tu hijo/a y hazme una nueva criatura, y enséñame a confiar en ti, en el nombre de Jesús, Amen”.

No dudes que el Señor tiene tu vida en sus manos, confía en El y El hará.

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Filipenses 1:6. Este es el momento.

Este es el momento de romper con lo que nos detiene, y avanzar, El no deja las cosas a medio hacer como nosotros, no nos dejara incompletos, Dios nos quiebra para formarnos a su manera y voluntad, y no deja la obra a medio terminar.

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

El siempre termina lo que comienza, y esta es una gran diferencia con nosotros los seres humanos, que muchas veces iniciamos algo con mucho entusiasmo, pero en medio del camino ante las dificultades que se nos puedan presentar abandonamos.

El no deja tu vida para otro momento.

A veces no abandonamos, pero lo dejamos para después, hay un término que me viene a la mente ahora y es la palabra procrastinar, y significa aplazar deberes o responsabilidades adquiridas, dejar para otro momento algo en lo que deberíamos ocuparnos.

Y es que el ser humano es así, las emociones en oportunidades nos juegan malas pasadas y en vez de sortear los obstáculos o dolores, o enfrentar nuestros temores, preferimos “dejarlo para otro momento”.

Qué tal que lo que no quieres enfrentar sea algo en tu interior?

Y Dios nos impulsa a ocuparnos de nuestras responsabilidades, y a hacerles frente, aunque sea difícil, pero los cristianos debemos terminar lo que empezamos.

Eso sucede, posponemos aquellas cosas que tenemos que arreglar con el Señor, venimos con ciertas costumbres, modos, frustraciones o conductas adoptadas por cosas que hemos vivido.

Pero cuando Dios llega a nuestra vida, todo lo que fuimos, todo aquello con lo que arrastramos, esos “tú no vas a poder”, esos “tú no sirves” o tantas cosas que puedan haber dejado una marca en nosotros y que se refleja en el modo en el que vivimos, todo eso Dios lo quiebra.

Dios quiebra y rompe con todo lo viejo que arrastramos, y hace lo que mas le gusta hacer que es restaurarnos.

Cuando ocurre esto?

Ocurre cuando tu corazón se quebranta delante de El sin tapujos, sinceramente, mostrándole tus debilidades y dándoles el nombre correcto, no el que nos duele menos, sino el real, si por ej. Tienes la costumbre de mentir, no es “temor al castigo”, es que caes en mentira, ese es el pecado.

Cuando tu pones delante del trono de Dios, todas esas cosas con las que vienes, Él no te juzga, sino que te abraza, limpia, perdona, pero te dice, ahora si me dejas actuar a  mí, entonces yo romperé tus estructuras y todas esas formas, maneras y costumbres y te daré otra forma.

Hemos hablado en otros artículos acerca de que Dios es el alfarero, y que nosotros somos las vasijas, y que su mayor deseo es poder hacer de nosotros una vasija nueva.

Como arcilla en sus manos somos, y El moldea nuestra vida hasta hacernos de nuevo.

Pero es muy fuerte lo que el Espíritu Santo viene hablando a mi interior en estos días, acerca de que para hacer algo nuevo, primero debe destruir todo lo viejo.

Procesos necesarios.

Ese es un proceso en el que quizá, derramemos alguna que otra lagrima, seguramente en oportunidades podemos sentirnos débiles, o inseguros, pero, el que ha empezado la obra la terminara como dice este pasaje en Filipenses.

Pero Dios no puede usar una vasija vieja, sino que la hará de nuevo, por lo cual, cuando quebrantes tu corazón realmente delante de Él, entraras en un proceso con el Espíritu Santo, que solo EL y luego tu sabrán lo que dure, pero que es un proceso necesario para aquellos que verdaderamente quieren ser uno con el Señor.

Él no puede compartir espacio con ningún pecado, con ninguna idolatría, con malos modos, o con la desobediencia, y eso último es un ingrediente fundamental en un hijo de Dios.

La obediencia y busqueda de Dios en tu vida determinara tu futuro.

