Isaías 41:10-13. No temas.

No temas, dos palabras con las que comienzan estos versos, y son dos palabras que en un tiempo como en el que vivimos hoy, un tiempo de pandemia dicen tanto.

10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.

12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.

13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Con su idiestra, El nos levanta, si estamos debiles nos fortalece, y si tenemos miedo, El es nuestro escudo, es como un Padre protegiendo a su niño, asi es nuestro Dios con nosotros, nuestra fortaleza, ayuda y sustento.

El capítulo 41 de Isaías, es un precioso capitulo lleno de consuelo, y quien no necesita consuelo y las palabras de seguridad que vienen de nuestro Dios?

En muchas oportunidades de nuestra vida tendemos a desfallecer, o a dejarnos abrumar por las circunstancias que nos tocan vivir, y puede venir de todo a nuestra vida, porque el hecho que seamos creyentes no nos exime de vivir situaciones difíciles.

Muy por el contrario, el propio Jesús fue traicionado, herido, fue injustamente condenado, difamado, sufrió clavado en una cruz siendo el único justo, y esto me pone a pensar que si el vivió todo eso, porque nosotros no lo viviríamos?.

Nosotros también somos traicionados muchas veces y heridos y difamados y vaya a saber cuánta cosa vivimos, pero, una es la actitud que tenemos si decimos “uf porque me toca vivir esto” y otra distinta es cuando decimos “en medio de esto yo sé que mi Dios está conmigo”.

Estamos en un tiempo de pandemia mundial, y seguramente el miedo o la inseguridad, el temor quizá de perder a nuestros seres queridos, o de enfermarnos, o de la soledad pueden ser un factor determinante en como esta nuestro ánimo.

Pero este es un pasaje, muy conocido por cierto, pero con un contenido y una promesa de Dios para nuestra vida a la que debemos abrazarnos.

En medio del temor, El está con nosotros, en medio de la debilidad, Él nos hace fuertes, jamás nos dejara.

Con su mano derecha nos levanta y nos sostiene.

Quizá sientes debilidad, todos hemos sentido esa debilidad, hasta a veces nos falta las fuerzas, física o espiritualmente, pero si en medio de esa debilidad puedes recordar que no estás solo, que el Dios que hizo los cielos y la tierra es el que ha prometido sostenerte, esta palabra te levantara.

Aunque todo parezca dificil, que nada robe tu gozo.

El enemigo vendrá a amedrentarte, pero recuerda la palabra y dile a la situación, escrito esta que mi Dios me sustenta, me acompaña y me fortalece.

No temas lo que pueda hacer el hombre, así como el Señor estuvo con Israel y sostuvo a su pueblo en medio de tantas batallas y ataques del enemigo, así está con nosotros sus hijos que por medio de Jesús hemos sido llamados pueblo suyo.

Esta promesa también es para nosotros.

No encontraras siquiera a los que contienden contra ti, esa es la palabra, deja tu problema en manos del Señor, no ores para que la ira de Dios caiga, más bien ora para que la misericordia de Dios este, porque El de seguro te defenderá, porque El defiende a los suyos.

Y tú eres pueblo suyo.

Eres hijo, eres hija de Dios, no este huérfano, quizá el mundo te dio la espalda pero el Dios que creo al mundo está de tu lado.

No importa lo que vean mis ojos, o lo que mi cuerpo pueda padecer, importa lo que mi Dios ha dicho de mí y para mí, yo lo creo y tú?

Romanos 14:8 dice Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Que podemos temer si creemos realmente esto?, que será lo que pueda pasarnos de grave en lo que el Señor no pudiera intervenir?, nada, vale decir que si estamos pasando por la calma o por la tormenta estamos acompañados por Él y a nada temeremos.

Conclusión:

Si estas en medio de una situación de la que no sabes cómo salir, confía en ese Dios que te promete que Él te ayuda, que te sostiene de su mano derecha, que es la diestra de su justicia.

Confía en esta palabra, confía en quien envió esta palabra, créele al Señor cuando te dice que no tienes por qué temer, porque nada de lo que el hombre pueda planear en tu contra puede prosperar si el Señor esta en medio de tu vida.

