Dios ama al dador alegre, este es un tema muy delicado para algunas personas, y hoy hablaremos de esto y de cómo Dios bendice a quienes dan con alegría en el corazón.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Una de las tantas descripciones que podemos hacer acerca de nuestro Dios, es que es un Dios generoso, Él no es un Dios de pobreza sino de abundancia.
Cuando El bendice a su pueblo lo hace con abundancia y su amor se expresa también por medio de su generosidad.
Esa cualidad es una de las cualidades de Cristo que se nos deben impregnar, pero, si ofrendamos, o diezmamos o damos algo con un corazón triste o desde la queja, esa ofrenda no subirá como olor grato a nuestro Dios.
El mira el corazón de sus hijos, y dice su palabra que Dios no es deudor de nadie, por lo cual, una promesa para nosotros la encontramos en Filipenses 4:19 “19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
En otras palabras, confiar en Dios es también confiarle nuestras finanzas y saber que El suplirá todo lo que nos falte, y que nos cuidara como un buen padre cuida de sus hijos.
Dios ama al dador alegre, cuando des, hazlo con gozo.
Pero lo que des, dalo con un corazón gozoso, porque Dios ama al dador alegre, y lo bendice, recuerda que nada puedes esconder delante de Él, ya que El ve tu corazón y sabe lo que estas sintiendo.
Hay quienes no entienden el principio tan importante que es el dar. Dar al prójimo, dar al Señor nuestras ofrendas y diezmos, hay muchos que no entienden ya que creen que El no necesita de nuestro dinero.
Y es verdad, El no necesita de nuestro dinero, pero sí de nuestra obediencia, pero los que están en necesidad si necesitan de lo que tú puedas dar.
Si Dios ve tu corazón generoso y lleno de amor, te bendecirá doblemente.
Si fuéramos a escribir acerca de la cantidad de testimonios que existen acerca de la fidelidad de Dios en cuanto a lo económico no nos alcanzarían los libros.
Cuando El ve un hijo obediente, que da aunque piense que no le alcanzara para lo suyo, Dios provee.
Es que tenemos un Señor generoso, que a la hora de dar no escatimo ni a su propio hijo, que lo dio para morir en la cruz del calvario por cada uno de nosotros.
Así de generoso es Dios, que no mira tú error, sino que mira tú lucha por ser cada vez más parecido a Él.
Dios te invita a dar, con generosidad y alegría, graba este versículo en la mente y en el corazón “Dios ama al dador alegre”.
Entrega tu ofrenda para aquel hermano que está en necesidad, o tus ofrendas para la obra del Señor, con un corazón lleno de gozo, sabiendo que tu Padre te está mirando y alegraras tanto su corazón que querrá darte más a ti.
Los que somos padres, no nos ponemos felices cuando vemos a un hijo comportándose generoso? No es algo que constantemente les enseñamos a nuestros hijos?
Y la otra pregunta seria, no nos ponemos felices como padres de poder darles y que nada les falte?
Así es nuestro Padre para con nosotros.
Él se alegra de poder bendecirnos, jamás pensara, “aquí viene este hijo a pedirme de nuevo” todo lo contrario, se alegra de oír tus necesidades y como buen padre evaluara para darte lo mejor, pero recuerda que de cómo des a los demás, recibirás también.
Sacúdete el temor y la pesadez a la hora de dar, y lo que des, hazlo en forma privada.
Mateo 6:3-4 dice 3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Conclusión:
No dudes que Dios te recompensara, y bendecirá tu vida, y no dejara que nada te falte.
Así como alimento a su pueblo en el desierto por cuarenta años con mana del cielo, así vendrá tu sustento cada día de tu vida.
No le temas a lo que el enemigo te diga, créele al que dio todo por ti, Él no es un Dios escaso sino un Dios de abundancia.
Y así como dio a su Hijo por nosotros, así también nos dará todas las cosas que nos faltan.
Como dice su palabra en Filipenses 4:19 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Comparte y da con un corazón alegre y Dios en su eterno amor por nosotros, te dará mucho más abundantemente de lo que hoy tienes.