La obediencia llevo a Abraham a sin objetar, llevar a su hijo Isaac para sacrificarlo solo porque su Señor se lo había ordenado, a ese hijo, por el que tanto había orado, pero nunca dudo, jamás dudo que Dios era misericordioso, y que si él le hacía daño a su hijo, Él había prometido y Él se lo devolvería.

Hay una nueva vida delante de ti, si pasas por el proceso de la mano del Señor, y lo dejas tratar con tu vida.

Llevado a nuestro tiempo y a nuestras costumbres de hoy, claro que Dios no te pedirá algo así, ya hubo un sacrificio y Dios no quiere otro, ya Jesús lo hizo todo por nosotros, pero si te pedirá tu corazón para restaurarlo y trabajar en él.

Si quieres servir a Dios, si quieres ser un discípulo del Señor, y si lo quieres seguir, vas a tener que aprender a oír su voz  y dejarlo meter la mano, en esos rincones sin guardarte nada para ti.

Conclusión:

Ten algo por seguro, no hay cosa en la que Dios intervenga que sea para mal, todo lo que Dios toque en tu vida, será para mejorarlo, aunque a primera vista algo de lo que te demande duela, o cueste.

Él no puede contradecirse, así que si te ha prometido terminar la buena obra, él no te dejara a medio terminar, eres esa arcilla en sus manos que amasara y amasara, y muchas veces deberás preguntarle “Señor es por aquí?”, y si todos los días tienes comunión con El, sabrás como caminar.

Y un último punto y muy importante, si tú quieres que el Señor obre en ti, es necesario que cultives la relación con El, y como lo haces? A través de la oración, ora, lee la biblia, empápate de todo lo que te traiga y acerque a su palabra.

No dudes que aquel que comenzó la obra en ti, la terminara.

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Isaías 53:10-12. La ofrenda perfecta.

La ofrenda perfecta, el chivo expiatorio de cada uno de nosotros, aquel que llevo sobre si el peso de todos nuestros pecados y transgresiones y nos dio la libertad, se llama Jesús.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

El nos justifico.

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

El derramo su vida hasta la muerte, en favor de toda la humanidad.

Que significa cuando la biblia habla de expiación?

Significa que toda culpa o pecado es eliminado a través de algo o alguien, en este caso, de Cristo.

En el antiguo testamento el pueblo judío hacia expiación a través de sacrificios y distintos rituales en la celebración, conocida como Yom Kippur.

Ese es el día mas santo en las fiestas judías, el día de pedir perdón, día de expiación, día donde en aquel entonces Aarón entraba al tabernáculo a ofrecer sacrificio y holocausto, y debía hacerse de una manera determinada por Dios.

En el libro de Levítico podemos leer todas las instrucciones que Dios les da acerca de todo lo que debían hacer y cómo.

Dia de Expiacion “Yom Kippur”.

Es aun hoy, una de las fiestas más sagradas e importantes para los Israelitas, llevaban dos machos cabríos, echaban suertes para ver cuál era el que sería sacrificado.

Y al otro el sacerdote imponía sus manos sobre su cabeza, confesaba los pecados de su pueblo, pedía perdon y lo soltaba en el desierto donde el salía corriendo cargando con los pecados del pueblo.

Habían distintos rituales, además del recién mencionado, como por ejemplo que el sacerdote debía “lavarse antes ponerse los vestidos de sacerdote”.

Todo esto reflejaba la necesidad tan grande en los seres humanos de ser limpios del pecado.

En este tiempo estaban bajo la ley y todas estas cosas les daban la posibilidad de ser perdonados, limpios santificados para estar en presencia del Señor.

Jesus fue la ofrenda perfecta que nos dio la libertad y el perdón.

Pero todo esto cambio cuando de una vez y por todas, Jesús vino a la tierra y fue dado en sacrificio como la ofrenda perfecta, y a través de Él ya no se necesitó hacer más ofrendas.

A traves de jesus, ya todo estaba cumplido y el velo que separaba a Dios de los hombres había sido quitado.

Todos estos rituales, de expiación, y de limpieza, los Israelitas debían hacerlo una vez al año, y al año siguiente todo debía hacerse nuevamente.