Como un hijo pequeño con su padre, asi somos con nuestro Dios., el Dios que te dice, «No Temas».

Y sea lo que sea que suceda tomate de esa mano derecha de Dios, y dejaras de sentirte pequeño, más bien, te sentirás como ese niño pequeño que va de la mano de su papa, y sabe que ante cualquier problema, su papa responderá.

Bien, nosotros somos esos niños pequeños con nuestro Padre celestial, y no hay nada que el enemigo pueda hacer que nos pueda infundir temor, porque en mi temor, tengo en quien esconderme.

Si nunca le entregaste tu corazón a Jesús, te invito a hacerlo conmigo ahora, dile “Señor Jesús, abro mi corazón y te pido entres en él, perdóname y límpiame de pecado, y te doy gracias por esta nueva oportunidad, en nombre de Jesús, Amen”.

Artículos relacionados:

Mateo 6:9-13. “Padre nuestro”.

Padre nuestro, un modelo de oración que Jesus nos dejo y que es muy interesante que podamos entender y desglosar la riqueza de esta oración y de lo que Jesús nos ha dejado como modelo, como un mapa para saber cómo acercarnos al Padre.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Podriamos decir que Jesus nos marco una ruta, un mapa, un modelo de oracion para enseñarnos como tener una fluida relacion con Dios, no es solo una oracion para repetir, sino una enseñanza de como presentarte ante el Padre, que es ni mas ni menos que eso, tu Padre, y tu Dios,

Modelo de oracion.

Desde todos los tiempos el hombre, el ser humano busca acercarse a Dios, y la realidad es que Dios es quien más desea acercarse al hombre, hay muchos que no saben cómo hacerlo o como hablar con Él.

He conocido y hablado con muchas personas que me dicen, no sé qué decirle o como orar, y que tremendo es que algo que parece tan sencillo, haya quienes no saben de qué modo poder ir a Dios a simplemente tener una charla con El.

A veces creemos en Dios pero de una manera tan lejana que no sabemos cómo relacionarnos con El.

El es nuestra brujula, cuando estamos perdidos, la oracion nos acerca a El y podemos encontrar su direccion, su consuelo y su favor en tiempos de necesidad.

Este modelo de oración, que oficia como modelo, no es para que la repitamos, es para que sepamos como acercarnos, porque simplemente la repetición se torna en algo frio, en algo no sentido, o en algo que se hace simplemente por religión.

Y Jesús no ha venido a establecer una religión sino una relación.

Podríamos separar el Padre nuestro en cuatro partes, la primera es la magnificencia, “Padre nuestro que estas en los cielos”, es de algún modo como debo acercarme, me acerco reconociendo ante que Dios estoy, que estoy ante un Dios que es inmenso, que está en los cielos, un Dios magnifico pero que a la vez es Padre.

De tal manera, que así como lo magnifica, también lo acerca, y lo acerca con el título e imagen de un Padre, y quien no quisiera acercarse a un Padre bueno?

La segunda parte de esta oración, diría yo que es la parte que todos esperamos, y es poder pedirle lo que necesitamos, “el pan nuestro dánoslo hoy”, y acá podemos hablar de varias cosas.

Lo que necesito por encima de lo que deseo.

Lo que necesitamos muchas veces no es lo que deseamos, por lo cual a veces pedimos y no recibimos, y esto no es porque Dios no nos ha escuchado, sino porque Dios sabe hasta mejor que nosotros mismos lo que realmente estamos necesitando.

En ocasiones lo que pedimos, el Señor sabe que nos haría más daño recibirlo, que no recibirlo y esos son los “no” de Dios o los silencios de Dios frente a una petición.

Por lo cual, ese Padre bueno, pesara lo que necesitas, y te dará conforme a su voluntad para tu vida, y créeme cuando te digo y mejor, créele a Él, cuando te dice que te dará, todo lo que necesites conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, como dice Filipenses 4:19.

Acercate con confianza al Señor, y cuentale que es lo que hay en tu corazon, hablale como a ese Dios imponente que es pero sabiendo que tambien es tu Padre y te mira con misericordia, El te dara lo que sea mejor para ti, no siempre lo que deseas, pero siempre lo que necesitas.