Jesús cambio todo eso, y con su sacrificio y el cumplimiento de la palaba de Dios, y al pronunciar en la cruz del calvario las palabras “consumado es”.

Todo había quedado pago, la ofrenda necesaria para el perdón de la humanidad, de todos aquellos que lo recibieran ya estaba hecho.

Ya no se necesitan mas de aquellas ofrendas, ya que El se ofrendo a si mismo. Dios se proveyo la ofrenda perfecta, El mismo.

Esos dos machos cabríos que eran ofrecidos, en uno su sangre se rociaba sobre el arca, y eso apaciguaba el enojo de Dios.

El otro macho cabrío que era soltado al desierto cargaba con todos los pecados del pueblo donde eran olvidados, por un año.

El cargo con nuestros pecados.

Pero Jesús cargo con todos los pecados de la humanidad, y la gracia de Dios descendió, no solo por un año, sino por todos los tiempos.

Porque todos, tienen la posibilidad de ser perdonados, limpiados y salvados por el sacrificio de Jesús en la cruz.

Jesús, Dios mismo, porque cuando Él dice lo que hay que solucionar, también provee la solución.

Dios proveyó la solución para la humanidad, dándose a sí mismo, por amor a cada uno de nosotros, para que ya no tuvieras que sacrificar nada ni sacrificarte a ti mismo

Él lo hizo por ti.

Donde podríamos encontrar un amor más grande?

Es que no hay otro amor que supere al del autor y consumador de la vida, que se ofrendo a sí mismo, para que tus deudas fueran pagadas.

Ya no estamos bajo la ley, ahora estamos bajo la gracia de Dios Padre por este sacrificio.

Cabe agregar a modo de información que el pueblo judío, aun hoy continúan celebrando el día de la expiación, o día de Yom Kippur, entre los meses de setiembre u octubre dependiendo del dia que cae según el calendario.

En este día de celebracion Israelita es un dia donde la mayor parte del tiempo oran, están en las sinagogas y ayunan, sigue siendo un día sagrado para ellos.

Conclusión:

Hoy tú puedes decidir que esa ofrenda perfecta de Cristo Jesús, limpie tu corazón y restaure tu vida y te alinee con la mente y la voluntad del Señor.

No hay otro lugar donde puedas ir para conseguir el perdón y la restauración fuera de Él.

Si nunca recibiste al Señor en tu corazón, te invito a hacerlo hoy, a través de una simple oración, dile conmigo “Señor Jesús, límpiame de todo pecado, perdóname y enséñame a conocerte, pongo mi vida en tus manos, gracias por tu sacrificio y por tu amor por mí. Amen”

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Jeremías 18:3-4. Vasijas nuevas.

Vasijas nuevas, eso somos en las manos de nuestro Dios, pero para hacer una vasija nueva, hay que comenzar desde cero.

Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.

Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

El deshace todo lo viejo, nos moldea hasta hacernos de nuevo.

En alguna otra oportunidad hemos visto este pasaje visto desde otra perspectiva, pero, hoy Dios ha hablado a mi corazón y me ha mostrado otra cara de esta verdad y de cómo Él trabaja en cada uno de nosotros.

Todos tenemos un llamado del Señor para llevar su palabra, y seguramente anhelamos ser usados en distintas áreas.

Pero venimos al Señor con un montón de vicios, costumbres y modismos que no sirven para el reino de Dios y que es necesario que sean cambiados.

El proceso nos lleva al siguiente nivel.

Para encontrar esa madurez en el Señor, esa madurez que nos lleva a ese siguiente nivel, que es el servicio.

Todos debemos ser pasados por el fuego, y sometidos a procesos en donde aprendemos, y sobre todo somos moldeados.

Somos instrumentos de Dios, pero seremos usados por El en el momento, como, donde y cuando Dios decide que estamos prontos para llevar a cabo su voluntad.

Y es en su tiempo y luego de tratar con nosotros, donde lo que El tenía preparado para nosotros se da cumplimiento.

Muchas veces ese proceso puede ser largo, y todo comienza con un encuentro.

No fue hasta que Moisés, tuvo un encuentro con Dios en forma de aquella zarza ardiente de la que nos cuenta la biblia en Éxodo, que Moisés tuvo clara cuál era su misión y recibió el toque y la instrucción necesaria para poder hacer lo que Dios quería que el hiciera.

Somos como vasijas viejas, que seran convertidas en nuevas.

Algunos venimos a Cristo, y creemos de cierto modo, que tenemos la capacidad o los conocimientos para servir al Señor, y podemos tener la mejor disposición.

Pero, en el reino de Dios todo funciona distinto.

No es por conocimiento sino por cuan rendido esta tu corazón al poder y la gloria de Dios.

Porque no eres tú el que hace la obra, sino El.

Nunca es nuestra obra, es la obra del Señor, no son nuestras habilidades, sino las de Él, y no es cuan carismáticos somos lo que produce el fruto, sino cuánto hay de Cristo en nuestra vida lo que produce un mover del Espíritu Santo que hace que las personas oigan lo que tienes para decir.

Cuando el proceso termina, la vasija queda lista y como nueva.

Cuando el Señor te llama, quebrara todo lo que traes, tus costumbres, tus modos, y todas aquellas cosas que sean un obstáculo para que su gloria brille.

Y ese es el proceso duro, ese proceso de quiebre y en el que todo lo que éramos se cae, todo lo sucio que había en nosotros, sale.

Y de pronto nace en nosotros una nueva versión, del modo que Él nos ve y nos ha soñado.

Quizá estas en medio de ese proceso, o te sientes estancado, pregúntate si eso no significara que estas en medio de un proceso de Dios en el que seguramente Él va a romper tus estructuras.

El te enseñara a no ser sabio en tu propia opinión y a oír cual es la opinión de Dios, y nacerá en ti una nueva criatura con una personalidad similar a la del Señor.

Conclusión:

Tu eres la arcilla en las manos de Dios, y el no está apurado, quizá sientas que la vida se te va, que estas grande, que has perdido tiempo, y estas ansioso por hacer cosas para el Señor.

Pero Él no tiene apuro, te moldeara y serás como arcilla en las manos del alfarero, hasta que, la obra sea tal y como Dios la ha pensado.

Si quieres servir a Dios, aprovecha ese desierto en el que Él te moldea para llevarte al siguiente nivel.

Él no se ha olvidado de ti, ni te ha desechado, simplemente está obrando en ti.

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Jeremías 29:11-14 Dios tiene promesas para ti.

Dios tiene promesas para ti en este año que ha comenzado, no importa lo que oigas a tu alrededor o lo mal que pueda estar todo a tu alrededor.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;

13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.

La promesa vino en momento de cautiverio.

Este es un pasaje muy conocido entre los cristianos, y una promesa que la conocemos de memoria aquellos que somos parte del cuerpo de Cristo, o de una iglesia.

Pero cuantas veces no nos hemos puesto a pensar en qué contexto esta promesa vino para su pueblo, este pueblo que estaba cautivo en Babilonia y que estaba pasando tan mal.

En medio de la oscuridad la palabra de Dios y sus promesas brillan y el futuro esta en sus manos.

En medio de tanta oscuridad Dios le da a Jeremías una promesa para su pueblo, y cuantas veces como a este pueblo, nos pasa con todo lo que vemos hoy día, viviendo en medio de una pandemia mundial, cuantas veces pensamos “donde esta Dios que no ve o no interviene”.

Es que El si ve, y sabe perfectamente lo que está sucediendo, pero, así como nos ha dicho que Él no nos evita pasar por los desiertos, también nos ha dicho que pasara con nosotros.

Dicho de otra forma, nada de lo que sucede a tu alrededor, o quizá lo que te sucede a ti o a tus seres queridos será un estado en el que te quedaras, vas a pasar por este tiempo difícil, pero pasaras al otro lado, porque Dios tiene pensamientos de paz y de esperanza para ti.

El desea bendecirnos.

El desea darnos un futuro mejor, que esté presente en el cual estamos, y no importa cuán grave sea el problema, nosotros no vemos la salida, pero, Él tiene todas las puertas abiertas.

Esta promesa fue dada a un pueblo en un contexto de crisis, de exilio, de cautividad y esta promesa es dada a tu vida por Dios en este  momento en el que quizá no la estés pasando tan bien.