Es por esto, que cuando pedimos, hagámoslo pero pidamos su perfecta voluntad para nuestras vidas, porque si confiamos en El, sabemos que su voluntad es la que nos hará disfrutar las mejores cosas, porque que padre bueno no quiere lo mejor para sus hijos?, potencia eso al nivel de Dios.

La tercer parte de esta oración es “perdona nuestras deudas como también nosotros perdonamos”.

Y acá en esta parte, notamos que hay una estrecha relación entre todo lo que se nos perdona frente a todo lo que perdonamos.

Si bien es cierto que estamos en la gracia de Dios, y que Jesús perdona y limpia a través de su sangre nuestros pecados, nos está diciendo que en la medida que nosotros perdonamos a otros, también seremos perdonados.

No sé si hay algo que no has perdonado en tu vida, pero recuerda que cuando tú perdonas, sea algo tremendo que haya que perdonar o no, debes hacerlo, por ti, no por el otro si no quieres hacerlo por el otro, perdona por ti, porque Dios mira eso y te perdona en esa misma medida.

Imagínate que si nosotros nos aferramos muchas veces al enojo por muchas cosas, y tú dirás, son cosas tremendas las que me hicieron, yo debo decirte que a Jesús también, lo azotaron, lo escupieron, insultaron, lo desnudaron y lo clavaron con clavos en una cruz.

Y allí, colgando y sangrando, perdono a quienes lo estaban matando, y rogo por ellos.

Esto nos marca que no hay una medida límite entre lo que se puede perdonar o no, todo debemos perdonar, si no lo hacemos por el otro, debemos hacerlo por nosotros mismos en obediencia, y déjame decirte algo mucho más interesante aun acerca del perdón.

El perdón no se siente, nadie siente perdonar a quien nos ha herido, el perdón se decide.

Yo decido perdonar aunque no lo sienta, lo hago por obediencia a mi Padre, que quiere perdonarme y bendecirme a mí, y es en ese momento que yo le paso la pelota a mi Padre.

Así que no te aferres a la ofensa, o al rencor, sea lo que sea que te hayan hecho, si no lo sientes, dilo, decídelo, y repítelo hasta que en tu corazón la paz de Dios te haga sentir que estas libre, porque el rencor ata.

En esa cruz te perdono y pago por tus faltas y pidio perdon para quienes lo estaban matando, del mismo modo debes perdonar tu a quienes te ofenden.

La cuarta parte seria guardarnos debajo de El, no hay otro lugar más seguro que debajo de la protección de Dios, la tentación viene a nuestra vida siempre mientras estemos vivos.

Jesús también fue tentado, pero no peco, de modo que nosotros podemos resistir lo que venga a nuestra vida.

Podemos pedirle esa protección divina al Señor, y aquellos que estamos en sus manos, estamos protegidos por nuestro Padre, y lo que está en su mano, nadie lo arrebata.

Conclusión:

Si no sabías como acercarte a Dios, este es el modo, como un hijo lo hace con su padre, de modo humilde, sabiendo a que Dios tremendo y poderoso te acercas, pero también sabiendo que también es tu Padre y que desea oírte más que cualquier otra cosa de ti.

La oración y ese momento de comunicación con Dios, nos bendice y nos edifica a nosotros, si no sabías que era lo que tenías que hacer, es simplemente tener en cuenta que debes saber quién es El, que debes perdonar si quieres ser perdonado, que Él puede suplir todas tus necesidades y guardarte de todo mal.

El es el camino, la verdad y la vida, siguelo a El y aferrate a su presencia y a su palabra todos los dias de tu vida y tu futuro sera otro.

Pero todo y con todo puedes ir a sus pies, y así como estés Él te recibe, y si te recibe no te dejara como vienes, sino que te transformara, te procesara, y a veces en el proceso tendrás altos y bajos, pero si te mantienes firme en El, la victoria será tuya.

Si nunca le entregaste tu corazón a Jesús, hazlo ahora, simplemente repite conmigo:

“Señor Jesús, abro mi corazón y te pido entres en él, perdona mis pecados y límpiame, y enséñame a caminar contigo y de tu mano, en el nombre de Jesús, Amen”.

Artículos relacionados:

Salir de la versión móvil