Cree en sus promesas, buscalo con fé, y pasaras el obstaculo y la dificultad de su mano.

Lo que estás pasando no es el final, el final es el que tiene Dios para ti, lo que está por delante es mejor que todo lo que esta atrás, lo que tienes delante es un futuro lleno de esperanza y paz en Dios.

Pero para encontrar, tienes que buscar, y buscar bien, buscar a Dios.

Muchas veces Dios nos incomoda con algo, con el fin de que nos movamos, Dios no quiere que te quedes en la cautividad o en el letargo, sino que quiere movilizarte por lo cual muchas veces te incomodara para que busques más de Él, y para que te sometas a Él, a fin de poder bendecirte.

Dios tiene intenciones y planes con tu vida, estas en sus pensamientos, Dios se acuerda de ti.

El no olvida tus necesidades, ni tampoco ninguna de tus peticiones, nada está fuera de su control así como nada de lo que sucede esta fuera de su rango visual.

Conclusión:

El Señor te ve, y te oye, pero, si tú necesitas de Él, debes buscarlo, y es entonces, y solo entonces cuando se hará presente y te abrazara como solo un padre amoroso puede hacerlo.

Nuestro Dios tiene planes increíbles con nosotros, que no alcanzamos a imaginar, pero, a veces por miedo, no los llegamos a alcanzar, porque no confiamos lo suficiente y entonces abortamos procesos de Dios, o los enlentecemos.

No te demores en clamar al Señor si te encuentras en dificultad, porque es una promesa para nuestras vidas el hecho de que si lo llamamos, El acudirá a nuestro llamado.

Clama a mí y yo te responderé” dice Jeremías 33:3.

Él es el mismo, ayer, hoy y por los siglos, búscalo y se dejara encontrar por ti.

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Mateo 7:1 -6. Mírate a ti mismo primero.

Mírate a ti mismo primero que a tu prójimo, eso es básicamente lo que Jesús enseña en este pasaje.

No juzguéis, para que no seáis juzgados.

Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?

!!Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

Que es el juicio?

Juzgar en griego significa “Krino”, la verdadera traducción de esta palabra griega es distinguir o decidir.

Aunque parezca un poco duro este pasaje, o parezca que el Señor nos está dando un tirón de orejas, lo que el Señor aquí expresa es puro amor, amor hacia todos y cada uno sin condiciones, y lo que nos enseña es una regla básica para que no caigamos en una trampa para nosotros mismos.

No seamos rapidos en emitir juicio.

Todos los días nosotros de cierto modo juzgamos cuando distinguimos que es bueno y que es malo, según la palabra de Dios, que es el verdadero filtro para identificar entre lo bueno o lo malo y eso de cierta manera eso es juzgar, ya que cuando distinguimos entonces inmediatamente decidimos si hacemos o no aquello que estamos observando.

Lo que Jesús nos está enseñando es que antes de emitir un juicio acerca de alguien más, lo hagamos sobre nosotros mismos, sobre nuestras actitudes, pecados o costumbres, que quizá veamos como buenas pero si las pasamos por el filtro de Dios, pues no serían en ocasiones tan buenas.

La palabra de Dios es nuestro filtro para saber lo que es bueno y lo qu eno lo es.

Cuando miramos a otros solemos ser muy severos, y estructurados, pero no es lo mismo cuando nos miramos interiormente, y si logramos ver esto, entonces el amor y la empatía por nuestro prójimo prevalecerían, y no seriamos tan rápidos en emitir juicios.

No juzgues, mas bien, restaura.

Una persona que juzga rápidamente, suele ser una persona que no está pensando en restaurar sino en castigar, que son conceptos totalmente distintos.

Hay incluso líderes cristianos, muy rápidos en disciplinar, tomar medidas o emitir juicios sobre aquellos que tienen a su cargo, sin pensar que una palabra mal dicha o un mal sentimiento generado en el otro puede ser la herramienta que el enemigo este esperando para alejar a aquella persona del Señor.

Cuando Jesús corrige lo hace con un amor, que aun en la reprensión, uno se siente amado y bendecido, como cuando un padre corrige a un hijo, sabemos que puede haber disciplina pero va encarada a la restitución y a la formación, pero jamás al juicio.

El ser humano es muy rápido para juzgar al otro, pero muy lento para decidir dedicarle tiempo a la formación y crecimiento de un hermano.

Pero “Dios es lento para la ira y grande en misericordia” como dice el Salmo 103:8.

Antes de mirar y levantar tu dedo o tu voz contra alguien más, seas quien seas, mira si tu vida está en orden, y sobre todo mira tus frutos, los frutos del Espíritu en ti.

La unica balanza justa es la del Señor.

Haz con los demás, como quieres que hagan contigo, ejerce la misma misericordia, no seas sabio en tu propia opinión como dice la palabra de Dios, aunque seas un Pastor, tú necesitas tener la misericordia del Señor en tu vida y para con otros.

Porque solo el amor atrae a las personas al Señor, jamás el juicio.

Miremos cada uno nuestro interior, observemos la cantidad de cosas que todos los días tenemos que arreglar en nosotros mismos, y es una lucha diaria contra nuestros deseos y concupiscencias.

Y la misma lucha tiene los seres humanos en todo el mundo desde todos los tiempos.

Romanos 7:19 dice “Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”

El mismo Apóstol Pablo decía, que aquellas cosas que no quería hacer, eran las cosas que hacía, lo que decía era que él también tenía una lucha constante consigo mismo, una lucha con su carne, por su condición de humano.

Quizá tu no cometas un pecado que a las leguas se ve que es pecado, pero quizá tienes luchas con tu carácter y con tus modos, y déjame decirte que los frutos del Espíritu Santo son los que se deben ver en tu vida.

Que nos está diciendo hoy el Señor?

Nos está diciendo, ya no se juzguen, mírense cada uno a sí mismo, y si ves algo malo en otro, entonces ayúdalo a vencer, luego que hayas enderezado tu conducta preocúpate por la restauración del otro.

No emitamos juicios, más bien, seamos como el Señor es, misericordioso y lento para la ira, solo a Él le corresponde juzgar, a nosotros nos corresponde predicar, ayudar y guiar.

Esto no significa que no puedas llamarle la atención a alguien a quien ves yendo por el mal camino, claro que puedes, y debes, pero, recuerda que cuando lo hagas, uno de los frutos del Espíritu Santo es el amor y la paciencia, llegaras mucho más rápido a su corazón.

Conclusión:

No hay corazón duro que no se ablande ante el amor de Dios, seamos un instrumento de amor, y no de juicio para este mundo injusto y oremos por aquellos que aún no conocen la verdad de Jesús y que la palabra sea regada.

El amor de Jesús es algo que siempre impacta mi vida cada vez que leo lo que decía, y aun cuando oro y el Espíritu Santo habla a mi vida, todos los días, Él nos corrige y nos endereza.

Oremos para que ese amor que está en el Señor, sea el que sobreabunde en nosotros para que podamos alcanzar a aquellos que jamás sintieron ese amor.

Y si estás leyendo esto, y quizá algún día te alejaste del Señor por alguna herida producida por la palabra o los dichos de alguien que sin la dirección de Dios te lastimo, perdona, y pide perdón y ponte a cuentas con el Señor, porque tu salvación y tu relación con Dios no pueden ponerse en riesgo.

Acércate a tu Padre Dios que te abre los brazos, te abraza, limpia y restaura.

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Éxodo 33:14-20. Hacia la libertad.

Hacia la libertad es donde nos guía el Señor siempre, porque su mayor deseo es que vivamos en libertad, para eso envio a Jesus, a morir en la cruz por nosotros, para ser salvos y libres, sin la presencia de Dios nada podemos hacer.

14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16 ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

18 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

Si Dios te ha prometido que pasaras en seco y te dara libertad, El lo hara.

Vamos a leer este pasaje hasta aquí, puedes seguir la lectura en tu biblia, pero, ahora juntos hagamos una breve reseña acerca de esto que estamos viendo.

Israel era un pueblo que había sido sacado de Egipto por Dios , a través de Moises, muchas veces en nuestra vida de cristianos nos referimos a Egipto como el pasado del que Dios nos libro, y esta es la razon.

Egipto era sinónimo de esclavitud, pero Dios los guío a la libertad.

Egipto para Israel significo años de esclavitud, trabajos duros y fuertes castigos, hasta que Moises de la mano del Señor los guía en un Exodo hacia la libertad.

En ese trayecto son perseguidos por el Faraon y su ejercito, quienes perecen en las aguas del Mar Rojo, por el que Israel atraviesa en seco al haber sido sus aguas divididas para que el pueblo de Dios pasara.

Este es el contexto en el que encontramos a Moises en un dialogo con el Señor, el cual les ha dado la promesa de llegar a la tierra prometida, a la tierra que fluye leche y miel, pero, de que sirve entrar en un lugar de abundancia si la presencia de Dios no va contigo?.

De esta forma la biblia nos  describe este hecho y nos cuenta que Moises le dice al Señor,  “no ire sino vas conmigo”.

Solo en su presencia podemos tener paz.

Es que solo la presencia de Dios nos da descanso, solo cuando sabemos que Dios esta en medio de nuestro desierto es que podemos respirar con un alivio que proviene del saber que no peleamos solos.

Yo encuentro a este pueblo de Israel en medio de un proceso en el cual muchos de nosotros estuvimos o quizá algunos aun están, de hecho este pueblo fue sustentado con Mana del cielo en su tiempo en el desierto.

Que significa y que era el Maná.

Mana significa “que es eso”, una expresión que salio al ver ese alimento que Dios les daba todos los días, El Señor no les daba otras cosas, sino lo estrictamente necesario para vivir, y esto es algo en lo que quiero detenerme por un momento.

El no les daba otros manjares, les daba Mana que era una especie de pan con sabor a Miel y  que cuenta la biblia que los Israelitas se las ingeniaban para darle otros sabores.

El Señor les daba este alimento todos los días, no les envio un contenedor con comida, ni les ordeno plantar o algo similar, porque el desierto es temporal.

No es el deseo del Señor que te quedes en el desierto, este pueblo terco y duro de comprender se tuvo que quedar 40 años, pero ese no era el deseo del Señor, sino que quería que saliera mucho antes de allí, y ese es parte del mensaje de hoy, no te quedes mucho mas en el desierto.

Busca el aprendizaje y aprovecha el proceso, porque mientras atravesamos el desierto de la adversidad estamos aprendiendo y conociendo como actua Dios a nuestro favor.

El te dara lo necesario para que nada te falte en el proceso.

El te dara lo necesario para cada dia, no te dara para que te instales allí, sino que será el alimento necesario diario que tu deberas salir a buscar todos los días, para que puedas resistir y pasar por ese proceso que te llevara al siguiente nivel en las promesas que Dios haya hecho a tu vida.

Moises le dijo Señor ven conmigo, acompañame en esta transición, y Dios le prometio acompañarlo y estar con el.

Por su misericordia tenemos libertad, y alcanzamos sus promesas.

El versículo 19 el Señor promete que todo el bien, toda su bendición ira delante de ti, por misericordia, no porque lo merezcamos, sino por misericordia.

Yo no se como esta tu vida hoy, pero si has salido de algún Egipto, seguramente estes transitando en un éxodo hacia las promesas de Dios para tu vida.

Hay un proceso que atravesar siempre.

Pero en ese camino, encontraras muchas cosas que a veces te tentaran a abandonar las cosas de Dios, o te llegara el hastio de ese sustento diario porque asi somos los seres humanos, siempre queremos todo y ya.

Pero todo tiene un proceso, y todos lo vivimos, por lo cual, aprende a vivir tomado de su mano, confiar en que en medio del desierto, El esta contigo, y nunca comienzes una nueva historia si el Señor no va contigo.

Conclusión:

La presencia de Dios en nuestras vidas es la lámpara que alumbra nuestro caminar, tu puedes ir solo a cualquier lugar, pero iras en penumbras si su presencia no te acompaña.

Aprendamos a depender de Dios cada dia, y buscar esa relación diaria con El.

Hemos sido creados, no para vivir en una religiosidad sino para vivir buscando y adorando la presencia viva de Dios.

Cuando comprendemos que los procesos, y los desiertos son los que nos llevan a la tierra prometida, entonces es cuando nos quejamos menos, y cuando menos tiempo nos lleva alcanzar las promesas.

Dios no es un mito, es un Dios vivo, que te ve y te oye, habla con el y busca esa presencia del Señor, y alcanza sus promesas y esa tierra prometida que Dios tiene para ti de su mano.

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Éxodo 14:19-22 El abre camino donde no lo hay.

El abre camino donde no lo hay, y nos sorprende cuando menos lo esperamos.

19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,

20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.

El abre caminos en donde no los hay.

22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

En el corazón del Señor estaba el deseo de salvar a su pueblo, de sacarlo de la esclavitud de Egipto, su pueblo que luego de que José los hubiera acogido, en aquel periodo de  hambre y escases, y cuando las autoridades cambian, terminan siendo esclavizados en esa tierra, y sometidos.

Dios levanto a Moisés para guiar a su pueblo a conseguir la libertad que tanto deseaban y se manifestó en todo tiempo y abrió paso a su pueblo en medio del desierto, donde los sustento y mostro su misericordia.

Esta historia nos cuenta como de pronto el pueblo se encontraba, entre el ejército del Faraón en pleno, y el mar delante, y llego un punto en el que no es difícil imaginar que por momentos debían sentir que todo estaba perdido.

El abre caminos donde no los hay.

Pero Dios es el creador de todo lo que podemos ver y aun de lo que no vemos, y el Mar se dividió en dos, para que su pueblo pasara seco.

No hay mar que Él no pueda enfrentar, El no evitara que pases por determinadas situaciones, sino que te acompañara a enfrentarlas y vencerlas.

El Señor podría haber destruido al ejército del Faraón con solo decirlo, sin embargo, precisaba que su pueblo confiara y viera con sus ojos algo que jamás podrían haber siquiera imaginado, un mar dividido en dos.

Si Él es capaz de lograr algo así, crees tú que no obrara en tu favor?

No hay problema grande para El, porque Él es más grande que cualquier obstáculo que tengas delante de ti.

El Señor está contigo, y su mano no se ha cansado, nosotros nos cansamos y perdemos de vista a veces el Dios poderoso que tenemos de nuestro lado, pero Él no te pierde de vista.

Cuando tú clamas a Dios, en su gran misericordia el Señor se pone delante de ti y alumbra en medio de toda oscuridad.

Te invito a leer en tu biblia la historia de cómo Dios rescato a su pueblo y como los acompaño en todo ese proceso.

Cuando Dios promete, Dios cumple, este pueblo que paso a través del Mar Rojo y que vio perecer detrás de sí, a ese ejército entero del Faraón que los perseguía, más adelante en la historia comenzó a quejarse por lo que Dios les daba de comer cada día, se quejaban por el agua, y por el desierto.

No estaban mirando la libertad hacia la que caminaba, sino que miraban lo que dejaban atrás, y algunos hasta llegaban a desear volver atrás.

Confíale tu camino a El.

No permitas que las circunstancias opaquen la bendición de Dios sobre tu vida, mira cada bendición que recibes como algo inmerecido, y no te olvides que no hay un mejor lugar en el que puedas estar más que en los brazos del Señor.

Conclusión:

Él es el Padre amoroso, que no nos abandona, si tienes temor, entrégaselo a Él, si estas en tristeza, o crees que estás viviendo una situación que no tiene escapatoria, lee este pasaje y si puedes leer la historia entera.

Él es el mismo, ayer, hoy y por siempre, no se cansa, no se agota, y es el Padre que tiene los brazos abiertos para ti hoy y te invita a entregarle el corazón.

Si nunca lo has hecho dile conmigo al Señor, “Señor abro mi corazón a ti, perdona mis pecados, y entra en mi vida, hazme una nueva criatura y enséñame a depender de ti, en el nombre de Jesús. Amen.

Si has hecho esta oración, confía y cree que el Señor te guiara y te guardara hoy y siempre.

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